“Cuando llega, es
cuando debe ser” así es como empezaba la noche de meditación, con esta
frase del Arcángel San Michael (Miguel) en mi cabeza. Acababa de cerrar las
luces, y el Arcángel Uriel se disponía a acercarse para acariciarme suavemente
el pelo, adoro cuando lo hace, mientras que yo dejaba mi mente en blanco,
entrando así en la 4D y enseguida a la 5D.
Me encontraba en la colina dónde debajo de la pequeña colina
se encuentra la ciudad de Posid, paseaba de vuelta a la ciudad de luz por un
camino lleno de árboles hermosos de todos los colores ¡qué hermosura! Mientras
caminaba, solo podía observar los árboles, me quedaba totalmente hipnotizada
hasta que de repente escucho que alguien dice “Bienvenida de nuevo a tú ciudad de luz, mi querida Flor de Lys”
miré hacia adelante y vi al Arcángel San Michael (que hoy se presentaba con
este nombre) que se encontraba semi abrazando a uno de los árboles. Su rubia
melena se abalanzaba por culpa de la pequeña brisa que se había levantado, sin
pensármelo me acerqué a él y le ofrecí abrazarnos, dónde él aceptó sin más.
“¿Quieres acompañarme
de regreso a la ciudad de luz, querido hermano?” y el Arcángel San Michael
contestó con una gran sonrisa de felicidad y complicidad “Será un placer, acompañarte. Así dejaremos que Dios nos deslumbre con
sus hazañas más divinas” ¡qué bello que es por Dios! Así fue como empezamos
a caminar hacia Posid. Al principio pensaba que había ido a parar allí para ver
a mis dos hijos que aún siguen viviendo allí, pero resultaba que andaba
equivocada de nuevo. Mientras que íbamos caminando, por el camino, me surgieron
un par de recuerdos muy bonitos, así que empecé a sonreír sin motivo y él dijo “Veo que estás feliz, ¿puedo saber a qué se
debe? ¿Se puede compartir?” como podía le conté “Es curioso, pero acabo de acordarme cómo llegó a mi vida la túnica que
llevo y el anunciador que llevo en mi hombro. Que por cierto ¿quieres que me lo
ponga en la cabeza?” el Arcángel Michael sonrió igual que yo y dijo “No, hoy no es uno de esos días, tranquila.
¿Cuántos años hace que los tienes en tú dimensión?”.
Me gustó que me hiciera esa pregunta, porque casi nadie me
lo hace así que respondí con mucho gusto y le dije “El anunciador este año celebraré 20 años, en cambio la túnica solo 19
años”. Él se asombró, creo que no se esperaba que fueran tantos años, así
que él dijo “Me alegra que siga así, no
muchos lo consiguen” y yo le dije “Lo
sé, es duro ver a un compañero que haya recibido tal atrocidad, de la
destrucción de tal regalo divino. A veces, cuando lo pienso que hay almas
perdidas en mi dimensión que quieren y desean lo peor, solo pienso en el gran
amor divino que nos da el Padre y la Madre, así mantengo la esperanza de que yo
no quiero perderme como ellos.” Él como muestra de compasión, pasó su brazo
izquierdo por encima de mis hombros, acepté esa intención de abrazo al colocar
mi mano en su cinturita, nos sonreímos y seguimos charlando y caminando en esa
posición durante un largo tiempo.
“Cuanto más permitas
perderte, más débil serán” dijo Michael y tiene razón, los que han terminado
perdiendo sus túnicas y sus anunciadores, que iban por el camino de la
Maestría, ahora es más difícil que encuentren el camino de vuelta a la Maestría
y les resultará costoso tener que pasar por la muerte de nuevo y volver en otra
ocasión para continuar su aprendizaje para que algún día se conviertan en
Maestros Ascendidos. Por lo tanto, cuando te llega el anunciador, te comprometes
en cuerpo y alma en protegerlo, sanarlo y atenderlo des del primer momento en
que llega a tus manos, hasta el momento de convertirte en Maestro Ascendido. Es
una unión que muchos aún no entienden, una unión que es más duradera que un
propio enlace matrimonial energético. El anunciador es la parte más sensible,
la túnica ya no lo es tanto, pero el anunciador tiene sus cuidados y con los años,
se va multiplicando.
El anunciador se
llama así porque en Maestría es el “pañuelo” que llevan los Maestros colgado
del hombro, pero cuando eres Maestro aprendiz (como es mi caso), sea en la fase
que sea que estés, cuando un Maestro te da clases, tienes que ponerte el
anunciador en la cabeza, ya que cuando meditas, ese elemento físico viaja
contigo de dimensión. Es probable que te suceda que en la 3D sea de una forma y
en 5D sea de otra forma, es muy normal es su camuflaje, pasa lo mismo con la túnica, viaja contigo en la 5D, ya que
cuando estás en esa dimensión e incluso en 4D, ya la llevas puesta.
¿Los ángeles también
pasaron por esto para conseguir sus anunciadores y sus túnicas? Realmente NO,
porque para convertirte en ángel, el anunciador llega solo en el momento que ya
eres un Ángel o Arcángel, la túnica como a todos les llega en el primer momento
en que un ser de luz cruza de dimensión si proviene de 3D, si es al revés, a la
que naces ya te construye un familiar tuyo uno y ese a pesar de ser un niño, ya
crece contigo, no te lo cambias jamás, mueres con el mismo, se adapta a ti, a
tú altura, porque ambos formáis uno.
¿Por qué las túnicas
son de distintos colores y los anunciadores también? Porqué cuando te pones
por primera vez la túnica, antes, es una tela blanca, eso pasa con todos, en el
momento en que te la pones por primera vez, el mismo rayo que emerge de tú
corazón, tiñe la túnica y se queda así para siempre. Pasa lo mismo con el
anunciador, pero a veces el color de la túnica puede ser diferente al del
anunciador. Eso es debido a que tanto el anunciador como la túnica derivan de
dos lugares distintos de tú cuerpo tanto físico como energético.
El Anunciador
está compuesto por una cuarta parte de tú Kundalini (amor incondicional, órgano
el corazón) que al nacer se separa de ti, y cuando llega una edad que ya estés
preparado, ese amor que ha desprendido de ti, se pone en físico y te llega en
tú dimensión. En cambio la Túnica
solo hace caso al color de tú alma, es decir del rayo celestial al que
perteneces. En mi caso, al ser del rayo verde, el de curación mi Túnica es verde pero es un tono bastante
suave (es el de la imagen), y el Anunciador
es un blanco roto (como el del Maestro Jesús).
¿Cómo se consigue
ambas cosas? La Túnica te viene la primera vez que cruzas de dimensión,
quién lo fabrica normalmente es tú ángel, guía o Maestro que tengas más
relación, en mi caso fue el Maestro Jesús. Y el anunciador, siempre lo hace un
familiar muy cercano a ti, que ha encarnado con la consciencia despierta, en mi
caso vosotros lo conocéis, el Arcángel Salvador que en su última encarnación
era mi tío favorito, hermano de mi madre.
Hay que tener en
cuenta… ya que el Anunciador es una cuarta parte de tú Kundalini, si lo
pierdes, a veces según quién le haya pasado ha llegado incluso a morir. La
Kundalini forma parte de ti, si te lo quitan o lo pierdes por tú propia
voluntad (resultado de desconexión consciente) es cómo si te quitarán las viseras
sin anestesia. Por lo tanto el anunciador
tiene sus protocolos de protección, no es que sea débil sino que es fuerte,
pero si te separas te puede perjudicar de tal forma que sin querer puedes
morir. He conocido a compañeros que han
muerto desgraciadamente por este caso, y la mayoría de las veces, no ha sido
por propia voluntad, sino por la desconexión de los demás (un familiar haya
hallado el anunciador y haya hecho cualquier cosa, ya que para cualquiera en su
dimensión tiene una forma u otra). Por lo tanto, cuando te comprometes a
aceptar el anunciador, te comprometes a que si pasa cualquier cosa, puedes
morir. Solo en el peor de los casos, una vez ya eres Maestro ascendido y
todavía no has Ascendido a 5D, tienes que seguir protegiendo y cuidándolo,
hasta que asciendes a la 5D.
La verdad es que es
más fácil si ya naces como un ser de 5D, porque ya entienden la conexión y allí
no hay peligro de muerte por desconexión de su anunciador. El peligro
existe aquí en 3D, las personas que no están despiertas conscientemente son el
problema porque no recuerdan lo que significan estos dos conceptos que son muy
importantes, para convertirse en Maestros. Ya que ¡jamás veréis un Maestro sin
túnica y sin anunciador! Además que esta unión al final como todos los
sacrificios tiene recompensa. Hay
que mantener la esperanza en todo momento.
Cuando terminamos la conversación, que he aprovechado para
sacaros algunas dudas que os salgan, queridos alumnos míos, el Arcángel Michael
y yo nos despedimos en la plaza del centro dónde él iba a su templo y yo me
dirigía hacia la casa de mis dos hijos que estaba al norte, le di un fuerte
abrazo y le dije “Cuando quieras,
volvemos a conversar, me ha gustado mucho Michael” y él me abrazó y dijo “Lo mismo digo, querida hermana”.
Recomendación: Ellie Goulding – How long I Will Love You.
HR.
HERO&Corporation.
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