jueves, julio 27, 2023

El Espejo De Mi Vida - Capítulo 178 [2T]

 

Entonces Carmencita aprovechó para pasar lista, la única compañera que todavía no había venido y era bastante raro era la Ana. Cuando nombró su nombre, fue muy extraño porque todos los miramos las caras, después de saber que no estaba en clase y que no la habíamos visto en la hora y media que hacía que el colegio había vuelto a empezar. Era extraño que estuviese enferma el primer día de clase, pero pensé que a lo mejor estaba de viaje y que vendría en unos días.

El primer día fue realmente una experiencia muy bonita, ni Carmencita ni nadie me había declarado la “guerra”, y me preguntaba ¿sería el curso así? Esperaba que si, pero el miedo recorría por dentro a gran velocidad, pero al mismo tiempo agradecía que esta vez fuese un curso más light. A la hora del patio, me alegré mucho ver lo que mi padre me había preparado, un bocata de pan Bimbo sin corteza de mortadela con aceitunas, de mis favoritas en ese tiempo (cuando todavía comía carne). Pero la hora del patio asustaba un poco, sobretodo cuando compartías con nuevos compañeros, como eran los de quinto y sexto, era todo muy diferente, ya no jugaban tanto a futbol, pero nosotros nos quedamos a nuestro lado y los demás en el suyo.

En cuarto curso los delegados solo durarían un mes, tuve tanta mala suerte que salí elegida en el primer mes del curso, lo tuve que compartir con otro compañero, creo que era el José.

-        En clase de Naturales, sabrán cual es el proyecto del curso que vamos a estar aprendiendo, y que a final del curso realizaremos una exposición a nuestros compañeros de sexto curso.- informaba Carmencita.

Los proyectos eran secretos hasta el primer día de una clase en particular, este año estaría relacionado con la materia de Naturales. Esta emoción de no saber qué era, siempre me ha parecido muy buena idea, porque siempre he sido una niña de naturaleza muy curiosa, y tener expectativas o esperanzas en hacer algo, realmente es lo que mueve a la humanidad a hacer cosas maravillosas, esa ilusión de investigar algo o de sentirse útil en algo que realmente te guste y lo quieras compartir.

-       


Durante este curso la profesora de música será la señorita Ana, en estos momentos ella espera un bebé y la vamos a tener durante casi todo el curso.- avisó Carmencita.

Nunca había visto una profesora embarazada, siempre eran bastante mayores que ya los habían tenido, pero nunca que estuvieran en “proceso”, aunque sinceramente la noticia de que me habían cambiado la Mercedes por la Ana, no me pareció buena idea.

-        Además, a partir del segundo trimestre, van a aprender a tocar la flauta dulce, como materia de música obligatoria. Todos después de Navidad, deberán tener una flauta dulce en clase de música.- terminó de decir la tutora.

¡Qué rollo! A mí no se me daba nada bien los instrumentos de viento, con el problema del paladar al nacer, y que no podía respirar por la nariz porque tenía las fosas nasales mucho más pequeñas, ¿cómo podía ejecutar un instrumento de viento sin estar en peligro de asfixia? Según el médico, no tenía de qué preocuparme, podía hacer vida completamente normal, pero ¿y tocar un instrumento de viento, qué? ¡Ojalá la pediatra hubiese sido más coherente en eso! Porque yo no sabía cómo decirle a la señorita Ana que me era totalmente imposible, siendo todavía una niña de casi diez años, quizás con seis años más, las cosas serían distintas, pero ahora… ¡era imposible!

Había tenido a la señorita Ana una vez y su presencia me incomodaba un poquito por la energía que desprendía, hablarle a ella era complicado, porque el corazón se agitaba solo con que me mirase un segundo, ¿qué estaba pasando?

-        Dary, ¿por qué me siento así cuando ella me ve?- le pregunté susurrando un día en clase.

-        ¡Qué linda noticia! Eso significa que se conocen de otra vida – respondió el arcángel Uriel.

Puse los ojos como dos tomates, y le miré a ella y entonces le miré a él.

-        ¿De verdad?- pregunté.

Uriel simplemente decía que si con la cabeza y no dijo nada más. El problema era que aún no lo recordaba. Era interesante en clase de música, todavía no habían terminado de construir la nueva sala de música, y cuando nos tocaba clase, la hacíamos en una clase muy pequeña que había en el pasillo de los de Sexto curso. Mientras que la señorita Ana estaba embarazada, sentía cosas raras, no podía parar de mirarle la barriga (hacía barriga de menos de 20 semanas cuando se inició el curso).

-        Seño, ¿ya sabe si es niño o niña?- le preguntó la Sandra.

-        Si, hace unas semanas supimos que va a ser una niña.- dijo contenta.

-        ¡Enhorabuena seño!- dijeron todos los de la clase.

Creo que la niña cuando nació le pusieron o Mireia o Helena (en catalán se escribe con H). El resto del curso fue normal, el proyecto de naturales que teníamos que hacer, era sobre Las Orcas, un tema que me apasionó muchissimo, porque nos pusieron en grupos y por primera vez, tuvimos que ir a casa de los compañeros a hacer cosas del proyecto. A mi me tocó ir con estos compañeros: Carla, Silvia, Cristina, Ariadna, Eloi, Guillem, Nil y Arnau.

Los grupos no los elegí yo, ni nadie, sino que fue la misma Carmencita, que decidió intentar hacerlos lo mejor que pudo, sinceramente cuando lo supe no me lo tomé demasiado bien, porque solían ser casi todos los que daban más caña al Bullying, sinceramente desde mi perspectiva solo se salvaba Arnau, los demás eran del Bullying. Pero con el tiempo que se iba realizando el trabajo, la situación cambió, de hecho me di cuenta que una vez la Júlia ya no pertenecía a esa escuela, el Bullying casi desapareció.

Al día siguiente de empezar el curso, Carmencita empezó a llamarme a mi “Aida”, pero como era el inicio del curso no se lo tuve demasiado en cuenta, a veces te cuesta memorizar de golpe 28 niños. Pero ya cuando pasó casi un mes, me seguía llamando así y no entendía porque.

-        Dary, ¿por qué me llama Aida?- le pregunté.

-        Porque se parece mucho a Laia, ¿no? – sugirió Uriel.

-        Pero no es mi nombre.- le dije.

Uriel se encogió de hombros y se quedó callado, en clase no solía hablar mucho conmigo, quizás no quería que le viesen que yo hablase con él. Cuando ya me lo decía para todo, un día ya no pude más y sin perder el respeto hacia ella…

-        Disculpe Carmencita, pero ¿porqué me llama Aida?- le pregunté delante de todos en clase de plástica.

-        ¡Ay, sé que no es tú nombre de ahora! Pero es que… yo te conozco con este nombre, “Aida” ¿Alguna vez te han llamado así, no?- me preguntó curiosa.

-        Lo siento, pero usted es la primera persona que me llama así.- le respondí.

-        Aida, asi era tú nombre, así yo lo recuerdo…- susurró.

-        ¿Lo recuerda?- susurré.

Miré a Uriel él arrugó la frente y me hizo una señal para que viniera hacia él que estaba sentado en mi silla, le hice caso, él se levantó y me dejó sentarme, él se agachó al lado.

-        ¿No te suena de verdad ese nombre? – me preguntó Uriel.

-        No del todo… siento familiaridad, porque aunque sé que no es mi nombre, sigo girándome pensando que me ha llamado. ¿por qué?- pregunté.

-        Ha dicho que te recuerda con este nombre, mi amor… - aclaró Uriel.

-        ¿Insinúas que… me recuerda de otra vida?- pregunté alcé un poco la voz, pero Uriel me puso la mano en la boca y me quedé un momento mirando a los demás, nadie se había percatado de nada.

-        Tiene toda la pinta, mi amor. Carmencita te recuerda de otra vida, ¿tú la recuerdas a ella? – preguntó Uriel.

Dije que no con la cabeza, me quedé mirándola abrumada, asustada y al mismo tiempo sin saber qué decirle. Esa fue la primera vez que alguien de esta dimensión, me reconocía de haberme visto en otra vida, o sea que fue en ese momento cuando tuve la prueba real de que la reencarnación EXISTE.

Les he mostrado fragmentos de mis vidas pasadas, pero siempre este tema lo había comentado solo con Seres de Luz en Agartha o con Gabriel y Uriel, nadie de la 3D me había reconocido de otra vida. Eso fue una prueba que me costó tiempo aceptar, una cosa es que tengas “recuerdos” que todavía podía imaginar que me los inventaba, aunque si no sabía la historia de la humanidad, ¿cómo podía yo saber esos acontecimientos tan importantes? Fue como si le diera una lección mi CORAZÓN al EGO que intentaba hacerme creer que “recordar” era en realidad “imaginar” total a los niños de esa edad tienen una imaginación desbordante, ¿no?


Lo más raro de todo es que el nombre de Aida me resonaba mucho, aunque no me gustaba, pero me sentía como familiar… tardé varias semanas en recordar esa vida, resulta que Aida venía del diminutivo de Adelaida, tenía ese nombre en mi vida a principios del siglo XIV y lo más curioso era que Carmencita en ese tiempo que se llamaba Esmeralda era mi tía por parte de madre. Ella fue mi primer familiar de Luz que me encontré por esta dimensión, me alegró tanto el corazón, yo solo había tenido que esperar nueve años y unas cuantas vidas más para rencontrarme con ella, pero ella esperó sesenta años y unas cuantas vidas más. ¡Fue mágico!

Ese primer día de colegio me dejó con muy buen sabor de boca, y los primeros días también, aunque cuando pasó una semana, empezamos a preocuparnos, porque Ana todavía no había vuelto de sus “vacaciones” y era raro, siempre solía estar el primer día de clase por eso incluso la Carmencita se preocupó. Una semana después, a la hora de tutoría nos dijeron algo importante…

-        Deben saber que su compañera Ana ya no va a estudiar más en este colegio, resulta que se ha regresado con su familia a Almería a vivir. – informó Carmencita.

Me hubiese quedado tranquila, sino fuese que esa información me resonó muy mal.

-        ¿Cómo que regresó a Almería?- le susurré a Uriel.

-        Ella es andaluza, mi amor. – respondió el arcángel Uriel.

-        Si, ya lo sé pero… no me cuadra. Ella me dijo que no podía regresar más allí, y de repente está ahí, ¿qué ocurre Dary?- dije frunciendo el ceño.

-        Nada. – respondió.

Me quedé mirándole esperando a que dejase de esconderlo y me dijese la verdad, entre Uriel y yo no hay secretos, de hecho le cuesta mucho conservar uno si estoy cerca, es demasiado bueno él.

-        Vale, te lo voy a contar, pero no se lo digas a nadie, ¿ok?- exigió.

-        Por supuesto.- respondí.

La vida de Ana era complicada, muy complicada al ser una niña de casi diez años, que había tenido que dejar atrás toda su vida de andaluza, cruzar media España para venirse a Manlleu. No puedo revelar lo que realmente fue, pero solo les puedo compartir que la versión oficial, era que se había regresado a Almería. Nunca acabamos de conocer bien a las personas, Ana era una de mis amigas del Tripijoc, saber que ella había tenido que irse así sin despedirse, me sentí preocupada por ella, pero por suerte los ángeles siempre intentaban darme la información por si ella necesitaba algo de mi para que estuviera bien.

Tengo que decir, que durante un par de meses, vi al padre de Ana dando vueltas por Manlleu completamente solo, cuando me lo encontraba además por mi barrio, el corazón me daba un vuelco importante, y me preguntaba si todo había sucedido por su culpa o por algo relacionado con él. Pero me hubiese gustado despedirme de ella, no volví a saber nada más de ella, hasta hace pocos meses, pero no estoy segura si la encontré, si así fue, ella me encontró a mi gracias al Instagram, pero todavía no se ha dado la chance de poder entablar una conversación. 

Recomendación: Oppenheimer (Soundtrack) - Youtube.

HR.

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martes, julio 25, 2023

Una Mirada Se Conecta Con Un Beso

 

¿Qué es un recuerdo? Biológicamente es una imagen química que produce el cerebro para referirnos a algo que ha pasado en nuestra vida. A nivel energético-vibracional un recuerdo es un espacio capturado en el tiempo dónde puedes volver a sentir y revivir esas sensaciones y enseñanzas a través de las emociones. A nivel espiritual, un recuerdo es un aprendizaje de algo que en el futuro será de gran ayuda, aunque a priori no tenga ningún sentido.

Imaginen que abren sus ojos cuando están en la cama durmiendo solos, y de repente haya alguien que les está mirando fijamente pero de forma sensual. En vez de gritar, tú cuerpo reacciona como que es alguien importante para ti, y te dan muchas ganas de besarlo. Así que le pasas la mano por la nuca y te lo acercas para terminar besándolo apasionadamente. ¿Es un recuerdo o ha pasado de verdad? Si cuando te despiertas al día siguiente, no hay nadie a tú lado.


A priori podrías decir que reviviste un recuerdo de alguien importante para ti, pero ¿y si al levantarte te encuentras un calcetín que no es tuyo tirado en medio de la habitación? Descartas la imaginación, porque al tocarlo ya sabes que es real, lo que no sabes es en qué tiempo está ocurriendo todo, porque se supone que en otras dimensiones el tiempo va distinto que aquí. Solo puede ser un recuerdo o algo que ha pasado esa misma noche, alguien se te ha colado en casa, solo para acompañarte en la cama y dormir abrazaditos, pero al alba, él se va sin decirte nada, pero a la noche siguiente, regresa a la misma hora.

¿Quién marcó que la comunicación entre dos personas tenía que seguir unas reglas establecidas y que solo nos podemos comunicar de tres formas distintas? Cada pareja es un mundo aparte, cuando se tratan de las llamas gemelas, las habilidades de la comunicación van más allá, en vez de esperar esa conversación de What’s app que te diga “buen día, mi amor ¿dormiste bien?” quizás, antes de abrir los ojos, él te de un beso, aunque cuando abras los ojos, él no está contigo allí físicamente ya. Te preguntas ¿si viene por las noches, cómo se cuela en mí casa? Sin llaves, y aunque pongas una cámara, no se ve nada, pero allí lo tienes, ¿lo imaginas? ¡Claro que NO! Realmente te conectas con él de una forma mágica, digamos que las habilidades de comunicación especiales se activan, y quizás estén en dos lugares al miso tiempo, separados entre sí, pero unidos.

Es decir, quizás tú estés en tú cama, y él en la suya, cada uno en su propia casa, sea lejos o cerca, en la misma ciudad o en otra, pero si te giras en la cama, allí lo tienes, a tú lado, dónde puedes incluso tocarle y abrazarle, abrir los ojos y verlo allí. Esta experiencia se le llama Osmosis, ni tú te cuelas en su cama, ni él en la tuya, sino que ambos suben de vibración y cambian de dimensión, y allí se encuentran, en un espacio dónde no puede haber interrupciones.

Todas las llamas gemelas, saben ir al estado Osmosis, la diferencia es que solo se está en este estado, si estás con tú llama gemela. No vale con una pareja o un novio por los cuales no se identifica con que sea tú llama gemela, la Osmosis solo es un lugar para aquellas parejas que sigan juntas vida tras vida. Es un espacio que ninguna llama gemela ajena puede interferir, siempre que vayas, te encontrarás con la tuya, a veces será una cama, otras verás que no hay ni arriba ni abajo y todo será negro con un foco de luz que os ilumine, y otras un jardín. Es un lugar dónde se aprovecha para conocer a la llama gemela e incluso para conectar con ella haciendo el amor.

La única regla que hay es la siguiente: “Solo puedes ir, si tú llama también quiere ir” nunca irás solo, si tú llama está conectada y tiene ganas de ir, y tú también, llegarán, pero si uno de los dos no quiere ir, el otro no podrá ir.

Mensaje informativo del Arcángel Chamuel, el ángel del amor.

Recomendación: Los Oscuros – Libro Laurent Kate Saga.

HR

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jueves, julio 20, 2023

En Casa Pasa Esto...

 

Cierro la puerta del portal, ya son más de las diez de la noche, la guardia ha terminado, el trabajo del día ya ha llegado a su fin, por lo menos el esfuerzo físico de visitar a las personas y a los reinos animal, vegetal y mineral. Mientras que mi mente intenta dejar de pensar en el trabajo y desconectar por un par de horas, subo las escaleras diciéndole a Uriel las últimas anotaciones importantes de la conversación que estamos manteniendo, mientras con las llaves en la mano derecha, busco la otra que permite abrir la puerta del primer piso.

Cuando llego al primer piso y abro la puerta, ya no soy un Ser de Luz que está al servicio del Universo, aquí soy Laia Galí una hija que no ha querido estudiar más, y que no tiene un trabajo “con remuneración normal” ni un horario “normal”. Saludo a mis padres, si son más de las diez, ya están cenando, me acerco hasta la cocina, para ver qué cenan por si me tengo que cocinar algo en particular yo, al no comer carne lo decidimos así. Aún llevo el bolso colgando de uno de mis hombros, dejo las llaves dentro del bolso, y saco el celular, regreso al salón, dejo el celular encima de la mesa del salón y me quito el bolso para colgarlo del perchero al lado de la puerta del primer piso.

Me dirijo al baño, para lavarme las manos, sobretodo si he tocado perros y gatos durante la guardia, si hace mucha calor como estas últimas semanas, me mojo hasta los codos y me refresco la cara con agua tan fría como salga de la llave. Me miro a los ojos en el espejo, siguen teniendo ese pigmento marrón, en esta dimensión son así, en la 5D son más verdes. A pesar de que parezca que me haya remolcado un camión, me siento feliz de hacer el trabajo que realizo, hago feliz a la gente y eso me hace feliz a mi, pero a veces, deseas lo contrario, algo un poco más o menos físico.

Mientras que me cocino para cenar algo, estoy delante del fuego junto al arcángel Uriel que escucho como también se prepara su comida des de su dimensión, mientras a veces comentamos lo mejor de la tarde en el trabajo. Mi padre escucha la tele siempre con gran atención, y a veces gira la cabeza para verme a mí, cuando no estamos en época de vacaciones, solemos mirar el Hormiguero. Mi mamá, come lentamente sin prestar mucha atención de lo que pase en la televisión, a veces le da por contarnos historias que ella recuerda de cuando era pequeña o nos cuenta cosas científicas, sobre los documentales que ha estado viendo recientemente sobre Aliens, Egipto, Aztecas…


En cuanto me pongo a la mesa a cenar, mi padre ya ha terminado, le recuerdo que se debe tomar la pastilla de todos los días, compartimos el jarrón de agua fría, y luego él se va al sofá a ver y roncar un ratito antes de irse a dormir, y yo me quedo solita en la cocina con mi mamá. A veces hablamos, otras simplemente mi mamá pone la serie y nos quedamos viéndola en silencio, casi lo agradezco que sea en silencio, porque cuando me habla, mi madre siempre la caga… hoy me ha acusado de ser SUPER EGOISTA porque procuro más por la HUMANIDAD que por esta familia.

Solo le he preguntado una cosa que debemos pasar todos unas horas antes de Cantabars 2023, porque me preocupo mucho por esta familia, todos los días las 24h de la semana. Solo preguntaba por una cosita importante, y me ha acusado mi madre de ser EGOISTA por decirle “ok, sé que tenemos eso, pero recuerda que a las nueve de la noche, tengo que estar en Cantabars 2023, porque forma parte del trabajo que realizo, ¿vale?” y mi madre ha tenido escenita de celos conmigo, tanto… que hemos estado en silencio sin hablarnos durante la hora de la cena, y antes de irse a dormir ella me ha dicho “no me voy a olvidar de lo que has dicho, que lo sepas”… ¡Dios!

Ni se imaginan los CELOS que llego a tener por el trabajo que he elegido hacer, en casa no me entienden, porque he decidido estar al servicio del universo, piensan que si sigo así, estoy dejando de lado a la familia, cuando NO ES VERDAD. Eso de ser SUPER EGOISTA me ha dolido el corazón, ¿saben? Uno aquí se esfuerza con toda su fuerza de que la humanidad tenga un mañana dónde vivir y seguir aprendiendo, y en casa me dicen esto como si lo que hago fuera en vano. ¡Eso duele y mucho! No les pido que acepten mi trabajo (el diente que me han tenido que arreglar por cinco meses, era por eso, porque mi padre no acepta quién soy y yo me pregunté si realmente era necesario obtener esa “aprobación” y vi que no, que solo era una percepción del EGO), pero tampoco les pido nada, estoy allí cuando me necesitan y lo saben, pero que me venga ella a decirme esto… me duele el corazón de rabia… Si han visto el Espejo de mi vida (ahora abreviado como KH7) sabrán quién es la egoísta en esta historia realmente, ¿no?

No estoy dispuesta a renunciar al mejor trabajo del universo, trabajar al servicio es algo que realmente cada día me alegra tanto de estar en plantilla, de haberlo conseguido durante tantos años de estudios y aprendizajes. Soy muy feliz trabajando de esto, además tengo unas libertades que otros trabajos no se me permitirían, como por ejemplo estar cara a cara con los miembros del Comando Ashtar y conversar sobre la situación actual del planeta a niveles energético-vibracional. A mi no me importa el dinero, a mi lo que me importa es ayudar a los demás, no valoro el esfuerzo por tener cien euros en el bolsillo, valoro las acciones de una persona más que mil euros en el banco. Al fin y al cabo, cuando mueres ¿qué realmente te vas a llevar a la otra dimensión?

Yo valoro la voluntad, la sabiduría y el amor de las personas cuando realizan sus acciones, cuando solucionan sus conflictos emocionales, cuando hacen cosas para solucionar sus vidas. Con eso me siento recompensada, aunque vivimos en una dimensión dónde se ha enseñado mal qué significa tener dinero. Y eso tal y como lo hacemos ahora, no estamos aprendiendo a saber lo que realmente necesitas para cubrir tus necesidades ¿Cuántas veces te has sentido codiciado cuando has visto un billete delante de ti? Nos quejamos de los corruptos, pero ¿quién se vende realmente por 50€? Imaginatelo así, trabajas porque te dan dinero, pero ¿Y si no te dieran dinero, y el trabajo fuera simplemente experiencia de vida, aceptarías?

Si los bancos no tuvieran dinero, dejarían de existir estas mafias, y el gobierno quizás nos intentarían “robar” con otras cosas, por eso ¿quién está corrupto, el dinero o la persona que actúa egoístamente, pensando en él y no en los demás, siendo un servicio al público pero solo piensa en tenerlo todo y no compartir nada? 

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Recomendación: Fringe – HBO.

HR.

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viernes, julio 14, 2023

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 177 [2T]

 

Durante el último día en Eurodisney, nos tocaba estar en Walt Disney Studios, una parte que tenía muchas ganas de saber, porque en teoría había escuchado que aquí es dónde te cuentan un poco cómo hacen algunas escenas de acción en las pelis, entre otras cosas. La primera imagen que me impactó, fue ver el tanque de agua con las famosas orejas de Mickey Mouse, y la forma en cómo estaba decorado, por un momento me sentí que estábamos en la Hollywood de América (les recuerdo que nunca he estado en Los Ángeles, no en esta vida, pero reconocí el lugar).

La primera atracción que nos subimos me gustó mucho, era como una especie de tren dónde te iban enseñando los diferentes platós de acción, hubo un momento en que el tren entró en una especie de túnel de agua, dónde de repente estábamos navegando como si estuviésemos en los troncos de una montaña russa y se detuvo. No podía entender lo que decía la guía porque todo era en francés, de nuevo me tuve que inventar la explicación según lo que iba viendo, creo que tampoco me equivoqué de mucho. Ese momento, nos quedamos quietos y en silencio esperando algo que iba a pasar a nuestra izquierda. Dónde había un muro de tierra, no sé cuanto rato después apareció una cascada de agua tan grande que nos mojamos un poco pero como hacía calor, se agradeció bastante.

La siguiente atracción, era en realidad un espectáculo de autos, dónde simulaban tiroteos, persecuciones, acrobacias de película, etc… Fue muy divertido, a mi estas cosas las adoro, el “como se hizo” y todas las acrobacias son increíbles, ya saben que de pequeña jugaba con autos de juguete, ese espectáculo era en realidad como estar dentro de una película, porque se sentía el calor cuando de repente algo salía ardiendo, un edificio o encima del canal que había de agua se encendía fuego. ¡Impresionante! El más curioso de los autos, había uno rojo que manejaba todo el tiempo al revés, y pensaba “¡Wow que destreza!” pero en un momento abrieron la puerta del auto y se ve como el conductor lo tenía todo al revés, en vez de estar encarado de cara al capó, estaba encarado de cara a la cajuela, por eso manejaba al revés. Me puse a reir, pero fue muy espectacular.

Nos subimos a un montón de cosas, a unos aviones, luego en Star Wars, a mi esa pelis no me acaban de gustar, no entiendo como George Lucas las empezó a grabar desordenadas, eso confunde mucho. Fuimos a un cine de 4D sobre la película Cariño, he encogido a los niños que me encantó, todo lo que es 4D con las gafas 3D son muy divertidas practicando el tercer ojo. Hubo un momento en que veíamos serpientes y ratas y cómo grité incluso en una ocasión intentaba darle un golpe o agarrarlo del cuello a la serpiente, pero era en 3D la imagen, así que se pueden imaginar yo intentando agarrar el aire. Me sentí ridícula cuando me di cuenta.


Hubo una atracción que sinceramente la pasé muy mal, no sé si en la actualidad seguirá en funcionamiento, pero no me gustó nada. No recuerdo el nombre, pero se suponía que con grupos de 25 personas entrabas en una especie de nave espacial, pero no sé de què peli era. Mientras que caminabas por una especie de nave espacial muy bien decorada, yo pensaba que aún no era la atracción que eso formaba parte de la cola, ya saben que estos lugares dónde esperas también hay temática de lo que vas a ver o hacer dentro de la sala. Se escucharon unos gritos en francés y la señal de alarma se activó, acto seguido las compuertas se cerraron, nadie gritaba aunque hablaban fuerte, empecé a angustiarme tanto que miré a mis padres y a mi abuela, por si tendría que ayudarles a socorrerlos. Pensaba que había pasado algo de verdad, algo malo a fuera y estábamos atrapados en ese lugar.

Empezó a salir humo, pero no sabía de dónde (era humo de efecto especial pero yo pensaba que había un incendio en una de las compuertas cerradas) y acto seguido el piso empezó a moverse igual que un terremoto. ¡Allí grité! Pero ni mis padres ni mi abuela se aferraban a la baranda, así que agarré sus manos como pude y les obligué a agarrarse fuerte en la baranda. Los rodeé como pude con mis brazos e intenté salvarles la vida.

-        ¿Qué está pasando, Dary?- grité.

-        Mi amor, tranquila. Esto forma parte de la atracción. Nadie va a morir. Mira… es todo artificial. – dijo Uriel para tranquilizarme.

-        ¡Gabriel! ¿Dónde estás?- grité ignorando a Uriel.

-        ¡Aquí, mi vida! ¿Qué te pasa? – dijo Gabriel.

Le di la mano y me aferré a él.

-        ¡Rodéame, por favor!- le pedí.

Gabriel simplemente obedeció, su cara no entendía mucho qué me pasaba, pero tampoco se lo pensó, actuó en consecuencia.

Poco tiempo después todo pasó, las compuertas se abrieron y nada había pasado. En cuanto salí de allí, me sentí mal, me agobié tanto que me quedé dándole de la mano a Gabriel casi el resto de la tarde, ya que antes de subirnos a esa atracción ya habíamos almorzado. La última atracción del parque que nos subimos fue al Rock’n Roll, que buena fue, mi abuela no quiso subirse, así que se quedó esperando en la salida con las bolsas. Normal que no quisiera salir, si esta atracción te ponen dos veces boca abajo. Me gustó más esta, que el Space Mountain.

A las seis de la tarde, volvimos al hotel a buscar las valijas, el autobús con la guía de la agencia nos vino a buscar y nos llevó directamente al aeropuerto. Facturamos, y luego pasamos control de seguridad, pero a mi abuela la pararon porque llevaba unas tijeras de cortarse las uñas en el bolso, las tijeras se tuvieron que quedar en el aeropuerto. A las nueve de la noche, embarcamos de nuevo en Iberia, y a las once de la noche pasadas, llegamos al aeropuerto del Prat de Barcelona. Agarramos el auto que estaba estacionado en el parking, y nos fuimos para Manlleu.

Era domingo pero ya oficialmente era medianoche, así que tan solo faltaban ocho horas para levantarse, agarrar las cosas y regresar a clase, empezando el nuevo curso de 4rt de Primaria, esta vez me tocaría estar en la letra C. Esa fue la primera noche que antes de empezar un curso nuevo, pude dormir como un tronco, debido a que el viaje de vuelta de París me dejó grogui y con una oreja tapada que se me destapó al día siguiente. Me olvidé de tomar chicle cuando despegábamos.

Los nervios del primer día de clase, florecieron con las mismas incertidumbres, y con la misma pregunta de todos los años ¿La profesora será buena o mala? De nuevo me tocaba profesora, ya no sabía si algún año me tocaría un profesor como tutor. Esta vez había un cambio en mi casa, debido a que mi madre empezó a trabajar como repartidora de correspondencia en una empresa privada de cartas y publicidad, mi padre sería el encargado de levantarme, prepararme y de llevarme al colegio a la mañana y a la tarde. Por primera vez, empecé a desayunar en casa antes de ir al colegio, aunque fuese leche con Cola-Cao. Por lo menos se me hacía menos pesado esperar a la hora del patio, y el desayuno del patio también cambiaba mucho.

Lo que no me gustaba era, que mi padre me llevaba siempre a tiempo a clase, eso quería decir que siempre llegaba a la hora del rezo, algo que como ya saben, detestaba. Y otra cosa era que mi padre tenía como mala costumbre, agarrar el auto para hacer distancias cortas, gastar gasolina por cinco cuadras, lo veía innecesario pero yo no le podía decir eso, me tenía que callar.

Con la bata puesta y una mochila que pesaba como un demonio, entré por la entrada del año anterior, ya iba a entrar y salir por allí hasta sexto de primaria, y me fui al patio a buscar a mis compañeros de clase. La profesora que rondaba la jubilación, alzaba un palo con un folio que decía 4rt C. Me animé cuando recordé que en ese curso la Julia ya no estaría más en ese colegio, y me cuestionaba muchas cosas sobre cómo serían ahora las relaciones con los compañeros de clase, esperaba que fuese todo a mejor. Pero mientras que llegaban los compañeros, deseaba que en ningún momento entrase por la puerta del patio la Júlia y me hubiese dado falsas esperanzas, pero por suerte ella ya no vino más.


Ese curso volvía a ser especial, porque subiríamos una planta más, se había acabado estar en la primera planta, ahora seríamos alumnos de segunda planta, por encima de nosotros ya no había más plantas, eso quería decir que habíamos entrado a la zona de los mayores del colegio. Cuando subí a la segunda planta, me sentí mayor, pero fue bonito, ya no éramos ni los pequeños ni los mayores, éramos los medianos, nadie se podía meter con nosotros. Subimos por las escaleras negras y después nos desviamos a la izquierda (quedando una planta por encima de dónde estaban los de primero curso de primaria), nuestra clase era la primera puerta que encontrábamos, al entrar, nos dejaron sentarse como queríamos, y yo me senté con la Saida que me alegré mucho de volver a tenerla en clase, al igual que Sergi, Gerard, José, la Xènia y Arnau.

-        ¡Bienvenidos a 4rt de primaria! Yo soy vuestra tutora, me llamo Carmen- dijo la tutora (nosotros la conoceremos como Carmencita, para que no la confundan con la de segundo).

Como ya he comentado antes, Carmencita rondaba la jubilación, más de sesenta años tenía segurísimo. Llevaba el pelo cardado en rubio (de abuela), unas gafas con mucha graduación de pasta antiguas (aún y así no veía bien), llevaba sonotone en las dos orejas, era muy alta, con un cuerpo más bien parecía un pino porque los brazos eran secos y el cuerpo normalillo, aunque bastante desproporcionado la verdad. Llevaba la bata verde de rayas típica del colegio pero con hombreras (que ya no se llevaban), pantalones de tela con la raya, y zapatos negros con un poco de tacón, todo al estilo abuela de los años ochenta.

Mi primera impresión fue bastante de preocupación, pensaba que a mitad de curso se nos iba a morir, porque encima Carmencita no parecía que estuviese muy bien de salud, pero bueno, la directora veía que ella era buena y yo no tuve más remedio que comérmela con patatas.

-        Este año, como pueden comprobar, tienen dos alumnos nuevos, por favor, pónganse de pie y preséntense.- dijo Carmencita.

Se levantó una chica muy guapa, que llevaba el pelo largo liso, tenía la piel tostadita y era bastante alta, casi de mi estatura (yo seguía siendo de las altas de la clase), la vi un poco tímida.

-        ¡Hola! Yo soy Sara, y vengo de Melilla. No hablo catalán, pero espero aprender pronto.- la voz de Sara casi no se le entendía porque era tímida, pero que lindo nombre.

Luego se levantó un chico que ya se le veía que era magrebí, hablaba en español pero no se le entendía mucho.

-        Yo… soy… Abdelkarim… Karim. Soy de… Marruecos. – dijo le costó mucho presentarse.

Había otro chico que venía de Marruecos, pero no hablaba ni una pizca de español, tenía un ojo totalmente ciego (incluso lo tenía con sangre, pero en realidad era que había nacido contaminado por unas aguas cancerígenas, porque su madre al estar embarazada bebió de esa agua y él salió así) se llamaba Mohamed, bautizado en la clase como “El nuevo” porque ya teníamos uno, pero es que al mismo tiempo era quién tenía el número nueve en la lista de alumnos. 

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 Recomendación: El verano en que me enamoré T1 - Prime Video.

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Somos Familia

  Nacemos, crecemos y morimos siendo miembros de una familia. Está claro que las personas dicen que los padres no se eligen, ahora las cos...