Caminaba por un camino de piedras, delante de mi estaba el
templo, pero no era cualquier templo, sí que es muy parecido a los otros pero
esta vez reconocí dónde estaba, era el Templo del Sexto Rayo Oro-Rubí,
justamente el rayo del Arcángel Uriel y que hace poquito sé que es el Rayo de
Orange. Curiosamente este templo no se encontraba en una plaza, sino al final
de una calle, muy cerca de las cámaras de seguridad de la energía de Gaia, en
una ciudad de luz totalmente diferente que se encuentra muy cerca del Tibet,
muy cerca de Shamballa.
En la puerta reconocí al Elohim Tranquilo que me estaba
esperando apoyando la espalda en el templo, pero me sorprendió que esta vez iba
acompañado de una preciosa mujer, sin pensármelo mucho me acerqué y le dije “¿Elohim Tranquilo?” él me observó a los
ojos directamente, noté el contacto directo y amoroso muy rápidamente dentro de
mi corazón y con una sonrisa contestó “Bienvenida
querida Flor de Lys” nos abrazamos, ¡qué lindo! Cuando terminamos él dijo “Te presento a mi amada Pacífica” me
gire a la derecha y la vi ¡Qué hermosa! La reconocí que es la Pareja Astral de
Elohim, ¡wow! Me ofreció darle un abrazo y acepté.
Acto seguido me invitó a pasar y yo acepté, entré después de
Pacífica, detrás de mí estaba Elohim que iba explicando “Te damos la bienvenida al templo, ¿Qué te gustaría ver?”. Quería
contestarle pero me quedé totalmente anonadada cuando vi la gran sala que
estaba lleno de Maestros, Ángeles y muchos Guías que iban de un lado a otro de
la gran sala que parecía medio campo de futbol. ¡Increíble! Pacífica fue la que
interrumpió mi sorpresa diciendo “La
gracia de Dios abarca en todas las direcciones y allí es donde nosotros nos
encontramos. Hace días que empezó el trabajo más decisivo para Gaia, y nuestros
hermanos y hermanas que trabajan en este rayo, últimamente tenemos más trabajo”,
me gustó lo que dijo, me vino más paz de la que ya tenía y me dispuse a decir “Los que se ocupan son, ¿el Arcángel Uriel y
el Maestro San Juan Amado, verdad?” Elohim me contestó “Así es, querida. Ellos organizan qué
trabajador de luz hace, hacia dónde va y porque debe ir, pero si lo deseas, te
enseñamos todo el proceso de cómo nos llega la información para poder
intervenir en vuestro crecimiento interior y espiritual”.
Les seguí en todo momento, me picaba mucho la curiosidad
cómo era su modus operandi, al mismo tiempo que recordaba como lo hacemos en
los Templos del Rayo Verde, se supone que abarca algunos aspectos semejantes
pero el modus operandi puede variar considerablemente. Nos dirigimos a la mesa
del fondo de la sala, detrás del mostrador en la pared de cristal del mismo
color del rayo Oro-Rubí se podían ver unas imágenes de personas que habitan en
la superficie, me entró mucho la curiosidad, así que me giré para ver al Elohim
qué diría al respecto y dijo “Desde aquí
tenemos un control de las personas que nos han pedido ayuda, mientras ellos
esperan nuestra colaboración, les observamos porqué así podemos ofrecerle la
ayuda de forma más personalizada y lo reciban en el momento que realmente lo
necesiten”. Seguí mirando una de las imágenes, y vi como un señor de
treinta años que estaba sentado en su cama, lloraba, parecía que era de Asia,
no pude reprimirme y pregunté “¿Qué
necesita aquel de allí?”. Pacífica se adelantó y dijo “Él está a punto de rezar para pedirnos algo, ¿te gustaría escucharlo?”
yo acepté, así que ella con tan solo hacer un pequeño pensamiento, la imagen se
agrandó y pudimos escuchar como la persona rezaba, no lo mostraré porque es
mejor que respete la intimidad de la persona.
Mientras que íbamos a otro espacio de ese gigante sala
Elohim decía “Aquí trabajamos la Paz, la
curación, la Gracia y el Subministro, cada sección de esta sala acude a una
petición de un solo valor, acabas de ver el mostrador de la Paz, ahora veremos el
de la Gracia”, así que nos fuimos al otro lado y de nuevo había imágenes en
el cristal, sucedía los mismo con los otros dos mostradores que estaban al otro
lado a la parte izquierda de dónde habíamos entrado. Pero cuando nos quedamos
en el de curación les pregunté “¿Por qué
ejercéis la curación si se supone que se encarga en su totalidad el rayo verde,
es decir el rayo que YO SOY?” en este caso Elohim fue quién me contestó “El Rayo verde abarca toda la curación tanto
física como emocional, pero nuestro rayo abarca un poco este ámbito, ya que nos
dedicamos a potenciar todo el trabajo que el rayo verde haya realizado en ese
hermano. Si el rayo verde ha intervenido de forma física en una operación,
después ha pasado por la parte emocional, al final acaba llegando a nosotros
para hacer la última fase de su proceso de curación, dándole así las pautas
para continuar con su camino desde dónde lo haya dejado o empezar uno nuevo”.
Lo cierto es que una vez el Maestro Hilaríon, es decir mi
instructor del rayo verde, me dijo “La
curación abarca muchas modalidades y en cada modalidad se ejerce en varios
rayos, depende de su grado de curación que necesite” es decir, que si
necesita una persona una curación física y emocional, el rayo verde interviene,
pero si es algo más leve, aparecen otros rayos que intervienen. Es cómo decir
que el rayo verde tiene los casos más complejos y los otros rayos los más
leves.
Acto seguido nos fuimos a través de un pasillo a la derecha
de la sala principal, dónde subimos cinco escalones y salimos a fuera en un
jardín precioso lleno de flores doradas, Pacífica dijo “Cuando llega el verano, nuestro rayo emana en todos sus aspectos, en el
aire, en el fuego, en el agua y en la tierra. La temperatura o sea el calor que
desprenden los seres de luz, hace aumentar que en vuestro verano la presencia
del rayo Oro-rubí tenga su máximo esplendor”, es decir que la calor que se
siente en verano, es producto excesivo de este rayo. Así que cuando llegué
vuestro verano sea en el hemisferio que estáis, recordad que si hace mucha
calor, es porque el rayo Oro-rubí está en su máximo esplendor y en vez de
enfrentarse a él, dejad que os cambie, penetrando su calor y su esencia en cada
una de vuestras células, solo así comprenderéis y actuaréis conectados con este
rayo.
Volvimos al pasillo pero nos desviamos en un pasillo hacia
la derecha y llegamos delante de dos puertas, primero se abrió la de la
izquierda y entramos, era una sala pequeñita pero coqueta, había libros por
todas partes en las paredes, en las estanterías, en medio de la sala solo había
un butacón con orejas dorado. Cuando entremos me quedé rodeando el butacón,
dónde curiosamente había una pluma de ángel que se había quedado aquí, curiosa
lo agarré i nada más tenerlo en mis manos, automáticamente mi mente se apareció
el Arcángel Uriel. La pluma tenía más de veinte centímetros de largo y diez de
ancho, reconocí que era de las puntas de sus alas, fue maravillosa.
Elohim me vio y me dijo “Este es la sala de los Arcángeles, dónde el Arcángel U…” le
interrumpí diciéndole “Uriel trabaja”,
Elohim se calló sorprendido y mostrando su mejor sonrisa franca y de corazón,
se acercó y me dijo “¿Ya te lo dijo él
mismo?” pero en vez de contarle, le muestro la pluma de ángel y él dijo “Ah, Uriel siempre deja mensajes por dónde
pasa” me gustó lo que dijo porque sé con seguridad de que es verdad.
Entonces después de leer algunos títulos de los libros,
dónde todo era en plan “Paz y curación,
¿cómo emplearlos energéticamente?” la mayoría eran manuales, había pruebas
de canalizaciones de algunos seres de luz, apuntes de los arcángeles sobre cómo
ayudarnos en todo momento, ¡fue maravilloso! Después de eso, volvimos al
pasillo y entramos en la otra puerta, dónde era un despacho más amplio pero que
había una mesa en el medio con probetas y cosas de laboratorio. Me entró la
curiosidad y entré, miré en los tubos de ensayo había liquido dorado, en una
probeta había un líquido rojo y en el tercero azul, Pacífica se acercó y me
dijo “Aquí el Maestro San Juan Amado
crea los elixires para cuando hay que ayudar a alguien de forma energética,
este elixir servirá para mejor su estado, ya que para él ser lo recibirá en
forma de aire, agua, fuego o tierra”.
No pude reprimirme a preguntar “¿Dónde está el Maestro San Juan Amado ahora mismo?” Elohim fue
quién contestó y dijo “Durante los doce
días primeros del año, es decir en los doce días sagrados, los Maestro realizan
viajes, y ahora San Juan Amado se encuentra fuera de Gaia, pero regresará en un
par de días”. Fue entonces cuando comprendí porque Hilaríon le encontré
fuera de Gaia. Cuando regresamos a la sala principal, ya era la hora de las
despedidas, aproveché para preguntarles “¿Tenéis
constancia de Orange en vuestras proyecciones en los cristales?” Pacífica
con una sonrisa de corazón contestó “Sí,
Orange está colaborando con el Plan Divino desde hace poco tiempo, y su
colaboración está ayudando a que Gaia despierte”. Me gustó lo que dijo,
tenía más preguntas pero al final tuve que irme, tuve que volver a mi
dimensión, pero antes les di un fuerte abrazo y les di las gracias, ellos me
acompañaron a fuera y cuando me puse a caminar, enseguida me encontré en mi
cama. Dónde le di las gracias seguido de un fuerte abrazo, abrazado a su
cintura al Arcángel Uriel, que él se puso muy contento de verme.
Recomendación: Sopa
de Cabra – Escolta-ho al vent.
HR.
HERO&Corporation.
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