Me encontraba en mi habitación, eran las tres menos cuarto y
tenía que irme a dormir pronto ya que era domingo y al día siguiente tenía que
ir a trabajar. Cuando me encontraba escuchando uno de esos audios para ayudar
que la Glándula Pineal actúe como es debido. Mantuve los ojos cerrados mientras
que con los audífonos escuchaba ese audio, cuando de repente vi el color de mi
alma, un verde prado hermoso, que poco a poco se iba acercando hacia mi hasta iluminarme por completo, y una vez
hecho, de repente veo una sala muy grande de color azul cristalino, que estaba
rodeado de Maestros y el Elohim del rayo Azul que estaban en la posición del
loto, mientras que uno decía mentalmente “Ven
con nosotros, amada Flor de Lys”.
Abrí los ojos enseguida y le dije a Uriel que se encontraba
sentado a los pies de mi cama “Tenemos
que irnos” y él dijo, no lo pude ver pero lo escuchaba con su voz “¿A dónde? Es tarde, mañana no te vas a
levantar para trabajar…” pero le contesté “Los del templo del rayo azul me quieren ver, ahora” y él dijo “Entonces, vamos”. Apagué el ordenador,
cambié las luces y me puse en la cama, Uriel me ayudó a taparme poniendo el
edredón encima del saco de dormir. Me recosté con la luz pequeña encendida, y
antes de apagarlo, miré hacia mi derecha, fue entonces cuando le pude ver
ligeramente y le dije “Si quieres puedes
venirte, últimamente bajo yo solita, así me ayudarás a volver sin que me ocurra
lo de la nariz”, él mostró su mejor sonrisa, se inclinó hacia a mí para
darme un beso en la frente y me susurró “Gracias”,
yo justo después apagué la luz y me concentré con mi respiración con los ojos
ya cerrados.
Me encontraba sobrevolando la ciudad de Telos, esta vez iba
en brazos del Arcángel Uriel que había decidido llevarme, escuchaba como sus
grandes y maravillosas alas nos mantenían sujetos en el aire, mientras que
íbamos rumbo al templo del rayo azul, que se encuentra al otro lado del templo
violeta. Mientras que volábamos, nos dejamos inducir por el silencio, tiempo
que aproveché para observarlo. ¡Qué maravilla por Dios! Su pelo volaba con el
viento, ese pelo moreno y rizado, hermoso, perfecto, increíble… Le vi
concentrado, buscando el lugar dónde nos dirigíamos, sus ojos por una vez no me
estaban mirando, pero le vi de perfil y por dios ¡qué rasgos más lindos y
perfectos! Tal cual la imagen, señores.
Finalmente llegamos al templo, a fuera nos estaba esperando
el Arcángel San Miguel, cuando Uriel me volvió a incorporarme para volver a
tocar mis pies el suelo, fui hacia el Arcángel San Miguel para darle un fuerte
abrazo ya que se alegraba de verme y yo a él. Por la emoción que le pongo a ese
abrazo, sale de dentro del templo el Maestro Adama que nos dicen “Bienvenidos queridos hermanos, ¿queréis
pasar? Os estábamos esperando”, no me lo esperaba que mi sensación era
cierta, así que sin decir nada, y agarrado de la mano de Uriel, entramos a
dentro del templo, llegando así a la sala principal, con la sorpresa de que
estaban tal como había visto hacía pocos minutos, un centenar de Maestros más
los Elohim del mismo rayo meditando en el suelo, colocados en la posición del
loto, dónde en el centro habían dejado un pequeño espacio, dónde se veía la luz
del Sol entrar por el tragaluz del techo.
El Arcángel San Miguel nos mostró un par de asientos que
dejó cerca del círculo de luz que había en medio de la sala, dónde sin decirnos
nada, Uriel se sentó y yo me senté a su derecha. Mi corazón tenía mucha intriga
de lo que iba a ocurrir, mientras tanto veía al Maestro Adama que estaba de pie
junto al haz de luz, se tocaba las manos suavemente, mientras que miraba hacia
la puerta, como si estuviese esperando a alguien más, pero tal cómo nos dijo,
nosotros éramos los últimos.
El Maestro Adama alzó las manos por encima de su cabeza y
pronunció suavemente “Lerih sherom”,
reconocí que decía “Bendito rayo”,
él cerró los ojos y vi como todos los demás Maestros que mantenían los ojos
cerrados desde hacía tiempo, se daban las manos entre sí, pensé que nos tocaría
a nosotros, pero no fue así, de todos modos le agarré la mano a Uriel por si
acaso, pero él me miró y con un gestó suave con la cabeza me negó ese contacto,
que respecté. Adama seguía hablando en Universal, recitaba lentamente una
poesía que Uriel me recitaba cada vez que me encontraba en una situación
amorosa de pareja con mi ex pareja. Reconocí que fuese lo que fuese que iba a
pasar, no iba con nosotros, solo estábamos allí como espectadores.
La poesía era de tono sexual que no voy a transmitir para no
ofender ni perjudicar a nadie. Cuando terminó de pronunciarlas, miró al cielo
azulado y dijo “Padre nuestro que estás
en los cielos, hágase tú voluntad, en esta unión sacramental del amor
incondicional entre estos dos almas que hoy aquí van a unirse, formando un
único ser celestial como tú. Amén”. Por curioso que fuese, estábamos en una
boda de 5D. Entonces Adama juntó sus manos y cerró los ojos, automáticamente
todos los hombres de la sala, empezaron a cantar al unísono un cántico en
Universal que decía así “Om arab nim
sah, Lerih nim sah” es decir “Dios
os habla, Bendito es”. Del lado derecho de la sala, un hombre vestido con
una túnica blanca, se alzó entre la multitud y empezó a caminar entre sus
hermanos dirección hacia el centro de luz, dónde Adama terminó de cantar, abrió
los ojos y con su mejor sonrisa le dio un abrazo.
En ese momento el Maestro Adama alza las manos mirando hacia
arriba dentro del haz de luz, y del agujero viene volando un ángel muy hermoso
con una túnica azul y un pelo rubio, que empieza a dar vueltas en su mismo eje,
cuando sus pies desnudos tocan el suelo, destapa sus alas y de allí aparece la
Maestra, que el maestro Adama y ella chocaron sus frentes para saludarse.
Cuando en ese momento el Arcángel San Miguel nos decía “Así es cómo Adama saluda a las hermanas”, el Ángel que había traído
a la supuesta novia, se quedó a un lado, arrodillado en el suelo.
“Om sirah nim sah,
Lerih nim sah” dijo el Maestro Adama que decía “Dios te envía, Bendito es” y ella con una sonrisa, era la novia más
hermosa que jamás había podido ver, era rubia de ojos celestes y llevaba una
túnica blanca, en la cabeza llevaba una especie de corona hecha de oro con
cristales azules y verdes ¡qué hermosa! Los invitados empezaron a susurrar “Om sirah, arab nim sah” que se traduce
a lo siguiente “Dios te envía, os habla”
durante la parte final de la ceremonia, dónde el Maestro Adama pronunciaba las
siguientes palabras “Son los cristales
de vuestro corazón, los guardianes y protectores de vuestro ser. Son los
cristales de vuestro ser, los guardianes y protectores de vuestro corazón. Son
los cristales de este amor incondicional que emana en vuestro ser y en vuestro
corazón”.
Cuando los novios ofrecieron sus manos derechas con la palma
hacia arriba, ambos novios empezaron a desprender su color de rayo formando
así, una pequeña bola de color azul en distintos tonos muy hermosos, que daba
vueltas, como si creasen pequeños planetoides hermosos. Hasta que el Maestro
Adama agarró sus palmas y las unió, formando así la unión de ambas bolas de
energía hermosas, mientras que Adama concluía “Con la unión que el gran Padre y la Gran Madre presencia aquí y ahora,
vuestro ser forman un solo ser, aquí y ahora y para siempre”. La parejita
sonreía de felicidad, concluyendo así esa unión con un gran besos apasionado,
dónde los invitados acompañaron con gritos de alegría y felicidad, que tanto
Uriel como yo nos unimos, mientras que el Maestro Adama decía “Lerih sirah nim sah” que se traduce “Bendito te habla y te envía”,
concluyendo así la ceremonia en el templo. Nos invitaron también al banquete
que ofrecieron en las cámaras exteriores del templo, que a lo lejos tenían la
vista del mar, ¡qué hermoso! Con Uriel, bailamos, comemos, nos reímos,
charlamos con los invitados, ellos sabían de dónde venía y les gustaba que les
compartiera algunas cosas de la superficie, como por ejemplo, nuestra forma de
celebrar las bodas, que tampoco se diferencia de las de aquí, pero sí que
existe una gran diferencia, y es que las que se hacen en el templo sí que duran
para siempre.
De repente Uriel que me tenía agarrado de la mano que
pensaba que íbamos a volver a bailar me dice “¿quieres que demos un paseo?” me susurró en la oreja, yo acepté,
así que nos alejamos bastante de la ceremonia, paseando por unos jardines
impresionantes con árboles muy hermosos que no se pueden ver en la superficie.
Empezaba lentamente el atardecer, los colores del Sol de Agartha a la hora de
su puesta son muy parecidos a las de la superficie, cuando salimos de esos
jardines impresionantes, nos encontramos en la playa. Me detuve un momento, ya
que él proseguía y se detuvo para girarse mientras que le decía “No llevo los zapatos adecuados para andar
por aquí” y él dijo “¿Te los quieres
quitar?” yo le dije que no con la cabeza, así que él retrocedió un paso, y
de repente me agarró por la cintura, y me alzó, sin darme cuenta él me tenía en
brazos mientras que mis manos rodeaban su precioso y adorable cuello, cuando él
proseguía caminando hacia la orilla.
El Sol anaranjado se ponía muy lentamente en al horizonte
del mar de Agartha, yo me encontraba sentada encima del regazo del Arcángel
Uriel, mientras que sus dulces manos y sus hermosos brazos rodeaban mi cintura,
me apoyaba en su pecho musculoso perfecto, notando su barbilla hermosa que se
clavaba en la frente, mientras me decía “Dicen,
que cuando un pájaro surca los cielos en un atardecer como este, es porque le
teme al pasado e intenta por mil medios conseguir que el Sol siempre brille en
él, a pesar de las veces que se olvide de que es un pájaro que algún día tendrá
que descansar en alguna orilla como esta”. Las olas del mar llegaban hasta
nuestros pies, que se hundían poco a poco en la arena perfecta, el agua era
cristalina como si estuviera en el Caribe. ¡Qué hermoso lugar!
“¡Ojalá pudiera
quedarme para siempre aquí abajo, con vosotros, porque cuando estoy con los
Seres de Luz de 5D, me siento en casa, tengo el corazón muy tranquilo porque sé
que puedo dar la confianza al 100%, porqué sé que no existen las traiciones
aquí abajo. Arriba nunca puedo ser realmente quién YO SOY, siempre que intento
serlo, alguien viene y quiere hacerme que me estoy
equivocando, que eso es una que todavía no existe, y me pone
triste y de mal humor. Tú ya lo ves, mi amor. A veces cuando me cruzo con un
hermano que tiene el corazón abierto pero la mente le sigue ganando en vez de
usar el corazón, me vienen ganas de hacerle bajar aquí y que lo experimente por
si mismo lo que significa ser un SER DE LUZ ” el arcángel Uriel se echó a
reír, de tal forma que me contagió. Él prosiguió “La FE y la ESPERANZA es una virtud” y tiene razón, esas mismas
palabras me dijo el Maestro Jesús a principios de este año en un mensaje
privado, resulta que son los valores clave de este año.
Me giré encima de él y le di un fuerte abrazo que él aceptó
de inmediato. Mis dedos jugueteaban con su pelo hermoso, mientras que seguíamos
hablando, los atardeceres en Agartha no tienen tiempo, es decir que tardan
mucho más tiempo que los de aquí en la superficie. “¿Hay algo que te perturba la mente en estos momentos, amor?” él
decía, cómo me conoce, cuando sabe que es verdad, me pregunta esto, que bueno
que es por Dios. Y le dije “Orange, no
lo he visto des de finales del año 2017” y él dijo “¿Acaso tienes que ver siempre que la Luna aparece detrás de la puesta
de Sol cada día, pero cuando un día no lo ves, sabes que siempre ocurre?”.
Con eso me quería decir que aunque no lo vea, tengo que sentir que siempre
está, y es cierto sus palabras, porque si que he tenido “visitas” que son
entorno a él como el Maestro Kiarel (Guía de Orange, al mismo tiempo hermano
menor del Maestro Robert, ambos del rayo verde), también las apariciones del
Arcángel San Gabriel y Jofiel en 3D, dónde me marcan el camino hacia él, pero
él NO APARECE DE MOMENTO. Pero tengo FE y ESPERANZA.
“Deberíamos empezar a
volver hacia la superficie, querida” concluyó la bonita estampa dorada que
se presentó en el cielo tiñendo así nuestras pieles del mismo tono, pero él
tenía razón, seguramente que en muy poco tiempo sonaría el despertador para ir
a trabajar, así que antes de levantarme le di un abrazo que él aceptó, y sin
que le dijera nada, él me agarró de nuevo para devolverme a la civilización,
¡qué hermoso! Allí nos estaba esperando un Maestro, reconocí en mi interior que
no era un ángel pero también reconocí que no lo era, porque no tenía alas, se
parecía mucho al Maestro Jesús, pero el pelo era más castaño y no hacía tantos
tirabuzones y los ojos eran azules, cosa que el Maestro Jesús son verdes,
también la túnica era con el anunciador rojo y lo demás anaranjado, así que
presentí que era del mismo rayo que el Arcángel Uriel. “Te doy las gracias, hermano, por venir a buscarla” le decía Uriel,
yo me quedé mirándole, no entendía lo que estaba ocurriendo, así que él me dijo
“Como todavía no has aprendido a volver
de la misma forma que lo hacemos normalmente, y me pediste que te ayudara a
volver sin que tú preciosa naricita se viese afectada, he pensado que es mejor
que vuelvas con este Maestro, que te va a enseñar cómo vas a volver a la 3D de
forma temporal, solo hasta que aprendas a controlarlo de nuevo, ¿qué te parece,
hermosa?”.
Miré al Maestro y si que lo pude reconocer, era el maestro
San Juan Amado, así que contesté “Muchas
gracias, amor. Será un placer volver con San Juan Amado (sonreí)” y ellos
me lo devolvieron. Así que le di un abrazo a Uriel y después a San Juan Amado,
y nos fuimos de vuelta a la ciudad de luz.
Mientras que caminábamos, me digné a observarle, le agarré
de la mano que él aceptó, tengo esta manía de agarrar de la mano de ellos, me
encanta. Pero él interrumpió el silencio que había entre nosotros diciendo “Esta nueva forma de subir, hace muchos
eones de tiempo que no lo usamos, así que a lo mejor lo ves un poco
para tú gusto. Pero no te preocupes, que es seguro y muy efectivo ”.
Me picó la curiosidad, así que le dije “Desconocía
que tuvierais otras formas de bajar y subir” y él dijo “Hace tiempo recibíamos visitas físicas de
vuestra Dimensión, pero como la energía era diferente, hacerlo como nosotros no
era posible, así que pensamos en construir un artilugio que fuese posible”.
Muy interesante…
Entramos en la catedral, que gran placer, allí es donde el
Maestro adama está normalmente, pero la catedral es enorme, así que al entrar
solo nos fuimos por un pasillo y empezamos a bajar escalones hasta llegar el
primer piso a la primera puerta de cristal a la derecha. En la sala había una
puerta de una máquina que parecía de los años 80, era de metal y de color verde
más bien viejo, el Maestro San Juan Amado abrió la compuerta y me dice “Aquí es, ¿preparada?”. Sin decir nada,
decidí entrar, dentro había cinco asientos en plan nave espacial muy antigua, y
él me dice “¿Dónde quieres sentarte?”
escogí el asiento de delante, ambos asientos hacían un pequeño círculo,
mientras que el Maestro empezó a ayudarme a abrocharme el cinturón, igual que
una nave, me picaba tanto la curiosidad que le dije “¿Vamos a salir volando en este trasto?”.
Él le hizo gracia mi pregunta y me dijo “Sí, pero no vas a notar que vuelas
directamente” y yo le dije “Entonces,
¿cómo voy a volver?” y él contestó “Este
artilugio no viaja cómo hacen las naves del espacio, este artilugio lo que hace
es simplemente cambiar de dimensión. En otras palabras, vas aparecer en plan
en tú dimensión en un lugar seguro de la superficie ”. No
quise decir nada más, y cuando él dejó de abrocharme vi cómo se dirigía hacia
la compuerta para salir del artilugio y le dije “¿Tú no vienes conmigo?” y él dijo “No, querida. Pero tranquila, que arriba te estará esperando Uriel”
no dijo nada más y cerró la compuerta.
Curiosamente el artilugio no era para nada SILENCIOSO,
escuché como se encendían los motores como si estuviera al lado del motor de un
avión pero por la parte del ala, es decir, sin estar insonorizado, realmente
era viejo. De repente empecé a sentir una vibración muy potente que hacía
vibrar toda la máquina, incluso empecé a sentir mareos, eran bastante bruscos,
de todos modos, seguí adelante. Cuando de repente escuché que decía san Juan
Amado por micrófono que resonaba toda la sala “Iniciando hacia la 4D” y nada más decirlo, un golpe hacia la
derecha me movió un poco del asiento, pero me habían abrochado bien el
cinturón, de repente escucho “Iniciando
hacia la 3D” y un golpe hacia el techo, pero me mantuve en el asiento,
hasta que de repente el asiento se desabrochó del suelo y se quedó pegado al
revés es decir a patas arriba en el techo. Cuando en ese momento se abre la
compuerta y veo al Arcángel Uriel que me decía “¿Qué haces así?” y yo le dije “Uriel,
prefiero que me enseñes a hacerlo de la otra forma, así es ¡Horrible!” le
decía mientras venía a desabrocharme.
Efectivamente llegué a la 3D en el bosque cerca de Manlleu,
dando un paseíto nos fuimos para casa, ya amanecía. Una vez de vuelta en la
cama, antes de que sonase el despertador, el arcángel Uriel me vio un poco
alterada y noté como se tumbaba en la cama y enseguida me abrazaba, concluyendo
así el final de este viaje tan bonito. Media hora después, sonó el despertador
y me levanté para ir a trabajar.
Recomendación: Human
– Epic Boy.
HR.
HERO&Corporation.
No hay comentarios:
Publicar un comentario