Cuando volví a estar en el sofá, me quedé sentada hecha un
canelón con la manta, aunque no hacía frío, con las piernas clavadas en el
pecho, me sentía muy cómoda, hasta que de repente, que tenía a mi derecha a
Uriel le miré y le dije “Me voy…”
antes de poder decir nada más, noté de nuevo esa mano que vino de la nada y me
arrancó de mi cuerpo, de repente me encontré flotando en el universo.
¡Qué hermosos colores que se veían en el Universo! Me
encontraba muy lejos de Gaia, pero estaba rodeada de planetas que no podía
reconocer pero eran muy bellos, llenos de vida, se veían civilizaciones,
increíble. Incluso en asteroides, era muy hermoso. Flotaba mientras que
escuchaba una pequeña canción cantada en Universal que hablaba sobre la
frecuencia y la vida. No sabía de dónde provenía esa canción pero me gustaba
escuchar lo que decía, no tardé mucho en identificar las voces una era del
maestro Seraphis Bey y la otra del Maestro Hilaríon, vean el siguiente video, te recomendamos que lo veas con auriculares (audifonos) y escuches bien el mensaje, gracias.
En el momento en que escuché los susurros del Maestro
Hilaríon que decía “Y se viene el primer
Boom” de repente me arrancan de nuevo de ese estado y regreso a la sala de
la ceremonia, cuando me doy cuenta de dónde estoy, no sé cómo pero me caigo del
sofá de cabeza contra el suelo, cayendo encima del Chamán que estaba en ese
momento encarado hacia a mí, aunque seguían las luces apagadas.
Aún no sé cómo ocurrió pero me había quedado al revés, es
decir, encima del sofá durante esa meditación tan profunda que me había quedado
sentada con al espalda recta encima del sofá, de repente estaba posicionada
como un feto a punto de nacer, es decir, con la cabeza hacia abajo y los pies
en el respalda, pero puesta como un canelón con la manta, como hacen igual que
los bebés que nacen en el hospital. Cuando intentaba averiguar cómo había
ocurrido, me entró un ataque de risa dónde todos mis compañeros se echaron a
reír y todo, el Chamán me preguntó “¿Qué
te pasa?” y él encendió un momento el mechero y cuando me vio de esa forma
me dijo “Pero ¿qué te ha pasado? ¡Estás
del revés!” decía riéndose también.
Ahora entendéis ¿Por qué no medito en la posición del loto
como hacen los Maestros? Porque no controlo lo que haga mi cuerpo, en cambio
cuando medito tumbada, entro en profundidad y como mucho puedo cambiar la
posición y no tengo peligro de chocar la cara contra el suelo. Me estaban
contando la frecuencia que une cada planeta, cada estrella, cada Sol y cada
Luna con el Universo, era muy hermoso recordar las lindas imágenes de planetas
que no reconocía que eran de nuestro sistema solar que eran de mucho más allá,
de todos los colores, formas y tamaños, increíble…
Recomendación: Hans zimmer - Planet Earth II - Soundtrack.
HR.
HERO&Corporation.
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