miércoles, agosto 03, 2022

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 149 [2T]

 

Metatrón me sonrió y me miró directamente a los ojos.

-        ¡Sígueme! – dijo.


Alfonsito aprovechó que estábamos para bajarse a fumarse un cigarro por los cuales mi madre también se apuntó, mientras que el Titi estaba sentado en la silla mirando a través de la ventana el jardín dónde se suponía que iba a ocurrir la prueba. Metatrón antes de bajarse al jardín, se acercó al Titi y le susurró algo que no pude escuchar, él dijo que si con la cabeza y nos fuimos Metatrón y yo hacia el jardín bajando por las mismas escaleras.

-        ¿Ves ese conejo blanco de allí? – dijo Metatrón sin pisar en ningún momento el jardín.

-        Si.- le respondí.

-        ¿Y ese conejo negro del otro lado? – dijo.

Le miré cuando vi el conejo negro que curiosamente nos estaba mirando desde la distancia.

-        ¡No puede ser! ¿De verdad?- le pregunté.

-        Si, la prueba consiste en ganar una partida al juego de la rata. Ya me han informado que sabes las normas y que ya has jugado alguna vez, así que no hará falta que te repita las reglas. Si ganas, Humiel podrá quedarse veinte años más, pero si pierdes… - dijo Metatrón francamente.

-        Él se irá con ustedes en unas semanas. Lo sé. No me gusta el juego, pero… ¡acepto! ¿Cuántas jugadas?- le pregunté.

-        Solo una. – respondió.

-        ¡Matzzierham!- dije significa “oh madre divina” en arcturiano.

Respiré profundamente cerrando los ojos tres veces y luego me puse en mis marcas, al final del jardín. Metatrón se quedó allí, antes de dar el pistoletazo de salida, silbó y alrededor del jardín que era como medio campo de futbol europeo, se presentaron los ángeles que se encargarían de observarme si en alguna ocasión toco al conejo blanco y gano la partida.

Esta vez, no tendría ningún contrincante ni un equipo, estaría sola ante los dos conejos, podría parecer fácil porque solo tenía que ir detrás del conejo blanco, pero ¿ustedes saben cómo corren los conejos? Y estos eran salvajes, además. Realmente era una prueba de agilidad física y mental, porque el jardín tenía puentes, cuevitas y además una pequeña fuente que los conejos lo usaban como lugar para beber agua y lavarse.

Metatrón dio la salida y empecé a correr como si me fuera la vida en juego, a buscar el conejo blanco, enseguida que llegué a la zona de la fuente, vi al conejo negro que cuando me vio ya se vino para mí, así que tuve que esquivarlo, sabía que si lo tocaba perdería la partida. Tenía de alguna manera, esquivarlo y así poder ir detrás del de blanco, me costó un ratito, pero lo conseguí, entonces encontré al conejo blanco y sin pensármelo mucho me fui a por él. Corría muchísimo, pero casi lo tenía, hasta que empezó a girar de golpe para meterse en lugares un poco difíciles.

De repente el conejo negro volvió a perseguirme mientras que yo perseguía al blanco, por un momento pensé que era Alicia en el país de las maravillas. Así que corrí más deprisa dejando atrás un poco el conejo negro y ya con la mano extendida porque estaba a punto de tocar al conejo blanco, de repente el conejito blanco se metió debajo del puente y tuve que frenar, antes de chocar, pero el conejo negro venía detrás disparado, así que para esquivarlo tuvo que saltar y me quedé medio cuerpo encima del puente, pero el juego seguía eran buenas noticias, el conejo negro no me había tocado.

Suelen poner el negro porque se supone que es la pareja y se pone celoso, por eso va a por ti, sino este juego sería ridículo. Antes de bajarme del puente, miré y vi al conejo blanco tan cerca que no pude evitar intentar tocarlo con la mano, en ese momento noto el rozo de un conejo, pero cuando miro.

-        ¡Mierda!- susurró.

Suena un silbido y uno de los ángeles viene a por mi, me alza en sus brazos (desaparezco claramente de la 3D por unos minutos) y me retira del jardín, en cuanto me suelta completamente vuelvo a estar en 3D. El juego había terminado, miré a Metatrón él se acercó a mí con la cara de póker.

-        Lo has intentado, eso es lo que cuenta. Pero has tocado al conejo negro. – dijo sinceramente.

-        ¿No se puede hacer otra?- dije.

Metatrón dijo que no con la cabeza.

-        La vida no da segundas oportunidades, ahora debes aprender de ello y saber seguir adelante. – respondió.

-        ¿Cómo voy a poder si él va a regresar a 5D por mi culpa?- le dije indignada, me puse super triste.

-        A veces no es la cara de la moneda que te gustaría ver. – dijo.

Regresé a la habitación sin saber cómo le diría eso al Titi, Metatrón ya se había ido, Uriel llevaba el resultado escrito en el sobre amarillo con el cello de la casa Kasel marcado en cera roja, como las cartas de antes. Esta vez subí en el ascensor con mi madre y Alfonsito, me agarré a la mano de Uriel, mientras que él estaba mirando al frente esperando a que las puertas se volviesen a abrir.

Antes de entrar a la habitación Uriel me dio el sobre, se lo entregué al Titi él lo abrió, mi madre se quedó mirándonos arrugando la frente, se moría de ganas de saber qué era ese sobre, pero se quedó con las ganas y se limitó a observar. El Titi leyó el contenido de la carta y se me quedó mirando, me pidió un besito y me acerqué para darle un abrazo y un besito.

-        Lo siento mucho, he hecho todo lo que he podido… - dije entre lágrimas calladas.

-        No te culpo, Laia. Debes prometerme algo, ¿de acuerdo? Prométeme que los vas a cuidar por mí, yo regresaré en cuanto pueda, como ángel guardián, pero no sé cuánto tiempo estaré fuera, antes debo solucionar unos asuntillos. ¿Me lo prometes?- me pidió el Titi.

-        Si, te lo prometo.- dije llorando.


Aunque él no quería que me culpase, me culpé de todas formas, era un peso que me ha marcado mucho durante todos estos años y que tan solo hace un par de meses, he empezado a liquidar y ver las cosas desde otro punto de vista.

-        ¿Cuántos días te quedan?- le pregunté.

-        No me marcharé hasta finales de Enero.- respondió el Titi.

-        ¿Te vas a quedar aquí de mientras?- le seguí preguntando mientras echaba un vistazo a la habitación que era muy sosa, paredes blancas y sin vida, una televisión que iba con monedas…

-        Si, los médicos aún piensan que quizás puedan alargarme la vida, pero esta mañana he renunciado a tomar más el tratamiento. Debo partir y me tengo que preparar.- respondió.

-        ¡Te echaré de menos, Titi!- le dije abrazándole de nuevo con todas mis fuerzas.

Pasaron las semanas, cada día que podía quería ir a visitarle y estar un rato jugando a las cartas, al uno, cinquillo o incluso a la Oca. Pero durante la última semana, ya no tenía fuerzas, me acuerdo que ya ni se levantaba de la cama y estaba casi todo el tiempo durmiendo y tosiendo.

Pero lo duró fue el 29 de Enero del año 2002, a las seis de la tarde mi madre me vino a buscar al Tripijoc de urgencia y me tuve que ir con ella al hospital junto a mi padre que conducía el auto. Resultaba que los médicos ya le habían dicho que el Titi no pasaría de esa noche, era mi última visita a mi tío favorito de esta encarnación des del plano 3D.

-        Tu tío ha pedido verte una última vez, por eso hemos venido a buscarte.- dijo mi madre.

-        Sí, él ha insistido mucho en verte. Está peor, no queremos que te haga daño la imagen, pero él ha insistido. – dijo mi padre mientras me miraba por el retrovisor interno del auto, un segundo.

-        De acuerdo. Me tengo que despedir de él.- les dije.

Mis padres me miraron por el retrovisor y yo a ellos, con una cara de sorpresa, no era mi primera vez que me tenía que despedir de alguien importante. Me sentía fuerte por fuera, pero muy débil por dentro, había llegado el momento si el Titi decía que quería verme urgente era porque le habrían dicho la hora de partida, desde 5D.

A pesar del tiempo que ya había pasado, seguía sin estar preparada para una cosa como esta, verlo partir, algo muy diferente a lo que viví con la abuela Vitorina, aunque sentía la ausencia de ella, esto sería totalmente diferente. El Titi era como un padre para mí, la unión que tenía con él era muy fuerte (parecida a la que tienes con tus hermanos o un hermano gemelo, que en ese tiempo sentía que tenía alguno perdido por el mundo, con otra edad, otra cara incluso otra familia, pero en esencia, mi hermano gemelo que en algún momento el universo me llevaría a estar con él). En parte esa unión iba más allá de la propia vida, era algo que determinaban como familia de luz o familia universal, claro estaba que él era un ángel y su energía era más potente que cualquier otra persona, pero en el fondo sentía que teníamos un parentesco y para mí él era como un padre.

Un día lo estuve comentando con Uriel de porque sentía esa relación y esto es lo que me contestó…

-        Esta es la segunda vida en este planeta de Humiel, tienes este vínculo con él, porque hubo una vida hace unos cuantos años atrás, dónde estabas en Italia, que él fue tú padre y el vínculo que tienen sigue con el paso de las vidas porque se unieron para la eternidad. – respondió Uriel.

-        ¿Fue mi papá? ¿En Italia? ¿Cuánto hace de eso?- pregunté sorprendida.

-        Por allí en el año 1400, en una ciudad llamada Firenze. – respondió.

No me sonaba la ciudad, ni sabía cuál era, pero resonaba en mi corazón la vida italiana, siempre me ha gustado mucho la pasta, los tallarines y taglateles son mi pasta favorita. Eso me hizo crecer una pequeña sonrisa mientras que el Sol se iba poniendo en la montaña que siempre me había entrado tanta curiosidad pero no tenía nombre, y que algunos Seres de Luz lo bautizaban como la montaña del Hangar, una entrada a Agartha.


Mi padre estacionó el auto en el aparcamiento de afuera del hospital Santa Cruz, en zona azul, así que tocaría pagar por el tiempo que estuviéramos allí. Con mi mamá nos adelantamos, creo que fue la primera vez que vi a mi madre caminar tan rápido sin plantearse fumarse un cigarrito antes de subir a la habitación. Subimos al ascensor y cuando las puertas se abrieron de nuevo en el primer piso, me quedé clavada en el sitio, porque mis ojos veían al gran Arcángel Azrael con sus alas negras, pero sus ojos azules me estaban mirando fijamente.

-        Laia, debemos hablar. – dijo Azrael.

Recomendación: Corazones Malheridos - Netflix Película.

HR.

HERO&Corporation. 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuando No Te Permiten Sacar La Sabiduría

  A veces no te das cuenta, de que hay tres atributos que las personas tienen y que son esenciales para que el fluir de la vida, haga su e...