“El Maestro El Morya
te está esperando en la terraza de abajo, mi amor” dijo el Arcángel Uriel,
tras llegar a la 4D, por como lo había dicho, algo me decía que no me movería
de casa en la noche del sábado al domingo, pero para poder verlo aún tenía que
cambiar a 5D y después de mucho tiempo, regresar al hotel que hay en mi casa en
esa dimensión. Le agarré de la mano a Uriel y le dije “¡quédate aquí a vigilar que no nos molesten hoy!, ¿de acuerdo?” él
aceptó sin decir nada más, me dio un beso en la frente y se echó en la cama
conmigo mientras que yo me puse a cambiar de dimensión.
Una vez en 5D, escuché a Maia que hablaba con alguien, me
incorporé y vi a Uriel que seguía tumbado, se había quedado dormido, así que me
levanté muy lentamente sin molestarlo y me fui a ver a Maia, que es una
compañera que trabaja en el hotel, una compañera muy especial, porque en este
hotel trabajan almas que provienen de las ciudades de almas o sea hermanos que
ya han desencarnado. Hace unos diez años aproximadamente, empecé a mostrar esto
a mis hermanos de 3D, pero no entendían qué significaban estas almas, porque
era difícil informarles que eran y son almas desencarnadas, tan solo hace seis
meses que Maia está al cargo de la dirección del hotel, bajo mi mandato, porque
resulta que el hotel está a mi nombre, porque fui yo quién otorgó estos
terrenos para construirlo, dónde está mi casa en 3D.
Hace seis meses y durante dos años estuvo una vieja amiga
del renacimiento llamada Martini, una mujer de veinte y seis años que
desencarnó por una enfermedad y que después de curarse y trabajar en Nosso Lar,
la ciudad de almas que yo y mi familia proviene (también habla Chico Xavier en
sus libros canalizados), terminó trabajando en el hotel, primero entró como un
trabajador más, pero enseguida se convirtió en ayudante de dirección del hotel.
Y antes de ella, hubo durante cuatro años Florencia, que yo le llamaba
cariñosamente Flairs o Flor, una chica desencarnada desde la caída de Roma en
el año 476, ella estuvo desde los inicios del hotel hasta que tuvo que irse
porque la necesitaban en otra ciudad de almas, entonces que se había ido
temporalmente por un año, decidió al final quedarse allí y sigue trabajando en
Alpha I.
En mi habitación cuando estoy en 5D hay dos puertas, una que
la tengo cerca de la pared de la ventana y otra al otro lado, esa otra puerta
solo aparece en 5D y es dónde dirige hacia el hotel, Maia estaba allí, delante
de la puerta hablando con Mike, sobre la convención que se había realizado esa
noche ya que se presentaron unos siete Maestros Ascendidos en el hotel para
reunirse y hablar de sus cosas. Me acerqué a ellos y les dije “¿Ha ido bien la reunión?” Maia me
contestó “Sí, Flor de Lys. Ha ido
fenomenal.” Entonces Mike dijo “Hace
pocos minutos que se han ido todos, menos el Maestro El Morya que te está
esperando” y yo le dije “Sí, ya me
lo ha dicho Uriel, voy enseguida. Si se despierta, decidle que regreso
enseguida, debe estar agotado con tanto movimiento, dejadle descansar” Maia
y Mike aceptaron mi petición, mientras que yo me fui por la puerta normal, bajé
al piso de abajo y vi las distintas puertas que normalmente no se ven en el
salón, las puertas que también conducen al hotel.
Seguí caminando cuando vi a El Morya en la terraza sentado o
apoyado en el lomo de uno de los Leones que hay en el jardín de detrás del
hotel, no se habían escapado, en 5D los animales vagan libremente sin fronteras
y no son violentos ni se comen unos a otros, viven en armonía en luz, en su
consciencia de luz. Salí a fuera en la terraza, y me acerqué al León sin tener
miedo y le dije “¡Qué divinidad más
divina!” el Morya abrió los ojos tras reposarlos escuchando la respiración
del León y con una sonrisa contestó “¡Ay,
me alegro de verte, amada Flor de Lys! Ven, y ponte cómoda, JAY está muy
tranquilo hoy” se dirigía al León con su nombre JAY, el rey de su manada,
sin decirle nada, me senté al otro lado, reposé mi espalda en su lomo y puse mi
oreja, podía escuchar su respiración, también aproveché para acariciarle el
pelo del cuello ¡qué hermoso momento!
“Si los hermanos de
3D estuvieran viendo esto, alucinarían… les tienen miedo, cuando son un amor”
dije, enseguida el Maestro El Morya contestó “Los animales de 3D la mayoría no reconocen su luz y por eso se comen
unos a otros, lo mismo ocurre con nuestros queridos y amados hermanos que aún
no reconocen su consciencia de luz que ellos son, y por lo tanto, se comen unos
a otros, hablando mal, engañando y odiando, en vez de amarse y respetarse y
acompañarse en los momentos que se necesitan. Quizás así, dejarían de temerle
tanto a la luz sanadora y salvadora y volverían a ser le esencia que ellos
están olvidando o escondiendo tras capas y capas de personalidad”.
Entonces se me creó una duda en mis pensamientos y se lo
pregunté “¿Qué es lo que hace que los
animales también reconozcan su luz?” y el Morya contestó “La consciencia es una gran red, dónde están
todos los animales, el reino vegetal, el mineral y la humanidad conectados. Si
la humanidad empieza a reconocer su luz y a evolucionar conscientemente, por
red planetaria el reino animal empieza a entender que quizás el otro animal de
otra especie que tiene a su lado realmente no es comida, sino un hermano más de
su manada y eso hace que cambien, también ocurre con el reino mineral, si la
consciencia cambia, el reino mineral acabará vibrando distinto entorno a la
consciencia que se está cambiando y el reino vegetal estará más en luz para
formar parte del gran alimento de la gran consciencia planetaria que se está
construyendo día a día”, es eso que dicen todo está conectado, no pasa nada
porque sí, siempre hay un motivo por pequeño que sea.
En ese momento el León levantó su gran cabeza y mostró sus
grandes colmillos en un gran y maravilloso bostezo, giró la cara hacia a mí,
mientras que yo le empecé a acariciar la cabeza que el León aceptó y se quedó
de nuevo dormido y dije “Entonces, son y
somos hermanos todos los reinos juntos, ¿verdad?” y el Morya contestó “Así es, amada Flor de Lys, del animal más
pequeño al más grande, de la planta más insignificante a la más grande y del
mineral más pequeño al más grande, son nuestros hermanos, compartimos hogar con
ellos y por lo tanto les debemos amor y respeto”. Tiene razón, yo cada vez
que veo que talan un árbol, que hacen un agujero en una montaña, que torturan a
los animales o a las personas, a mí se me rompe el corazón a pedazos.
El Maestro El Morya es un guardián del rayo azul, pero no es
un guardián cualquiera, él es el guardián de todos los reinos, tanto animal,
como vegetal, como mineral como humano, aunque el humano el máximo representativo
es el Arcángel San Miguel, el Maestro que es capataz a este rayo es el Maestro
El Morya. De él aprendí a respetar y amar a todos los reinos por igual, yo
también os recuerdo que soy guardiana, soy guardiana del reino animal, por eso
me llamaron Hero los Maestros con tan solo once años, porque fue a esa edad
cuando empecé a defenderlos tal como son divinidad, descubriendo su luz. El
Morya me enseñó todo lo que sé de los animales, antes de encarnar en esta vida,
cuando regresé de Arcturus, empecé a visitarlo y me enseñó que los animales son
luz en amor y consciencia y que debemos respetarlos y amarlos con todo nuestro
corazón, porque ellos nos aman con todo su corazón.
Dejamos a JAY seguir descansando mientras que nos pusimos de
pie y nos fuimos hacia los rosales, entre las rosas que habían empezado a
florecer de distintos colores hermosos de los 7 rayos sagrados, había lémures
que estaban tumbados en las ramas. Uno de ellos le ofrecí mi mano y el lémur lo
aceptó para quedarse encima de mi hombro mientras que le seguía haciendo
preguntas al Maestro el Morya y le dije “Si
los animales llevan el amor consigo mismos, ¿los hermanos cómo pueden sentir el
amor incondicional de los animales y así crear el puente del amor y respeto?”
y él contestó “El idioma que es
universal para todas las especies del universo, es el amor, es un idioma que
todos por divina creación de la fuente, entienden que es universal, entonces no
está fuera, porque si hay creación hay amor, es decir, un bebé no se crea por
odio, sino por la unión de una pareja que se ama y a través del amor, se crea
ese bebé. Con el tiempo el bebé crece y entiende que el amor no es todo lo que
simboliza, y cuando más apartado de la luz se encuentre menos amor sentirá.”.
Para contarlo mejor él arrancó un fruto de uno de los
árboles de la terraza y empezó a decir “Este
fruto es el origen de una creación divina en luz, que un día se creó una
semilla y de ella nació este fruto, que cuando ya está maduro, se cosecha y se
entrega a los demás como símbolo de luz, es decir de amor. Si este fruto lo
parto en trozos y se lo entrego a TIKI (así se llama el lémur), él se alimenta
de luz, es decir de amor. Él también es el fruto de la creación de sus
progenitores, él también es luz, por lo tanto es AMOR.”. Me puse a
acariciar el pechito de TIKI mientras que seguíamos hablando, era una
conversación muy hermosa acompañada de animales hermosos.
En un momento puntual que ya TIKI había regresado a las
ramas de los rosales, y en mis manos tenía un pájaro muy bonito de color azul
que jamás había visto y le dije “La
divinidad es todo aquello que fue creado en luz, y aunque camine en oscuridad,
sigue siendo fruto de la luz, en la gran divinidad que un día él fue y volverá
a serlo, para reencontrarse con el gran Padre”. El Morya no dijo nada más
solo escuché como se reía agradecido por lo que había dicho, cuando en ese
momento decido mirar el cielo y me encuentro asomado en la terrada del segundo
piso ni más ni menos que el Elohim Tranquilino, empecé a sonreír cuando él dijo
“De la luz emerge la paz y el amor que
les llena el alma de lo único que nuestros hermanos dicen que tienen tanta
falta y no se fijan que lo tienen a sus alrededores, el amor incondicional”
fue entonces cuando me fijé que llevaba un guacamayo en el hombro derecho que
era muy colorido y me estaba mirando, aluciné, cuando el Morya me agarró del
otro brazo, le hizo una señal con mis dedos al guacamayo y bajó hacia mi mano
como si fuera una águila ¡qué bonito!
“Tulio, es el
emisario de esa luz y Moliere es la valentía para que esa luz no cese ni caiga
en oscuridad” decía El Morya, Tulio era el guacamayo y Moliere el pájaro
azul, ¡qué hermoso! “La luz de los
animales, es el amor que emana de sus corazones y ablanda rencores, por lo
tanto, hay que conservarlo” decía Elohim. Yo solo añadí “La luz es el mensaje resguardado en el
camino de cada uno, solo depende de cada uno que encuentre esos trozos, los una
y entienda qué significa ser un SER DE LUZ” el Morya y Elohim con una gran
sonrisa me aceptaron mi definición, pero eso fue lo último que ocurrió, tras
eso, le pasé a Tulio y a Moliere a El Morya, me despedí de él abrazada a su
cintura, para regresar a mi habitación, Uriel se había despertado, tenía que
volver porque la hora ya había pasado y era mí último día en el trabajo tras 10
meses de intenso trabajo, vuelvo a estar libre y solo estudio pero tenía que ir
a trabajar. Volví a mi dimensión abrazada a Uriel en la cama y empecé la semana
con un corazón latiendo fuerte en LUZ.
Recomendación: Bendita
tú luz – Maná.
HR.
HERO&Corporation.
No hay comentarios:
Publicar un comentario