lunes, mayo 07, 2018

La Luz De Los Animales


El Maestro El Morya te está esperando en la terraza de abajo, mi amor” dijo el Arcángel Uriel, tras llegar a la 4D, por como lo había dicho, algo me decía que no me movería de casa en la noche del sábado al domingo, pero para poder verlo aún tenía que cambiar a 5D y después de mucho tiempo, regresar al hotel que hay en mi casa en esa dimensión. Le agarré de la mano a Uriel y le dije “¡quédate aquí a vigilar que no nos molesten hoy!, ¿de acuerdo?” él aceptó sin decir nada más, me dio un beso en la frente y se echó en la cama conmigo mientras que yo me puse a cambiar de dimensión.

Una vez en 5D, escuché a Maia que hablaba con alguien, me incorporé y vi a Uriel que seguía tumbado, se había quedado dormido, así que me levanté muy lentamente sin molestarlo y me fui a ver a Maia, que es una compañera que trabaja en el hotel, una compañera muy especial, porque en este hotel trabajan almas que provienen de las ciudades de almas o sea hermanos que ya han desencarnado. Hace unos diez años aproximadamente, empecé a mostrar esto a mis hermanos de 3D, pero no entendían qué significaban estas almas, porque era difícil informarles que eran y son almas desencarnadas, tan solo hace seis meses que Maia está al cargo de la dirección del hotel, bajo mi mandato, porque resulta que el hotel está a mi nombre, porque fui yo quién otorgó estos terrenos para construirlo, dónde está mi casa en 3D. 

Hace seis meses y durante dos años estuvo una vieja amiga del renacimiento llamada Martini, una mujer de veinte y seis años que desencarnó por una enfermedad y que después de curarse y trabajar en Nosso Lar, la ciudad de almas que yo y mi familia proviene (también habla Chico Xavier en sus libros canalizados), terminó trabajando en el hotel, primero entró como un trabajador más, pero enseguida se convirtió en ayudante de dirección del hotel. Y antes de ella, hubo durante cuatro años Florencia, que yo le llamaba cariñosamente Flairs o Flor, una chica desencarnada desde la caída de Roma en el año 476, ella estuvo desde los inicios del hotel hasta que tuvo que irse porque la necesitaban en otra ciudad de almas, entonces que se había ido temporalmente por un año, decidió al final quedarse allí y sigue trabajando en Alpha I. 

En mi habitación cuando estoy en 5D hay dos puertas, una que la tengo cerca de la pared de la ventana y otra al otro lado, esa otra puerta solo aparece en 5D y es dónde dirige hacia el hotel, Maia estaba allí, delante de la puerta hablando con Mike, sobre la convención que se había realizado esa noche ya que se presentaron unos siete Maestros Ascendidos en el hotel para reunirse y hablar de sus cosas. Me acerqué a ellos y les dije “¿Ha ido bien la reunión?” Maia me contestó “Sí, Flor de Lys. Ha ido fenomenal.” Entonces Mike dijo “Hace pocos minutos que se han ido todos, menos el Maestro El Morya que te está esperando” y yo le dije “Sí, ya me lo ha dicho Uriel, voy enseguida. Si se despierta, decidle que regreso enseguida, debe estar agotado con tanto movimiento, dejadle descansar” Maia y Mike aceptaron mi petición, mientras que yo me fui por la puerta normal, bajé al piso de abajo y vi las distintas puertas que normalmente no se ven en el salón, las puertas que también conducen al hotel.

Seguí caminando cuando vi a El Morya en la terraza sentado o apoyado en el lomo de uno de los Leones que hay en el jardín de detrás del hotel, no se habían escapado, en 5D los animales vagan libremente sin fronteras y no son violentos ni se comen unos a otros, viven en armonía en luz, en su consciencia de luz. Salí a fuera en la terraza, y me acerqué al León sin tener miedo y le dije “¡Qué divinidad más divina!” el Morya abrió los ojos tras reposarlos escuchando la respiración del León y con una sonrisa contestó “¡Ay, me alegro de verte, amada Flor de Lys! Ven, y ponte cómoda, JAY está muy tranquilo hoy” se dirigía al León con su nombre JAY, el rey de su manada, sin decirle nada, me senté al otro lado, reposé mi espalda en su lomo y puse mi oreja, podía escuchar su respiración, también aproveché para acariciarle el pelo del cuello ¡qué hermoso momento!


Si los hermanos de 3D estuvieran viendo esto, alucinarían… les tienen miedo, cuando son un amor” dije, enseguida el Maestro El Morya contestó “Los animales de 3D la mayoría no reconocen su luz y por eso se comen unos a otros, lo mismo ocurre con nuestros queridos y amados hermanos que aún no reconocen su consciencia de luz que ellos son, y por lo tanto, se comen unos a otros, hablando mal, engañando y odiando, en vez de amarse y respetarse y acompañarse en los momentos que se necesitan. Quizás así, dejarían de temerle tanto a la luz sanadora y salvadora y volverían a ser le esencia que ellos están olvidando o escondiendo tras capas y capas de personalidad”. 

Entonces se me creó una duda en mis pensamientos y se lo pregunté “¿Qué es lo que hace que los animales también reconozcan su luz?” y el Morya contestó “La consciencia es una gran red, dónde están todos los animales, el reino vegetal, el mineral y la humanidad conectados. Si la humanidad empieza a reconocer su luz y a evolucionar conscientemente, por red planetaria el reino animal empieza a entender que quizás el otro animal de otra especie que tiene a su lado realmente no es comida, sino un hermano más de su manada y eso hace que cambien, también ocurre con el reino mineral, si la consciencia cambia, el reino mineral acabará vibrando distinto entorno a la consciencia que se está cambiando y el reino vegetal estará más en luz para formar parte del gran alimento de la gran consciencia planetaria que se está construyendo día a día”, es eso que dicen todo está conectado, no pasa nada porque sí, siempre hay un motivo por pequeño que sea. 

En ese momento el León levantó su gran cabeza y mostró sus grandes colmillos en un gran y maravilloso bostezo, giró la cara hacia a mí, mientras que yo le empecé a acariciar la cabeza que el León aceptó y se quedó de nuevo dormido y dije “Entonces, son y somos hermanos todos los reinos juntos, ¿verdad?” y el Morya contestó “Así es, amada Flor de Lys, del animal más pequeño al más grande, de la planta más insignificante a la más grande y del mineral más pequeño al más grande, son nuestros hermanos, compartimos hogar con ellos y por lo tanto les debemos amor y respeto”. Tiene razón, yo cada vez que veo que talan un árbol, que hacen un agujero en una montaña, que torturan a los animales o a las personas, a mí se me rompe el corazón a pedazos.

El Maestro El Morya es un guardián del rayo azul, pero no es un guardián cualquiera, él es el guardián de todos los reinos, tanto animal, como vegetal, como mineral como humano, aunque el humano el máximo representativo es el Arcángel San Miguel, el Maestro que es capataz a este rayo es el Maestro El Morya. De él aprendí a respetar y amar a todos los reinos por igual, yo también os recuerdo que soy guardiana, soy guardiana del reino animal, por eso me llamaron Hero los Maestros con tan solo once años, porque fue a esa edad cuando empecé a defenderlos tal como son divinidad, descubriendo su luz. El Morya me enseñó todo lo que sé de los animales, antes de encarnar en esta vida, cuando regresé de Arcturus, empecé a visitarlo y me enseñó que los animales son luz en amor y consciencia y que debemos respetarlos y amarlos con todo nuestro corazón, porque ellos nos aman con todo su corazón. 

Dejamos a JAY seguir descansando mientras que nos pusimos de pie y nos fuimos hacia los rosales, entre las rosas que habían empezado a florecer de distintos colores hermosos de los 7 rayos sagrados, había lémures que estaban tumbados en las ramas. Uno de ellos le ofrecí mi mano y el lémur lo aceptó para quedarse encima de mi hombro mientras que le seguía haciendo preguntas al Maestro el Morya y le dije “Si los animales llevan el amor consigo mismos, ¿los hermanos cómo pueden sentir el amor incondicional de los animales y así crear el puente del amor y respeto?” y él contestó “El idioma que es universal para todas las especies del universo, es el amor, es un idioma que todos por divina creación de la fuente, entienden que es universal, entonces no está fuera, porque si hay creación hay amor, es decir, un bebé no se crea por odio, sino por la unión de una pareja que se ama y a través del amor, se crea ese bebé. Con el tiempo el bebé crece y entiende que el amor no es todo lo que simboliza, y cuando más apartado de la luz se encuentre menos amor sentirá.”. 


Para contarlo mejor él arrancó un fruto de uno de los árboles de la terraza y empezó a decir “Este fruto es el origen de una creación divina en luz, que un día se creó una semilla y de ella nació este fruto, que cuando ya está maduro, se cosecha y se entrega a los demás como símbolo de luz, es decir de amor. Si este fruto lo parto en trozos y se lo entrego a TIKI (así se llama el lémur), él se alimenta de luz, es decir de amor. Él también es el fruto de la creación de sus progenitores, él también es luz, por lo tanto es AMOR.”. Me puse a acariciar el pechito de TIKI mientras que seguíamos hablando, era una conversación muy hermosa acompañada de animales hermosos. 

En un momento puntual que ya TIKI había regresado a las ramas de los rosales, y en mis manos tenía un pájaro muy bonito de color azul que jamás había visto y le dije “La divinidad es todo aquello que fue creado en luz, y aunque camine en oscuridad, sigue siendo fruto de la luz, en la gran divinidad que un día él fue y volverá a serlo, para reencontrarse con el gran Padre”. El Morya no dijo nada más solo escuché como se reía agradecido por lo que había dicho, cuando en ese momento decido mirar el cielo y me encuentro asomado en la terrada del segundo piso ni más ni menos que el Elohim Tranquilino, empecé a sonreír cuando él dijo “De la luz emerge la paz y el amor que les llena el alma de lo único que nuestros hermanos dicen que tienen tanta falta y no se fijan que lo tienen a sus alrededores, el amor incondicional” fue entonces cuando me fijé que llevaba un guacamayo en el hombro derecho que era muy colorido y me estaba mirando, aluciné, cuando el Morya me agarró del otro brazo, le hizo una señal con mis dedos al guacamayo y bajó hacia mi mano como si fuera una águila ¡qué bonito! 

Tulio, es el emisario de esa luz y Moliere es la valentía para que esa luz no cese ni caiga en oscuridad” decía El Morya, Tulio era el guacamayo y Moliere el pájaro azul, ¡qué hermoso! “La luz de los animales, es el amor que emana de sus corazones y ablanda rencores, por lo tanto, hay que conservarlo” decía Elohim. Yo solo añadí “La luz es el mensaje resguardado en el camino de cada uno, solo depende de cada uno que encuentre esos trozos, los una y entienda qué significa ser un SER DE LUZ” el Morya y Elohim con una gran sonrisa me aceptaron mi definición, pero eso fue lo último que ocurrió, tras eso, le pasé a Tulio y a Moliere a El Morya, me despedí de él abrazada a su cintura, para regresar a mi habitación, Uriel se había despertado, tenía que volver porque la hora ya había pasado y era mí último día en el trabajo tras 10 meses de intenso trabajo, vuelvo a estar libre y solo estudio pero tenía que ir a trabajar. Volví a mi dimensión abrazada a Uriel en la cama y empecé la semana con un corazón latiendo fuerte en LUZ.

Recomendación: Bendita tú luz – Maná.

HR.

HERO&Corporation.

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