El jueves pasado (30), me encontraba en mi casa cenando tan
tranquilamente mirando un capítulo de una serie que estoy siguiendo, cuando de
repente en la serie y supongo que por la divina gracia, uno de los personajes
de la serie era el Conde de Saint Germain (ahora convertido en Maestro). Cuando
escuché que el protagonista (que está como un tren) nombraba al “Conde de Saint
Germain” automáticamente se me pusieron los ojos como platos. ¡No lo podía
creer!
Durante los 45 minutos de capítulo no pude evitar empezar a
formular preguntas a Uriel sobre Saint Germain, en realidad es que sé muy poca
historia sobre sus encarnaciones, hay leyendas que le dicen “el hombre que
nunca muere” como si fuese el conde Drácula, de hecho me informé por internet
de que su castillo reside en Pensilvania, y Uriel aportó lo siguiente “La historia del Conde Drácula en realidad
se basa en la historia del Conde de Saint Germain”, comprendí enseguida que
tenía que buscar más información sobre él, así que encendí mi móvil y empecé a
buscar en la pg web de hermandad blanca.
Siempre que busco información de este estilo me voy a los
portales directos de metafísica, porque si pones en google algo así, siempre te
aparece información de personas que no han pasado por experiencias como las
mías de visitar a los seres de quinta dimensión. Allí obtuve la información de
que el pasado 1 de Mayo de 1684 fue su ascensión, ¡que hermosa noticia! Es lo que
pensé ya que desde que supe que me queda poquito tiempo para convertirme en
Maestra Ascendida, decidí llamarlo para que me invitara a su hogar para hacerle
una visita esa misma noche. Uriel escuchó mi petición con una sonrisa de oreja
a oreja, cómo si dijera “querías información y la vas a tener”, me hizo mucha
gracia en ese momento.
Mientras que esperaba que fuese el momento para empezar el
viaje, aún faltaban un par de horas, aproveché para recordar cómo supe las
fases que hay que pasar si te quieres convertir en Maestro Ascendido, mi fuente
de información es un video de Yo Soy Espiritual en Youtube que se titula “¿Quiénes
son los Maestros Ascendidos?”. Os recomiendo que apuntéis en una hoja todas las
fases y en qué consisten porque os van a servir para aquellos que sientan que
deban hacerlo, yo lo hice y me quedé muy sorprendida porque de ocho que hay,
curiosamente me encuentro en la séptima fase, es decir en la última antes de mi
ascensión. ¡Eso me llenó el corazón de alegría y de más esperanza saber que
estoy tan cerquita!
Cuando entró la noche y ya estaba en la cama, apagué las
luces y cerré los ojos para concentrarme en la respiración Prana, esperaba
poder estar un momento con Uriel, pero como me encontraba tan relajada que no
tuve tiempo de decirle nada, cuando ya le quería decir algo, me había ido hacia
los confines del Universo, había empezado mi viaje a la 5D.
Pude reconocer perfectamente la constelación de Orión en el
firmamento, mientras caía con la fuerza de la gravedad hacia la Tierra de nuevo,
de espaldas, como si fuera a morir, de nuevo estaba físicamente en ese estado
de ingravidez, cayendo lentamente admirando cada estrella, cada planeta y cada
célula de mi interior. Poder ver el cinturón de Orión me entró paz, y poder
reconocer el planeta céntrico (Épsilon) me entró una sensación de hogar tan
hermoso que en un principio pensaba que iría lejos de Gaia, pero volvía a su
gravedad como si fuésemos solo UNO.
Aterricé tumbada en un campo de hierba verde muy bonito
lleno de luz, me incorporé y tenía delante de mi bajando una pequeña colina una
ciudad nueva que no había estado, pero mi corazón la reconocía como Shambhala,
al ver que la catedral central era diferente tenía una luz más anaranjada en
vez de azulada cuando voy a Telos, y la ciudad no es tan grande como estoy
acostumbrada a ver, se parecía a la ciudad de luz que hay la Torre del
Conocimiento, pero en realidad notaba que me encontraba lejos de allí. Me puse
de pie y empecé a caminar.
Podía ver muchos niños de Montrat que habían venido a pasar
un largo tiempo en esta ciudad, había muchos seres de luz de cualquier forma
tanto física como evolutivamente de dimensión, aunque los que formaban parte de
dimensiones más evolucionadas casi no se les podía percibir su cuerpo físico
sutil, era magnifico. Llegué delante de una pequeña casa blanca dónde la
puerta, bueno dónde tendría que haber una puerta, había una cinta de color
violeta, miré las demás casitas y cada uno llevaba uno pero eran de colores
diferentes, la de delante era amarilla, la de la derecha verde, y esta violeta.
Sin saber porque, decidí entrar.
A través de un pasillo de color violeta llegué al jardín
dónde había un árbol de melocotones con sus flores violetas más hermosas que
jamás había visto, debajo de la copa de los árboles estaba en la posición del
loto el Maestro Saint Germain. Sin decirle nada me senté delante de él y esperé
en silencio, observándole, tenía muchas preguntas para hacerle pero recordé una
de las veces que nos hemos encontrado en Telos en su templo, que me decía “escucha el silencio” es decir, que
escuchaba mis pensamientos, así que le hice caso y me quedé en riguroso
silencio.
Cuando él abrió los ojos, y el hermoso color violeta de sus
ojos me penetraba mi mirada, me dijo “Bienvenida
mi amada Flor de Lys a mi lugar de reposo espiritual”. Fue todo un placer
que me invitara a este maravilloso lugar, había escuchado alguna vez de
personas que viven aquí entre nosotros que han podido entrar en esta ciudad de
luz, pero me sentí de maravilla estar allí, nadie nos molestó y pudimos hablar
de muchas cosas.
Después de charlar un ratito sobre cosas personales el
maestro Saint Germain me sonrió de nuevo y me preguntó “Mi querida Flor, dime ¿qué es lo que tanto ansias y que se repite tanto
en tu cabecita desde hace un buen ratito?” me eché a reír, de alguna forma
escuchaba mis pensamientos, a veces pienso demasiado fuerte, todavía estoy
aprendiendo a controlarlo, pero él tenía razón, hace un buen rato que me
rondaba una pregunta en mi cabeza que no dejaba de sorprenderme, así que sin
esperar más tiempo, suspiré y le dije “Hace
pocos días que he sabido que estoy en la última etapa antes de que suceda la
ascensión, y me preguntaba ¿cómo te sentiste cuando te pasó? Si tienes algún
consejo que darme o algo que veas que me resulte de utilidad, eso me serviría
de ayuda para cuando me pase a mí, estaría muy agradecida, querido Maestro.”.
El Maestro Saint Germain me ofreció sus manos que acepté sin
pensarlo, le miré a los ojos, mientras que notaba como el corazón latía con
fuerza y rapidez, propicio de esa dimensión, mientras que él contaba su
experiencia.
Los tiempos estaban
cambiando y las personas empezaban a formular leyendas, ya que algunos se
habían dado cuenta de que yo tenía una particularidad diferente a ellos.
Pasaban los años y ellos envejecían y yo permanecía igual, pasaban siglos y
ellos morían pero sus hijos nacían, crecían, se casaban, tenían hijos y morían,
y yo seguía igual. Cuando ascendí, todavía vivía con ellos, pero me tenía que
acostumbrar a no poder estar con ellos, ya que sus consciencias aún no lo
comprendían, aún estaban en su largo camino experimentando sus vidas y vidas, y
yo, seguía allí, hasta que tuve que decidir seguir el camino que había elegido,
la ascensión.
Me convertí en
Maestro Ascendido el 1 de Mayo de 1684 y no fue unos cuantos años más tarde,
cuando decidí emprender el destino del camino, así que me trasladé a
Pensilvania, en un castillo, mientras que seguía manteniendo contacto con mis
hermanos que me aceptaron en Agartha enseguida, pero yo todavía no quería
regresar. Al comienzo me sentí bastante vulnerable al saber que tenía que
dejarlo absolutamente todo, para luego obtenerlo todo. Todo lo que había
construido durante tantos años, iba a quedar a cenizas, mientras que aceptaba
egresar a la nueva vida.
Una noche de luna
blanca y gigante, me encontraba en el jardín delante del bosque, cuando le pedí
un último deseo al gran Padre, justo esa era mí última noche en la superficie,
el Maestro Adama me estaba esperando en la cima de una montaña la noche siguiente,
para acompañarme a mi nuevo hogar. Le pedí al gran Padre .
Me dejó con la boca abierta al escuchar que él también tuvo
dudas como Jesús en el momento en que sabía que se tenía que enfrentar en la
Cruz, el miedo es uno de los sentimientos más despreciables de todos, pero si
tienes fe en Dios y en tú Dios interior, el camino se ilumina de luz, cuando
sientes que tú corazón está en luz, es que Dios te habla. El Maestro prosiguió…
Vi como el Sol nacía
de nuevo cómo todos los días, pero para mí era el último rayo de Sol, lo agarre
en mi retina y en mi corazón, cerré los ojos y sentí la red del Universo con
Gaia, junto a los Maestros, Ángeles y Arcángeles, i personas, reino animal,
vegetal y mineral, noté la vibración y su conexión. Eso me dio FE y ESPERANZA.
Volví a sentir la RED al mediodía, y en la puesta de Sol, permitiendo que la
Luna me abrazaba en este nuevo hogar, entonces emprendí el camino para
encontrarme con el Maestro Adama en la montaña, nos dimos un abrazo y me dio la
Bienvenida, enseguida egresamos al interior de la montaña, antes de egresar me
detuve un momento, eché la mirada atrás y con una sonrisa de corazón dije
y egresé.
Increíble fue escuchar su historia, no me esperaba que
sintiera tantos sentimientos, y que al final su decisión fuera la acertada,
porque trabajó como embajador de la luz hasta que consiguió la Maestría que
tiene ahora, siendo la cabeza del Rayo Violeta, el Sexto Rayo. Me dio mucha
complicidad y esperanza de que cuando me ocurra, seguramente será duro por una
parte pero muy bonito al fin y al cabo. No pude reprimirme y le di un abrazo
mientras que le susurraba entre lágrimas las gracias.
Recomendación: El
Perdedor – Enrique Iglesias.
HR.
HERO&Corporation.
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