Llevo tiempo observando el comportamiento de la gente
durante su día a día, llevo mucho tiempo viendo que todos caen en los mismos
errores y que estáis atrapados en un bucle, llevo mucho tiempo observando,
sintiendo y rezando porque encontréis la luz en aquellas personas que realmente
lo están pasando mal en sus vidas.
Las heridas energéticas no sanan igual como si fuera un
corte en un dedo por un chuchillo, estas tardan más y además siguen todas un
protocolo que la mayoría de vosotros no entendéis cómo se puede llegar a
transmutar ese sentimiento para que la herida se cure por los siglos de los
siglos, Amén. Y es así como pasan los días, las semanas, los meses, los años y
los siglos y seguís errando y errando pero vuestras heridas energéticas no
llegan todas a curarse, y en el momento de morir, el alma se siente dividida y
le cuesta entrar en luz para no terminar deambulando por el Umbral por los
siglos de los siglos, Amén.
Navegar sin rumbo, sin destino, apenado, disgustado,
deambulando por los rincones intentando amarrar esas lágrimas que se escapan
por tus ojos, dejar de verte y sentirte amado, sentirte solo y ver que el mundo
es un lugar indeseable… dándole vueltas y más vueltas al asunto, de tal forma y
tal manera que no te das cuenta pero tú alma sufre y mucho, y si no lo cortas a
tiempo sufrirá repercusiones cuando toque fondo y no pueda resurgir de sus
cenizas. Te piensas que son los otros quienes te han perjudicado a estar así, así
es, pero en cierto modo también es culpa tuya, aunque no hayas hecho nada, te
estás olvidando de algo que es muy importante, si cuesta personar a otros,
¿cómo te vas a poder perdonar a ti mismo?
Aunque tú no hayas causado el problema, siempre es importante
PERDONAR y ser PERDONADO. Te cuesta PERDONAR cuando tú ex te fue infiel, y que
por su culpa tienes un corazón que no sabe cómo volver a AMAR. Te cuesta
PERDONARTE al intentar saber ¿qué le hice para que me hiciera eso? Y aunque las
respuestas a tus preguntas acaban siempre llegando a ti, las ignoras saber que
también debes PERDONARTE. Solo así acabas curando superficialmente la herida,
pero la profundidad es muy grande y solo se puede curar si te PERDONAS A TI
MISMO.
Todo tiene un motivo,
un tiempo y un lugar para llegar a sentir el PERDÓN de Dios, mi padre.
Maestro Jesús.
Cuando perdonas y te perdonas, consigues que esa situación
que la veías negra se sane y sea un recuerdo blanco, es decir un recuerdo que
lo tienes pero ya no te duele. Pero ¿Cómo hacemos para que no vuelva a suceder?
¿Cómo podemos hacer para no volver a tropezar con esa piedra?
Siempre hay algo que
aprender, a veces está y otros no, pero siempre acaba saliendo a la luz.
Maestro Jesús.
Es decir que aunque repases una y mil veces esa experiencia,
se esconde en algún rincón la clave de porque ocurrió, una vez lo encuentras es
muy difícil que vuelvas a equivocarte.
Para PERDONARTE solo llega en el momento en que se ha
perdido toda esperanza, miras el cielo y le pides a Dios que te ayude, y él
responde “Hijo mío, perdónate” y
prosigues confesándote de rodillas, llorando, así te estás perdonando.
Recomendación: Audiomachine
– Maya.
HR.
HERO&Corporation.
No hay comentarios:
Publicar un comentario