El pasado domingo me fui a la montaña de Cabrera con unos
amigos, la verdad es que fue idea de uno de ellos de ir a caminar allá, antes
de irme tuve una conversación con Uriel, en el cual estábamos preparando las
cosas para el gran día, pero en el momento en que iba a cerrar la mochila,
Uriel me dijo “Trae algo para escribir, lo necesitarás” me sorprendió ya que la
última vez, la del mes pasado la traje pero no la utilicé, aún y así le hice
caso y me llevé una libreta y un bolígrafo.
Mientras que subíamos, éramos cuatro personas, dos parejas,
fue muy divertido, porque mientras que subíamos, los dos chicos se adelantaron
ya que subimos por la parte más difícil, y mientras tanto estábamos solo las
chicas ella y yo hablando curiosamente de ángeles.
Caminante de mil
caminos, de mil ciudades y de mil millones de estrellas, has estrechado tú mano
a mil millones de estrellas, de mil millones de ciudades y de mil caminos
distintos, has estrechado la mano a mil millones de formas de dar, sentir y
recibir esperanza.
Arcángel Uriel.
Entendí que Uriel me quería decir que hasta dónde estoy he
estado en muchos cuerpos, he estado en muchos lugares y he venido de muchos
planetas pero la esperanza, aquí se hace referencia a la esencia, siempre la he
sentido, la he dado y la he recibido. Así es como me elogiaba mis grandes
hazañas, el camino de la esperanza es el único camino que quién la pierde, no
puede volver a casa, así mismo lo pienso yo.
Una vez estábamos arriba, nos fuimos a la pequeña Ermita de
la Madre de Dios de Cabrera, en el momento que me fui a los pies del pequeño
altar, cerré los ojos, me concentré en mi respiración, y con los ojos cerrados
presenté la presencia de Uriel que estaba a mi izquierda, agarrándome la mano,
quería escuchar si él decía algo pero lo cierto es que escuché unas palabras
pero no eran de él ni de uno de mis amigos que estaba cerca de mí en silencio.
Os doy las gracias
por haber venido hoy aquí, mis queridos hijos.
Dios.
Me deslumbró bastante, pero mi corazón lo aceptó con gran
amor, abrí los ojos y me puse a sonreír de oreja a oreja, entonces noté el
abrazo de Uriel ya que me abrazaba por la espalda, ¡qué hermoso! Notando su
risita hermosa en mí oreja derecha. Me quedé así un ratito, hasta que pude ver
como mi amigo se sentaba en la primer fila para rezar, entonces noté como Uriel
se separaba de mí, para agarrarme de nuevo la mano para acompañar a mi amigo,
en cuanto dejó de rezar le dije “Dios nos da las gracias por estar aquí”, me
gustó su sonrisa y su asombro al mismo tiempo, eso fue mi recompensa.
Mientras que caminábamos en busca de un lugar para almorzar,
empecé a escuchar… “Queridos hermanos y
hermanas” y les dije a mis amigos “¿Falta mucho?” y uno de ellos dijo “No
mucho, mejor vamos para allá, ¿no?” y yo les dije “Es que ya han empezado a
decirme ” entonces uno de mis amigos dijo “¡Pues
aquí mismo!” respetando que cuando empiezan a hablar los seres de luz te tienes
que parar e escribir. Pero me hizo gracia su reacción.
Mientras que mis amigos almorzaban en el lugar dónde nos
habíamos apalancado, sentados en el estrecho de la montaña, dónde había precipicio
delante y detrás de nosotros, a pesar de un par de metros para poder estar
almorzando con unas vistas preciosas. Uriel vio que no estaba almorzando y se
agachó, lo podía ver un poco, más bien lo sentía lo que estaba haciendo, me
agarraba las manos y me preguntó “¡Si lo
sientes de verdad, hazlo!”.
Entonces agarré la libreta y un bolígrafo y me puse a
escribir los mensajes…
Queridos hermanos,
Gracias por venir
este día, la luz tenue, la brisita tranquila y el amor de vosotros, alimenta
Gaia. Las hojas están cambiando, su color es su propio renacer, es la verdadera
esencia de vuestro ser.
Gaia os protege y os
arropa en estas alturas, ella os da las gracias por venir hoy. En día de gracia
de la propia divinidad, en la noche de la luna energética, dónde desde los
confines del universo escuchamos vuestros latidos de vuestro corazón. Los
latidos que poco a poco se armonizan para formar la unión, los latidos que dan
y quitan vida, dan y quitan voluntad, dan y no quitan su esencia.
¡GRACIAS!
Maestro Jesús.
Pude descansar un rato antes de escribir de nuevo, de hecho
a mis amigos les leí el mensaje casi en directo, entonces, volví a escribir…
Vuestra sombra nace
de vuestra luz, siempre en equilibrio.
Arcángel Metatrón.
Y cuando menos me lo esperaba otra cosa más, volví al papel…
El mundo que veis es
el que estáis creando, la creación es la forma de dar vida, la forma de crear
todo y aquello que deseáis con AMOR y divina gracia.
Arcángel St Gabriel.
Cuando ya recogía la libreta y el bolígrafo para sacar el
bocata que había traído para almorzar, de repente empecé a escuchar una melodía
en la brisa que me dispuse a escuchar, de fondo se escuchaba al Maestro Jesús
cantar un cántico chamánico muy hermoso, dónde reconocí perfectamente las voces
del Maestro Metratrón y Arcángel San Gabriel que también cantaban, hasta que al
final me uní, también se unió Uriel, yo lo hice por dos razones, primera porque
estaba conectada con ellos a pesar de la distancia de la dimensión y que no los
veía como tal, y segunda porque no quería dejar a mis amigos fuera, ya que eran
los mismos que presenciaron la ceremonia de la Ayauasca del pasado mes de
Setiembre y ellos principalmente, los Seres de Luz querían que ellos no se
sintiesen excluidos.
Realmente era una melodía muy hermosa que se cantaba en
idioma “original” es decir por una lengua muy nativa y muy antigua, os tengo
que ser sinceros, hace tiempo que sé que la lengua que hablan los Seres de Luz
entre ellos no es ni español, catalán, francés, portugués ni ningún idioma de
la tierra, sino que es un idioma muy nativo y no simplemente en el planeta
dónde vivimos, sino universalmente, por el cual sé algo, muy poquito de cómo
hablan y tal, pero de momento no os quiero compartir nada, porque solo sé muy
poco, pero en cuanto sepa más del tema, no lo dudéis que os lo compartiré, con
estos amigos he compartido algunos vocablos, lo cierto es que es un poco difícil
de pronunciar pero fácil de entender.
Cuando el cántico se terminó, mis amigos, asombrados,
tranquilos y conectados, me dieron las gracias a mí, pero realmente tenían que
hacerlo a los Seres de Luz, ya que fueron ellos quienes compartieron sus
conocimientos, así que les enseñé que cada vez que quieran dar gracias a Dios o
a quién sea de los Seres de Luz, tenían que dar un beso en sus dedos (vale
cualquier mano) y lanzar el beso al cielo, pero antes decir “gracias por…”.
Empecé a comer el bocata con mucho gusto, ya que hacía
tiempo que tenía hambre, pero después de meditar, aunque seguía un poco en
trance con los ojos abiertos por dónde me encontraba, después de dar un bocado
a la comida y mirar de nuevo al frente, vi de reojo a todos los ángeles que
había allí con nosotros, los ángeles custodios de todos mis amigos que estaban
allí. ¡Qué hermoso! ¡Incluso a Uriel!
Vi a mi izquierda que tenía a mi amiga su ángel que iba con
una túnica violeta-rosada, que estaba a su derecha que le iba observando con
una sonrisa de agradecimiento porque él sentía que ella estaba en paz después
de mucho tiempo. Luego vi delante de mi amigo y pareja de mi amiga, a su ángel,
un hombrecito (todos más de dos metros y medio de altura) con su túnica
turquesa de pie, mirando el precipicio que teníamos delante, luego se giró y
observó a su protegido que creo que miraba el cielo, se acercó a él y se agachó
y le acaricio la cabeza, ambos sonreían, porque estaban bastante en paz.
A mi derecha estaba Uriel sentado a mi lado, estaba sonriendo
ya que me sentía muy en paz, cuando de repente me da por girar muy lentamente
la cabeza con miedo de que no se me vaya lo que estaba viendo, ya que siempre
me ocurre, pero a veces con gran energía no ocurre en según qué ocasiones, por
suerte, si así puedo decirlo, al girar la cabeza hacia la derecha seguía viéndolos,
le miré a los ojos a Uriel, ¡qué hermosos por Dios! Ese verde brillante, es ¡increíble!
Entre nosotros podía ver a mi otro amigo que estaba un poco separado porque
cuidaba de los perros, con él fue distinto porque pude ver a sus dos ángeles
custodios, ya lo compartí con él, pero él lo tiene así, eso no es muy normal,
pero a él le pasa así. Uno iba con la túnica blanca, estaba a su espalda, le
tocaba los hombros como si le hiciera un masaje, también estaba feliz, el otro
estaba mirando fijamente a la perra Nira que le estaba mirando a los ojos de
forma juguetona, ¡qué hermoso! Todos felices, me sentí como si el tiempo se
hubiese detenido y ver ese Sol escondido tras las nubes, sentir que estaba allí
y verlos, me sentí como si estuviese viendo por el agujero de una cerradura,
los secretos de la 5D.
La sensación no tardó mucho en desaparecer, pero antes le
volví a mirar a los ojos a Uriel, me quedaría horas mirándole, su perfección es
tan bello, igual que la foto, señores, igual que en la foto. Me dispuse a ver
las alas de Uriel, son también tan bellas, como no hacía mucho calor,
curiosamente él iba con la túnica (que hay en la foto) sus hombros eran y son
muy hermosos, tuve la tentación de inclinarme un poco hacia él para notar si lo
podía tocar físicamente, lo hice lentamente, y efectivamente me quedé apoyada
en su hombro izquierdo, ¡qué hermoso! Con tan solo esa mirada él ya sabía que
lo estaba viendo por unos segundos.
Recomendación: Hillsong - Agua Viva
P.D. Las fotos del principio son hechas por Laia Galí HR son las vistas de Cabrera.
HR.
HERO&Corporation.
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