sábado, diciembre 04, 2021

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 115 [2T]

 

Poco tiempo después, me despierto en el pasillo, cerca del baño encima del regazo de Gabriel que charlaba con Uriel, abrí un momento los ojos pero como no me vieron, los volví a cerrar, quería escucharles a hablar y sabía que si supiesen que estaba despierta no lo harían…

-        ¿Te está costando mucho, verdad? – Decía Uriel.

-        Cada vez más, tener que mantener las distancias, volver a empezar, a pesar de que en realidad todo haya cambiado, para mí todo sigue igual. – respondía Gabriel.

No entendía de quién hablaba, pero intuí que hablaba de la mujer de Gabriel, que nunca me habló de ella, lo intenté pero… siempre esquiva mis palabras.

-        Ya no recuerdo aquellos tiempos en que cambiabas de mujer cada cien años, ¿Dónde se han ido esos tiempos? – dijo Uriel.

¿Gabriel era mujeriego? ¡No tiene pinta!

-        Ya sabes que todo cambió, cuando la conocí a ella. Nunca te di las gracias por explicarme qué era sentirse amado y ser amado por alguien, siempre había considerado que el amor solo era algo que podías controlar, pero en cierto modo, cuando más lo quieres controlar menos control tienes de ello. ¡Me has ayudado mucho en estos últimos cien mil años, hermano! – le confesó Gabriel a Uriel.

-        Gracias a ti por permitirte aprender más de aquello que más le temías. ¿Por qué querías controlarla? – preguntó Uriel curioso.

-        Tenía mucho miedo de vivir sin ella, por eso quería estar con ella cada instante de su vida, que había elegido estar a mí lado. – dijo Gabriel, pero le interrumpió Uriel.

-        Hasta que ella se fue, ¿cierto? – le dijo.


Hubo un silencio que intuí que le habría contestado Gabriel con un gesto.

-        Esto te sirvió para valorarla más y valorar lo que son ustedes. Pero por suerte, como dicen las personas, el universo es muy grande y nuestras vidas extra largas, en cualquier momento volverán a estar juntos, ya verás que si, hermano. – le convencía Uriel.

-        Si ella me recuerda, quizás. – respondió Gabriel.

No aguanté más y simulé que me despertaba, se preocupó mucho Gabriel, enseguida que me vio con los ojos abiertos, me acarició la mejilla y estaba tan cerca de mí que me sentía algo incomoda, así que me incorporé de inmediato e intenté salir de su regazo para ponerme de pie solita.

-        ¿Estás segura de volver ya? – preguntaba Gabriel.

-        Gabriel, ¡Ya!- le advirtió Uriel.

Gabriel vio a Uriel y se calló la boca, simplemente le dejó pasar a Uriel y me fui con él de regreso al baño, dónde Gabriel simplemente volvió a colocar el tiempo a su ritmo natural. Con Uriel simulamos regresar del baño como si no hubiese pasado nada, la Carmen me miró en la distancia y nadie se dio cuenta de nada.

Después de almorzar en el comedor de esa escuela, me sentía muy cansada, me senté en una mesa a solas con Uriel, podíamos sentarnos como nos diese en gana. Me froté los ojos y bostecé en cuanto me tomé el yogur del postre terminando de almorzar.

-        Creo que dormiré en el bus de vuelta, porque me he cansado mucho antes.- le comenté.

-        De acuerdo, pero aún no nos vamos, ¿podrás aguantar? – preguntó Uriel mientras le daba un mordisco a la manzana que se había llevado de postre.

-        Que remedio…- dije pero proseguí.- ¿Puedes guardar un secreto, Dary?- le pregunté.

-        Claro. – dijo y se abalanzó hacia adelante para escucharme mejor.

-        No he podido evitar escuchar la conversación entre Gabriel y tú, ¿la mujer de Gabriel le ha dejado?- dije preocupada pero también extrañada.

Uriel dibujó una pequeña sonrisa y le dio un mordisco a la manzana, en cuanto tragó el trozo, habló.

-        Así es, su mujer la dejó hace mucho tiempo y al parecer Gabriel aún no lo superó, ni lo hará. Está enamorado de ella hasta las trancas, no lo dejará nunca. – comentó Uriel, como si fuese un comentarista de televisión.

-        ¿Qué les ha pasado?- pregunté chismosa aunque nunca lo era, tenía una sensación extraña dentro de mí que quería preguntarle de todas formas.

-        Gabriel hace mucho tiempo no entendía lo que era amar a una persona, él siempre había estado con muchas chicas, pero ninguna le había entrado tan fuerte como su mujer. Cuando su mujer le dijo que también sentía lo mismo, él se emocionó tanto que estuvo con ella tanto tiempo como Dios les diese, pero un día su mujer después de estar tan cansada de ser controlada por él, decidió dejarle y desde entonces que no lo ha superado. La sigue buscando, sabe dónde está y dice que nunca la dejará ir, dice que es suya. – informó Uriel.

-        ¿Suya? Un día me contaste que nadie es propiedad de nadie, ¿por qué él dice eso?- le dije.

-        Porque lo que siente Gabriel es amor y no entiende la diferencia entre capricho y amor, en el capricho solo se entiende que las cosas son efímeras, pasan rápido y no tienen tendencia a quedarse mucho tiempo, fluyen demasiado rápido. En cambio cuando amas, es más lento y sofisticado, porque cuando amas a alguien entras poco a poco a una unión que no terminará jamás. Pero en esa unión, controlar al otro, no dejar que haga su camino si decide pasar un tiempo a solas u cualquier cosa, lo que provoca es que jamás puedan reencontrarse de nuevo. El amor no termina con la muerte, ni aunque el otro se vaya a otro país u planeta distinto, si amas a una persona pueden pasar vidas y el amor sigue creciendo. – dijo Uriel.

¡Qué bonito lo que comentó Uriel! Me enamoré de ese significado del amor nada más escucharlo, eso es lo que quería con el Chico, aunque era chiquita para estar en una relación, esperaba el momento que Dios viera idóneo para estar junto a él y no dejarle escapar jamás. Sabía que ese momento en la cama del Chico hacía un mes atrás, significaba mucho más de lo que se veía, aunque él tuviese 13 años y yo 7 años, éramos demasiado jóvenes como para permitirnos ser pareja, pero en el fondo el amor recorría nuestras venas, si tenía que ser lento y sofisticado, así lo aceptaríamos. Costase lo que costase.

-        ¿Así es como lo haces tú cuando te enamoras de alguien?- le pregunté.

-        Con mi mujer ha sido así y estamos muy unidos. Tenemos un hijo en común que está a punto de cumplir su segundo centenario de vida. – informó Uriel.

-        ¿Estás casado?- le pregunté en señal de sorpresa.

Uriel dijo que si con la cabeza seguido de una sonrisa de felicidad.

-        ¿Por qué la religión cristiana dice que los ángeles no tienen sexo?- pregunté arrugando la frente.

-        Esto se lo inventaron las personas que inventaron esta religión, le decimos que es un límite que les frena expandirse. – comentó Uriel poniendo los ojos en blanco y reposando su espalda en la silla.

-        ¿Por qué no se lo dicen ustedes mismos si dicen que están conectados?- le pregunté.

-        Ellos no hablan con Dios, ni con nosotros, ellos reniegan de nosotros, pero dicen a todo el mundo que les hablamos y que Dios habla a través de ellos. No es cierto, ya lo decía el maestro Jesús <si un señor de Dios tuviese delante de él a Dios, le negaría la aparición por no desearse merecedor de él, pero en cuanto Dios se fuera el cura gritaría a los fieles que Dios se le apareció, negando que lo negó>. – dijo el arcángel Uriel.

-        ¿Mentiría?- dije arrugando la frente.

Uriel dijo que si con la cabeza y yo me puse a pensar en ello, aunque las metáforas del Maestro Jesús aún me costaban de entenderlas, sentía en el corazón mucho coraje, porque a mi no se me ocurriría jamás negarle a Dios. Entonces recordé aquella aparición en la boda de mi primo José y Heidi, no le negué pero tampoco pude decir nada porque la promesa me comprometía, de igual forma me sentí mejor porque por lo menos yo no tendría vocación para meterme a monja, si el destino sería negar la presencia de Dios y rezarle de igual forma deseando su aparición al mismo tiempo.

-        Los católicos saben que mentir es un pecado, los musulmanes si mientes no vas a su cielo, a los judíos incluso pueden repudiarte por mentir y a los budistas el karma puede en palabras humanas “joderte” la próxima encarnación reencarnándote en cucaracha. Pero aquellos que están verdaderamente conectados, son los únicos que no conocen la mentira, pero siempre serán acusados de mentir. ¿Sabes lo que le pasó al Maestro Jesús cuando predicaba a su fiel pueblo? – respondió Uriel con su amor de cuenta-cuentos que siempre le emerge de dentro de su corazón puro.


Dije que no con la cabeza, en verdad la historia de Jesús la tenía algo agría, en el sentido de que la versión cristiana no tenía ni pies ni cabeza, solo esperaba mi momento para que él apareciese ante mí y conocerlo directamente cuando fuese el momento adecuado, cuando Dios lo viese, claro.

-        Fue traicionado, la historia dice que uno de sus discípulos llamado Judas le traicionó, pero la verdad es que fue una víctima de extorsión debido a que los sacerdotes del Sanedrín que se llenaban de rabia por perder a los fieles a la ley de Abraham, otro maestro que envió Dios a vivir en esta dimensión, decidieron pagarle a uno de los discípulos, el más vulnerable que sería capaz de vender su alma a cambio de dinero. Judas fue víctima de un engaño, y aceptó por codicia, el Karma actuó para compensarlo y cuando Judas se dio cuenta de lo que había hecho, que había mandado a su fiel amigo Jesús a la cruz y ser asesinado ante todos, Judas lleno de rencor, culpa y arrepentimiento decidió quitarse la vida. – explicó Uriel.

-        ¡Qué me dices, Dary! ¿Fue vendido por cuatro perras? – dije asombrada.

-        La tarde antes de la última cena y mucho antes de su captura, Jesús caminaba por un camino de Judea, para atender a su meditación de la tarde, cuando el arcángel san Gabriel se le apareció y empezaron a hablar, fue Gabriel quién le dijo qué había hecho Judas. – dijo Uriel.

-        ¡Madre de Dios!- exclamé.

-        Aún y así se lo tomó al principio mal, pero luego lo aceptó, pues Dios ya le había mandado una visión de lo que sucedería hasta entonces. Jesús durante su vida por aquí en la 3D, mantenía muy buena relación con su ángel de la guardia que en ese tiempo fue Gabriel, ellos dos eran como tu y como yo. Fieles amigos que a pesar de estar en dos dimensiones distintas, mantenían su amistad siempre fiel y sana, hablando cuando lo necesitaban y acompañándose siempre. – dijo Uriel con una sonrisa, él colocó una de sus manos encima de mi hombro derecho y nos miramos a los ojos.

-        Amigos hasta más allá de la muerte, ¿verdad?- dije con una sonrisa.

Uriel se rio confirmándolo con la cabeza, nos levantamos de la mesa y colocamos la bandeja en el porta bandejas, luego nos mandaron al patio de nuevo. Entonces, hicimos el baile de cintas y finalmente nos volvimos para Manlleu.

P.D. La próxima semana estaremos de vacaciones y no subiremos nada, nos vemos a partir del 13 de Diciembre.

Recomendación: Fundation - Série de TV de Isaac Asimov.


HR.

HERO&Corporation.

 

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