- ¿Por quién?- pregunté.
Quería hacerme la fuerte para él, porque se veía que estaba muy mal, pero tampoco lo pude evitar, así que nos quedamos abrazados llorando conjuntamente. Me dolía el corazón, la muerte de un padre era muy doloroso pero que además fuese así… empecé a pensar ¿por qué la vida es tan injusta?
- Nunca pregunté por tus padres, pero ¿qué ha hecho tu padre para terminar asesinado?- le pregunté intentando encontrar coherencia.
-
Mi padre es un Ser de Luz, que estaba encarnado, su misión era protegerme y educarme, al igual que mi hermano mayor. Él murió por mí, pues un Ser de la oscuridad vino a matarme… un ser llamado… - se cortó entre sus sollozos.- le llaman Gämael.- dijo.
- ¿Cómo?- se me escapó.
Escuché como Gabriel entraba en el despacho, para estar con nosotros, el Chico no tenía fuerzas para contarme la historia y por eso Gabriel estaba allá.
- Ahora mismo la familia de encarnación del Chico está en peligro sino hace algo al respecto, querida. Gämael va a por ellos, y la única forma de salvarse es que él y su madre vayan a vivir a Agartha en 5D, su hermano por el momento, le estamos protegiendo cinco ángeles guardianes de luz. Debes despedirte de él por un tiempo, porque él ha decidido que mañana va a ascender junto a su madre. – informó el arcángel san Gabriel.
Todo fue demasiado rápido sin tiempo de asimilar que esa sería la última vez que vería al Chico por mucho tiempo, me invadió la tristeza y empecé a llorar, me abracé a él y no quise hablar más, ni él tampoco. Fue una despedida muy dolorosa, pero si tenía que estar a salvo él y su familia, no había más remedio.
- Gabriel, ¿por qué Gämael ha atacado a su familia?- le pregunté.
- Hay un precio que pagar, cuando sea el momento, lo entenderás, querida. – respondió.
- No entiendo, quiero que me respondas. ¡Por favor! ¿Debo estar preocupada por mi familia?- le confesé.
Gabriel me miró con sus ojos verdes, es difícil saber si un ángel siempre dice una mentira, porque al ser tan transparentes, sabes cuándo hay algo más y por normas absurdas de protección, ellos no pueden contarte qué pasa realmente o qué saben de ti. Esa era una de esas veces, en que los labios de Gabriel parecían transmitir paz, pero en sus ojos se veía el tormento que le preocupaba más que a mí, algo nos estaban ocultando, algo que quizás habría sangre derramada de por medio.
Cuando Uriel esperábamos el metro de regreso a Manlleu, nos quedamos en silencio, hundiéndonos en la misógina vida de aquellos compañeros, que regresan a la superficie para continuar con sus dobles vidas dimensionales. Pero a mí, solo me dolía el corazón pensar que mi familia podría estar en peligro de muerte, y por un momento intenté pensar qué podría hacer para enfrentarme a Gämael si viniese a hacerle daño a alguien de mí familia. A pesar de ser guardiana titulada, sin una unidad no podía ejercer, y si se me ocurría hacer algo por mí cuenta tal y como estaba, me caería la peor de las condenas, puesto que las leyes de la orden de san Miguel Arcángel prohíben actuar a espaldas de tú unidad y si todavía no has entrado en una, te pueden llegar a despedir para toda la eternidad. Como no quería correr ese riesgo, pensé que necesitaría ayuda.
- Dary, ¿crees que hay alguna posibilidad de poder proteger a mi familia de una amenaza así?- le dije.
- ¿Amenaza? – repitió.
- Por favor, necesito ayuda. Mi familia no puede pasarle nada. Por favor…- le insistí.
- No hay ninguna amenaza, mi amor. Lo del padre del Chico ha sido algo puntual, no iba en busca de nada en concreto. Puedes tranquilizarte, tú familia no corre ningún peligro. Tienes mi palabra. – contestó Uriel.
- No te creo.- le dije enojada.
Crucé los brazos en el pecho y me lo quedé mirando, Uriel simplemente disimuló mirando a la gente de alrededor, el metro llegaba algo retrasado.
- Si hay amenaza, Dary. El Chico tiene que ascender junto a su madre, en contra de la voluntad de ella, por así decirlo, para que estén a salvo, y a su hermano mayor le han puesto guardianes de luz todo el día. ¿Me dirás que no hay una amenaza? No entiendo porque todavía no me han dicho de que se trata, pero tengo un sentimiento en que mi familia sino hago nada, va a ser igual.- le confesé enojada.
- Puedes ver todos los archivos que necesites de mis anillos, pero no encontrarás nada de ninguna amenaza. Solo se sigue el protocolo habitual. Nada más. – dijo Uriel.
No había manera de convencerlo de que me dijera la verdad, en ese tiempo Uriel todavía era capaz de ocultarme cosas, a pesar de ser el boca chancla de los arcángeles, intentaba hacer su trabajo y yo no le dejaba. Entonces, lo dejé ir y a la tarde tras pasar un día de colegio algo desconectada que incluso la Carmen se dio cuenta de que algo me sucedía, me vino a buscar el Titi y me fui con él al taller nuevo que estaba en la Coromina cerca del campo.
Con el Titi podía confiar que quizás conseguiría ayuda, así que le conté lo que había pasado y no se sorprendió, porque se había enterado de las noticias que según lo que él había dicho, sus hermanos arcángeles le habían contado lo sucedido.
- ¿Has visto algo más? – me preguntó.
- No, pero tengo la sensación de que nuestra familia está en peligro. Si Gämael ha matado a su padre, puede venir aquí a hacer lo mismo, quizás para convencerme de que me una a su reino oscuro o quién sabe, pero necesito ayuda. ¿puedes ayudarme, Titi por favor? Uriel no quiere y Gabriel está demasiado ocupado con el Chico.- le confesé muy preocupada.
- ¡Cuenta conmigo! Tengo buenos amigos en Orión, nos podrán echar una manito…- respondió sinceramente.
- ¡Muchas gracias, Titi!- le dije mientras le daba un abrazo.
Como era un tema de mucha urgencia, el Titi abrió sus anillos, nos quedamos encima de una pequeña montaña de grava en el aire libre, revisando todos los archivos de que hablasen del tema y además los enviaba a un amigo llamado Jacob que trabajaba en Orión, en un lugar que le llamaban Orden del Karma & Dharma.
- ¡Fantástico! Esta noche vendrás conmigo en el viaje astral, iremos a Épsilon, un planeta que hay en el cinturón de Orión para hablar directamente con la Orden del Karma, con el jefe del Consejus Maximos, ¿recuerdas a Jacob en la reunión de Mintaka? – dijo el Titi.
- Lo vi a lo lejos, pero si… el pelirrojo de ojos violeta ¿cierto? – dije.
- Así es. Él es el jefe actual de la Orden del Karma. Nos ha dado un permiso para tener una audiencia con él en privado, en las salas de reunión de Épsilon norte. Llamaré a Ashtar para que nos lleve. – dijo el Titi concentrado con el trabajo.
- Ok, yo le diré a Uriel que hoy estaré contigo en el viaje astral.- le dije.
Regresé al taller en busca de Uriel, estaba vigilando a mis dos tíos a Rafalé y a Alfonsito para que hicieran el trabajo en la carpintería, aunque no eran capaces de ver a los arcángeles de 5D, vi a Uriel junto a Alfonsito observando por encima de sus hombros, susurrándole al oído las medidas que estaba haciendo a la madera. Esta era la forma en cómo le dictaban los números, pues Alfonsito tiene un fuerte problema en la vista y es que no puede ver con claridad, lleva anteojos con una graduación tan fuerte que ni siquiera es capaz de ver los objetos con claridad, los ve borrosos. Se puede decir que casi es ciego, pero se vale por sí mismo, maneja auto y además dicta los números de las medidas, con el truco de que tiene la clariaudiencia muy abierta y escucha como su ángel de la guarda u otros ángeles le soplan en la oreja qué tiene que hacer.
Cuando maneja, su ángel le sopla en la oreja los carteles, semáforos y direcciones que debe tomar para ir a un lugar. Cuando hay películas y en algún momento hablan en otro idioma que él no entiende y lo subtitulan, siempre le pregunta a su ángel de la guarda para que le lea, él simplemente para la oreja y escucha. Muchas veces él se ha girado para dónde estoy, sin que le hable a él, escucha a veces lo que Uriel me comparte, pero de todas formas Uriel y su ángel de la guarda que es una angélica que de momento no sé el nombre, siempre me han dicho que Alfonsito ni Rafalé creen en ángeles, por lo tanto no sé qué debe pensar de quién le susurra en la oreja. Pero si le dices que los ángeles le ayudan a eso, no te cree. Al menos en ese tiempo.
En el momento en que Uriel levantó la cabeza del hombro de Alfonsito, le hice una pequeña señal con los labios, para que viniera hacia a mí, él captó la orden y le dijo a la angélica que tenía que irse un momento conmigo. Yo me giré en cuanto Uriel llegó para que los tíos no me vieran hablarle al aire.
- Dary, esta noche no puedo estar contigo en el viaje astral. El titi me ha pedido que le ayude en una cosa y me iré con él en un acto oficial.- le informé.
- ¿Cómo? ¿Qué acto oficial? – Uriel arrugó la frente, solo quería que no sospechara de lo que haríamos.
- Nada importante, quiere que le acompañe a entregarle unos materiales a Ashtar y de paso daremos un paseo en la nave.- le dije.
- Tengo que hablar con él. ¿Dónde está? – me pidió y yo le dije que me siguiera y me siguió a fuera.
Uriel y el Titi se pusieron a hablar directamente encima de la montaña de grava, yo vigilaba para que nadie de la familia saliera del taller y viera eso.
Finalmente Uriel dio su consentimiento, así que para hacerlo más fácil, el Titi llamó a mi madre y le pidió si podía quedarme en casa de la abuela Victoria por esa noche, al día siguiente iría al colegio con total normalidad, mi madre aceptó.
Esa noche el Titi me leyó el principio de un libro muy interesante de un autor griego llamado Platón. Hablaba de un banquete, pero no pude entrar en los detalles, porque enseguida mi cuerpo me pedía cerrar los ojos y empezar el procedimiento de entrar en el viaje astral. El Titi simplemente me esperó, él al ser un arcángel también, no hacía falta que hiciera nada para entrar en el astral, solo esperarme. Cada vez se me daba mejor y solo tardaba cuarenta minutos en entrar, fue interesante ver la habitación algo más grande de lo que era en 3D, su habitación que una vez más le había invadido la cama al Titi.
Salimos por la ventana volando agarrados de la mano, volábamos tan alto que las luces de la ciudad casi no se podían identificar, esta vez pensaba que iríamos a un campo como lo hacíamos con Uriel, pero en vez de eso, seguimos subiendo aún más alto, hasta que empezaba a tener dificultades para respirar, entonces el Titi me agarró en brazos y siguió subiendo casi perdí el conocimiento cuando vi una compuerta en medio del cielo estrellado que se abría con una luz penetrante. Pero cerré los ojos cuando empecé a ver personitas esperando al otro lado de la compuerta.
- ¡Rápido necesitamos oxígeno! ¿Cómo se te ocurre llevarla aquí arriba, Humiel? Con ella solemos aterrizar para que no le suceda esto…- identifiqué la voz era Ashtar Sheeran.
- Su corazón late bastante rápido pero no parece que se vaya a paralizar. – decía una mujer.
Noté como me ponían algo en la boca y pude respirar mejor. Lentamente volvía a tener más constancia de dónde me encontraba, sentía el suelo metálico frío en mi espalda, pero alguien me sujetaba la cabeza con delicadeza. Notaba que tenía mucha gente a mi alrededor, se notaba el ambiente cargado, empecé a toser y abrí los ojos.
- ¿Estás bien? Respira con normalidad, no tengas miedo… - dijo Ashtar.
Me alegré mucho de verle la cara, le agarré el brazo, estaba de rodillas en el suelo, él colocó una de sus manos encima de la mía, me quedé mirándolo con una sonrisa que él mismo me devolvió.
PD. Les informamos que dentro de pocas semanas, llegaremos al final de la temporada, pero no se preocupen seguiremos con la emisión después de un pequeño parón.
Recomendación: Mowgli - Película en Netflix.
HR.
HERO&Corporation.
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