viernes, febrero 14, 2020

El Coqueteo En La Constelación De Orión


Durante más de 2.000 años, hemos creído que el hecho de casarse simboliza la unión entre dos personas con la finalidad de formar una familia. En la antigüedad el pensamiento de casarse se tergiversó de su esencia natural universal, para reivindicar situaciones sociales y en la mayoría de casos, para mostrar las propiedades de tierras, por ejemplo cuando la monarquía unía a sus hijas con primos de otros reinos, que de alguna forma seguían manteniendo la unidad genética familiar y los niños cada vez nacían con más problemas de cualquier tipo, que de algún modo, podían crear grandes crisis entre territorios. 

Con el tiempo, usando la terminología “modernidad” nos seguimos casando, pensando que el amor es lo que importa o quizás algunos piensen que el matrimonio solo es para firmar un papel, para darte seguridad de que si le pasa algo a tú bebé, por lo menos tendrá un hogar dónde vivir. De nuevo, no entendemos qué significa casarse, el matrimonio no es un negocio, ni mucho menos, algo que de seguridad. Casarse es comprometerse que a partir de este instante, tú vida ya no es del todo tuya, sigues manteniendo la independencia, pero tus emociones y tus pasos en la vida, a partir del momento en que dices “sí quiero” en el altar, lo que realmente estás diciendo, es que aceptas a la persona que tienes delante, de la forma como es, tal y como es, sin tener la necesidad de cambiar nada, solo aceptarla como es, porque es tú compañero de viaje, alguien que admira tus virtudes y defectos, en que cuando estés mal, va estar allí, y cuando las cosas vayan bien, también estará allí. 

La vida es una montaña rusa de emociones, no esperen que el otro sea PERFECTO, porque al igual que ustedes, también tiene sus defectos y virtudes, pero al estar con el otro y aceptarlo como es, tan solo haciendo esto, ya no están siendo queridos y querer, pues al ver que todas las emociones que sienten por el otro reflejan tú SER, quién de alguna forma muestra tus partes más difíciles que te cuesta asimilar, dejas de querer para darte cuenta de que esa admiración por el otro, es en realidad AMAR, aquel que está dispuesto a respetarte por encima de todas las cosas y que a pesar de todas las circunstancias que ocurran, nunca tendrá la intención de traicionarte, pues sus sentimientos de AMAR, solo verá a los demás como amigos sin derechos a nada, porque solo querrás compartir tú vida, con aquel que aunque tenga que viajar por tanto tiempo, siempre acaba volviendo a casa, y aceptarlo tal y como es, sin cortarle las alas por tus necesidades emocionales, sabrás que realmente SE AMAN POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS, y ese amor, por muchas cosas que sucedan, habrá superado lo que muchos no pueden llegar a superar la MUERTE, porque tal relación perdurará en la siguiente vida.

Si no crees en el amor o en el matrimonio, a mí me suena a resultado, igual que fumar o beber alcohol. Seguramente, que mucho de ustedes, habrán tenido que pasar por situaciones muy complejas, quizás traiciones muy fuertes, o puede que amores no correspondidos. A mí me pasó igual, estuve durante gran parte de mi vida, sin poder comprender, porque siempre encontraba al hombre que menos me correspondía, y en la gran mayoría me creí que no era lo suficiente para la humanidad, y pensé en que quizás debía aceptar hombres que realmente no me respetarían, porque yo sentía que era una cualquiera, una extraña con un cuerpo extraño en una vida extraña, viendo como las personas se mienten para aparentar que todo está bien, ofreciendo al mundo, a la divinidad de existir, sus sonrisas de amargura, solo para no admitir que se jodieron solas y por orgullo nadie quiere reconocer, que quizás al caminar mal, signifique en realidad, que no estamos aprendiendo a valorar algo que a todos nosotros nos duele tanto, que despreciamos al mundo, pero en el fondo, seguimos perjudicándonos a nosotros mismos. 


A partir del 2004 fue cuando entré en el mundo de encontrar a mi “media naranja”, tan solo tenía 11 años, cuando un día regresando del colegio a casa para ir a almorzar, un chico que ya estaba por sacarse la secundaria, sin razón le empecé a gustar. Yo no me había fijado en él, para mí, acababa de existir a finales de Mayo, ya casi terminando el curso. Solía regresar a casa solita, sin amistades, porque realmente mis amigos (por lo menos dos que tuve) vivían por el otro lado de la ciudad y ese trayecto lo tenía que hacer solita. También decir, que mis padres ya me dejaban regresar a casa solita, y también ir al colegio sin sus compañías, sino era estrictamente necesario. Un mundo, se me estaba abriendo a mis ojos, y en ella mi primera independencia, poder ir a lugares de Manlleu, con la compañía de mis guías y en ocasiones de mi perro Bilbo (Senhior). 

Pero un chico se fijó en mí y no era con lo que estaba acostumbrada en clase, para reírse de mí o hacer cosas con sus amigos, despreciándome. Ese chico (que durante mucho tiempo desconocía su nombre), empezó a cambiar su ruta de ir a casa, él ya se encontraba en otro colegio, pero ambos salíamos a la misma hora, en ocasiones se le veía con dos amigos, por los cuales conocía a uno de ellos, porque era hermano de uno de mis compañeros de clase. Aquel chico, quería acercarse a mí, y yo, intentando hacer las cosas como siempre, intentando ignorarlo, porque tenía miedo de que me hiciera daño, aunque no lo conocía, sentía en mi corazón algo nuevo, empecé a sudar, el latido se aceleró y mis palabras no me salían de la boca, las mejillas se sonrojaban… poco a poco me di cuenta de que también en cierto modo me gustaba o por lo menos, algo en mi provocó este cambio. 

Aquel chico vio que yo era diferente, y que conquistarme de la misma forma que hacían las demás chicas, no le funcionaba, por eso, se adaptó a lo que le ofrecía. Al igual ocurre entre animales, uno de los dos tenía que llamar la atención al otro, para pedir permiso al cortejo y luego si aceptaba, empezar la danza. Viviré en el siglo XXI, pero la forma que me gusta que me conquisten es orionino. Eso le complicaba bastante al chico, porque con flores y corazones no era suficiente, tampoco recitando poemas, recomendando películas, haciendo preguntas… las formas de conquista de Orión, son muy especiales, consisten en tres aspectos: Reflejo, Ritmo y Mirada

Si estás leyendo esto, significa que en algún momento fuiste habitante de Orión, por lo tanto, yo no soy la indicada para explicarte en qué consisten, pues tus respuestas se encuentran en tú corazón, medita para liberar dicha información.

Aquel chico, intentó conquistarme y yo a él durante todo el siguiente año, pero nunca se llegó a nada, ni a compartir conversaciones. En algunas civilizaciones de nuestro amado universo, cuando están en fase de coqueteo, no usan palabras para comunicarse, pues en la palabra es el verbo creador por ende, tiene más significado que un silencio. La especie humana, usa las palabras, para conocer al otro, pero solo provoca versiones de una historia que quizás no sea la que debe ser. Entonces, ¿Cómo podemos conocer al otro sin tener que usar las palabras? La telepatía emocional es un buen mecanismo, los animales no hablan y cuando se emparejan, la unión parece autentica, porque lo es. No estoy diciendo que hablar perjudica a la pareja, estoy diciendo que si no entendemos el significado de comunicar algo desde la esencia más pura del universo, de nuestro universo interior, ¿cómo podrás comprender que las palabras son una herramienta que según como las uses, te ayudarán o serán tú enemigo más íntimo? ¿Cuántas veces has tenido problemas con tus amistades, por una tontería que al fin y al cabo fue una palabra mal pronunciada y de la forma inconsciente? Las palabras en el cortejo, pueden cortar todo o darte una chance, pero usarlas sin tener consciencia de ellas, provocas confusión de forma inocente. Aprender a hablar telepáticamente con las emociones, es transmitirle al otro directamente cómo te sientes, mediante la emoción, observar al otro y enviar mediante tus Chakras a los suyos, para que reciba la energía de cómo te sientes. No te preocupes, el resto llega solo.


Hubieron otros chicos con el tiempo, que también intentaron o yo intenté conquistar, pero fue un desastre, incluso me metí en lo peor. Hasta que me di cuenta, que algunos hombres me estaban manipulando o me sentía manipulada por alguien a merced de sus caprichos (no piensen mal). Fue entonces cuando me olvidé de mis alas y que yo soy quién yo soy, durante demasiado tiempo empecé a pensar que no valía para el amor, y me daba miedo el hecho de terminar solita adoptando gatitos de la calle, a todos nos da miedo eso, de no tener a nadie, aunque soñaba con casarme y tener hijos. Por primera vez, tenía algo en común con este tiempo, me daba miedo la soledad y sobre todo ser rechazada. Por eso empecé a dejar de creer en mí misma, y empecé a inventarme una nueva yo, por lo cual no era tímida pero que quería en todo momento encajar en este mundo, a pesar de que la vida social me había rechazado y no querían saber de mí, lo intenté incluso en chicos que me gustaban, pero no estaba enamorada.

Me rompí las esperanzas, era lo único que recibía de ellos, esperanza que daba, esperanza que se rompía sino era ahora sería mañana o pasado o con el tiempo. Daba esperanza y eso no era lo que tenía que dar, porque en cierto modo le estaba diciendo al chico que esperaba cosas de él que no estaban en su corazón, cosas que sí que estaban en el mío, y que por mucho que esperase, no saldrían de su corazón. El universo junto a los guías, intentaron por todos los medios avisarme de lo que estaba haciendo, por eso, mis padres de repente me estaban dando esperanzas para ser algo que no soy, alguien que no está en mí corazón ser, pero en vez de ver eso, veía incomprensión y enojo. 

Hombre tras hombre, aunque las cosas duraban poco tiempo, seguía ocurriendo y el tiempo pasaba, hasta que llegó un momento en que me avergoncé de cumplir 20 años y seguir siendo virgen. Algo que en la sociedad ahora está mal visto (en los adolescentes sí, pero en los adultos es una bendición). Entonces, me perdí a mí misma al empezar sentirme desesperada y nada funcionaba. En ningún momento, me sentía aceptada por nadie, ¿se imaginan por qué? Me sentía que había caído en el planeta equivocado, porque recordaba que había vivido en muchos tiempos en este planeta, pero todos eran muy antiguos en el sentido de que la gran mayoría si era mujer, me casaban con el vecino con tal de que tuviera hijos, aunque el vecino fuera un mal tipo. No importaba, solo importaba tener hijos lo antes posible. Crear vida, sin respetar la vida. 

Y en esta… ¿Por qué no encontraba lo que realmente tenía que ser? Al no haber presión por parte de la familia, eso ayudó a que esta vez, tenía que elegir yo. Pues llegó un chico que aceptaba lo que era, en ese tiempo, es decir, que aceptaba la máscara que me había creado para poder encajar, o sea que no tenía ni idea de quién era, ni él y yo cada día me olvidaba más de mi ser y me creía lo que me había creado. Entonces, se convirtió en mi primer novio oficial, él único que he tenido hasta la actualidad. 

No me la creí durante días, incluso semanas. Pensaba que estaba soñando o que en cuanto todo bajara, esto no existiría más. Por eso no fue un hombre más, pero si que fue el último de una etapa que finalmente pude dejar atrás, la etapa de la mentira. Me mentía a mí misma cada mañana, pensar que era aquella máscara que me había creado para conseguir un hombre, pensando que al conseguirlo, ya no sentiría tristeza. Pero no entendía, porque a pesar de que tenía ese chico, seguía sintiéndome triste… ignoré lo máximo que pude y eso me llevó a lo inevitable, ese chico se dio cuenta de que no andaba bien y en vez de contarle lo que ocurría, porque tenía miedo de que me viera realmente como yo soy, le mentía diciéndole que no tenía nada, y al final, el chico se fue y no regresó nunca más.

Para mi esa relación fue un infierno, básicamente porque me intentaba creer mis propias mentiras, pensando que así debía ser, porque se lo había visto a los compañeros de clase y les funcionaba. Pero a mí solo me provocó una depresión tan fuerte, que estuve 10 meses en la soledad absoluta (excepto la familia, que por no apoyarme, me sentía algo acompañada). Caí en el vacío, cuando todas las mentiras se unieron como anclas unidas a mis pies, que no me permitían ver la luz de mis ojos hacia la fe de que yo misma podía salir de allí, si conseguía recordar cómo se desataban los nudos de las cuerdas de dichas anclas. Muchos pensaron que la depresión, fue porque ese hombre había hecho de mí, algo que no era, es mentira. Yo misma me corté las alas, con cada mentira que decía de mi misma y con cada vez que me creía una ellas. 


Me hundí, de la misma forma que le ocurrió al Titanic, un barco que decían que no se podía hundir, pasó lo mismo con mis mentiras. Dejé atrás por mucho dolor que sintiera a todo aquello que realmente para mi fuese una mentira, por eso dejé atrás amistades de cinco años, me hice responsable de los daños que causarían esas decisiones, pero eran necesarias. Por primera vez en mucho tiempo, al fin me hice responsable de mí misma, así fue como pasito a pasito, día a día, me sané a mí misma todos los dolores, todas las heridas abiertas durante eones, las tuve que cerrar y cicatrizarlas, con cada lágrima que dolía, la paz y la armonía regresaban a su lugar de trabajo. No fue nada fácil, en el silencio más oscuro, regresaba la noche más blanca limpiando la luz oscura de mi SER. Hasta que volví a creer en MÍ.

Siempre he creído que el amor es lo único que puede vencer todas las heridas más horribles que se pueden causar, para sanarlas y volver a estar pletórica. Aprendí a ser AMOR olvidándome de la soledad, la amargura y de los gatitos… el AMOR sigue existiendo en la SOLEDAD, quizás el de pareja sea distinto a lo que estamos acostumbrados a ver en personas mayores que no se han casado nunca. A pesar de todo sigo CREYENDO EN EL MATRIMONIO, pero no como símbolo económico o como si fuera un negocio, sino como el UNIVERSO lo define, como reflejo al mundo, en un ritmo del latido de la unidad, para mirarnos a los ojos y simplemente SER YO SOY.

Pasar por todo esto, fue necesario y era inevitable, porque tenía que encontrarme a mí misma, y solo así, recordaría la llave y el camino que abriría todas las puertas, dónde me encuentro ahora, al lado de alguien muy especial dónde se encuentra mi reflejo, mi ritmo y mi mirada. Dónde no hay lugar para la mentira y simplemente puedo ser YOSOY.

Recomendación: Rosalía – Di mí nombre.

PD. El próximo video será en IGTV (Instagram) daremos la primera clase de Trabajador Energético, de momento es un curso gratuito para que recuperes tu conexión espiritual con el unuiverso, para que empiezas a hablar el idioma del universo: Sonido, luz y forma. Empezamos el 14 de Febrero.

HR.

HERO&Corporation.

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