Soy culpable. Lo reconozco que hay una parte de mí que
intento esconder, pero por mucho que lo esconda, siempre acaba encontrando la
forma de salir a la luz, debajo de capas y capas de emociones que lo mantienen
tan a dentro que a veces ni lo noto. Pero soy culpable de cometer dos delitos
que a veces, pienso que no me merezco estar en tanta luz, pero eso es lo que
hace que debemos aprender en nuestro sendero, solo así aprendemos a no volver a
caer y volver a cometer un delito universal.
Mi culpa además es doble, porque no es un delito, sino que
son dos y de los que determina el universo, de los más graves. Soy culpable de
haber sido Egoísta y por otro lado me llevó en un momento a Huir. Reconozco que
la situación no era la más idónea para hacerlas pasar como algo sin
importancia, porque en realidad, mi errónea decisión provocó la muerte de más
de un millón de personas.
Cuando estalló la primera guerra mundial, yo me encontraba
entre la vida y la muerte, literalmente y de todo corazón lo digo, yo me
encontraba en la Ciudad de Almas
llamada Nosso Lar. Llevaba allí dos
años desde que había desencarnado (muriendo la noche del hundimiento del
Titanic), no fueron buenas noticias para la ciudad, que estallara una guerra a
nivel mundial, eso conduciría a un montón de hermanos y hermanas desencarnarían
y vendrían a nuestra ciudad. Yo todavía no tenía un oficio para ofrecer mi
voluntad (y así ganar bonos-trabajo para poder encarnar, aunque no lo tenía en
mente en ese momento). Pero de alguna forma, fui voluntario de nuevo en las
cámaras de rectificación (el primer lugar dónde te llevan para que comprendas
que ya no tienes cuerpo físico y comprendas que has “muerto”). Pero las cámaras
no estaban adaptadas para obtener tantos hermanos y hermanas, así que el
gobernador dio el permiso para que repartieran los hermanos y hermanas en la
zona del hospital y las cámaras, pero aún y así, no teníamos espacio
suficiente, ni docente suficiente para atenderlos a todos como se merecían.
Poco a poco empecé a trabajar más tiempo, allí por dónde
ibas te encontrabas hermanos que se estaban recuperando, les costaba un poco si
resultaba que su mente no les dejaba sentir, no les dejaba entrar en la luz al
completo, eso dificultaba el trabajo que estábamos realizando, pero los
ciudadanos de esta ciudad maravilloso, somos gente con fe y esperanza. Al final
de la guerra, todo se solucionó, y por así decirlo todo volvió a lo que era,
aunque éramos conscientes de que Gaia sufría una hambruna que aunque no los
mataban por bombardeos, se morían de hambre. La gran mayoría terminaba en el
Umbral atrapado por siglos, otros con más suerte, llegaban a la ciudad y eran
atendidos como se merecían.
Yo en esos tiempos, me sentía cansada de volver a encarnar,
lo había hecho por más de cuarenta veces y no quería volver a tener una vida
más, bajo el mandado de la inconsciencia, ya que los grandes problemas que
surgieron en nuestro pasado, fue por no reconocernos y por lo tanto por carecer
de luz. Había empezado a pensar en mi hogar, en Arcturus, echaba de menos a makito y a mis dos hermanos pequeños que
seguramente ya habrían crecido un montón. Lo bueno de estar muerto, es que
recuerdas todo lo que fuiste en cada vida, y Arcturus siempre resuena en mi
corazón, aunque mi verdadero hogar es estar con Dios, en su casa de nuevo, pero
Arcturus había implantado allí mi hogar, sin hablar de creaciones ni de nada
que tuviera que ver con el universo en sí, Arcturus trabaja en la Hermandad
Blanca pero al mismo tiempo es un planeta que procura por él mismo y por los
demás, pero son una civilización. En la casa de Dios, no eres una civilización,
eres un creador y por derecho solo puedes pensar en qué debes crear y hacerlo
bajo la supervisión y el permiso de Dios.
Al haber muerto junto al marido atlante, hacía las cosas más
fáciles, porque le compartía varias veces mi nostalgia de Arcturus, él lo
comprendía pero él quería volver a encarnar antes de volver a casa (por
supuesto él se refería a Sirio, aunque también fue miembro de la casa de Dios,
pero su hogar es Sirio). Por la buena compensación de Karma con Dharma que
tenía y que a él le sucedía lo mismo, nos habían dado el permiso de elegir
dónde poder ir a encarnar (es decir, en otros planetas). Pero yo solo quería
volver a casa, no tener otra encarnación allí, así que al final cuando estaba a
punto de volver a Arcturus, estalló la segunda guerra mundial. Y a todos los
que teníamos pensado irnos de Nosso Lar, nos tuvimos que quedar a atender a los
heridos, esta guerra sería más horrible. Pero yo ya estaba harta de todo eso,
quería marcharme… y aunque no podía o no debía irme… lo hice.
El Marido Atlante me siguió porque no tuvo más remedio que
venir conmigo, aunque me intentó parar los pies, pero al final se apuntó
conmigo. Nos escapamos, sin la supervisión o el permiso o el aviso del
gobernador, que tampoco dio la orden de regresarnos, ya que realmente éramos
libres de escoger ¿qué queríamos hacer? Nos escapamos de allí por un amigo que
teníamos en común que era además Maestro Ascendido y que curiosamente vino a
hacer una visita al gobernador desde las altas esferas (dimensiones superiores
de 5D). Hablamos con él, y aunque sabíamos lo que hacíamos, él no nos
interrumpió el viaje y nos llevó hasta la 5D, y luego a partir de allí con las
naves de la confederación viajaríamos de regreso a Arcturus. Pero al final, él
tuvo curiosidad por una raza que no había experimentado que estaba por la
constelación de Vega, y decidió quedarse allí (o eso creo yo). Me dolió que no
viniera, pero él igual que yo, era libre así lo que acepté y quedamos en que
cuando él terminase me vendría a buscar a Arcturus, él ya se sabía el camino de
vuelta, solo que yo tenía que esperar a que él regresase, si es que lo quería
hacer.
Llegué a casa, estuve en Angawuh, la ciudad de mi familia y
estuve con ellos, después de casi 47.000 años de distancia y debido a que son
seres de 6D y son seres de luz, para ellos solo fueron unos veinte o treinta
años de espera. ¡Fue hermoso el reencuentro! Aunque sabía que maluí ya no la volvería a ver, tras el
asesinato que no había vuelto a mi hogar, ni siquiera pude estar presente en su
funeral, tuve que exiliarme para protegerlos. Los primeros diez años de espera
fueron difíciles, pero eficaces, aprendí muchas cosas, como por ejemplo, le
dije a makito si podía enseñarme más
sobre los patrones universales y él aceptó, luego recuperé el tiempo perdido
con mis hermanos, me encontré con viejos amigos e incluso me encontré con los
familiares de amigos que también siguen encarnando en otros planetas, allí fue
cuando supe que Orange, había ido a Gaia a encarnar, pero se le había perdido
la pista tras el final de la primera guerra mundial.
Esa información, en su momento me provocó que mi rostro se
oscureciese por instantes, no quería decirles que había llegado a casa, por ser
una cobarde, por haber huido y por no haber tenido el valor suficiente de
quedarme a ayudar y por lo tanto ser Egoísta. Quizás ustedes no lo vean que
sean delitos, pero un ser de luz no puede ser ni Egoísta, porque vive en
comunidad y para la comunidad, ni mucho menos una Cobarde, al haber huido del
deber. Esto lo llevé dentro de mi, pensando que la guerra no había durado tanto
como la otra, pensando que los humanos habían aprendido que las guerras, solo
traen desgracias. Así que seguí con mis objetivos, aprender cosas de Arcturus,
porque la última vez que había estado allí, no me había dado tiempo de aprender
ninguna cosa nuestra.
Trabajando con los patrones universales, la vida y el tiempo
de espera se percibía distinto, tanto que casi fui consciente de los 30 años
que tardó el marido Atlante en llegar a Arcturus. Como él había deseado, había
terminado su encarnación en Vega y nada más curarse el espíritu, vino en mi
búsqueda. ¡El amor de llama gemela no entiende de separaciones ni de tiempo,
porque siempre encuentran el momento para reencontrarse y seguir juntos! Él
había venido para quedarse y así fue, pero en una de nuestras conversaciones a
solas, él me informó “Antes de venir
aquí, he pasado por Gaia” su cara parecía distinta, más contenta no le
corté y él continuó “la guerra ya se
acabó, pero con el precio del doble de muertes que la anterior guerra, esta
vez, ha sido una masacre”. Me contó
cómo fue y me sentí como una mierda, literalmente… tantas muertes, tanto
sufrimiento y lo peor de todo… antes de la segunda guerra mundial, las
hermandades habían pactado un posible inicio del cambio dimensional para
hacerlo gradual, pero debido a la segunda guerra mundial, se tuvo que suspender
y aplazarlo para más adelante (ahora sabéis porque vamos tan rápido).
Un tiempo más tarde, decidimos que ya era hora de volver,
pero debido a nuestra “irresponsabilidad” sabíamos que teníamos una vista
pendiente para la compensación de karma. Haber sido egoístas y haber huido, la
compensación salió muy justo, pero empezamos a planear esta encarnación para
poder terminar todo el trabajo que habías dejado a medias, desde la Atlántida
hasta las pagas personales de Karma. ¿Sabéis como superé todo esto? Tuve que
pasar por un Bullying lleno de reflejos que debía reconocer, pero lo superé.
Me siento culpable, porque si hubiera sabido en ese momento
que la guerra iba a ser tan tormentosa que la anterior, seguramente que me
hubiese sacrificado y no hubiese huido. Me siento culpable porque si hubiésemos
querido encarnar, a lo mejor muchas muertes quizás las podía haber evitado,
pero la historia pasa cada día de nuestra vida, y es en la toma de decisiones
quienes nos hacen caminar por caminos que debemos transitar para aprender
quienes somos. No me arrepiento, porque quería ir a casa, pero si que me siento
culpable por haber sido tan tonta de no procurar para la comunidad en vez de mi
misma cuando no era el momento para ser egoísta.
Miren la ironía de la vida, porque este sentimiento me ha
venido al ver la película El fotógrafo
de Mathausen. Era evidente que la peli en si es un reflejo de lo que
pudiera haber pasado.
PD. ¡Gracias a todos por pensar en mi el día de mi cumple, ha sido fantastico! Si quieren saber el super regalazo del #MaridoAtlante, miren Twitter. Un beso.
Recomendación: The amazing Spiderman – Honest.
HERO&Corporation.
HR.
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