lunes, marzo 25, 2019

Cometí Dos Delitos Universales


Soy culpable. Lo reconozco que hay una parte de mí que intento esconder, pero por mucho que lo esconda, siempre acaba encontrando la forma de salir a la luz, debajo de capas y capas de emociones que lo mantienen tan a dentro que a veces ni lo noto. Pero soy culpable de cometer dos delitos que a veces, pienso que no me merezco estar en tanta luz, pero eso es lo que hace que debemos aprender en nuestro sendero, solo así aprendemos a no volver a caer y volver a cometer un delito universal.

Mi culpa además es doble, porque no es un delito, sino que son dos y de los que determina el universo, de los más graves. Soy culpable de haber sido Egoísta y por otro lado me llevó en un momento a Huir. Reconozco que la situación no era la más idónea para hacerlas pasar como algo sin importancia, porque en realidad, mi errónea decisión provocó la muerte de más de un millón de personas. 


Cuando estalló la primera guerra mundial, yo me encontraba entre la vida y la muerte, literalmente y de todo corazón lo digo, yo me encontraba en la Ciudad de Almas llamada Nosso Lar. Llevaba allí dos años desde que había desencarnado (muriendo la noche del hundimiento del Titanic), no fueron buenas noticias para la ciudad, que estallara una guerra a nivel mundial, eso conduciría a un montón de hermanos y hermanas desencarnarían y vendrían a nuestra ciudad. Yo todavía no tenía un oficio para ofrecer mi voluntad (y así ganar bonos-trabajo para poder encarnar, aunque no lo tenía en mente en ese momento). Pero de alguna forma, fui voluntario de nuevo en las cámaras de rectificación (el primer lugar dónde te llevan para que comprendas que ya no tienes cuerpo físico y comprendas que has “muerto”). Pero las cámaras no estaban adaptadas para obtener tantos hermanos y hermanas, así que el gobernador dio el permiso para que repartieran los hermanos y hermanas en la zona del hospital y las cámaras, pero aún y así, no teníamos espacio suficiente, ni docente suficiente para atenderlos a todos como se merecían. 

Poco a poco empecé a trabajar más tiempo, allí por dónde ibas te encontrabas hermanos que se estaban recuperando, les costaba un poco si resultaba que su mente no les dejaba sentir, no les dejaba entrar en la luz al completo, eso dificultaba el trabajo que estábamos realizando, pero los ciudadanos de esta ciudad maravilloso, somos gente con fe y esperanza. Al final de la guerra, todo se solucionó, y por así decirlo todo volvió a lo que era, aunque éramos conscientes de que Gaia sufría una hambruna que aunque no los mataban por bombardeos, se morían de hambre. La gran mayoría terminaba en el Umbral atrapado por siglos, otros con más suerte, llegaban a la ciudad y eran atendidos como se merecían.

Yo en esos tiempos, me sentía cansada de volver a encarnar, lo había hecho por más de cuarenta veces y no quería volver a tener una vida más, bajo el mandado de la inconsciencia, ya que los grandes problemas que surgieron en nuestro pasado, fue por no reconocernos y por lo tanto por carecer de luz. Había empezado a pensar en mi hogar, en Arcturus, echaba de menos a makito y a mis dos hermanos pequeños que seguramente ya habrían crecido un montón. Lo bueno de estar muerto, es que recuerdas todo lo que fuiste en cada vida, y Arcturus siempre resuena en mi corazón, aunque mi verdadero hogar es estar con Dios, en su casa de nuevo, pero Arcturus había implantado allí mi hogar, sin hablar de creaciones ni de nada que tuviera que ver con el universo en sí, Arcturus trabaja en la Hermandad Blanca pero al mismo tiempo es un planeta que procura por él mismo y por los demás, pero son una civilización. En la casa de Dios, no eres una civilización, eres un creador y por derecho solo puedes pensar en qué debes crear y hacerlo bajo la supervisión y el permiso de Dios. 

Al haber muerto junto al marido atlante, hacía las cosas más fáciles, porque le compartía varias veces mi nostalgia de Arcturus, él lo comprendía pero él quería volver a encarnar antes de volver a casa (por supuesto él se refería a Sirio, aunque también fue miembro de la casa de Dios, pero su hogar es Sirio). Por la buena compensación de Karma con Dharma que tenía y que a él le sucedía lo mismo, nos habían dado el permiso de elegir dónde poder ir a encarnar (es decir, en otros planetas). Pero yo solo quería volver a casa, no tener otra encarnación allí, así que al final cuando estaba a punto de volver a Arcturus, estalló la segunda guerra mundial. Y a todos los que teníamos pensado irnos de Nosso Lar, nos tuvimos que quedar a atender a los heridos, esta guerra sería más horrible. Pero yo ya estaba harta de todo eso, quería marcharme… y aunque no podía o no debía irme… lo hice.

El Marido Atlante me siguió porque no tuvo más remedio que venir conmigo, aunque me intentó parar los pies, pero al final se apuntó conmigo. Nos escapamos, sin la supervisión o el permiso o el aviso del gobernador, que tampoco dio la orden de regresarnos, ya que realmente éramos libres de escoger ¿qué queríamos hacer? Nos escapamos de allí por un amigo que teníamos en común que era además Maestro Ascendido y que curiosamente vino a hacer una visita al gobernador desde las altas esferas (dimensiones superiores de 5D). Hablamos con él, y aunque sabíamos lo que hacíamos, él no nos interrumpió el viaje y nos llevó hasta la 5D, y luego a partir de allí con las naves de la confederación viajaríamos de regreso a Arcturus. Pero al final, él tuvo curiosidad por una raza que no había experimentado que estaba por la constelación de Vega, y decidió quedarse allí (o eso creo yo). Me dolió que no viniera, pero él igual que yo, era libre así lo que acepté y quedamos en que cuando él terminase me vendría a buscar a Arcturus, él ya se sabía el camino de vuelta, solo que yo tenía que esperar a que él regresase, si es que lo quería hacer. 


Llegué a casa, estuve en Angawuh, la ciudad de mi familia y estuve con ellos, después de casi 47.000 años de distancia y debido a que son seres de 6D y son seres de luz, para ellos solo fueron unos veinte o treinta años de espera. ¡Fue hermoso el reencuentro! Aunque sabía que maluí ya no la volvería a ver, tras el asesinato que no había vuelto a mi hogar, ni siquiera pude estar presente en su funeral, tuve que exiliarme para protegerlos. Los primeros diez años de espera fueron difíciles, pero eficaces, aprendí muchas cosas, como por ejemplo, le dije a makito si podía enseñarme más sobre los patrones universales y él aceptó, luego recuperé el tiempo perdido con mis hermanos, me encontré con viejos amigos e incluso me encontré con los familiares de amigos que también siguen encarnando en otros planetas, allí fue cuando supe que Orange, había ido a Gaia a encarnar, pero se le había perdido la pista tras el final de la primera guerra mundial.

Esa información, en su momento me provocó que mi rostro se oscureciese por instantes, no quería decirles que había llegado a casa, por ser una cobarde, por haber huido y por no haber tenido el valor suficiente de quedarme a ayudar y por lo tanto ser Egoísta. Quizás ustedes no lo vean que sean delitos, pero un ser de luz no puede ser ni Egoísta, porque vive en comunidad y para la comunidad, ni mucho menos una Cobarde, al haber huido del deber. Esto lo llevé dentro de mi, pensando que la guerra no había durado tanto como la otra, pensando que los humanos habían aprendido que las guerras, solo traen desgracias. Así que seguí con mis objetivos, aprender cosas de Arcturus, porque la última vez que había estado allí, no me había dado tiempo de aprender ninguna cosa nuestra.


Trabajando con los patrones universales, la vida y el tiempo de espera se percibía distinto, tanto que casi fui consciente de los 30 años que tardó el marido Atlante en llegar a Arcturus. Como él había deseado, había terminado su encarnación en Vega y nada más curarse el espíritu, vino en mi búsqueda. ¡El amor de llama gemela no entiende de separaciones ni de tiempo, porque siempre encuentran el momento para reencontrarse y seguir juntos! Él había venido para quedarse y así fue, pero en una de nuestras conversaciones a solas, él me informó “Antes de venir aquí, he pasado por Gaia” su cara parecía distinta, más contenta no le corté y él continuó “la guerra ya se acabó, pero con el precio del doble de muertes que la anterior guerra, esta vez, ha sido una masacre”.  Me contó cómo fue y me sentí como una mierda, literalmente… tantas muertes, tanto sufrimiento y lo peor de todo… antes de la segunda guerra mundial, las hermandades habían pactado un posible inicio del cambio dimensional para hacerlo gradual, pero debido a la segunda guerra mundial, se tuvo que suspender y aplazarlo para más adelante (ahora sabéis porque vamos tan rápido). 

Un tiempo más tarde, decidimos que ya era hora de volver, pero debido a nuestra “irresponsabilidad” sabíamos que teníamos una vista pendiente para la compensación de karma. Haber sido egoístas y haber huido, la compensación salió muy justo, pero empezamos a planear esta encarnación para poder terminar todo el trabajo que habías dejado a medias, desde la Atlántida hasta las pagas personales de Karma. ¿Sabéis como superé todo esto? Tuve que pasar por un Bullying lleno de reflejos que debía reconocer, pero lo superé. 


Me siento culpable, porque si hubiera sabido en ese momento que la guerra iba a ser tan tormentosa que la anterior, seguramente que me hubiese sacrificado y no hubiese huido. Me siento culpable porque si hubiésemos querido encarnar, a lo mejor muchas muertes quizás las podía haber evitado, pero la historia pasa cada día de nuestra vida, y es en la toma de decisiones quienes nos hacen caminar por caminos que debemos transitar para aprender quienes somos. No me arrepiento, porque quería ir a casa, pero si que me siento culpable por haber sido tan tonta de no procurar para la comunidad en vez de mi misma cuando no era el momento para ser egoísta. 

Miren la ironía de la vida, porque este sentimiento me ha venido al ver la película El fotógrafo de Mathausen. Era evidente que la peli en si es un reflejo de lo que pudiera haber pasado.

PD. ¡Gracias a todos por pensar en mi el día de mi cumple, ha sido fantastico! Si quieren saber el super regalazo del #MaridoAtlante, miren Twitter. Un beso.

Recomendación: The amazing Spiderman – Honest.

HERO&Corporation.

HR.

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