El silencio se presentó en mi habitación tras haberme
mareado porque recordé que no me había tomado la cantidad de chocolate que
tocaba, mi corazón latía en la frecuencia que reconocía como 4D, solo tenía que
esperar a que tuviera la suficiente energía para poder moverme, con los mareos
me cuesta volver a moverme cuando he hecho el primer cambio, pasa igual como el
frenazo de una atracción de un parque de atracciones, que no sabes muy bien
¿qué es lo que ha pasado? Hasta que al final reaccionas positivamente o
negativamente a las sensaciones vividas recientemente. Yo me sentía así, pero
esta vez sabiendo al cien por cien que había llegado a la 4D, ahora solo
faltaba esperar a escuchar a Uriel y preguntarle hacia dónde.
Sin aviso alguno, noté una manos gigantes que pasaban por mi
nuca y otras manos que me agarraban por detrás de las rodillas y me levantaban
de la cama para terminar en brazos de alguien, su pelo largo lleno de rulos me
rozó los hombros ya que siempre duermo en manga corta sea la época del año que
sea, entonces escuché su linda voz que me susurró en la oreja y dijo “Mi amor, acuérdate que hoy tenemos que ir a
Épsilon. El comando Ashtar nos están esperando dónde siempre, cerca del hangar,
si quieres vamos juntos hoy” era la voz dulce y masculina del Arcángel
Uriel, su amor se podía notar entre sus palabras, entre su aliento, entre sus
brazos, entre su piel, entre él… de nuevo me encontraba en uno de mis lugares
favoritos, en sus brazos musculosos.
Giré la cabeza, abrí el tercer ojo y allí me encontré con
sus ojos verdes, su sonrisa radiante y sus mejillas un poco sonrojadas, su
aliento lo notaba en la nariz, con una mano le rocé la mejilla y le dije “Vamos” él empezó a caminar, salimos de
la habitación por la ventana, llegando a la terraza y luego abrió sus lindas
alas y antes de contar a tres, empezamos a volar con gran impulso hasta
mantener una altura de vista de pájaro, entonces, empezó a dirigirse hacia el
lugar de siempre dónde nos encontramos con el Comando Ashtar. La noche era tan
hermosa, las luces de las ciudades, ver Manlleu bajo nuestros pies era
maravilloso, de hecho nunca me canso de admirar ese paisaje, el aire era cálido
a pesar de estar en Febrero, al cambiar de dimensión, la temperatura también
cambia y parece eternamente el equinoccio de primavera.
El Arcángel Uriel me permitió volver a mantener los pies
desnudos en el suelo, cuando llegamos un poco pronto al Prado de los Caballos,
justo delante de la montaña dónde detrás está el hangar. Seguíamos a solas, los
caballos estaban durmiendo en su gran cercado, y aprovechamos para admirar las
estrellas que brillaban con fuerza, al mismo tiempo que se podía ver como
destellos de cometas, pero no eran cometas, sino que eran las naves de la
Confederación Galáctica y la Hermandad Blanca que aterrizaban detrás de la
montaña o empezaban el viaje de regreso a las estrellas des del mismo punto. Agarré
la mano izquierda del Arcángel Uriel entrelazando mis dedos con los suyos, él
no dijo nada y lo aceptó mientras que seguíamos admirando el paisaje y dije “Hecho mucho de menos viajar en una de esas
naves, planeta a planeta. Cuando formaba parte del Comando Ashtar nos pasamos
con el marido Atlante casi medio milenio viajando entre los planetas de este
mismo sector. ¡Esos fueron los mejores momentos después de salir de la
Biblioteca de Registros Akashicos! Y aunque después decidimos venir a encarnar
aquí, a veces, me gustaría volver a emprender un viaje así…” Uriel me miró,
lo vi de reojo y dijo “¿Y has estados en
todos los planetas de este sector?” y yo le dije “En casi todos, la parte del este, son los que me quedaron pendientes,
pero me gustaría volver algún día…” Uriel me dio un beso en el pelo cerca
de la frente y dijo “Será un gusto,
escuchar esas nuevas historias cuando regreses allí arriba” al final me
giré y nos dimos un abrazo.
Ashtar llegó por el camino caminando, fue extraño porque
esperábamos la nave, de todas formas, cuando lo vi, le di un abrazo y luego él
dijo “La nave está más arriba” no la
habían escondido, porque no hacía falta, estas naves tienen un dispositivo que
si lo desean pueden hacerse invisible, pero de todos modos caminamos un trozo
más arriba, casi llegando al cercado de los toros (no son los de la corridas de
Toros porque primero yo estoy en contra y segunda, en Cataluña la tauromaquia
está prohibida, son Toros de granja, para vender la carne, tampoco estoy a
favor, porque si no lo sabéis todavía, yo ya no como carne). Finalmente allí
estaba, encima de una pequeña colina, una de las naves del Comando Ashtar que
normalmente provienen del Alma Matter. Esta vez, la trampilla estaba bajada,
así que no haría falta usar ningún sistema de teletransportación para poder
entrar, más bien, teníamos que hacerlo a pie.
Una vez dentro, mientras que me abrazaba a Roxane, Uriel
habló con Ashtar y les pude escuchar que decían “¿A dónde vamos?” y Uriel le dijo “A Épsilon por favor”. Entonces Ashtar tocó un botón de su uniforme
y empezó a hablar con el puente de mando, se podía escuchar que decía “Visitantes a bordo, puente de mando, rumbo
a Épsilon, por favor” entonces la voz del capitán en funciones en el puente
de mando contestó “Sí comandante”.
Ni se notó pero empezamos a volar y casi al instante ya estábamos fuera de
Gaia.
Roxanne me invitó a su pequeño departamento mientras
esperaba llegar al lugar, Uriel quería venir conmigo pero yo misma le dije que
si le apetecía estar con Ashtar podía estarlo, yo necesitaba una charla de
chicas. Su departamento consistía en una pequeña sala, sin cocina (porque ya lo
hacen en el comedor principal todos juntos), un dormitorio y un aseo. Nos
quedamos en el sofá charlando tomando un jugo de manzana que estaba buenísimo,
mientras que ella me decía “Ayer estuvimos
en la India y antes de ayer en los volcanes de Hawaii, el polo magnético está
cambiando bastante rápido, eso es bueno pero también tiene dificultades ¿has
notado algo últimamente alterado?” me fascinó la capacidad que tienen de
poder viajar tan rápido con estas naves, pero le contesté “A nivel emocional, veo que los diferentes alumnos y entre otros
hermanos y hermanas que están pasando por sus procesos, hace unas semanas, se
alteraban mucho porque sentían frustración. Me impresionó, porque a nivel
energético habían rebajado bastante su frecuencia pero, por lo demás no
entendían ¿qué les había provocado frustración?”. Entonces Roxanne que dio
un sorbito al jugo de manzana informó “Comprendo
que reconocerse a uno mismo a veces no es lo que uno quiere hacer, de lo que su
espíritu les dice que deben hacer” y yo le dije “Así es. También porque me he fijado que, los que estaban más frustrados
eran aquellos que no comprenden que son seres hechos de amor y energía y por lo
tanto, no aceptan quienes son porque no lo saben o no lo recuerdan todavía”
y ella dijo “La memoria está despertando
a este planeta, eso quiere decir que todo aquello que se olvidó, se recordará y
todo aquello que no se superó en su momento, deberá ser superado aquí y ahora,
porque el proceso donde nos encontramos, no hay futuro para aquellos que no
quieran enfrentarse a ellos mismos”.
Mientras que llegamos al puente de mando que fuimos
invitados, me quedé pensando en esas últimas palabras de la conversación. Es
cierto que estamos despertando la memoria colectiva e interior des del corazón
tanto de Gaia que nos invita a recordarla, como de nuestro corazón interno. Y
aquel que se oponga, solo está provocándose un obstáculo para evitar lo
inevitable, al decidir nacer en Gaia en los tiempos de ahora, ya has decidido
que has venido a despertar la consciencia y a enfrentarte a tú enemigo más
temido, es decir, a ti mismo para reconocerte en tus espejos y aprender para
saber QUIEN YO SOY.
Una vez dentro del puente de mando, ¡qué recuerdos! Hacía muchos
milenios que no estaba allí, siempre que necesito al Comando Ashtar para que
nos lleve fuera de Gaia, me quedo o en la cafetería o en algún departamento,
pero en el puente de mando, desde que había dejado de ser oficialmente
trabajador de esta tripulación, que no regresaba. A pesar del tiempo que había
pasado, nada había cambiado, solo algunos miembros de las distintas áreas
habían sido cambiados por otros nuevos miembros de la tripulación, de hecho
sigo formando parte de la tripulación, pero no estoy operativa dentro de sus
naves, solo cuando me encuentro en Gaia. Identifiqué las zonas, de izquierda a
derecha: comunicación, ingeniería, salud, seguridad, delante, cerca del cristal
dónde se veía el universo magnifico, la zona de pilotaje y otro oficial de
ingeniería para la velocidad o de entrada al agujero de gusano que le decimos
nosotros, y un poco más atrás, la zona del manejo del comandante, dónde se
sentaban a la izquierda Ashtar y a la derecha Roxanne, y un asiento más atrás
pero en el medio el Maestro Alaniso.
Me acerqué a Alaniso, le puse la mano encima de su hombro
derecho él se giró para observarme y enseguida noté su sonrisa de alegría, se
levantó y fue él quien me estrujó contra su pecho musculoso para quedar
abrazados. ¡Qué bonito! La última vez que lo vi, fue en Agartha, de hecho era
raro verlo allí, porque él forma parte del Comando Ashtar, y hablamos sobre mi
idea de dejar la carne, ahora casi dos años más tarde, no creo que nuestras
charlas irían entorno a sermones de lo que realmente significa ser un animal
vivo, ya que como he dicho antes, dejé de comer carne. Me alegré mucho de
verlo, quería hablar con él, pero al final Ashtar nos interrumpió y dijo “estamos llegando, amada Flor de Lys”
miré por el cristal, así era, Orión estaba justo delante de nosotros, entonces
él le preguntó a Uriel “¿En qué zona
exactamente?” y Uriel le dijo “Primero
iremos a la zona Sur, luego ella tiene una reunión en la zona Norte ¿la
podremos acercar?” y Ashtar contestó “Sí,
no hay problema” y Ashtar caminó hacia quién llevaba el timón de la nave y
le dijo “Rumbo zona Sur en Épsilon”
el piloto solo acató la orden.
Lentamente rodeamos el planeta del medio del cinturón de
Orión, para entrar por detrás, ya que la sección dónde teníamos que ir primero
tenía que ser por la parte de atrás, pero en el momento en que esperábamos
órdenes para poder aterrizar en un hangar cerca de allí, mis ojos se quedaron
perplejos al volver a tener tan de cerca la Nebulosa, el lugar dónde todos
aquellos seres vivos con aspecto humanoide han sido creados dentro de esta
maravillosa Nebulosa la M42. En el lugar que estábamos esperando como si
hiciéramos “cola” en el supermercado, se podía ver una de las maravillas de la
Nebulosa que hacía mucho tiempo que no presenciaba, y era el paso dónde todo
acaba y todo empieza, es decir lo que decimos el renacer.
Curiosamente no me pude despegar del cristal, tenía que
volver a verlo, porque algo así lo pasamos todos nosotros, ya que la energía no
se destruye, se transforma. Así que me fui del puente de mando al pasillo
central, allí justo a la derecha estaba la sala de reuniones que cualquiera
puede entrar, me fui para allá, detrás sin comprenderlo me seguía el Arcángel
Uriel y con él el maestro Alaniso que de alguna forma se había quedado
preocupado por mi huida repentina. Al llegar a la sala de reuniones, me
encontraron enganchada al cristal observando esa maravilla tan bonita, el
momento dónde un espíritu muy viejo transformado en una gigante bola de energía
de un color específico, entraba dentro de la Nebulosa, aceptando y haciendo
posible el fin de su fin. Tanto Uriel como Alaniso se quedaron a mi lado
observando en silencio lo que estábamos a punto de acontecer.
La bola que tenía un tono rojo con aspectos de color verde y
amarillo, empezó a tocar la nebulosa, nada más conseguirlo, la bola empezó a
fragmentarse hasta quedar en mil millones de fragmentos de distintos colores,
de una variación de esos colores que os he mencionado antes. A través de la
Nebulosa se podía ver todo lo que sucedía, cada fragmento se empezó a separar
de lo que había formado parte hacía unos segundos, y cada una de esas partes
tomaba diferentes caminos, dónde se podía ver grandes ríos de bolas energéticas
brillantes que iban a alguna parte de la Nebulosa.
La nave siguió un poco más adelante, mientras que seguíamos
esperando nuestro turno. Allí se podía ver como el río de bolas de energía seguía
su curso fluyendo en un estado de paz armónico, y más adelante, se empezaba a
unir diferentes fragmentos de distintos colores entre sí, formando así, una
nueva bola de energía gigante con otros colores y salía de la Nebulosa transformada
en un nuevo espíritu.
Es mucho más hermoso verlo con vuestros propios ojos que
escribirlo, porque sinceramente, me faltan palabras para describirlo. Acababa
de presenciar cómo un espíritu después de haber estado eones de años encarnando
y viajando por el universo, es decir, que esa primera bola gigante, en realidad
no hacía mucho tiempo que había podido ser perfectamente una persona humana o
un Venusiano o uno de Marsian (Marte), que había decidido transmutar su espíritu
y fragmentarse para que tan solo pudiera ser un 1% de todos los nuevos espíritus
(o bolas gigantes) del 99% restante. Es decir que este espíritu nuevo en
realidad es la unión del 1% de 100 bolitas gigantes o espíritus diferentes de
aspecto humanoide. Eso quiere decir, que aquel ser que quiera transformarse en
un ser nuevo y distinto en forma, tendrá que ir a otra Nebulosa, ya que la
fuente divina se encuentran en las Nebulosas.
El Arcángel Uriel de su bolsillo que tiene en la túnica, sacó
un pequeño pañuelo de seda blanca y me lo ofreció, ya que me había emocionado,
le acepté de todos modos y miré a Alaniso y le dije “Solo con ver eso, entiendes como es la existencia de vida en este magnífico
Universo” y él dijo “La muerte no es
un adiós para siempre, porque algo se queda dentro de nosotros, porque forma
parte de nosotros y es un regalo de Dios para recordarnos que somos seres
divinos de luz y de amor”. Esas fueran las únicas palabras que compartimos
juntos, porque enseguida nos movimos y llegamos a nuestro destino. Al volver,
me pasé todo el camino en la cafetería tomando agua, la hidratación es muy
importante mientras viajas entre dimensiones, eso ayuda a que cuando vuelvas a
tú dimensión no te venga una sed repentina, pero estaba con Uriel que charlaba
con Ashtar, de todos modos, yo no estaba mucho por la labor y solo me quedé en
silencio escuchándoles hablar de cosas suyas, mientras que esperaba volver a
casa.
PD. El día 23 de Marzo es el cumpleaños de Laia Galí HR, felicitanla en sus redes sociales, cumple 26 años.
Recomendación: La
Serie The Orville, si queréis ver como es la vida en el Comando Ashtar, esta
serie lo representa al 95%.
HR.
HERO&Corporation.
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