viernes, marzo 22, 2019

El Inicio Y El Fin En La Fuente Divina


El silencio se presentó en mi habitación tras haberme mareado porque recordé que no me había tomado la cantidad de chocolate que tocaba, mi corazón latía en la frecuencia que reconocía como 4D, solo tenía que esperar a que tuviera la suficiente energía para poder moverme, con los mareos me cuesta volver a moverme cuando he hecho el primer cambio, pasa igual como el frenazo de una atracción de un parque de atracciones, que no sabes muy bien ¿qué es lo que ha pasado? Hasta que al final reaccionas positivamente o negativamente a las sensaciones vividas recientemente. Yo me sentía así, pero esta vez sabiendo al cien por cien que había llegado a la 4D, ahora solo faltaba esperar a escuchar a Uriel y preguntarle hacia dónde. 

Sin aviso alguno, noté una manos gigantes que pasaban por mi nuca y otras manos que me agarraban por detrás de las rodillas y me levantaban de la cama para terminar en brazos de alguien, su pelo largo lleno de rulos me rozó los hombros ya que siempre duermo en manga corta sea la época del año que sea, entonces escuché su linda voz que me susurró en la oreja y dijo “Mi amor, acuérdate que hoy tenemos que ir a Épsilon. El comando Ashtar nos están esperando dónde siempre, cerca del hangar, si quieres vamos juntos hoy” era la voz dulce y masculina del Arcángel Uriel, su amor se podía notar entre sus palabras, entre su aliento, entre sus brazos, entre su piel, entre él… de nuevo me encontraba en uno de mis lugares favoritos, en sus brazos musculosos. 

Giré la cabeza, abrí el tercer ojo y allí me encontré con sus ojos verdes, su sonrisa radiante y sus mejillas un poco sonrojadas, su aliento lo notaba en la nariz, con una mano le rocé la mejilla y le dije “Vamos” él empezó a caminar, salimos de la habitación por la ventana, llegando a la terraza y luego abrió sus lindas alas y antes de contar a tres, empezamos a volar con gran impulso hasta mantener una altura de vista de pájaro, entonces, empezó a dirigirse hacia el lugar de siempre dónde nos encontramos con el Comando Ashtar. La noche era tan hermosa, las luces de las ciudades, ver Manlleu bajo nuestros pies era maravilloso, de hecho nunca me canso de admirar ese paisaje, el aire era cálido a pesar de estar en Febrero, al cambiar de dimensión, la temperatura también cambia y parece eternamente el equinoccio de primavera. 

El Arcángel Uriel me permitió volver a mantener los pies desnudos en el suelo, cuando llegamos un poco pronto al Prado de los Caballos, justo delante de la montaña dónde detrás está el hangar. Seguíamos a solas, los caballos estaban durmiendo en su gran cercado, y aprovechamos para admirar las estrellas que brillaban con fuerza, al mismo tiempo que se podía ver como destellos de cometas, pero no eran cometas, sino que eran las naves de la Confederación Galáctica y la Hermandad Blanca que aterrizaban detrás de la montaña o empezaban el viaje de regreso a las estrellas des del mismo punto. Agarré la mano izquierda del Arcángel Uriel entrelazando mis dedos con los suyos, él no dijo nada y lo aceptó mientras que seguíamos admirando el paisaje y dije “Hecho mucho de menos viajar en una de esas naves, planeta a planeta. Cuando formaba parte del Comando Ashtar nos pasamos con el marido Atlante casi medio milenio viajando entre los planetas de este mismo sector. ¡Esos fueron los mejores momentos después de salir de la Biblioteca de Registros Akashicos! Y aunque después decidimos venir a encarnar aquí, a veces, me gustaría volver a emprender un viaje así…” Uriel me miró, lo vi de reojo y dijo “¿Y has estados en todos los planetas de este sector?” y yo le dije “En casi todos, la parte del este, son los que me quedaron pendientes, pero me gustaría volver algún día…” Uriel me dio un beso en el pelo cerca de la frente y dijo “Será un gusto, escuchar esas nuevas historias cuando regreses allí arriba” al final me giré y nos dimos un abrazo.


Ashtar llegó por el camino caminando, fue extraño porque esperábamos la nave, de todas formas, cuando lo vi, le di un abrazo y luego él dijo “La nave está más arriba” no la habían escondido, porque no hacía falta, estas naves tienen un dispositivo que si lo desean pueden hacerse invisible, pero de todos modos caminamos un trozo más arriba, casi llegando al cercado de los toros (no son los de la corridas de Toros porque primero yo estoy en contra y segunda, en Cataluña la tauromaquia está prohibida, son Toros de granja, para vender la carne, tampoco estoy a favor, porque si no lo sabéis todavía, yo ya no como carne). Finalmente allí estaba, encima de una pequeña colina, una de las naves del Comando Ashtar que normalmente provienen del Alma Matter. Esta vez, la trampilla estaba bajada, así que no haría falta usar ningún sistema de teletransportación para poder entrar, más bien, teníamos que hacerlo a pie.

Una vez dentro, mientras que me abrazaba a Roxane, Uriel habló con Ashtar y les pude escuchar que decían “¿A dónde vamos?” y Uriel le dijo “A Épsilon por favor”. Entonces Ashtar tocó un botón de su uniforme y empezó a hablar con el puente de mando, se podía escuchar que decía “Visitantes a bordo, puente de mando, rumbo a Épsilon, por favor” entonces la voz del capitán en funciones en el puente de mando contestó “Sí comandante”. Ni se notó pero empezamos a volar y casi al instante ya estábamos fuera de Gaia.

Roxanne me invitó a su pequeño departamento mientras esperaba llegar al lugar, Uriel quería venir conmigo pero yo misma le dije que si le apetecía estar con Ashtar podía estarlo, yo necesitaba una charla de chicas. Su departamento consistía en una pequeña sala, sin cocina (porque ya lo hacen en el comedor principal todos juntos), un dormitorio y un aseo. Nos quedamos en el sofá charlando tomando un jugo de manzana que estaba buenísimo, mientras que ella me decía “Ayer estuvimos en la India y antes de ayer en los volcanes de Hawaii, el polo magnético está cambiando bastante rápido, eso es bueno pero también tiene dificultades ¿has notado algo últimamente alterado?” me fascinó la capacidad que tienen de poder viajar tan rápido con estas naves, pero le contesté “A nivel emocional, veo que los diferentes alumnos y entre otros hermanos y hermanas que están pasando por sus procesos, hace unas semanas, se alteraban mucho porque sentían frustración. Me impresionó, porque a nivel energético habían rebajado bastante su frecuencia pero, por lo demás no entendían ¿qué les había provocado frustración?”. Entonces Roxanne que dio un sorbito al jugo de manzana informó “Comprendo que reconocerse a uno mismo a veces no es lo que uno quiere hacer, de lo que su espíritu les dice que deben hacer” y yo le dije “Así es. También porque me he fijado que, los que estaban más frustrados eran aquellos que no comprenden que son seres hechos de amor y energía y por lo tanto, no aceptan quienes son porque no lo saben o no lo recuerdan todavía” y ella dijo “La memoria está despertando a este planeta, eso quiere decir que todo aquello que se olvidó, se recordará y todo aquello que no se superó en su momento, deberá ser superado aquí y ahora, porque el proceso donde nos encontramos, no hay futuro para aquellos que no quieran enfrentarse a ellos mismos”.

Mientras que llegamos al puente de mando que fuimos invitados, me quedé pensando en esas últimas palabras de la conversación. Es cierto que estamos despertando la memoria colectiva e interior des del corazón tanto de Gaia que nos invita a recordarla, como de nuestro corazón interno. Y aquel que se oponga, solo está provocándose un obstáculo para evitar lo inevitable, al decidir nacer en Gaia en los tiempos de ahora, ya has decidido que has venido a despertar la consciencia y a enfrentarte a tú enemigo más temido, es decir, a ti mismo para reconocerte en tus espejos y aprender para saber QUIEN YO SOY. 

Una vez dentro del puente de mando, ¡qué recuerdos! Hacía muchos milenios que no estaba allí, siempre que necesito al Comando Ashtar para que nos lleve fuera de Gaia, me quedo o en la cafetería o en algún departamento, pero en el puente de mando, desde que había dejado de ser oficialmente trabajador de esta tripulación, que no regresaba. A pesar del tiempo que había pasado, nada había cambiado, solo algunos miembros de las distintas áreas habían sido cambiados por otros nuevos miembros de la tripulación, de hecho sigo formando parte de la tripulación, pero no estoy operativa dentro de sus naves, solo cuando me encuentro en Gaia. Identifiqué las zonas, de izquierda a derecha: comunicación, ingeniería, salud, seguridad, delante, cerca del cristal dónde se veía el universo magnifico, la zona de pilotaje y otro oficial de ingeniería para la velocidad o de entrada al agujero de gusano que le decimos nosotros, y un poco más atrás, la zona del manejo del comandante, dónde se sentaban a la izquierda Ashtar y a la derecha Roxanne, y un asiento más atrás pero en el medio el Maestro Alaniso. 

Me acerqué a Alaniso, le puse la mano encima de su hombro derecho él se giró para observarme y enseguida noté su sonrisa de alegría, se levantó y fue él quien me estrujó contra su pecho musculoso para quedar abrazados. ¡Qué bonito! La última vez que lo vi, fue en Agartha, de hecho era raro verlo allí, porque él forma parte del Comando Ashtar, y hablamos sobre mi idea de dejar la carne, ahora casi dos años más tarde, no creo que nuestras charlas irían entorno a sermones de lo que realmente significa ser un animal vivo, ya que como he dicho antes, dejé de comer carne. Me alegré mucho de verlo, quería hablar con él, pero al final Ashtar nos interrumpió y dijo “estamos llegando, amada Flor de Lys” miré por el cristal, así era, Orión estaba justo delante de nosotros, entonces él le preguntó a Uriel “¿En qué zona exactamente?” y Uriel le dijo “Primero iremos a la zona Sur, luego ella tiene una reunión en la zona Norte ¿la podremos acercar?” y Ashtar contestó “Sí, no hay problema” y Ashtar caminó hacia quién llevaba el timón de la nave y le dijo “Rumbo zona Sur en Épsilon” el piloto solo acató la orden.

Lentamente rodeamos el planeta del medio del cinturón de Orión, para entrar por detrás, ya que la sección dónde teníamos que ir primero tenía que ser por la parte de atrás, pero en el momento en que esperábamos órdenes para poder aterrizar en un hangar cerca de allí, mis ojos se quedaron perplejos al volver a tener tan de cerca la Nebulosa, el lugar dónde todos aquellos seres vivos con aspecto humanoide han sido creados dentro de esta maravillosa Nebulosa la M42. En el lugar que estábamos esperando como si hiciéramos “cola” en el supermercado, se podía ver una de las maravillas de la Nebulosa que hacía mucho tiempo que no presenciaba, y era el paso dónde todo acaba y todo empieza, es decir lo que decimos el renacer.

Curiosamente no me pude despegar del cristal, tenía que volver a verlo, porque algo así lo pasamos todos nosotros, ya que la energía no se destruye, se transforma. Así que me fui del puente de mando al pasillo central, allí justo a la derecha estaba la sala de reuniones que cualquiera puede entrar, me fui para allá, detrás sin comprenderlo me seguía el Arcángel Uriel y con él el maestro Alaniso que de alguna forma se había quedado preocupado por mi huida repentina. Al llegar a la sala de reuniones, me encontraron enganchada al cristal observando esa maravilla tan bonita, el momento dónde un espíritu muy viejo transformado en una gigante bola de energía de un color específico, entraba dentro de la Nebulosa, aceptando y haciendo posible el fin de su fin. Tanto Uriel como Alaniso se quedaron a mi lado observando en silencio lo que estábamos a punto de acontecer.

La bola que tenía un tono rojo con aspectos de color verde y amarillo, empezó a tocar la nebulosa, nada más conseguirlo, la bola empezó a fragmentarse hasta quedar en mil millones de fragmentos de distintos colores, de una variación de esos colores que os he mencionado antes. A través de la Nebulosa se podía ver todo lo que sucedía, cada fragmento se empezó a separar de lo que había formado parte hacía unos segundos, y cada una de esas partes tomaba diferentes caminos, dónde se podía ver grandes ríos de bolas energéticas brillantes que iban a alguna parte de la Nebulosa.


La nave siguió un poco más adelante, mientras que seguíamos esperando nuestro turno. Allí se podía ver como el río de bolas de energía seguía su curso fluyendo en un estado de paz armónico, y más adelante, se empezaba a unir diferentes fragmentos de distintos colores entre sí, formando así, una nueva bola de energía gigante con otros colores y salía de la Nebulosa transformada en un nuevo espíritu.
Es mucho más hermoso verlo con vuestros propios ojos que escribirlo, porque sinceramente, me faltan palabras para describirlo. Acababa de presenciar cómo un espíritu después de haber estado eones de años encarnando y viajando por el universo, es decir, que esa primera bola gigante, en realidad no hacía mucho tiempo que había podido ser perfectamente una persona humana o un Venusiano o uno de Marsian (Marte), que había decidido transmutar su espíritu y fragmentarse para que tan solo pudiera ser un 1% de todos los nuevos espíritus (o bolas gigantes) del 99% restante. Es decir que este espíritu nuevo en realidad es la unión del 1% de 100 bolitas gigantes o espíritus diferentes de aspecto humanoide. Eso quiere decir, que aquel ser que quiera transformarse en un ser nuevo y distinto en forma, tendrá que ir a otra Nebulosa, ya que la fuente divina se encuentran en las Nebulosas.


El Arcángel Uriel de su bolsillo que tiene en la túnica, sacó un pequeño pañuelo de seda blanca y me lo ofreció, ya que me había emocionado, le acepté de todos modos y miré a Alaniso y le dije “Solo con ver eso, entiendes como es la existencia de vida en este magnífico Universo” y él dijo “La muerte no es un adiós para siempre, porque algo se queda dentro de nosotros, porque forma parte de nosotros y es un regalo de Dios para recordarnos que somos seres divinos de luz y de amor”. Esas fueran las únicas palabras que compartimos juntos, porque enseguida nos movimos y llegamos a nuestro destino. Al volver, me pasé todo el camino en la cafetería tomando agua, la hidratación es muy importante mientras viajas entre dimensiones, eso ayuda a que cuando vuelvas a tú dimensión no te venga una sed repentina, pero estaba con Uriel que charlaba con Ashtar, de todos modos, yo no estaba mucho por la labor y solo me quedé en silencio escuchándoles hablar de cosas suyas, mientras que esperaba volver a casa.

PD. El día 23 de Marzo es el cumpleaños de Laia Galí HR, felicitanla en sus redes sociales, cumple 26 años.

Recomendación: La Serie The Orville, si queréis ver como es la vida en el Comando Ashtar, esta serie lo representa al 95%. 

HR.

HERO&Corporation.

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