Fue un viaje muy especial y realmente muy interesante,
cuando ya me encontraba en la 4D y pude estar con el Arcángel Uriel, me esperé
tumbada en la cama a que él se tumbase, lo hice como si él todavía no supiese
que ya estaba en la misma frecuencia que él, en realidad, le quería dar una
sorpresa. Mientras que el Arcángel Uriel seguía esperando, me digné a
observarlo a pesar de que me encontraba de espaldas, usé de nuevo la visión
periférica, es tan radiante verlo, es como si nunca me acostumbrara a él, su
belleza te capta y no te suelta. Es un momento dónde el tiempo realmente se
queda sin trabajo, porque el tiempo se detiene en una pausa constantemente
eterna y hermosa, ¡es maravilloso!
El Arcángel Uriel estaba sentado a un lado de la cama, no se
había dado cuenta de que estaba consciente, porque estaba de espaldas, mientras
que revisaba el pergamino, por si esa noche tenía ya apuntado algún viaje a la
5D y con quién sería. Muchas veces os he dicho que el Arcángel Uriel es mí
secretario personal en muchas cosas, él básicamente se encarga de llevar un
registro de los viajes que tengo que realizar, aparte de que hace otras
funciones tanto de Arcángel guardián como simplemente que me ayuda en pequeñas
cosas de la vida en 3D, es con el Arcángel Uriel con quién paso todo el tiempo
del día con él, aunque me encuentre con amigos, conocidos, familiares o quién
sea en 3D, él está a mi izquierda, observando y esperando a que le comparta
algunas palabras y conversemos, por ejemplo dando una vuelta o si por la calle
ando solita y él me acompaña, aunque la gente de 3D no vea a nadie a mi lado,
pero yo hablo con él, porque sé que me escucha, lo sé y lo adoro por estar
conmigo así tan bien, ayudándome a ser un SER DE LUZ cada día de mi vida.
Hablar con el Arcángel Guardián o con el Ángel Guardián es
realmente muy fácil, no hay que emplear ningún tipo de oración, eso a veces nos
puede servir para pedir algo ya más fuerte que deseemos que ocurra, pero si
necesitas conversación o que te acompañe y que tú sientas su compañía, solo
tienes que decirle “mi querido ángel
guardián, te permito que me acompañes en mi vida, ahora y siempre, me gustaría
que compartieras conmigo tus pensamientos, tus sentimientos y que sintiera yo
tú compañía todos los días de mi vida. Te amo. Que así sea.”. Dejadle que
se exprese como él vea mejor para vosotros, y sentiréis su compañía, siempre,
no hay que ser valiente para pedirle eso a tú ángel guardián, es solo que
debemos superar el miedo que todos nos preocupa, al qué dirán si me ven
hablando solita por la calle, tú eres tú y ellos son ellos, ahora lo importante
es conocerte y eso quiere decir conocer al ángel guardián que tú misma/o decidiste
que te acompañara en esta encarnación. Lo siguiente que viene es disfrutar el
camino con su compañía que está llena siempre de AMOR INCONDICIONAL y nunca más
volverás a sentirte SOLO.
Aproveché que seguía distraído con la lista del pergamino,
para ponerle mi mano encima de una de sus lindas piernas, por encima de la
túnica, él se percató, giró la cabeza y le dije “Me voy a 5D mi amor, fluyo como el viento, volveré, te amo”, el
Arcángel Uriel agarró mi mano un momento y dijo “Disfruta con el reino animal, mi amor. Te esperaré aquí. Te amo.”.
Acto seguido, volví a estar en los mareos típicos del cambio de dimensión hacia
5D.
Me aparecí en un desierto en medio del aire, enseguida caí
al suelo, a veces no domino eso del aterrizaje, aún tendría que recibir alguna
clase extra de Uriel, pero lo cierto es que me sucede muy poco ahora, así que
supongo que solo es cuestión de práctica. Cuando me recuperé del golpe, me puse
de pie e intenté quitarme la arena de la cabeza, de los brazos, la ropa y de
todo mi cuerpo, cuando de repente escucho unos pasos de unas sandalias que
venían hacia a mí, miro hacia la derecha y allí estaba el Maestro El Morya,
¡qué sorpresa más agradable! Nos dimos un abrazo y le susurré en la oreja “Era de extrañar, cuando Uriel ha dicho reino
animal, automáticamente he pensado en ti” El Morya se puso a reír al igual
que yo, y me dijo “Bienvenida, querida
Flor de Lys, a la ciudad de luz del desierto del Sahara”.
La ciudad era maravillosa, ¡no lo podía creer que allí
pudiera existir también una ciudad de luz! Había casitas a cada lado de las
calles que eran realmente estrechas, por todas partes había Maestros que no
reconocí, pero fue toda una bendición poder verlos, incluso pude ver algún
Querubín que me quedé muy asombrada, los Querubines tienen doble alas y son más
altos que un arcángel, me impresionó pero me encantó. Me entraron muchas dudas
y le pregunté “¿Qué haces aquí? No hay
animales…” y El Morya contestó “el
trabajo de todo Maestro es saber que todos los reinos anden en armonía, mi querida.
¡Damos un paseo!” le seguí el paso, me aferré a su brazo él se quedó a mi
derecha y empezamos a charlar…
“En un desierto como
este, aunque parezca una locura como lo decís vosotros, residen muchas especies
de animales ¿recuerda lo que te decían en Iión sobre las especies que viven en
climas realmente difíciles de poder sobrevivir?” él tiene razón, hay más de
cien especias distintas del reino animal que pueden convivir perfectamente en
desiertos, es ¡asombroso! Morya prosiguió “¿Sabrías
qué podrías hacer si una especie emigra tan lejos que al final se escapa de su
clima, qué podrías hacer para que regresase a su clima original? Sabiendo que
si permanece por mucho tiempo en un clima que no es el correcto, puede llegar a
morir”, esa pregunta me dejó inquieta, le miré y le dije “intentaría regresarla a su clima original".
Entonces el Maestro El Morya empezó a decir “Gaia siempre debe permanecer en constante equilibrio, porque ¿qué pasa
cuando un reino no está en equilibrio tanto con sus cuerpos como en su exterior?”
y yo le contesté “Pues que Gaia enferma,
ella es muy sensible y necesita de todos sus reinos que vayan fluyendo para ser
quién es, para ser el cuerpo, el alma y el espíritu de Gaia”.
El Maestro prosiguió diciendo “Si un animal decide abandonar su clima original e irse a uno muy
distinto al suyo, ¿qué es lo que puede provocar en Gaia?” y yo le contesté
“El equilibrio que formamos todos que
somos Gaia, no estaría equilibrado, aunque sea uno, no estaría equilibrado y
Gaia enfermaría”. No entendía muy bien cómo me hacía repasar esa lección si
me la dio cuando tenía seis años un día en Iión en la zona encarnada, él era el
maestro del reino animal, el mejor maestro que he conocido nunca, es por eso
que desde muy pequeña adoro a los animales y ellos me adoran de la misma
manera.
“¡Aquí es!” me
quedé observando la casita que teníamos delante, nos quedamos en la puerta
esperando a que alguien la abriera, un señor vestido típico del Sahara nos
abrió la puerta y dijo “¡Pase, pase,
ella está en el salón!”. El señor nos dejó pasar, su acento no era muy
común que hablase español, pero entramos en la caseta, que curiosamente nada
más entrar nos encontramos con diez escalones hacia abajo, jamás lo había visto
así, y una vez abajo, nos encontramos en el salón, pero ¡qué sorpresa fue
encontrarse una Gacela en medio del salón, sentadita! “¿Qué hace esta Gacela aquí?” le dije al Maestro y él contestó “Lleva dos días aquí a dentro y no hay forma
de que se vaya, ¿crees que puedes ayudarla a que regrese a su clima original?”.
Me acerqué a la Gacela, ella me vio y al principio me gruñó,
me detuve, le miré a los ojos con franqueza y amor y acto seguido le hice una
reverencia para que ella vea que mis intenciones son puramente de amor y llenas
de luz, la Gacela sorprendentemente contestó la reverencia con una que ella
misma hizo. Con mucho tacto y sin miedo en el corazón, me empecé a acercar,
esta vez se dejaba, le ofrecí mi mano para que con su hocico notase mi olor,
ella siguió aceptando que la tocase y empecé a acariciarla, le gustaba mucho,
hasta que terminemos abrazados. De repente la Gacela me abrió su corazón y cómo
el mío ya estaba abierto, empecé a recibir imágenes que no pertenecían de mí
memoria, sino de la suya, la Gacela se estaba comunicando conmigo a través de imágenes
telepáticas ¡qué bonito! La mayoría de los animales se comunican de esta forma,
no hablan como nosotros pero muestran lo que quieren mediante imágenes
telepáticas, y eso solo se consigue si tienes y mantienes el corazón abierto. Y
a veces, puede que algún animal llegue a hablarte pero solo telepáticamente ¡es
tan bonito!
La Gacela me contó su historia de cómo había terminado allí
y fue la siguiente:
Estaba con la manada,
mi madre estaba con los demás, todo estaba bien, pero de repente empezamos a correr
y correr, había algún tipo de peligro que no sabía identificar, hasta que perdí
a mi madre. La estaba buscando, pero no aparecía por ninguna parte, así que
empecé a volver pasos atrás, para ver si la encontraría, y la encontré, muerta.
Un león se lo estaba comiendo, y mi corazón se rompió en millones de trozos,
asustada empecé a correr y a correr, para regresar con la manada, pero no
encontraba a la manada, entonces me di cuenta de que me había perdido. Caminé
durante días hasta que encontré esta casita, la puerta estaba abierta y me
quedé aquí, a salvo, sola y abandonada. ¡Aquí me cuidan con amor! ¿Por qué
debería volver con la manada? Si aquí, soy feliz.
Cuando los animales te cuentan su historia, es una sensación
muy extraña porque es como si vieras una película pero en tú mente, sientes lo
que sintió, y lo ves igual como si fueras ella ¡qué bonito! Pero al mismo
tiempo ¡qué triste! Así que empecé a hablar con ella, sé que parece una locura
pero hablé con ella de la misma forma que hablo con los demás, usando palabras
físicas, tenía que convencerla de que debía regresar con su manada, porque
estaba desequilibrando al reino animal y por lo tanto podría enfermar sin
querer a Gaia. Y le dije…
Entiendo que se siente
muy mal cuando uno pierde a su mamá, aún se me hace difícil a mí, saber que mi
madre Arcturiana fue asesinada a sangre fría hace más de 52.000 años, y no hay
día que no recuerde su compañía, aunque eso para mí ha quedado muy atrás, pero
se mantiene vivo en mí recuerdo, mi corazón se está recuperando porque solo
hace poco tiempo que lo volví a recordar, pero estoy con los míos, porque es
dónde realmente hago falta, chiquitina. Yo también quería hacer como tú,
desaparecer y que todo quedase en nada, pero la verdad es que haría sufrir a
quienes más quiero, y tú ¿no crees que la manada te esté echando de menos? Fíjate
que sin ti no son una manada, sin ti solo son un grupo de animales y no una
manada unida que se ama, se protege y se respeta.
La Gacela empezó a comprenderme e intentó levantarse, y
cuando ya estaba de pie le dije “Si
quieres El Morya y yo te acompañamos de vuelta a casa” ella aceptó, así que
el Morya y el señor de la casa se apartaron de las escaleras, cuando la Gacela
empezó a subir y le dije a El Morya “¡Vamos,
tenemos que ir un momento a África a dejarla!” el Morya aceptó sin más,
agradeció al señor por haberla cuidado tan bien estos dos días y nos fuimos
para fuera.
Volvimos a equilibrar el reino animal, y por lo tanto
evitamos que Gaia se enfermara, según las predicciones hubiese entrado un
volcán en erupción en una zona residencial, hubiera sido un desastre. Emisarios
como nosotros, están por todo Gaia, solo hay que ver de corazón para poderlos
reconocerlos, quién mantienen en constante equilibrio todos los reinos para
formar el cuerpo que somos Gaia. Amigos míos, me han visto en directo actuar
así, y es una bendición de Dios, todo esto lo aprendí gracias al Maestro El
Morya.
PD. Recuerden que el próximo 14 de Agosto es la Fiesta del Serpent de Manlleu, estáis todos invitados aquellos que resuenen venir, más información aquí http://www.serpentmanlleu.cat/
Recomendación: Happier
– Ed Sheeran.
HR.
HERO&Corporation.
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