Ya era domingo por la noche, el fin de semana había sido
fenomenal, pero ya tocaba irse a dormir y dejar que el lunes empezara su
protagonismo, mientras que me terminaba de tapar para irme a meditar, tumbada
en la cama, le suplicaba al Arcángel Uriel que se metiera en la cama porque
hacía una semana y cuatro días que no se metía y de hecho lo echaba de menos.
Cuando terminé de suplicar, que a veces funciona, apagué la luz y me dediqué a
concentrarme en la respiración, acto seguido en escuchar las pulsaciones de mi
corazón y después para finalizar visualicé el tamaño y el color de mi alma que
reside en mí.
No sabía cuánto tiempo había pasado pero me pareció que
había pasado muchas horas, y debido a la hora que me había ido a meditar las
tres de la madrugada, pensaba que ya no sería posible estar con Uriel, así que
me rendí y ya que lo había hecho, pues me recoloqué el cojín, ya que me
encontraba arqueada hacia adelante mirando a la puerta del armario. En ese
momento noto como el brazo izquierdo del Arcángel Uriel que me agarra de la
cintura y me tira hacia él, que ni me había dado cuenta de que él ya estaba en
la cama, entre la pared y mi presencia, sin casi fuerza me volvió a colocar bien
en la cama y me dijo “¿Me quieres dejar
sin cojín, amor?” con tono gracioso, su susurro en mi oreja izquierda me
convirtió todo el bello de punta, ¡qué hermoso! Levanté la cabeza y le permití
que me agarrase y al mismo tiempo agarrase con la otra mano el cojín para
colocarlo como al principio, de alguna forma lo había conseguido, lo tenía de
nuevo en mi cama, y me estaba abrazando ¡qué bendición de Dios más bonita y más
grande!
Lo había conseguido, pero pensaba que lo había conseguido ya
al final de la noche, así que pensé en disfrutar de su llegada, aunque fuesen
por lo menos diez minutos así que le dije una vez él se había pegado ya a mi
como hace siempre, como si fuera la lapa más bonita y hermosa del universo y le
digo “Creo que puedo girarme sin cambiar
el estado, pero deberás tener paciencia conmigo, amor” y él que había
colocado mis labios muy cerca de mi oreja izquierda me contestó “mientras sientas como te agarro, eso
significa que aún estás conmigo”. Muy lentamente y manteniendo la conexión
en todo momento, me giré la bendición fue tener sus ojos que me miraban
directamente a tan poca distancia, allí estábamos los dos, recostados, un
arcángel y su protegida, en silencio, en un momento muy dulce, me pude detener
a observarlo con detalle, él sonreía y su aliento me llegaba a la cara como
chispitas de vida eterna ¡qué hermoso! Él pasó su brazo entre mi cuello y con
el otro lo pasó por mi cintura dónde notaba en mi espalda sus manos entrelazarse
en la mitad de mi espalda, eso me capturaba a estar pegado a él, estaba lo
suficientemente cerca cómo notar su corazón acelerando por momentos, ¡qué
hermoso!
No me pude resistir, para colocar mi mano derecha en su mejilla izquierda, notaba como estaba
afeitado, ¡qué bonito! Aproveché para acariciarle la mejilla, subiendo por uno
de sus ojos que él cerró el párpado, le toqué la frente sin ninguna arruga y
finalmente le acaricie su pelo moreno, rizado y muy suave, ¡qué hermoso! Él me
miraba a los ojos con mucho amor, tanto que lo notaba en mi corazón como iba
aumentando y él dijo “Cuenta la leyenda,
que cuando un humano está tan cerca de un arcángel, sus besos es lo único que
lo pueden salvar de sus garras” eso me provocó la risa, de repente sus ojos
se fueron a mis labios, estábamos tan cerca que podía besarme, pero per alguna
razón que desconocía él mantuvo la distancia, y yo le dije “En mi caso seguro que es todo lo contrario…”
nos pusimos a reír de nuevo. Él de repente se acercó lentamente hacia mis
labios, cerré los ojos para recibirlo, pero de repente se detuvo y dijo “¿Damos una vuelta juntitos?” abrí los
ojos pensando que era broma, pero lo decía en serio así que le dije “Claro”. Él se puso hacer la croqueta
por la cama conmigo atrapada en sus lindos y musculosos brazos, mientras veía
como extendía sus lindos e impresionantes alas y empezábamos a volar por el
cielo hermoso, bajo el manto estelar de la noche. ¡Wow!
Mis pies desnudos tocaron la hierba recién cortada llena de
vitalidad al igual que el clima de Agartha siempre está en una eterna
primavera-verano, fue en ese momento cuando Uriel me dejó caminar sin estar
atada a sus maravillosas alas y sus maravillosos brazos. Nos encontrábamos en
un prado cerca de una montaña mientras el Sol seguía en el mismo punto de
siempre, en una puesta de Sol permanente, como si el tiempo se hubiera
paralizado por completo. El prado, hacía un poco de cuesta y arriba del todo,
había un árbol gigante que hacía de sombra como si fuera una gran madre, ¡jamás
había estado allí, pero qué hermoso árbol! Nos quedamos sentados en la corteza
del árbol, en el suelo, Uriel se sentó apoyando su dulce y grandiosa espalda en
el tronco del árbol, mientras que yo me senté delante de él a poca distancia,
mientras seguíamos hablando de nuestras cosas.
“Últimamente veo que
me cuesta conectarme con los Maestros y cuando lo consigo tengo la sensación
que solo tengo un diez por ciento de los contactos que tenía antes. Es decir,
que cuando me relajo y paso a la 4D si sigo adelante y no me voy de viaje en el
tiempo, que últimamente tengo más trabajo de eso, y me conecto con la 5D, a
veces, que suele ser la mayoría, no llego a conectarme igual como lo hacía hace
meses ¿tú sabes qué es lo que pasa? ¿Hay algo que hago mal?” y él contestó
“la energía ¡jamás está quieta! Siempre
se mueve, mi amada. Antes cambiabas muy fácilmente, pero la energía también
está en constante movimiento por lo tanto ahora tienes mayor dificultad. No
estás haciendo mal las cosas, solo que deberías entender qué significa que la
energía siempre está en constante movimiento”.
Me quedé mirando sus dos zafiros preciosos y le dije “¿Cómo es eso?” y él sacando su mejor
sonrisa contestó “Un átomo tiene los
electrodos que se mueven a su alrededor, los planetas dan vueltas alrededor de
un Sol, el sistema Solar da vueltas alrededor de su galaxia, todo se mueve, la
energía es la esencia de la vida en el universo y también se mueve, mi querida.”.
No entendía muy bien su metáfora, de hecho mi cara ya lo decía todo así que él prosiguió
“Si hasta hace poco entrabas en la 5D de
forma fácil, seguro que recuerdas lo que te decían los Maestros en la casa de
campo a los seis años, ¿verdad?” me puse a recordar pero le contesté
diciendo que no con la cabeza y él prosiguió “Como la energía se mueve, debes saber que el grado dónde has encontrado
hasta ahora la 5D, se ha movido en las últimas semanas, normalmente evoluciona
un mini-grado para que aprendas que dentro de las dimensiones hay diferente
grados de evolución” así sí que lo entendí bien y me quedé fascinada.
Me picó tanto la curiosidad que le pregunté “¿Cuántos mini-grados hay en una dimensión?”
y él contestó “Nueve mini-grados, es
como una regla, están los centímetros y luego los milímetros, cada milímetro
pertenece a un estado más evolucionado hacia el centímetro más arriba, y así
hasta llegar al final”. ¡Qué curioso! Y le dije “¿Y todos estamos en el mismo estado de mini-grado?” y él dijo “No, mi querida. Sois una especie que está
aprendiendo a vivir en las dimensiones superiores de 4D y 5D, cada uno tiene su
estado de evolución y eso se detecta en qué mini-grado está cada persona, si
empieza a valorar las dimensiones 4D o 5D dentro de su despertar espiritual,
estará más cerca a la dimensión superior, que no una persona que piense que el
dinero, por ejemplo, es lo más importante en una vida que solo piensa que
existe la vida material y no tenga consciencia de las demás dimensiones”.
Quería seguir con la conversación ya que teníamos un tema
muy curioso, pero en ese momento no sé qué ocurría fuera, solo me acuerdo que
el Arcángel Uriel se abalanzó hacia a mí, provocándome que estuviera tumbada
encima de la hierba y sin saber cómo de rápido lo había hecho, volvía a estar
envuelta en sus brazos y sus alas, a tan poca distancia de su preciosa boca,
que sentía dentro de mí que me llamaba. Había escuchado que él decía “¡Cuidado, amor!” él giró la cabeza
hacia arriba para ver qué había interrumpido nuestra conversación, yo también
miré y no lo pude creer, era un Dragón que había bajado en picado a gran
velocidad hacia nosotros, pero el Dragón surcaba los cielos ya lejos de
nosotros, supuse que no se había percatado de nosotros, así que volví a mirarle
a los ojos a Uriel y él dijo “¡Ay estos
dragones jóvenes, siempre montan una escena!” terminamos reírnos durante un
par de minutos, hasta que nos quedamos en silencio como por arte de magia,
notaba su aliento que entraba en mi boca que había quedado entreabierta sin
motivo, le miré a los ojos y él me miraba a los míos, le miré a los labios y yo
sin poner resistencia, cerré los ojos y esperé, cuando enseguida noté sus
lindos labios que reposaban en los míos fundiéndonos en un beso apasionado,
sintiendo el Beso de Arcángel, el beso dónde tantas leyendas dicen
maravillas de él y la verdad es que tiene razón, sus besos despiertan corazones
y desaparecen las dudas con su magia poderosa del amor incondicional.
Recomendación: The
Marriage Contract – Outlander
HR.
HERO&Corporation.
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