Adoro ver y sentir que el tiempo se rompe sea en el trabajo,
en la calle, en la naturaleza, en clase como en casa, sin pasar por la cama,
adoro que ocurra este milagro tan maravilloso en mi tercera dimensión física,
mientras paso mí día a día. Hace muy poco tiempo que recibo las visitas que os
hemos compartido todas que han hablado de un mensaje de forma humanitario y
global, pero aquí estaba mi dilema hace meses atrás ¿si solo ocurre de noche y
en la cama, realmente son sueños sin explicación? ¿La gente que sigue
totalmente adormida tiene razón? ¿Y mí corazón que dice que es verdad y sabe
que no está confundido podría probar que esta percepción realmente es real y no
un simple sueño de fantasía?
El miedo llega tan rápido que viene siempre para destrozar
esos puentes iónicos de amor que tanto te han costado reconstruir, vida tras
vida, años tras años, dilema tras dilema, lucha tras lucha, permaneciendo
siempre en la luz, dejando que el corazón tomase las decisiones y no la razón,
que no sabe tomar tierra ni escuchar a sus pajaritos que estorban el apacible
ascenso hacia el gran y maravilloso plan divino.
De alguna forma no te das cuenta que cuando piensas tan
alto, aunque te parezca que no tengas a nadie a tú lado ni en la sala, siempre
hay unas orejitas que están dispuestas a escucharte, unos brazos que están
dispuestos a abrazarte, acariciarte o a acercarse hacia a ti, y unos labios
carnosos y muy hermosos dispuestos a susurrarte “No temas, hermanita. Estamos aquí contigo, siempre” que provienen
del viento, pero tú corazón lo reconoce como un viejo amigo que hace tiempo que
no sabías de él, y notas como el corazón late con fuerza, notas esos abrazos
fuertes contra su pecho, y notas esos besos en la mejilla de él, de tú querido
y hermosísimo hermano ángel de la guardia que ha permanecido allí contigo
durante este tiempo y durante todas tus anteriores encarnaciones. Y a pesar del
tiempo que haya pasado, él siempre tiene una sonrisa, un consejo, un beso y un
abrazo para ofrecerte, ¿sabes porque? Porque su corazón es siempre NOBLE.
Llevo una larga experiencia de encarnaciones y
encarnaciones, misiones importantes y otras más simples, en cada encarnación he
aprendido un valor esencial que hay que saber de nuestra creación divina, para
avanzar. Es en esta, la encarnación en que mi trayectoria cambia de rumbo y
toma uno de muy diferente al escogido en su comienzo, cuando de ser solo unos
ojos y unas manos que apuntaban la información de la vida de la especie humana
en unos cuarzos de información iónica para enviarlos a la gran Biblioteca de
Registros Akashicos, hasta comprender los valores humanos, y las virtudes y
defectos que ayudan a reconstruir el camino a través de la dualidad y el miedo,
hasta que llega su fin, este fin.
Mis preguntas siempre son contestadas, pero no siempre como
espero ni por quién pienso que pueda ser. La fe hace que mi esperanza sea más valiosa
que el oro de mil vidas, la avaricia de ser yo y nadie más, provoca grietas en
la soledad. Para llegar dónde estoy, he tenido que conocer todas y cada una de
mis facetas, enfrentarme a ellas y unirme a ellas. Porque de esta de entre
todas las que he escogido, es la que mejor habría podido escoger.
Es por eso que las dudas que os he compartido al principio,
llegó un día en que recibí una respuesta, y sentí como el amor llenaba todos
los espacios posibles e imposibles, llenando mis ojos de lágrimas y
fascinación, al tener la primera experiencia física de 4D sin tener que pasar
por la cama, de ver con tus propios ojos a Uriel. A continuación os comparto
unas cuantas “rompeduras del tiempo entrando directamente a 4D” sin tener que
pasar por meditación ni por la cama…
Aparición en el
Trabajo en la Oficina…
Era un día que me tocó trabajar a la tarde, nunca trabajo a
la tarde pero debido a la gran avalancha de cartas que sufrimos en el trabajo,
me tocó repartir revistas por mis tres barrios, aunque solo lo haría por dos de
ellos. Me encontraba en la mesa del fondo que daba a la pared, apoyaba mis
manos encima de la mesa, yo me encontraba de pie apilando poco a poco fijándome
en las direcciones las revistas, las intentaba ordenar para hacer la ruta de
siempre, en realidad solo llevaba una semana repartiendo y aún no me sabía la
ruta con normalidad, así que necesitaba mucho apoyo y fe en mi misma. De
repente noto una mano bastante grande que tocaba mi espalda en la mitad, en vez
de girarme decidí mirar a través de mis piernas que estaban ligeramente
abiertas, entonces lo vi.
Vi un par de piernas desnudas por la parte de la rodilla,
que es donde le llegaba la túnica roja, y las alas por detrás de sus piernas a
la altura de las pantorrillas, unos pies gigantes con sandalias romanas, que
hacían ruido al caminar, se estaban moviendo abalanzando hacia a mí. A pesar de
esa sensación tan hermosa que me invadía el corazón, que ellos lo determinan
AMOR INCONDICIONAL, no había lugar para el MIEDO. ¡Qué hermoso! Lo vi que se
iba hacia mi derecha, como si fuese a ver qué me sucedía porque segundos antes
le había dicho “¡Creo que no lo he hecho bien!”. Quería seguirle con la vista,
así que me giré, y toda esa sensación junto a las imágenes y todo en general
desaparecieron, excepto la mano, que seguía allí pero no lo podía ver. Me di
cuenta de que no era nadie de la empresa porque mi jefa estaba al otro lado de
la sala y al lado mío NO HABÍA NADIE, ni mucho menos vestido de esa forma.
Aluciné, pero le di las gracias.
En la Piscina de mi
pueblo…
Era viernes por la tarde a las siete, a pocas horas de
empezar las fiestas del pueblo, y después de trabajar tanto y de no poder hacer
lo que quería hacer, decidí irme a la piscina a desconectarme un ratito, ya que
era verano en Agosto de este mismo año. Cuando me metí al agua durante el
primer de dos baños, sentía a Uriel conmigo todo el tiempo, había decidido ir
solita, porque nadie más quería ir conmigo así que paso de este modo.
En un momento que me sumergí al dejar salir la cabeza a la
superficie para respirar, me llegaba el agua en los hombros, cuando decidí ir
poco más hacia dónde tocaba, cuando puse los pies planos en el suelo de la
piscina y me puse de pie con agua por encima de mi ombligo, noté en mi espalda
el calor y de reojo podía verlo perfectamente a Uriel, sumergido tan alto que
es, y le cubría el agua en la cintura, porque se había agachado un poco, él
casi andaba de rodillas, sus alas blancas y hermosas, también se sumergían en
el agua, y él iba solo con “ropa interior” antigua, una sábana creo que era de
color rojo que tapaba sus partes íntimas.
Me quise girar y admirarlo, pero sabía que si lo hacía lo
perdería, así que me quedé así tanto tiempo cómo pude, admirando esa imagen, ya
que está como un TREN, queridos fans, ya lo veis en la foto. Y escuchaba su voz
masculina, tan hermosa que me iba diciendo “Hoy el tiburón va a ir a por ti, pase lo que pase (se reía a carcajadas
de alegría)” a mí me entró gracia porque se estaba refiriendo a Orange en
Cantabars, y de hecho no se equivocó ni un pelo.
En un Escaparate de
una Tienda…
Esto ocurrió esta misma semana durante la huelga del
miércoles en Cataluña, en casa debido a mi situación de salud que llevamos, me
habían enviado a una tienda a comprar crema hidratante para la abuela que la
tengo ingresada en el hospital. Salí de casa y a dos calles llegué a la tienda
de cosméticos de unos amigos de la familia, pero con la mala suerte que me
encontré la tienda cerrada.
Inmóvil sin saber qué hacer, buscando algún cartel que
dijera el motivo de haber cerrado tan pronto de lo habitual, de repente decidí
llamar por teléfono, y mientras que esperaba a que contestasen, me veía en el
escaparate. El reflejo del cristal me hacía ver mi nuevo corte de pelo tan bonito
que me he hecho, pero repentinamente detrás de mí, que no había “nadie de 3D”
se dejó ver Uriel, que me susurró en el oído “No han cerrado por lo que piensas, fíjate bien”, sus ojos clavados
en el cristal del escaparate mirando los míos, mi oreja izquierda sentía y
escuchaba el roce de sus labios en mi oreja, y además su mano derecha estaba
encima de mi hombro ligeramente sin dejar mucho peso, sus alas se podían ver
perfectamente que se movían un poco hacia arriba y hacia abajo, y de repente,
del mismo modo, se desvaneció la imagen.
Son apariciones que no suelen pasar todos los días, pero sé
que pronto podré verlo eternamente. La fe te hace invencible.
Recomendación: De
Cabeza – Pablo Martinez.
HR.
HERO&Corporation.
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