¿Respetamos sinceramente al otro respecto a su punto de
vista? ¿Es necesario ser respetados entre la multitud para poder identificarse en
la sociedad que vivimos? ¿Es necesario usar estos términos para referirnos que
sin respeto no somos nadie? Entonces, ¿qué significa tener respeto exactamente?
Al igual que todos, queremos que cuando nos toque hablar, la
gente se calle y escuche, al igual que tú lo haces por los demás, o eso haces
entender que haces, pero ¿realmente escuchamos lo que a los otros les interesa
y a nosotros no? ¿Cuántas veces en los últimas semanas has escuchado a tus
amistades, familia o seres queridos?
Al fin y al cabo, llegamos a la misma pregunta, ¿qué es el
respeto exactamente? Porque quizás a los demás no les importe hacer ver que te
escuchan, para intentar convencerte de que realmente lo que estás comunicando
en realidad no vale nada para el otro, pero para ti, puede valer mucho más de
lo que pueden llegar a imaginarse. Entonces, ¿Por qué nos enojamos tanto cuando
no nos respetan al no escucharnos? ¿Por qué hay personas que no quieren
escuchar pero si ser escuchadas? ¿Qué interés hay en ser escuchado sino sabes
escuchar?
La vida puede ser a veces algo peculiar, cuando te tienes
que enfrentar a situaciones algo complejas, que quizás ni viste aparecer hasta que
se aparecieron sin previo aviso. A mí personalmente, cuando tengo algo que
contar y la gente no me está escuchando, lo noto, veo que está distraído,
también porque cuando me ocurre eso, Uriel me susurra al oído y me dice “este
no está a lo que debería estar”. Pero ¿yo qué hago? ¿Le digo que me escuche y
que luego piense en sus cosas o le pregunto por sus cosas sabiendo que me va a
dejar a la mitad de las mías? Complejo, cuando algo es simple y simple cuando
las cosas son imposibles y complejas al mismo tiempo, así lo dice uno de mis
guías cuando actuamos de una forma que no es correcta para nuestra percepción
emocional.
Si dejo que no he comprendido que no le importa lo que le
estoy comunicando, me callo, pero me siento peor. Porque es como si alguien me
hubiese cortado a la mitad y no hubiese podido terminar lo que tanto esfuerzo
me había costado aprender. Aquí es cuando la percepción emocional, se abre de
tal forma que puede que nuestra mente se aproveche de ello, y aunque lleve un
tiempo comportándose como una mente tranquila y amable, de pronto regresa ese “diablo”
que tortura hasta decir basta.
Comunicarse nos hace ser una especie social, y es inevitable
comunicarse para entender qué dice el otro, sin esa capacidad, no seríamos más
que carne y huesos sin vida. Las palabras nos han dado las llaves para poder
entendernos mejor y comunicarnos mejor, pero no todos podemos llegar a hacerlo
igual, porque cada uno tiene su forma de comunicarse, y se expresa de la forma
que va aprendiendo. Pero no aprendemos a usar las palabras adecuadas para poder
comunicarnos adecuadamente, en la mayoría de nosotros, hablamos por los codos,
yo incluida y más si estoy cansada y llevo más de 24h sin pegar ojo… es un daño
colateral que tengo tras haberme pasado un tiempo trabajando el doble para
contribuir a esta sociedad un peldaño más en su carrera estudiantil a humano.
El poder de la comunicación nos abre caminos que quizás ni
pensábamos que estaban allí, el respeto es algo que se gana, dicen por la
humanidad. Así es, se gana con el tiempo y dedicándole la atención que
realmente reclama. Porque cuando usamos las llaves de forma incorrecta, es
decir, si usamos palabras que insulten a la persona, el respeto deja de tener
sentido y la ofenda es inevitable. Deberíamos ver a las palabras como llaves de
oro, que abren puertas muy especiales, hacia el respeto, el aprendizaje, el
amor… con cada una de ellas, creamos grupos de palabras que unidas, comunican
algo, y los llamamos frases, que con ellas, expresamos sentimientos, vivencias
e informaciones que vamos aprendiendo. Con esas frases, unidas entre sí,
formamos párrafos que a su vez, rellenan páginas en blanco una historia que
algún día alguien va a descubrir al leerlas de nuevo.
El poder de las palabras, es aquí la victima de los abusos
constantes de la humanidad, al no tener consciencia de que una mala palabra,
puede incluso provocar una guerra mundial. Respetemos a los demás, pensando
nuestras palabras y entonces, quizás evitaremos guerras, escucha esas palabras
que algún día, las vas a necesitar e ignorarlas te pueden provocar un conflicto
importante que no querrás lamentar.
Comunícate sin
espacios en blanco
No ignores a quién te esté comunicando algo, no provoques
que esos espacios en blanco se conviertan en una hoja de tú vida.
PD. Si no hay ninguna novedad, a partir de ahora la serie se emitirá o viernes o sábado.
Recomendación: Ludovico Enaudi – The Earth Prelude.
HR.
HERO&Corporation.
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