martes, diciembre 24, 2019

Confiar En La Maestría De 5D


Queridos alumnos de mí corazón, una vez más les tengo que recordar que la vida no simplemente existe en este planeta, ni tampoco en esta tercera dimensión. Como ya les he podido compartir, y tienen un montón de fundamentos para saber que todo lo que ya les he compartido, es toda la experiencia y evidencia de que la vida existe a nivel universal y dimensional. Comprendo que no es fácil para algunos, intentar abrir el corazón y comprender esto, porque aún no se está compartiendo en los documentales de la televisión, ni en las noticias, será porque aún no se sienten preparados para entenderlo, suele pasar mucho. La humanidad es una civilización que niega la verdad y prefiere quedarse en una mentira, porque tiene miedo de aceptar las responsabilidades que eso conlleva. 

Una vez más, mi experiencia me da testimonio para contarles lo importante que es confiar en las dimensiones que nos rodean, porque ellos, son nueve puntos de vista diferentes que nos ayudan a comprender nuestro punto de vista ante nuestra vida. Durante eones, la civilización humana ha creído que vivía ajeno a sus vecinos dimensionales y de planetas, pero la verdad es que nunca hemos estado solos, ellos siempre han estado allí, incluso cuando les dábamos la espalda, porque el miedo de nuevo ganaba la batalla de la confianza en uno mismo y en los demás. Si quieren saber en qué consisten las dimensiones, les paso un link de una serie muy interesante que lo explica muy bien en el canal de Gaia TV. 

Personalmente aprendí a confiar en cada dimensión, cuando la vida dio un giro inesperado, en 2015 entré en una depresión tan grande que nadie de esta dimensión me quiso ayudar, ni médicos, amigos, familiares… nadie. Los padres no comprendían lo que me sucedían, así que no sabían cómo ayudarme, ellos pensaban que era la incipiente ruptura con mi ex, pero la verdad fue otra cosa mucho más dura, entré en la gran duda existencial que todos pasamos para fomentar el despertar de consciencia. Una duda que ponía en riesgo todo lo que había tenido a mí lado, porque inevitablemente todo iba a cambiar para siempre, y no me han gustado mucho los cambios a mí… en ese sentido soy algo miedosa, lo reconozco, pero no me dejo vencer por ello, suelo poner firme al miedo y hasta que no supero ese problema, no paro. 

De ser una persona optimista por naturaleza, me transformé en una chica que pensaba en negativo todo el rato, durante el primer mes del año, la pasé enterita en la cama, sin querer hacer absolutamente NADA. Comprendiendo que no soy NADA, algo difícil cuando vienes de una civilización dónde siempre quiere encontrar el sentido a todo lo que hace. Me cuestionaba todo lo que me rodeaba y todo lo que yo era, hasta que encontré el silencio de mi SER, y de allí surgió la primera voz amiga que me dijo “confiamos en ti”. Esa voz procedía de otra dimensión, en realidad era una voz cantada a mil voces al mismo tiempo resonando en cada dimensión, era la voz de mi YO SUPERIOR. 


Eso abrió la primera duda ¿Confiar en mí? Y acto seguido recibí “Yo-Soy”. No entendía la respuesta, pero no pregunté, simplemente, seguí mirando al techo, con la tenue luz de la mesilla de noche, mientras que a fuera hacía un Sol bonito, pero dentro de mí no notaba el calor, solo sentía un dolor tan fuerte, que me costaba hacerlo todo. En Febrero, la cosa mejoró, decidí buscar ayuda, cuando me di cuenta de que quería morir, que quizás haciéndolo dejaría de sentirme tan VACÍA. No podía dormir, no podía comer, no podía sentir amor, pues la pena era tan grande y el dolor se multiplicaba, no era el amor de un amor viejo, sino el desapego emocional de mi viejo yo, que se arrastraba tanto como podía porque no quería transmutar su forma, y ni su vibración ni su frecuencia, le servían para que se transformase. 

Pedí hora al médico, para poder ir a terapia psicológica, algo de esperanza tenía en volver a encontrarme con el Doctor Frankie, un viejo amigo que hacía años que no me trataba. Pero la doctora de cabecera que se sacó el título vete tu a saber dónde, me dijo que lo mío no hacía falta ir a tal lugar y que según ella, era una tontería que se me pasaría con el tiempo. ¿Tener pensamientos suicidas, en serio? ¡Sabía que no estaba bien! Pero no quisieron ayudarme… la única y pequeña esperanza que tenía, se había ahogado en el fondo del río… precipitándose hacia el olvido. 

Las amistades, decidieron que exageraba e incluso alguna amiga decidió prohibirme hablar del tema que estaba mal, seguían asociándolo con mi ex. ¡Cojones, que no era eso! Me sentía mal por eso, pero no era para tanto… a veces no funciona, pero no haría un espectáculo como este. Solo fue quién pulsó el detonador de esta bomba de relojería. 

Una noche de marzo, tras volver de salir con mi amiga, una salida nefasta, la peor de la historia, me fui corriendo por las calles de Manlleu, intentando no sentir más dolor, no pensar más en esas cosas e intentando hacer algo al respecto. Sin saber a dónde iba, bajo la lluvia, llegué al parque del río Ter a las doce de la noche, bajo los focos de la calle que iluminaban el lugar de un color naranja. Me puse a llorar, aunque no tenía aire para hacerlo, pero de mis ojos salían lágrimas para rellenar un pantano. Me dolía tanto el cuerpo, que solo pensé en una cosa. Me agarré a la baranda del río, intentando ser valiente para pasar al otro lado y tirarme directo y dejarlo todo. Quería terminar con todo el sufrimiento. Quería tirarme. 

Me subí a la parte baja de la baranda e intentar pasar al otro lado, pero en ese momento, noté una mano gigante que sujetaba con fuerza una de mis manos, la observé y vi que era de un hombre muy grande, antes de que pudiera seguir, mi otra mano también fue interceptada de la misma forma. Notaba detrás de mí, la presencia de una persona muy alta, que curiosamente llevaba poca ropa. Me detuve porque no tuve más remedio. Noté como la cabeza la arqueaba hacia delante para hablarme a mis espaldas, tan cerca de mis orejas como pudiese y dijo “¿Quieres ver qué pasará si lo haces? ¿Quieres saber el dolor que causarás si lo haces? ¿Quieres ver qué dejarías aquí si lo haces? ¡Dilo! ¿Quieres saberlo? Pues si lo quieres, yo te lo voy a mostrar”. Esa voz la conocí enseguida y paré de llorar.

¡Muéstramelo!” le dije con valor, aunque con el dolor más fuerte que uno puede sentir, a pesar de estar semi abrazada a un ser que desprendía amor por los siete costados. Entonces, delante de mi apareció imágenes tan reales que parecía que él no hubiese aparecido. Las imágenes, mostraban como me había dignado a saltar, y efectivamente era un golpe mortal, básicamente porque me daría un golpe en la cabeza con la corteza de un árbol. Estaría allí durante la noche hasta que alguien por la mañana, un anciano pastor me encontrase, llamase a la policía, la noticia llegaría demasiado lejos, la familia destrozada, el día de mi entierro lleno de gente que decían quererme, y mi futuro roto. Parecía que todo quedaba allí, pero las imágenes siguieron, de repente me mostraron muy en el futuro (en estos tiempos), como una persona importante no llegaba a encontrarse conmigo, y su camino quedaría reducido a vivir lejos del camino que debía ser.

¡Basta!” grité. Las imágenes dejaron de brotar delante de mí, y le dije “¿Por qué no debería hacerlo?” y el ser decía “porque confiamos en ti. ¿Quieres saber qué pasará si no lo haces?” dije que si con la cabeza, y las imágenes volvieron. Todo lo que me enseñaron ha sido gran parte de las cosas que han sucedido, porque al final, el ser me convenció y acá estoy. Superé y comprendí lo que me estaba pasando, gracias a ese ser ¿saben quién era? El Arcángel Uriel, que venía en misión desde la 5D, ya que aquellas imágenes provenían de mencionada dimensión. 


Cuando confiamos en nosotros, estamos confiando en las 9D que trabajan con nosotros, porque aunque la situación que estamos viviendo no veas claro a dónde va, si el Maestro de 5D te propone seguir, hazle caso, porque él ya ha visto cual es el resultado, solo debes confiar en que dicho resultado será tuyo si continuas caminando en tú sendero. En este sentido, era mejor para mí, confiar en mi Maestro de 5D que no en la amiga que pensaba creer que prohibiendo hablar del tema y de hacer lo que le quisiera conmigo, supiera cual era realmente el resultado de ese problema. 

Por eso confío siempre en las 9D, porque cada dimensión tiene su trabajo a realizar y aquí en 3D nos toca vivir la experiencia para aprender, en las demás dimensiones solo crean las herramientas y los espacios y tiempos para que podamos aprender a confiar en nosotros mismos, es decir en ellos que son YO SOY.

¡Feliz Navidad!

Recomendación: Santo – Espíritu y Verdad.

HR.

HERO&Corporation.

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