Cuando cambié de la 4D a la 5D me encontraba directamente en
la playa de la ciudad de Telos, el arcángel Uriel se había quedado en la
habitación, mientras que yo sentía que tenía que ir a la plaza central para ir
a la gran catedral porque sentía que alguien importante me estaba esperando. Pasé
entre diferentes calles dónde habían cabañas de los demás hermanos que viven en
la gran ciudad Lemuriana, me sorprendió ver tantas estructuras de geometría
sagrada como en cada puerta había un Merkava de diferentes colores cada puerta,
parecía la forma que lo tienen en Shamballa.
Cada hermano que vive en Telos es totalmente diferente a la
superficie a lo que estamos acostumbrados en las grandes ciudades, que cada uno
va a lo suyo y no saluda ni mira a los demás, en Telos es diferente, aunque no
los conozcas, te saludan, te miran a los ojos y con una sonrisa de felicidad y
paz de saludan y tú les contestas de la misma forma. Algunos van con la
vestimenta tradicional y otros van con las túnicas, y se puede ver la
diversidad que hay, no todos son solo maestros, hay de todo, entre elohims,
ángeles, arcángeles, Maestros, Guías, la mayoría de los Lemurianos son guías
espirituales.
En el momento que llegaba a la plaza dónde se encuentra la
gran Catedral, me encontré con el Maestro Adama en medio de la plaza, cuando lo
vi él se acercaba hacia a mí, llamándome Flor
de Lys de forma telepática, su linda voz la notaba en mi mente como si la
distancia solo fuese un espejismo, me acerqué a él y nos saludamos haciéndonos
un abrazo. ¡Qué hermoso! “Bienvenida de
nuevo a Telos, amada Flor de Lys” me alegré tanto de verlo, que no pude
decir nada porque él me dijo “¿Te vienes
conmigo? Hay un par de amigos que nos están esperando (señalizó la gran
catedral) ¿vamos?”, intrigada no me pude resistir y le dije “Claro, vamos”, como ya estoy
acostumbrada decidí mejor no preguntar quiénes eran, ya que no me lo diría, así
que empezamos a hablar de la misión que voy a realizar dentro de 60 días (sigue
la cuenta atrás en Facebook o Twitter semanalmente) y él me dijo “Si lo deseas, cuando estés en el vuelo,
podemos conectarnos y así el viaje hacia allí será más ameno”, que buena
idea pensé y le dije “¿En el primero o
en el segundo dices?” y él contestó “En
el más largo, vas a pasar casi un día dentro del avión, si ves que necesitas
verme, ya sabes qué debes hacer”, que bonito de su parte y le dije “Lo tendré en cuenta, aunque estoy más
intrigada por saber quién será mi compañero, antes de saber qué haré esas
largas horas en el avión”.
Entramos en la gran catedral, y mientras que intentábamos ir
hacia el ala derecha de la catedral, me quedé bastante sorprendida, ya que
había estado muy pocas veces allí dentro, un palacio gigantesco de color azul
cristalino, con una gran bóveda en la parte superior dónde se ven los hermanos
del piso superior, una catedral de dos pisos, con más de mil millones de
departamentos, y más de mil millones de hermanos que trabajan aquí, “Nuestros hermanos nos esperan en la cámara
azul, que es por aquí, querida”. Nos desviamos hacia la derecha y entramos
en un pasillo muy ancho, pero nos quedamos en la segunda puerta de cristal a la
izquierda, sin llamar ni nada, entramos, yo al lado de Adama.
En la sala que era bastante grande, nos estaban esperando
dos seres con la piel algo con un tono más pálido y azulado de lo que
normalmente estoy acostumbrada a ver por las ciudades de Luz, normalmente aquí
no bajan muchos seres de las estrellas, aquí como ya os he dicho residen los
Gaiadianos, que somos todos, pero seres de las estrellas que colaboran con la
Gran Hermandad Blanca y la Confederación Galáctica normalmente no llegan a las
ciudades intraterrenas de Agartha, la mayoría de contactos con en la
superficie, pero supongo que debe haber excepciones. Eran una pareja, que
estaban ambos de espaldas, miraban el gran y maravilloso jardín que hay detrás
de la Catedral dónde la diversidad de culturas se mezclan y charlan o pasean
por allí, bajo los árboles y las flores más bonitas y brillantes que ni
siquiera yo misma podría imaginar de lo bonitas que eran, me fijé que el pelo
era castaño con tonos rubios y pensé que eran de las Pleyades, pero cuando la
mujer se giró y nos vio y vi sus ojos más alargados (como si fueran un poco
asiáticos) supe que no eran de allí.
Llevaban una túnica azul ambos, sinceramente no se podía
distinguir dónde estaba la piel de dónde empezaba la túnica, porque brillaba
más de lo normal, pero iban con los pies descalzos, tenían unos pies azules,
del mismo tono que su cuerpo, era curioso, pero la sonrisa no se les borró de
la cara, de hecho estaban hechos de amor incondicional, se podía percibir con
esa mirada de ojos verdes que mostraban. En el silencio más sorprendente Adama
añadió “Amada Flor de Lys, te presento a
Los Azules o cómo tú les debes recordar, tus hermanos Los Arcturianos”,
abrí los ojos y les miré mejor, el hombre que parecía tener treinta años y la
mujer un poco más joven, me miraron diciendo que sí con la cabeza ¡No lo podía
creer! Adama los determinó hermanos porque entre Arcturianos y todas las
especies de la Gran Hermandad Blanca nos determinamos como hermanos sin apenas
ser familia, pero sinceramente no conocía esa pareja.
“Saludos, nuestra
amada hermana, desde hace eones de tiempo que te hemos ido observando en tus
largos caminares, en tus cortas y largas vidas aquí en Gaia, tras haber dejado
atrás nuestro hogar.” Me quedé alucinando escuchar este mensaje porque no
decían ninguna palabra todo era telepático, escuchaba la voz del hombre que se
presentó cómo el Maestro Ascendido Juliano, pero la chica que no pronunció
nombre alguno prosiguió de la misma forma diciendo “Nos hace feliz, poder reencontrarnos hoy, aquí y ahora, mostrando que
tus hermanos Los Arcturianos siempre estamos unidos en el pensamiento y en el
corazón. Dando así a conocer, para construir de nuevo ese puente con nosotros
que se destruyó en la Atlántida y en Egipto.”. Es verdad desde que no
reencarné en esta vida no me pude acordar de ellos, de mi familia, ya lo he ido
compartiendo por Twitter, mis pocos recuerdos que tengo de Arcturus, y que
deseo algún día en esta misma encarnación, volver para hacer una visita mi otro
hogar como lo ha sido Épsilon y ahora Gaia.
Crecer
es tu fuente de enseñanza para tus nuevos hermanos, que algunos también llegan
de Arcturus. Cuando te vemos mostrar tu esencia a la vida de Gaia con la
humanidad, tu alma recobra esa luz tan especial que la sexta dimensión te ha
bendecido y seguirá así creando los puentes de Nueva Gaia, en las nuevas
ciudades de luz que están surgiendo desde nuestros puentes de energía
cristalina en Telos y en Arcturus.
Recibe
la bendición del gran padre, y de la gran madre, en nuestros abrazos. Nosotros
estamos aquí, un pequeño grupo para hacerles recordar a nuestros antiguos
hermanos Arcturianos, quienes son y ayudarles a emprender su misión de vida. Recibe
nuestros cristales de sabiduría espiritual de nuestro corazón más amado y
bendice cada enseñanza con amor, fe y esperanza.
Os
amamos muchísimo,
Tus
hermanos los Azules (Arcturianos).
Antes de que se fueran, les pude dar un abrazo de despedida,
y cuando Adama me acompañó de nuevo a la plaza de la Gran Catedral, nos
quedamos sentados en la fuente que hay justo en medio de la plaza para ponernos
a hablar sobre lo sucedido, y le dije “¿Cuántos
hay ahora aquí en Telos?” y Adama contestó “Solo cuatro, pero van a venir más, hasta complementar doce, uno por
cada mes y signo del zodíaco que hay aquí en Gaia”. No tenía muchas dudas,
pero me impresionó bastante, no esperaba conocer tan pronto a Juliano y le dije
a Adama “Creo que a Juliano lo he
canalizado en uno de los personajes de la telenovela que escribo con mi hermano
Alberto, ¿Es cierto?” y él contestó “Así
es, él se presentó en el momento en que necesitabas tener un personaje
interesante en la telenovela, es una forma de darle credibilidad a la historia,
escucha lo que él tiene por compartir y sentirás el flujo de vida que te une a
ellos de por eones de vidas”.
Me tenía que ir ya, porque Uriel ya había avisado que pronto
era la hora de ir a trabajar de nuevo, el tiempo en Agartha pasa distinto a la
superficie, así que me despedí de Adama con un bello abrazo y le dije “Pronto nos volveremos a ver, hermano. Y
acepto tu propuesta para la misión, cuando sea si es lo que deberá ser, nos
veremos un ratito” él se echó a reír de felicidad y yo también, mientras
pensaba en casa, en mi cama, en Uriel y en volver a la superficie, pocos
segundos después sin dejar de caminar, me tele transporté directamente a mi
habitación, le di un abrazo a Uriel y le di las buenas noches, me metí en la
cama y me uní en 3D una hora después de llegar, cinco minutos después sonaba el
despertador.
Recomendación: Eye
Asher Eye – Mantra.
HR.
HERO&Corporation.
No hay comentarios:
Publicar un comentario