Bajo El Manto De Estrellas

Me sentía muy relajada en la cama, la noche anterior había estado con el Arcángel Uriel y pensaba, como de costumbre, que esa noche sería distinto, ya que es muy raro que tenga dos estadas a la 5D seguidos, pero me equivoqué, señores, me equivoqué… mi cuerpo empezaba a vibrar muy rápidamente, cuando me di cuenta de que además sentía como si estuviera flotando, empezaba a no sentir que estuviese tumbada en la cama, todas mis células de mi cuerpo estaban vibrando a una frecuencia de 4D y 5D, era impresionante, sentía como un gran cosquilleo pero que no podía moverme, de hecho intenté no moverme para no dejar de sentir esa sensación tan hermosa, algo estaba pasando y sabía que era en torno al amor incondicional porque mi corazón ardía de amor, ardía de Kundalini, wow…

Enseguida volví a notar la cama, cuando escucho en mi corazón “ven conmigo, querida Flor de Lys” enseguida, antes de intentar averiguar quién me estaba llamando y sin abrir los ojos, me apareció la imagen del prado dónde había estado apenas 24h antes. Así que me conecté con mi corazón y cuando abrí los ojos, me encontraba de pie en el prado, mis pies desnudos volvían a tocar la hierba tan hermosa, era impresionante, me había teletransportado a la 5D, increíble. Caminé hacia el árbol, subí por esa mini colina, y cuando podía vislumbrar el árbol, debajo de su copa mis ojos se emocionaron al ver al Maestro Hilaríon que me estaba ofreciendo su mejor sonrisa, esperándome con sus brazos abiertos, empecé a correr y me lancé a sus brazos para recibir su hermosa bienvenida, le agarré muy fuerte de su cintura mientras que él correspondía su abrazo.

“¿Hoy dónde iremos a hacer clase?” y el Maestro Hilaríon dijo “(se río a carcajada limpia) Hoy no habrá clase, mi amada Flor de Lys. Hoy solo quiero pasar un ratito contigo, hablando”. Él es quién me está enseñando a hacer todo lo que tendré que hacer en la misión de Junio, ya os he dicho muchas veces que el Maestro Hilaríon es mi instructor, ya que él trabaja como trabajador de luz del rayo verde, en la parte emocional y de sanación a través de masajes energéticos (también hace reiki, pero no me lo está enseñando en mi caso no), en la parte emocional normalmente la domino bastante, pero es en la parte de la sanación la que desde hace un año que me están enseñando a hacer, y es para mí muy interesante, porque a través de estos masajes puedes llegar a curar a la persona, aunque no del cien por cien, porque la persona también tiene que colaborar. “¿De qué quieres hablar, querido?” le dije con una sonrisa en la cara que se me quedó enmarcada durante toda la experiencia, y él dijo mientras se sentaba a un par de metros del árbol “Pronto será la misión que aceptaste realizar cuando el maestro Jesús te vino a visitar, ¿cómo te sientes al respecto? ¿Estás preparada? ¿Tienes alguna duda que yo te pueda responder?” él picó dos veces sus manos en su regazo para que fuera allí y me sentase encima de él, sin ponerle resistencia lo hice, y le dije “Sinceramente, me ha sorprendido bastante, desde que Jesús vino hasta que lo vi en mi vida, pero me siento muy emocionada, con muchas ganas de ir y de disfrutar al mismo tiempo de cumplir con la misión”. 

Hilaríon contento pasó sus lindos brazos por encima de mis hombros y me abrazó empujándome hacia él con una sonrisa que al final me contagió, me quedé tumbada encima de su regazo, mi cabeza estaba en su regazo, sus brazos en mi cintura y mis piernas y mis pies en el campo, ¡qué bonito! Sí que lo era, no simplemente poder contemplar su barba de semanas rubia, sus ojos verdes brillantes y su pelo cortito rubio y ondulado, sino también por las estrellas que brillaban en el firmamento, como si estuviésemos bajo el manto de estrellas más hermoso que jamás había visto, wow… “¡Qué bonitas!” Hilaríon me miró directamente a los ojos con mucho amor, cómo veía que no me entendía señalicé las estrellas y él miró hacia ellas y dije “¡Jamás las he visto así!” y él dijo “En algunas de ellas has estado, mi querida y en cada una tienes una aventura que sigue escondida en tú corazón. Si prestas atención, a veces puedes escuchar el susurro de tus aventuras que renacen de tus recuerdos” me sorprendió lo que dijo, era como si dijera “Tú misma puedes saber cuándo quieras cómo han sido tus aventuras” así que le digo “¿Es posible provocar un recuerdo en cualquier momento para controlarlo?” y él dijo “Para ser Uno, hay que volver a unir todas las piezas para poder ser el Ser completo”, nos pusimos otra vez a reír.

“¿Pero se puede?” sus ojos volvieron a encontrarse con los míos, mientras que sus labios susurraban “No, pero hay trucos para poder sobrellevarlo de forma que no se descontrole como suele ocurrir”. Sinceramente me han compartido el diccionario de cómo sobrellevarlo, pero siempre se me descontrola un poquito, al igual que os compartí hace un mes, bebiendo mucha agua, no tomando nada denso, intentando no abrigarse cuando hay frio y cuando hay calor no refrescarse… lo he probado todo pero siempre se ha descontrolado, así que al final he optado por cuando me ocurra que Uriel me tenga vigilada por si ocurre algo, la última vez que pasó tan fuerte, y vosotros lo visteis, Uriel ejerció de arcángel a la perfección, aunque sigua sin recordar lo que ocurrió durante ese día. “Lo que me preocupa un poco es si me va a durar tantos años como le ocurrió a mi Marido Atlante, ¿Me puede ocurrir así?” un hilo de tristeza me visitó en mi preciosa sonrisa, Hilaríon con el dedo índice me rozó la mejilla y me dijo “No pierdas las esperanzas, pero cuando termine podrás hacer lo que tanto deseas hacer, mi amor” seguido de su mejor sonrisa de corazón que me iluminó de nuevo la cara.

“Mi marido me contó que le prohibieron conducir auto mientras estaba en la época de recordar, luego cuando ya lo controló o más bien cesó bastante, pudo volver ¿Tú que me aconsejas?” y él dijo “No deberías sacarte el carnet, solo hasta que todo baje, ahora mismo estás en auge y no podemos permitirnos verte en un auto y que sufras un accidente por recordar, es mejor que esperes un poco más” y tiene razón, en setiembre le dije a mi padre que si todo iba bien el verano siguiente empezaría a sacarme el carnet, pero ahora que estoy en la etapa más compleja del recordar, te recomiendan los seres de luz que si recuerdas, no conduzcas autos ni ningún tipo de transporte, por precaución. Pero mis padres están ajenos completamente a esta parte de mi realidad, no porque lo esconda sino porque ellos aún no están despiertes, así que no le puedo contar la verdad y por eso siempre les digo “Todavía no estoy mentalizada para sacarme el carné” esta excusa empieza a apestar, pero supongo que encontraré otro muy pronto, en caso que todavía no fuese posible…

De repente empezaron a pasar estrellas fugaces en ese manto precioso de estrellas, nos quedamos contando cuantas había y llegué a una veintena en muy poco tiempo, fue muy bonito. Con esa luz preciosa que deslumbraba el Maestro Hilaríon me quedé mirándolo mientras que él miraba las estrellas fugaces como si fuese un niño pequeño y le dije “Confío en ti Hilaríon (él me observó de nuevo), y si el mes de Junio tengo que hacer una parada en Madrid de una noche antes de irme al lugar de la misión, solo puedo darte las gracias por todo lo que haces por mí y por todos los alumnos que debes tener. Seguramente que pase lo que pase en Madrid, aceptaré el compañero que me ofrezcas, te amo mucho ¿sabes?” él contento se emocionó de felicidad y yo le correspondí con un abrazo muy fuerte y dijo “Yo también te amo, yo tengo fe en ti, que realizarás la misión tan bien como sea posible, al otro lado del mundo”. 

Eso fue lo último que escuché de él, ya que con el cansancio que ya llevaba encima, me quedé frita en su regazo. Uriel me contó que llegué a los brazos del Maestro Hilaríon que al mismo tiempo había venido acompañado del Dragón Verde que esperó en la terraza del segundo piso, mientras que Hilaríon entraba en mi habitación por la puerta conmigo en brazos, Uriel cuando me vio así, se preocupó y se vino a verme y Hilaríon le contó que me había quedado frita, cuando vio que dormía plácidamente, él me agarró, le dio las gracias y me puso en la cama, me abrigó con las capas de siempre y le dio un abrazo a Hilaríon que enseguida se fue por dónde había venido, al mismo tiempo que aprovechó para saludar al Dragón Verde pasando su mano por la cabeza del Dragón, que rápidamente volvió a atizar sus gigantes alas y desaparecer en el horizonte. Entonces Uriel se metió en la cama conmigo para hacerme compañía y así terminó la visita de esa noche.

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