jueves, noviembre 21, 2019

Merkusian


“Oh divino universo, te doy las gracias por los aprendizajes de estos últimos veinte días, por colocar Mercurio en el punto dónde nadie quiere, y te agradezco que me des la chance de poder transformarme a mí misma. Pues es en el reconocer, cuando mi falta se ve, y en estos días he podido comprender todos aquellos aspectos de mí misma que no estaba prestando atención, y que aquí y ahora, les pongo conciencia para trabajarlos y transmutarlos, y así llegar al siguiente nivel del camino consciente. Hen Ath.”

Tras la tormenta, llega la calma, y espero que así sea porque este mes de Noviembre no ha sido un buen mes, supongo que lo habréis notado en redes, casi no he estado muy activa, y es que he tenido conflictos internos que casi no me han permitido seguir con mis cosas en este camino. No, tranquilos, no me estoy quejando ni tampoco me estoy juzgando a mí misma, simplemente quiero compartirles ciertas cosas que quizás les sirva.

Durante todo el año, he aprendido mucho sobre la Astrología y a nivel emocional como afectan a nuestra forma de enfrontar nuestros propios conflictos, sinceramente no pensé que sería tan fuerte, ya que de dónde yo vengo (es decir, del tipo de familia que tengo), no prestan atención a eso, y es peor, porque con excusas no arreglas nada solo pospones lo inevitable. Aprender sobre la Astrología, ha sido requerimiento del Maestro Jesús, ¿se acuerdan cuando regresé de Roma el año pasado? El Maestro Jesús, me proponía poder estudiar el firmamento, porque según él, solo así podría saber cuándo empezaría la siguiente misión por lo cual acepté hacer. Pues cuando se cumplieron 40 días, tal y como él dijo, empecé mi aprendizaje.

Fue de una forma muy curiosa, en ese momento estaba estudiando ciencias en la IOC (Institut Obert de Catalunya) y curiosamente el primer tema era el universo, y entre ellos estaban los Astros y las Constelaciones. ¡Perfecto! Pero no fue a partir de Enero de este año, cuando cada mes, he ido recibiendo información sobre como afectaba la Luna tanto si era llena o nueva, los eclipses del verano y algunas constelaciones del firmamento, todo eso, parece que no sea nada, pero recuerden, formamos parte de una RED plantaría pero a la vez universal, por lo tanto estamos conectados con las influencias del firmamento cada día, hora, minuto y segundo del día, en cada acto, pensamiento y reflexión que hagamos. 

Durante años no le había dado importancia, pero tras recordar cómo mirábamos las estrellas durante la Atlántida, también en Arcturus, en Épsilon (cinturón de Orión), y en la época Azteca… ¿Por qué no sería importante si todas las civilizaciones antiguas lo hacían, incluso Egipto? Entonces, vi la importancia que tiene la carta natal, un día del 2013 encontré por internet un lugar que te la hacían gratis, y no dudé en consultar y me quedé bastante alucinada, porque la clavó. Con el paso de este año, he visto la influencia de la carta astral en mí día a día, es impresionante. 

Siempre hay un mes del año en que tenemos la gracia divinidad de encontrarnos con el planeta Mercurio en Retrogrado, es decir en la parte de la oscuridad (no quiere decir que sea malo, solo es sombra es aquello que no le ponemos luz). Este planeta siempre me ha parecido un lugar muy denso, quizás sean por mis recuerdos vividos allí (antes de venir a Atlántida), recuerdo una vida mucho más densa que aquí y miren que estaban en las últimas civilizaciones de la 3D, pronto iban a ascender a 5D. Pero cada vez que escucho su nombre, que aquí le llamamos un poco diferente a cómo lo recuerdo que se hacen llamar la civilización de allí, los Merkusian. De hecho, se habla mucho de ellos en Épsilon, porque tienen una gran misión y un gran propósito para ayudarnos a nosotros, a los futuros Gaiadianos a llevar nuestro cometido a buen puerto. 

El mercurio es el veneno de la vida y la facilidad de la inteligencia” así lo dice uno de mis guías más preciados el gran Sócrates. A nivel biológico, el mercurio es perjudicial para la salud, pero a nivel astrológico, ellos tienen la clave de porque debemos aprender a reconocer nuestra oscuridad. ¿Saben cuál es nuestra misión a nivel planetario? Cada reino tiene que aprender a ser una balanza, entre luz y oscuridad, para mantenerse siempre en el eje y poder así equilibrarse. El propósito de Gaia es ascender, pero no será posible sin realizar este ejercicio de equilibrio constante, ya que si entramos en 5D teniendo en cuenta solo una de las dos partes que formamos, el equilibrio no es posible. Hay civilizaciones en nuestro universo en que nos están recordando que si entramos en la 5D solo con la luz de nuestra mano, olvidamos que la oscuridad también es necesaria para transformarse. Ellos nos están recordando esto, porque esas civilizaciones lo hicieron de este modo y no hay vuelta atrás, para el universo todo pasa como debe ser, sin errores ni reproches, porque para el universo no existe el error. 


Cuando un planeta dicen que está más cerca o alineado con nosotros, es porque la influencia de esa civilización, nos perjudicará durante los próximos 20 días. Por eso cuando se trata de Venus (conocido como Venusian), nuestra civilización presenta un lindo cambio en luz, porque Venus ayuda a potenciar esa luz mediante la curiosidad de aprender y crecer, por eso en verano o invierno (meses Junio a Agosto), nos sentimos con una energía muy hermosa que nos hace ir a cualquier lugar y hacer todo aquello que queremos hacer, con la mano de la luz.

Pero este mes hemos tenido la influencia de Mercurio, y esta civilización nos potencia la oscuridad, nos obliga a ver aquello que no queremos ver y que nos cuesta reconocer. El objetivo de esta civilización es mediante la contemplación, sin intención de hacer nada, reconozco quién soy en el aspecto denso y oscuro. Seguramente que durante este tiempo, habéis experimentado cosas muy pesadas, discusiones, silencios, dolores físicos agudos… la herramienta a usarse en ese momento era simplemente la contemplación, observarse en silencio, sin juicio para aceptarse. 

A mí personalmente, he estado todo este tiempo sin poder decir mucho, yo, que soy muy comunicativa, me había quedado sin nada que decir al mundo, por eso me lo he tomado para mí a nivel personal y profundo. Me he observado en profundidad, de hecho uno de los mensajes que recibí a finales del mes de Octubre para estos días era “Ten la voluntad de ser el Vacío” es decir, que tenía que callarme y observarme para ser NADA. Y la verdad es que ha sido así, he dejado de hablar mucho con mis amistades, sin motivo externo, simplemente tenía que tomar un poco de tiempo, no he comentado casi nada de Instagram, solo lo justo y necesario. 


Entramos en este período tras pasar por el portal de Samhain, la renovación de la energía planetaria (como una especie de fin de año energético), y durante los primeros días yo me encontraba bien, pero la influencia ya empezaba con fuerza a partir del día 2, que para mí no fue un buen día, hubo discusiones y momentos muy malos, me peleé incluso con mis guías, como si quisiera volver a la inconsciencia, suerte que solo fue un día o una semanita mal… emocionalmente. Luego a la semana siguiente, unos dolores físicos atroces, si habéis visto Twitter, lo comenté por allí, yo que soy mucho de salir a dar una vuelta por Manlleu, de repente me quedé en casita encerrada cuatro días, y no era porque algo me lo impedía, o alguien, pues era yo misma, mi cuerpo se enfermó y mucho, al quinto día me fui al médico y me dijeron que tenía infección de orina. 

Cuatro días de dolores intensos, casi sin poder pegar ojo, y teniendo viajes difíciles, se resumieron a cuatro días más de curación de la infección de orina, con antibióticos y pastillas para el dolor. Harta de todo, pregunté a mis guías el motivo de esto y uno de ellos me contestó inmediatamente “integra lo que has vivido, pues ¿cómo vas a reconocer lo que has aprendido recientemente?”. De nuevo tenían razón, no había integrado nada o casi nada de lo que había pasado durante el verano (sigo en ello), y pregunté ¿cómo lo hago? Y ellos me contestaron “la palabra escrita tiene más valor que la que se escapa por el aire” es decir, que me invitaban a escribir en mi diario personal, y así lo hice, me dediqué todos los días a escribir y he avanzado bastante, pero sigo hablando sobre el verano, es que han ocurrido muchas, muchas cosas… por los cuales mantengo esa sonrisa de felicidad y agradecimiento en mi rostro, porque no me arrepiento de nada, todo lo que ha pasado, es justamente lo que quería que ocurriese y lo que tenía que ocurrir.

Según la doctora Muñoz, que fue quién me atendió en el médico, el dolor y esto duraría más de una semana, por eso me cargó en cajas y cajas de pastillas para el dolor. Pero al ponerme a escribir en mi diario personal, esto se curó en tan solo cuatro días, sin apenas haberme gastado la mitad de una de las cajas de pastillas para el dolor. Wow, ¿cierto? Aquí tenemos un ejemplo más de la medicina actual, dónde solo atacan al problema físico, pero no ven su origen al emocional, pero si se trabajan ambos aspectos en la curación, pues al final todo se transmuta. En caso contrario, puedes llegar incluso a provocar tú propia muerte, antes de lo que querías. Recuerden, todas las enfermedades, tienen un origen emocional, que puede ser: individual o grupal. Es decir, que solo sea afectado por él mismo o porqué hay un patrón familiar que se va repitiendo de generación en generación, hasta que llegue aquel que no muere y trabaja en todos los aspectos, espiritual, emocional y físico para ayudar a transmutarlo, y curiosamente o milagrosamente esa persona se sana y no vuelve a aparecer el problema nunca más.

Vean la importancia de los cuatro procesos de la dimensión tiempo, es decir la 4D con la importancia de hacer terapia emocional, ambos si trabajan a diario, evitamos muchos problemas en el futuro, la pista es la visión, es decir, como observamos nuestros mundos, tanto interno como externo. Pero también tenemos que tener en cuenta dos aspectos más:

Sentimiento → ¿Cómo sentimos lo que vivimos?

Acción → ¿Cómo actúo ante las situaciones y conflictos que se me presentan?

Esta trinidad, teniendo como dualidad la visión y el sentimiento y como punto de unión la acción, nos permite transformar nuestro camino cada día. Hay que tener en cuenta que estos tres aspectos se observan tanto a nivel interno como externo, mediante la proyección hacia adentro o hacia a fuera que yo creo de mí mismo, como si fuera un espejo para los demás. 


Si se consigue un eje entre estos tres aspectos, en teoría te tiene que ir bien, yo sigo con la práctica, aunque estoy mucho mejor, a nivel emocional, me está causando problemas porque de nuevo llegan más miedos a mi vida, y no puedo permitirme que me limiten, pero debo observarlos, sentirlos y hacer algo al respecto, para saber cómo transformarme a mí misma. Estos miedos, también están relacionados con lo que se viene en 2020-2022, que por cierto empecé a recibir ya las fechas de posibles viajes que realizaré, aún no puedo contar nada, pero ya les iré avisando, atentos a mis redes y en youtube. Estos miedos, me he dado cuenta que se repiten desde hace 12.000 años, como la situación energética es igual que en ese tiempo, regresan como un imán, y eso quiere decir que fueron cosas que dejé sin terminar.

PD. El sábado 23 de Noviembre a la noche tendréis el capítulo 3 de la Serie el Reflejo de Mí Vida. 

Recomendación: Hozier – Talk.

martes, noviembre 12, 2019

El Espejo De Mi Vida - Capítulo 2


Durante ese año no conseguí ningún amigo, solo eran compañeros, porque los amigos tras la escuela se veían, yo no veía a ninguno, solo a mi prima Sofía que estudiaba en otro centro, de mi misma edad (ella de febrero y yo de marzo), pero cuando mi abuela Filomena me venía a buscar junto a su hermana Cristina, ya venían de recoger a Sofía y la última en salir era yo, nos íbamos al parque del río Ter o a veces en casa de mi abuela o mí tía abuela y jugábamos hasta la hora de la cena, eso mejoraba mucho mi vida social, quizás no eran mis compañeros de clase, pero la pasaba muy bien con mi prima. Con ella, no me importaba jugar a cosas que a veces no hacía, pero ella se adaptaba también a mí, y casi todo el curso fue así. 


Un día en la clase, la María Teresa se presentó un Lunes con un nuevo compañero de clase, un canario amarillo que cantaba mucho y que no tenía nombre, pobre animal, no tenía una identidad propia solo una especie. 

-          Niños, a partir de ahora cada día vamos a cuidar todos del canario ¿de acuerdo? Los fines de semana, sortearemos quién se tendrá que quedárselo, porque no se puede quedar solito…- anunció la profe, yo me alegré mucho, porque yo crecí siempre rodeada de animales.

El reino animal para mí es como mi propia sangre, por eso el respeto que tengo por todos los animales, des del más pequeño hasta el más grande, es siempre y será siempre como si mi vida estuviese en juego. Cuando nací, en mi casa ya tenían un perro que era hembra y se llamaba Frodo, mi madre siempre ha sido muy fan del mundo Tolkien. Era una mezcla de pastor alemán con otra especie que no recuerdo, era obscura y marrón de pelo corto y de estatura grande. Pero energéticamente era como una amiga, con el cual jugaba mucho con ella, hasta el fin de sus días. 

Aquel fin de semana que nos tocó en casa cuidar del canario, durante el sábado todo fue bien, lo que pasó fue que el domingo a la noche, mi padre decidió cambiarle cosas al canario, y sin saber cómo, la jaula se rompió, por suerte no fue grabe porque el canario no se escapó solo que creo que era algo del sujeta comidas que no funcionaba bien y tuvo que usar pegamento. Pero claro, como aquel fin de semana, tuvimos a la familia en casa, la mesa de la terraza estaba aún dentro de la sala, y como era invierno, el arreglo de la jaula se hizo encima de esa mesa, en algún momento dado, mi padre dejó el pegamento muy cerca de mí, y yo que era una curiosa, agarré el pegamento y empecé a observarlo. Aún más curiosa, decidí morder los bordes con la alegría de saborear el pegamento. El susto que se llevaron mis padres el ver que me ahogaba al tragarme grandes cantidades de pegamento, ¡tuvieron que llevarme a urgencias en el Hospital General de Vic y todo! Recuerdo que me tumbaron en una camilla de dentista y me obligaron a vomitar la bola de pegamento que me había tragado, tenía forma de pelota de pin pon. ¡Dios! Nunca más toqué ese tipo de pegamento, hasta la adolescencia….

Ese verano la pasé en Cadaqués, cortesía del jefe de mi padre que nos dejaba su torreta hermosa cerca de la playa para pasar nuestras vacaciones de verano, ya que no podíamos hacer nada más. Allí me encontraba, rodeada de vegetación, ángeles y por primera vez tras haber encarnado, me vino a visitar el guía Anasiel (ahora es Maestro Ascendido). Todas las mañanas, después de desayunar se me presentaba debajo del árbol seco del jardín, para jugar y aprender cosas. Recuerdo que me acerqué al árbol con algo de respeto, ya que me aferré a la mano de Uriel sin dejar de observar la túnica blanca con tones verdes claros, y su pañuelo azul y dorado en la cabeza, sus ojos verdes como dos prados hermosos y su perla esmeralda en el centro de la frente, simulando así su tercer ojo. Llevaba una especie de bolso hecho de la misma tela que la túnica y del mismo color, y siempre se esperaba apoyando la espalda en ese tronco, era muy alto, pero se agachaba para no tocar las ramas con su cabeza. 

-          ¿Quién es?- le pregunté a Uriel, cuando me detuve un momento.

-          Es un amigo que ha venido a verte.- contestó Uriel con su tono más dulce, me acarició el pelo y le seguí.

Nos acercamos y Uriel y Anasiel se abrazaron comprendí que eran amigos, pero mi sorpresa fue ver que no tenía alas, su espalda estaba normal como los adultos, igual que los humanos, y pensé que era un amigo pero que vivía en mí misma dimensión.

-          Oxalc, amada Laia. Deja que me presente, yo soy Anasiel, tú guía espiritual.- dijo con una voz muy hermosa que captó mi corazón enseguida que era todo AMOR.


Uriel me había hablado de los guías espirituales, aunque no reconocía bien las dimensiones, recordé que un guía vive normalmente en 4D, así que realmente no era de esta dimensión. Simplemente sonreí y le di un abrazo, me enganché a su cintura que le vino por sorpresa, cuando Uriel dijo que me dejaba con Anasiel a solas, para que hablásemos, y yo sin ningún problema, me aferré a la mano del guía y le miré a los ojos con una sonrisa de felicidad.

Anasiel caminó a mi lado por el jardín, entre la plaza del garaje que se encontraba el auto de mis padres, y un gato negro que se unió a nosotros, se arrastraba por las piernas de Anasiel, como pidiéndole que le tocase, así que él se agachó y le tocó la cabecita y el gato empezó a ronronear… era la primera vez que veía un gato negro, había visto gatos alrededor de mi casa, pero la gran mayoría eran grises o mezclados con blancos y marrones… pero negros me quedé un poco impresionada. Anasiel me pidió que me sentara en el pasto y así lo hice.

-          Pronto vas a cumplir cuatro años, mi querida. ¿Sabes lo que significa?- me preguntó, sus dientes blancos relucientes sonreían con mucho amor, mientras que el gato gozaba con el masajito de Anasiel.

-          Que seré un año más mayor…- dije inocentemente con unos ojos de angelito, Anasiel se le escapó una pequeña carcajada, le provocó gracia y yo sonreír, intentando conseguir que el gato quisiera también disfrutar de mis masajes…

-          Es tiempo de que aprendas más sobre lo que tú camino te va a mostrar cuando sea el momento, mi querida.- el silencio se presenció entre nosotros, yo le miré a los ojos, su cara había cambiado, era de felicidad pero parecía que algo no iba bien, porque la seriedad ya le estaba robando parte de su terreno.- ¿Recuerdas alguna cosa antes de nacer? ¿de cosas que elegiste aprender en esta vida?- me preguntó, curioso.

-          Estoy aprendiendo a bailar con Gabriel.- le dije.

-          Y más cosas que deberás aprender muy pronto, querida. – comentó – te estás preparando porque tienes una misión muy importante que hacer, y lo harás, cuando aprendas todo lo que te enseñemos. Mi llegada, es tan solo el inicio de lo que te espera, pero nosotros siempre que necesites nuestra compañía, estaremos contigo, ayudándote ¿comprendes, querida?- dijo Anasiel, preocupado por lo que estaba diciendo.

No me estaba pidiendo permiso, porque ya lo había hecho con volver a encarnar, solo me estaba informando que según ellos ya se habían terminado mis “vacaciones” de integración de esta encarnación y mi espíritu y mi alma junto a mí cuerpo estaban preparados para empezar a “formarme” al puro estilo de un Ser de Luz. 

A partir de los 3 años, mi memoria empezó a ser permanente, es decir que antes de esa edad, recuerdo momentos sueltos, pero ya con tres añitos, mi memoria empezó a captar la información de todos los días, aunque como todas las mentes, solo me acuerdo de lo importante, eso sería crucial por lo que me esperaba y yo en realidad no me lo esperaba así. 

-          Pero ¿recuerdas quién fuiste en otras vidas?- me preguntó con un poco de insistencia Anasiel.

-          No mucho. Sé que vengo de un planeta muy azul… que no recuerdo el nombre – ese era Arcturus- que estado aquí en épocas donde las mujeres iban con muchas capas y hacía mucho frío y era todo muy triste…- me refería a la Edad Media- también en algún lado dónde iba con falda y con el pecho descubierto, siendo un niño, con el pelo rubio hasta las orejas y…- eso era el Antiguo Egipto unos 12.000 años aproximadamente- pero poco más, y un barco que se inundaba.- el Titanic.

Eran flashes que pensaba que podía ser imaginación, porque durante esos años, me había centrado en la vida que me tocaba vivir en ese momento, y esos flashes eran como pequeñas creaciones para creerme ser de otras partes de este planeta y del universo. Aunque entender la inmensidad del Universo me costó varios años comprenderlo… cuando te sientes una aguja dentro de un globo aerostático, es difícil comprender quién fuiste y quién eres, si a tú alrededor solo hay aire, y tú una simple aguja que si se mueve puede pinchar el globo. 

Recomendación: Two Feets - BBY.

HR.

HERO&Corporation.

miércoles, noviembre 06, 2019

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 1


“Para ser y formar parte de un espejo, es necesario ser valiente y enfrentarse a los miedos de uno mismo para mostrarse transparente ante la realidad” así es como el Maestro Hilaríon me dijo hace una semana, cuando me di cuenta de que mi mayor miedo es mostrarme tal y como soy a los demás, y como inevitablemente mí vida tiene que ser vista al mundo, os traigo durante las próximas semanas (aún no se especifican cuantas) todo lo que fui en esta encarnación hasta el momento el momento más importante de mi vida, lo que pasó en Girona en Julio del 2018. 

Lo siento si eso les des coordina un poco las reflexiones, pero según mis guías y yo misma, sé perfectamente que esto forma parte de la preparación para la misión del 2020-2022. Pero no se preocupen, que si durante estas semanas, si hay alguna reflexión por en medio, las voy a publicar igual, por regla general tendrán un capítulo de MI VIDA una vez a la semana hasta que termine. Gracias, y vamos a empezar…

Nací el martes 23 de Marzo de 1993 a las 5:55pm en el Hospital General de Vic (Barcelona, Cataluña) convirtiéndome así en la única hija de mis padres. Pero mí nacimiento no fue para nada normal, tras más de 11h de largo trabajo de parto, los médicos cuando ya me tenían en brazos vieron que algo no iba bien, y es que al nacer no respiraba bien, por eso entré en parada cardio-respiratoria dos veces casi seguidas, hasta que los médicos se dieron cuenta de que había nacido sin paladar y por lo tanto, lo más probable es que también me faltase un pulmón, por eso decidieron enviarme en una ambulancia al Hospital de San Juan De Dios en la capital Catalana para hacerme más pruebas, sin que mi madre me pudiera tener en brazos ninguna vez. Mi padre, junto a mí Tío Hilario (que ya no está entre nosotros) se fue con el auto tras la ambulancia para hacerme compañía, a parte del Arcángel Uriel que se encontraba conmigo dentro de la ambulancia.

Allí en la UCI de neonatos me hicieron todas las pruebas posibles, para ir descartando problemas, hasta que al final vieron que todo estaba bien, excepto que había nacido (sin motivo alguno) sin paladar ni campanita. Ese problema, claramente no permitía que pudiese mamar y durante el tiempo en el hospital que fueron nueve días, me alimenté a través de sondas, pero poco a poco, a mis padres les explicaron la posición que debían tener conmigo a la hora de comer. No podía estar incorporada porque la leche se salía por la nariz ni sentada del todo porque los bebés tienen las vértebras delicadas. Mi madre se quedó ingresada en Vic durante muchos días, intentaba mantener una actitud positiva para no entrar en depresión, hasta que finalmente le dieron el alta un día o dos antes que a mí, y mi madre en vez de irse a casa decidió irse con mi padre a Barcelona a verme (por primera vez tras el parto). 

Los médicos no quisieron operarme tan jovencita, así que decidieron esperar. Mientras tanto, mi primer año de vida, fue bastante normal, este problema me retrasó solo en el habla, porque resultaba que ni mis padres me podían entender, pero los ángeles sí. A esas alturas, aún conservaba en perfecto estado el hecho de hablar telepáticamente y de forma emocional, es decir, usando la energía de la emociones para expresar lo que sentía, tanto a la familia como a los ángeles, que pasaba la mayor parte del tiempo con ellos o sino con mi tío Hilario, que a través de sus ojos marrones podía ver perfectamente su rostro angelical que aún resguardaba en su alma, ya que él también se comunicaba con los ángeles a pesar de tener más de 30 años, seguía en contacto con sus guías. 

Desde siempre, rechacé el chupete básicamente porque recuerdo que no me gustaba el hecho de tener un trozo de plástico en la boca y cada vez que alguien quería ponerme el chupete, lo escupía a metros de distancia y en vez de eso, los dedos siempre eran un buen sustituto. Recuerdo un día que el Arcángel San Gabriel me vino a visitar y me dijo “aquellos bebés que usan sus dedos como chupete, para nada es por una manía, pues si así fuese, las manías desaparecen mucho antes de lo imaginado. Aquellos bebés que hacen eso, están asegurando que los Chakras tanto de sus manos como de su cuerpo, se recarguen y se limpien”. Es decir, olvidamos que los Chakras son aquellas puertas de energía por el cual nuestro cuerpo emocional y espiritual circula, una forma de limpiarse es chuparse el dedo un ratito, lo que provocas es que esa puerta circule su energía y se renueve a través del chakra de la garganta que luego con la voz, se libera.

De mi primer año de vida tengo muchos recuerdos de que siempre que estaba con mi madre o mi padre o mi tío, siempre estaba rodeada de ángeles, hasta llegar a llenar toda la sala como unos veinte o así, impresionante ahora que lo recuerdo. Por los cuales, la gran mayoría no los he vuelto a ver, y los nombres se me han olvidado, pero espero que en el futuro los vuelva a ver. Cuando ya tenía un año de vida, mis padres decidieron que había llegado el momento de dormir en mi habitación en la cuna, recuerdo que al principio lloraba bastante, pero luego deseaba que fuera la hora de dormir, mi madre me daba un beso de buenas noches, tras cantarme un poquito, y luego se iba de la habitación (la misma que sigo durmiendo todas las noches, nunca me mudé de casa). Entonces, veía a Uriel contento que me decía “hoy he invitado a unos hermanos para que te cantemos una historia que debes aprender” y entonces llegaba el Arcángel Raffaello y dos ángeles más que iban con instrumentos musicales algunos como un violín y un tambor, para cantarme historias del universo en su lengua natal que enseguida recuperé comúnmente llamado Sayónico, pero yo le llamaba Maghus. 

Este idioma fue un problema para mí personalmente, porque en mi casa se habla catalán, pero con la familia de mi madre español (Castellano), nadie sabía el Maghus solo los guías, y yo al tener el problema de nacimiento solo podía pronunciar palabras que este lenguaje ancestral tiene o sea las letras nasales eran fantástico para mi problema, pero claro, nadie sabía qué estaba diciendo. Por eso el médico cuando cumplí un año y medio, decidió que ya era el momento de operarme y lo hicieron en el mismo hospital en San Juan De Dios de Barcelona. Fui de los primeros casos de este problema, que no recuerdo la enfermedad, así que tenían que mirárselo bien para que todo fuese perfecto, la operación duró mucho tiempo, creo que más de cinco horas, eso dicen mis padres, yo ni me enteré, no recuerdo si estuve con ángeles o qué… realmente era chiquita y la memoria aún tenía lagunas. Lo único que recuerdo fue verme por encima de mi cuerpo mientras tenía la boca abierta con un aparato y me operaban el paladar, no recuerdo si estuve con guías ni nada, de todos modos, no entré en parada así que solo veía desde la perspectiva del espíritu lo que yo soy.

Pasaron los meses y no se volvió a hablar de mí problema, de alguna forma se había solucionado, aunque eso me retrasó de nuevo el habla, porque no podía hablar porque me dolían los puntos, así que me pasé meses en silencio, volviendo de nuevo a señalarlo todo e intentar emitir algún sonido cavernícola y esperar que mi familia me entendiera. Allí fue cuando empecé a ir a la Guardería el Niu de la ciudad de Manlleu (lugar dónde viví y he vivido siempre). Por aquel entonces, mi padre trabajaba mucho tiempo más de lo permitido y mi madre estaba en paro, pero el hecho de ir unas horas a la Guardería era como excusa de que yo empezase a ver que había niños de mí misma edad, en fin, esos fueron mis inicios en la vida social. 

Tengo pocos recuerdos de ese lugar, lo que si que era muy cómodo de ir, si mi abuela me pasaba a buscar, curiosamente vivía en la misma manzana que la Guardería, en cambio si tenía que ir a casa, ya eran tres manzanas. Solo estaba tres horas allí y luego mi abuela me venía a buscar, para crear vínculo, de hecho siempre he adorado ir a su casa, es la madre de mi padre (sigue viva, es la única que me queda, aunque ahora está en la residencia, pero para mí es como una segunda madre). Por aquel tiempo, mi otra abuela estaba enferma, los médicos le habían diagnosticado un tumor cerebral y no tenía muchas esperanzas de vida, porque la parte dónde tenía el tumor era curiosamente en la memoria y poco a poco empezó a no reconocer nada ni a nadie. ¡Era triste verla como no reconocía a sus siete hijos y de algún modo, volvía a ser ella una niña con más de 65 años! 

Es por eso que me aferré a mis dos abuelas, tanto a Filomena (la que sigue viva) como a Victoria, aprovechando todo el tiempo posible con cada una, incluso cuando Victoria se olvidó de mí antes de que yo cumpliera los dos años, hasta tal punto en que ya no se podía reconocer cuál de las dos era la más chiquita. Por eso deseé crear vínculo con Filomena, que yo la sigo llamando iaia de forma cariñosa, además con ella solo hablo catalán, con la otra tenía que hablar en español (y era un problema para mi). 

No me costó demasiado habituarme el hecho de ir unas horas a la Guardería, mi madre me llevaba por la mañana y luego cuando ella se iba, yo me quedaba en un rincón de la clase jugando, pero no jugaba con ningún niño, pues el Arcángel Uriel siempre se ofrecía para que jugásemos a algo para ir pasando el tiempo.

-          ¿Te gustaría mi amor, poder jugar con los otros niños?- me preguntó un día Uriel, mientras que jugábamos con un camión, uno de mis juegos favoritos.

-          No creo que entendieran mi forma, Dary.- no sabía decir Uriel y le llamaba de forma cariñosa de esta forma.

-          ¿Por qué?- siempre ha sido muy curioso la verdad.

Empezamos a observar a todos los niños, y no encontraba mucho sentido a lo que hacían, las niñas solían estar con muñecas y los niños no sabían tocar una pelota… me los quedaba observando curiosa, intentando averiguar porque no entendían que si jugamos a ser, no debemos ponernos límites. A mi personalmente, fui una niña que no quería jugar con muñecas, ni ir de rosa, (detestaba el rosa), ni maquillarme, ni jugar a papás y mamás… yo jugaba a coches, a las piezas de lego montando cositas abstractas, a adivinar palabras telepáticamente, y jugaba mucho a los puntos de vista (un juego creado especialmente por Uriel y nuestro favorito). Ya veía que muy igualita a los demás no era, ya tan chiquita y quería jugar a los puntos de vista en vez de jugar a pelota, que bueno… 

La verdad es que estar rodeada de ángeles siempre, me daba una gran inspiración para poder jugar a juegos que quizás otros no entendían todavía. El juego de los puntos de vista, consistía en quedarse en un rincón de la clase y observar todo el espacio y todo lo que había en él, para preguntarse ¿todo está vivo? ¿Lo que veo es o no es? ¿Cada punto ve lo que es o una forma de lo que es? ¡El mejor juego del mundo, incluso en la actualidad a veces jugamos! Lo que ahora estamos mostrando al mundo que la realidad es una creación de todos los puntos de vista de una misma historia, es decir, que todo lo que somos y vemos en realidad no existe en el universo, es solo una proyección de un grupo de puntos de vista o personas. 

Siempre me ha costado mucho hacer amistades, a veces cuando lo intentaba, me tenía que rebajar a cosas que no estaba dispuesta a hacer y cuando quería que hicieran algo que realmente me gustaba, como enseñarles a jugar a los puntos de vista o a las creaciones abstractas, muchas veces se iban con otros niños a jugar a otras cosas… hasta que encontré un niño que se quedaba a jugar conmigo. Un niño rubio, con ojos color cafés, de un curso menor, pero entendía mis juegos y me enseñaba de nuevos, como a cuidar cerditos de otras dimensiones. Con el tiempo, nos hicimos tan amigos que fue mi primer novio, duramos dos años, hasta que yo me gradué, lástima que nos tuvimos que separar porque fuimos a colegios distintos y literalmente, le perdí la pista, ni me acuerdo de su nombre, ni sé si sigue en Manlleu… se lo tragó la tierra…

En el nuevo colegio todo iba a ser diferente, con suerte compartí clase con tres o cuatro compañeros que ya veníamos de la misma guardería, pero ahora en la escuela El Carme Vedruna Manlleu, iniciando parvulario número 3 (P3A) teniendo de tutora a una chica de treinta o casi cuarenta años llamada María Teresa. Dejaba de ir unas horas a ir seis horas de lunes a viernes… personalmente llevo mal los cambios forzosos, y eso me viene desde pequeñita, no me costó cambiar de centro y estar con nuevos amigos, sino el hecho de que en la guardería solo eran tres horas y en el colegio era el doble, me agobiaba saber que después del almuerzo tenía que volver todas las tardes a la escuela, cuando ya estaba cansada de ella. 

Tampoco estaba acostumbrada a ir a clases con tantos compañeros, éramos 12 o 14 no recuerdo bien, la gran mayoría (por no decir todos excepto dos personas) permaneceríamos juntos hasta cumplir los 12 años, curiosamente que en ese momento ya tenía casi 3 años. De Setiembre a Junio eran los cursos, nueve meses con pocas vacaciones, tres semanas en invierno para la navidad, fin de año y los reyes magos, luego una semana por marzo o abril, que era la semana santa y luego tres meses libres de verano. Durante ese tiempo, dejábamos de jugar y ver la televisión, para ponernos a estudiar… empezando a dibujar los números, aprender palabras, jugar solo en el recreo doble (uno a media mañana y otra a la tarde, la última solo los de P3). En esa escuela repartían los cursos en tres clases A, B o C, que normalmente se encontraban en el mismo pasillo y algunas se unían por una puerta, pero que nunca se abría, siempre permanecía cerrada. 

De nuevo tuve problemas para socializar, me costó mucho empezar a hablar con ellos, porque además mi problema me había provocado que el sonido de algunas palabras no sonase correctamente, por ejemplo no sabía decir la R (la pronunciaba como en inglés), tampoco me impedía respirar por la nariz correctamente (sufrí muchos resfriados y bronquitis, por eso tenía que usar ventolín y suero fisiológico para destaparme las fosas nasales), por eso una vez a la semana iba con un especialista que le llamaban Logopeda en Barcelona para hacer ejercicios con la lengua para aprender a pronunciar bien las palabras. La doctora se llamaba Caterina pero le llamaban Cati y me trataban bien, aunque no entendían porque me trataban como si fuera tan estúpida, comprendía lo que decían sin problemas, pero al ser una niña de tres añitos, me hablaban como si fuera el perrito de la familia, eso lo detestaba. 

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