- ¿Otra vez tú?- dije arrugando la frente.
- Nunca permitiré que te salgan las cosas, niña. – dijo Gämael.
- ¡Eh, le hablas con respeto a mi protegida! ¿entendiste?- advirtió Uriel.
- ¡Oh, si hoy estás despierto, Uriel!- vaciló Gämael.
- ¿Qué haces aquí?- le pregunté.
Gämael salió de entre los arbustos y caminó hacia el asfalto, yo por precaución tiré varios pasos hacia a atrás, mientras que Uriel me agarraba de la cintura para tenerme cerca y preparada por si acaso tuviera que salir corriendo. Aunque yo no iba a hacer algo así, si venía a buscar pelea, yo también lucharía.
- Quería asustarte, pero a quién he asustado ha sido a una niña que no me interesaba… la tenías que haber visto como salía corriendo al verme… - mostró varias carcajadas de soberbia mientras que me miraba directamente a los ojos.- pero ella no eres tú. ¿Qué te crees que no te he dejado ya suficiente espacio o qué? – dijo Gämael.
Uriel dio un paso al frente y me rodeó con un brazo, mirándolo fijamente.
- ¡Basta, Gämael! ¡Deja de amenazar a mí protegida y procura de hacer tú trabajo dentro de la harmonía! – dijo Uriel defendiéndome.
- He venido a dejar un mensaje. – dijo Gämael.
Uriel y yo nos miramos un segundo a la cara, no entendíamos porqué pero teníamos que saber de ese mensaje.
- ¿Qué mensaje?- pregunté.
- Los reptilianos han aceptado mí oferta. Creo que lo tendrán crudo, si piensan ser el enemigo a lo inevitable. ¿Están seguros que quieren seguir luchando ante la luz? El momento se acerca, angelitos. – informó Gämael.
- ¿Se van aliar a ti?- preguntó Uriel enojado.
- Así es, Uriel.- respondió Gämael.
- ¿Faltando al protocolo?- pregunté también estaba muy enojada, me quedaba poca paciencia para sacar la espada y luchar contra él, pero eso sería innecesario en este tipo de conexiones.
- Me rebelé y este mundo va a ser para siempre oscuro. – respondió Gämael.
¡Mierda! Ya no estábamos hablando de que el rey de la Obscuria (también conocido como mundo obscuro o lo que la religión cristiana determinó infierno) se había revelado ante el protocolo de protección de los ángeles que juran cuando llegan a la madurez y empiezan a trabajar al servicio del universo para proteger y ayudar a la humanidad en sus procesos. Sino que además, había empezado una guerra, dónde la humanidad estaría en jaque, ya que sería el juego perfecto para él, manipular a su antojo a toda esta civilización que solo intenta salir adelante y entender quiénes es en verdad. En vez de protegerlos, los empezaría a manipular a su antojo, bajo la colaboración de los Reptilianos, Draconianos y Arcontes. Tres civilizaciones hostiles que causaron la guerra de Orión y que aterrizaron en esta esfera con un permiso falso como refugiados intergalácticos.
La humanidad aún no quiere ver la verdad, pero dentro de esta nueva guerra, la situación sería peor, porque el objetivo no eran las tierras, sino ellos, ya que son una civilización muy admirada por el universo y protegida por la Hermandad Blanca, pero una guerra es una catástrofe.
- ¡No lo permitiremos! ¡La humanidad es nuestra responsabilidad y la protegeremos con nuestra vida si hace falta! ¡Quédate con este mensaje, Gämael! ¡Tendrás que matarme si quieres manipular a la humanidad!- le dije mirándole a la cara, me acerqué para que sintiera que mis palabras eran sinceras, él solo arrugó el ceño un momento y luego escuché que me estaban buscando los Monitores y con Uriel nos fuimos.
A partir de esa conversación, empezó lo que llamaron los oscuros era del terror, no fue nada fácil, ya hablaremos de ella más adelante, pero esta guerra duró más de una década, empezando en el 2004 y terminando en Noviembre del 2022. Le había “declarado la guerra” a uno de los oscuros más fuertes que teníamos en la región, pero sentía que había hecho bien, si ellos querían guerra, la iban a tener, lo que no podía permitir era que se consiguiera manipular a la humanidad más, porque luego nuestro trabajo de luz no serviría para nada, ¿y entonces qué carajo hacemos aquí nosotros, eh? ¿para qué venimos a trabajar en realidad los ángeles?
Realmente parece que se me fue un poquito la olla, pero así haciendo la coña ahora, en estos tiempos del 2024 en los que estamos, me di cuenta hace rato que en realidad este conflicto solo era volver al origen del trabajo de un ángel, luchar contra la oscuridad… una lucha que empezó en el principio de los tiempos y todavía se sigue batallando en algunos lares de este universo. Como le digo a veces a Uriel cuando sucede esto “es el negocio familiar” él siempre se ríe cuando le digo esto, porque sabe que tengo razón.
Cuando se creó el primer arcángel, solo era luz, y tras él la oscuridad apareció… así empieza este cuento que llamamos entre todos universo… Porque una vela no puede dar luz, si cuando está apagada todo está oscuro, pero luchar en este caso, sugiere aceptar que habrá víctimas, y las guerras de los obscuros son realmente horribles. Mientras que los humanos se matan entre sí con bombas, escopetas y cuchillos, los Obscuria simplemente le comen la mente a un humano y hacen de él lo que quieran, con el fin de destruir su mundo, y con esa energía negativa tan densa, tienen un banquete para comer toda la eternidad.
Esa noche casi no pegué ojo, mientras que todos roncaban plácidamente en el quinto cielo, yo estaba como un búho, a oscuras y escuchando ruidos que ocurrían fuera de las habitaciones. En una ocasión me incorporé e intenté llamar a Gabriel, apareció enseguida desde la puerta del baño, se acercó y yo simplemente di unos golpecitos encima de mí cama, y él subió a la litera de arriba, se tumbó conmigo y me abrazó.
- ¡Venga duérmete que sino mañana no sabré cómo despertarte! – dijo Gabriel.
- No puedo dormir. No puedo creer que estemos en guerra, ¿qué le va a pasar a la humanidad ahora?- le pregunté muy preocupada.
- Evitaremos todo lo posible para que no sufran. Igual como hicimos la otra vez, si estamos juntos, lo conseguiremos, mi amor- dijo Gabriel, se le escapó esta última cosa tras un bostezo que él hizo.
- ¿Qué otra vez?- pregunté.
- ¿Quieres que te canté una canción para que te duermas? – evitó Gabriel.
Dije que no con la cabeza, me miró.
- ¡Cuéntame ¿qué otra vez?! – le exigí.
- Algún día lo vas a recordar, ¿te han hablado de la Guerra de Orión? – preguntó.
- No, aunque sé que fue una guerra que lo cambió todo en nuestra galaxia, ¿verdad?- pregunté curiosa de mí.
- Así es, a raíz de la destrucción de muchos planetas, la galaxia cambió radicalmente. Algún día lo vas a recordar, mejor lo hablamos hasta que pasé, ¿vale? Tienes que descansar, mi amor… es que no podrás hacer nada mañana y te espera un día muy hermoso. – exigió Gabriel tan cuidador como es siempre.
No tuve más remedio que aceptar su propuesta, así que le pedí que intentase hablar con el Coro y cantasen algo susurrado, él lo hizo y simplemente caí redonda. Las colonías terminaron y el verano del 2004 fue uno bastante relajante, me pasé todas las mañanas del sábado y del domingo en la piscina del Roquet en Tavernolas con mis padres. El resto de la semana estaba en el Anigami, esta vez ya sin la Sandra que ese año decidió mejor no apuntarse y todo fue mejor. Como no podíamos volver a Sitges porque hubo un temporal y el techo de la cabaña que daba a las habitaciones se vino abajo, porque le cayó un árbol, luego entraron a robar… teníamos que dejar atrás veranear en Sitges… me costaba bastante acostumbrarme a este cambio, porque fui muy feliz allí y al igual que las cosas empiezan, un día llega ese triste final.
Después de las fiestas de Manlleu, nos fuimos con la Sofia al Tibidabo, habían estrenado una nueva atracción que era la caída libre de solo diez metros. Subimos dos veces, la primera me divertí mucho, pero la segunda me asustó tanto que vi o más bien noté como mi alma se desvinculaba del cuerpo pero sin perder su conexión. Me asustó tanto que pensaba que estaba muriendo, luego me quedé atrapada en el asiento de tal forma que tuvo que venir un ingeniero a sacarme de allí, y dije que no volvería a subir más a una atracción así… parecía que había encontrado mí límite.
Entonces llegó septiembre, más rápido que de costumbre, me falta un día para empezar en Ávalon, por fin lo había logrado entrar en este prestigioso colegio para convertirme en Alquimista. Este centro no era público, era privado y muy difícil de entrar, por eso el director es el Maestro Merlín, el mismo del Rey Arturo esa leyenda realmente no fue una leyenda. Estaba muy ilusionada, porque debido a haber estado un año en la academia de Amsha, me había preparado tanto que me pudieron subir de nivel, es decir, que en vez de empezar en primero, empecé directamente en segundo.
El horario era de 1am a 4:30am, estudiábamos dos horas menos que en IÓN, el lugar era completamente distinto, des del Hangar (debajo del bosque de Ganimedes), tenía que ir dirección París y luego agarrar otro metro dirección Inglaterra (concretamente Irlanda). ¿Se acuerdan de Harry Potter? Algo así… me refiero a la magia, los bosques y un poco las instalaciones, nada que ver con la historia. No lo sé, pero creo que J.K. Rowling fue alumna de Ávalon aunque no se debe acordar, porque a raíz de eso, creó la historia de Harry Potter y Animales Fantásticos.
A mí lo que más me gustaba de ir allí, a parte del programa de estudios, es que volvería a ver al Chico de Ojos Verdes, ahora ya agarrábamos el mismo transporte a la misma hora. Aunque él ya me lo dijo, allí no era alumno sino profesor aunque solo éramos amigos me alegré mucho de que lo fuera, siempre lo he visto mayor que yo y ahora estoy entendiendo porqué.
En Ávalon básicamente te preparas para ser un Alquimista, para serlo hay que aprender un total de 140 materias diferentes entre sí, de todos modos la gran mayoría de Maestros Ascendidos lo son y es algo que realmente te ayuda en tú trabajo y en tus cosas del día a día. Sé que en esta dimensión en la que estamos, cuando alguien dice Alquimista, directamente nos viene a la mente las brujas que fueron quemadas en la hoguera, ellas conservaban estas sabidurías en el paso del tiempo, pero no simplemente significa aprender a hacer pociones, va mucho más allá.
Durante el primer año en que estuve allí, tenía cinco clases super importantes, que consistían en: proyección (usar cada Chakra como un mundo de energía dónde puedes sentir y ver el mundo cuántico), tiempo de secretos (descubrir los secretos que escondes dentro de tú alma, sabidurías que están dentro de ti y aprendiste en otras vidas), ungüentos (aprender a usar las plantas medicinales y los elementos de la tierra para armonizar tú espíritu, alma y cuerpo y sanar), cuerdas fluviales (aprender a comprender que cada cuerda del universo te conecta en este espacio-tiempo) y la última la más importante Ecuación de la vida o Origen de toda vida (Aprender a valorar la importancia de la vida, sea des del detalle más pequeño al más grande, todo es un conjunto único y conectado con el TODO).
Recomendación: Animales Fantásticos, los Secretos de Dambeldore - Película.
HR.
HERO&Corporation.
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