¡Feliz año 2024! Este año empezamos con un capítulo porque lo pregunté en Instagram y eso es lo que votaron nuestros seguidores, así que aquí tienen.
La abuela Filo estaba muy contenta de tener a tanta gente en esa fiesta de cumpleaños, que trajo golosinas para todos que aceptaron con gratitud. El Tiet Josep, me regaló una bolsita especial con 10€ todo con monedas de 1€, la tradición seguía ¡qué ilusión! Al terminar de comer la torta de limón y chocolate, cayó otro regalito, el juego de mesa del Monopoly en Euros, mi abuela tenía el de pesetas, pero este se quedó en casa. Una tarde con Sofía en el verano del año pasado, en casa de mi abuela, me enseñó a jugar y yo después le enseñé a mi abuela y desde entonces que mi abuela durante los veranos jugábamos al Monopoly hasta la hora de cenar, ¡qué divertido!
El tiempo fue pasando y llegó rápidamente Abril, semana santa la celebramos en Sitges, cada vez la cabaña estaba más deteriorada, el paso del tiempo pasaba factura, pero seguía siendo un paraje muy bonito para desconectar de todo. Después llegó San Jordi, el 23 de Abril, el día del amor en Cataluña también conocido como el día del libro y la rosa. Ese año fue nuestra última excursión a llafrenca con el colegio, así que en cierto modo, éramos los “dueños” de esos campos ante los cursos menores… que batallas tan bonitas se formaron al intentar conquistar las cabañas ajenas.
Mayo, fue un mes complicado porque en IÓN se acercaban los exámenes finales, y al mismo tiempo las pruebas para entrar a Ávalon. Ya lo había decidido, entraría allí siguiendo un poco al Chico de Ojos Verdes, pero también porque mi corazón me decía que tenía que ir allí a aprender a ser Alquimista, eso sería muy bueno para poder cumplir con mis misiones de vida que vine a hacer. Pero las pruebas eran muy duras, eran cuatro pruebas: Agilidad, Resistencia, Voluntad y Fluidez.
- ¿Son pruebas físicas, no?- le pregunté a Saint Germain.
- Para nada. Para ser Alquimista no necesitas músculos, necesitas ser como una onda de vibración que resuena en la radio, para llegar a que la escuches en tú casa, antes ha tenido que ser flexible para que saliera del micrófono a las antenas y atreverse a la adversidad para llegar a su destino. – informó Saint Germain.
- ¿Conoces alguno?- le pregunté.
- El director, seguro que te suena le llaman Merlín.- dijo Saint Germain.
El fundador de la Alquimia Universal del Cosmos, iba a enseñarme esta tradición tan importante en Agartha y en el resto del Universo, ¡qué privilegio!
- ¿Por qué tengo que hacer esas pruebas si se supone que me tienen que enseñar?- pregunté.
- Ávalon es una institución muy prestigiosa, muchos querían entrar, esas pruebas solo es para escoger a los que realmente valoraran esos aprendizajes.- dijo.
Me puse muy seria en ello, intenté entrenarme y prepararme tanto como pude durante el mes de Mayo, pero las pruebas serían a principios de Junio. El lugar de las pruebas, seguía siendo todo un misterio, cada año lo cambian por protección, tenía que hablar con alguien que hubiese pasado por ellas, así que le pedí una semana antes de las pruebas a Uriel, si era posible quedar con el Chico de Ojos Verdes, para que me pudiese aconsejar sobre ello.
El Chico me invitó un día a uno de sus entrenos en uno de los pabellones que tiene Amsha cerca de los lagos de los gemelos. Ya me puse ropa para entrenar, porque la cosa iba a ser compleja, él estaba muy guapo la verdad, se puso una camiseta de tirantes negra amarrada a su cuerpo, junto con unos pantalones cortos anchos grises, y sus zapatillas para entrenar, en una de sus manos llevaba un palo de guerrero, y en la otra no llevaba nada, buscaba su escudo pero no lo llevaba encima. Su pelo caoba larguito hasta detrás de las orejas, iluminaban sus ojos verdes brillantes, junto a su sonrisa hermosa, iluminando así su piel algo tostadita, como si hubiese ido a la playa dos días seguidas.
- Hoy solo te voy a enseñar la prueba más fácil, Agilidad. – dijo el Chico de Ojos Verdes.
- Muy bien.- dije concentrada y con una sonrisa de gratitud.
- Nos pondremos en el medio de la pista y activaré el simulador, a partir de ahora, todo lo que pase será cosa tuya que venzas cada prueba sin que yo te diga nada. ¿Vale?- dijo muy en serio.
- Vale.- repetí confiada.
Me coloqué en el centro de la simuladora, era como un pabellón pero muy moderno, cada simulación parecía que podías morir en ella, así que no era moco de pavo.
- ¿Me das la lanza, por favor?- le pedí.
- Tranquila, no la vas a necesitar.- respondió el Chico.
Se activó el simulador, y el pabellón desapareció para convertirse en un camino en medio del bosque y delante de nosotros había un árbol gigante.
- Debes subir hasta la cima, agarrar el obsequio y se activará la siguiente prueba.- informó el Chico.
- Ok.- dije.
No parecía difícil, empecé a escalar y fui subiendo sin problemas, poco tiempo después vi el obsequio, un diamante brillante encima de un nido de pájaros abandonado. Lo toqué, y la siguiente prueba era todo oscuro, odio la oscuridad, aquí el miedo empezó a visitarme con mucha fuerza.
- ¿Qué pasa?- grité.
Delante de mi apareció un espejo, me acerqué pero no tenía reflejo, lo toqué y apareció mi reflejo, mirándome con ojos raros.
- ¿Y esos ojos?- dije al acercarme al espejo.
Pero el reflejo me echó su aliento en mi cara y lo pude notar. Luego saltó del espejo y empezó a hablarme.
- Esto es lo que reflejas a los demás, a aquellos que realmente dicen que no eres merecedora de estar con ellos, los humanos, tus compañeros de clase. – dijo mi reflejo.
- ¿Qué eres tú?- dije arrugando la frente.
- Soy tú verdad. La sombra de esa luz, la escoria de tu propia creación. Lo veo todo a través del reflejo. Todo aquello que ocultas pero no puedes hacerlo conmigo, porque yosoy tú cara B. – decía el reflejo.
- Los espejos no hablan solo reflejan.- comenté.
- ¿Y porque no reflejas lo mismo que eres?- preguntó el espejo.
- Tú deberías hacerlo.- respondí.
- Solo soy tú reflejo, el mundo que construyes no está fuera de ti, yosoy tú mundo interno, ¿me reconoces?- dijo el Espejo.
- ¡No, no!- grité desesperada.
Miré hacia arriba buscando al chico pero no lo podía ver, empecé a hiperventilar, quería salir de allí.
- ¡Chico sácame de aquí! ¡Esto no es agilidad!- grité desesperada.
- El mundo que ves solo es un reflejo de lo que te muestro, si la mente controlase esto, el mundo sería más hostil que ahora. ¿Desde dónde te enfocas?- seguía mi reflejo.
- ¡Sal de aquí!- grité.
- No puedo, yo soy tú. ¿Te doy miedo porque los ojos no son marrones y son rojos? Soy la versión villana de la historia de esta encarnación, la que reflejo tus fallos y la que te recuerda quién eres en realidad.- dijo el reflejo.
Intenté darle un puñetazo pero era como el humo, se desvanecía y luego se volvía a armar.
- Si te resistes, nunca llegarás a saber la verdad.- insistía mi reflejo.
- ¿Qué verdad?- le grité
Mi reflejo se empezó a reír de mí y en el espejo empezaron a salir imágenes no muy bonitas, parecía un juego de ahora, de aquellos que matas por dónde vayas, pero en el pasado.
- Esa eres tú, hace unas cuantas vidas atrás. Esas personas que has matado, eran humanos que en ese tiempo solo querían una cosa… que tú les arrebataste, vivir.- explicó mi reflejo.
- No recuerdo eso.- me excusé.
- Tranquila, por eso estoy aquí… fíjate bien… en el pasado fuiste un asesino despiadado, y en este tiempo, debes reflejar la luz que eres, pero ¿Acaso lo soy? Pensar que entrar en la Orden o estudiar en IÓN te aleja de tú pasado, es solo una ilusión más que tú misma nos pones a ti y a mí. Esas personas están actualmente encarnadas en este tiempo, y algunas ahora te desprecian aunque en esta vida no has roto ni un plato, todavía.- decía mi reflejo.
- ¿A dónde quieres llegar?- le pregunté harta de esa prueba.
- El sentimiento que sientes cuando te pones a protegerlos en las guardias, no es sincero es solo una ilusión de que ellos te están buscando. Pero en verdad, en el fondo sabes lo que sientes, ¿verdad? Hay algo ahí que no sabes porqué pero le tienes miedo a que algo desarmonice esa seguridad que en ellos tienen y a ti te falta, ¿verdad? Sientes remordimientos pero no sabías porque.- confesó mi reflejo.
Me puse de rodillas, derrotada, indefensa, llorando de rabia,… mi reflejo tenía razón en todo. Solo entré en la orden para no sentir más remordimientos, maté a esas personas y ahora siento la necesidad de atenderlas en cada guardia o salida de emergencia.
- ¡Basta!- grité tan fuerte que puse la cabeza en el suelo y cerré los ojos.
Noté una mano en mi espalda.
- Querida, ya pasó.- era la voz del Chico que me abrazó e intentó consolarme, me aferré a él sin poder dejar de llorar.
- ¿Qué era eso?- le dije.
- La agilidad en Ávalon no se refieren a la Agilidad física, ni mental, sino a la Agilidad vibracional, se preguntan ¿qué tanto flexible eres en el espacio-tiempo? Un Alquimista debe aprender a sentir las vibraciones como co-crean la realidad, y a partir de allí, entenderá porque todo es así. – respondió el Chico.
Esa fue la prueba más difícil que había pasado jamás en esta encarnación, ¿Cuántos de ustedes le teme a su propio reflejo cuando se miran al espejo en el baño? Desde entonces que no me puedo mirarme en un espejo… hago como que no estoy viendo eso cuando estoy en el baño. Me da miedo ver a mi reflejo haciendo algo que en verdad yo no estoy haciendo, me quedo un rato mirándome a los ojos, pero para ver si se mueve ella antes que yo y si no pasa, ese espejo es de fiar.
De todos modos me presenté igualmente a la prueba, pero no fue como esperaba, llegamos al lugar de la prueba y nos metieron en un laberinto, dónde lo más aterrador que pueda ocurrirnos es vernos a nosotros mismos en el reflejo del agua, porque había charcos y criaturas bastante oscuras en ese laberinto, incluso muertos atrapados allí. Como en una peli de terror, por eso no me asustan las pelis, yo he vivido cositas parecidas y la verdad es que me costaron lo suyo.
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