miércoles, junio 27, 2018

Trasmutar Con El Rayo Violeta


Somos personas que nos cuesta muy poco tener objetivos, pero nos cuesta llegar a ellos, ¿por qué será? Porque tenemos un miedo que nos persigue allá dónde vamos y no sabemos cómo superarlo y seguir avanzando ¿sabes qué miedo es? Se llama tener miedo a estar en Bucle.

Es muy duro cuando ves que un mismo problema se repite, una y otra y otra y otra vez… como si el problema en sí, no tuviera ganas de irse, porque le gusta dando vueltas a tú alrededor, buscándote para hacerte perder la conexión con Gaia y el Universo. El Marido Atlante dice “cada problema y experiencia o situación que vivimos tiene cuatro pasos, proyección, experimentación, integración y trasmutación o trascendencia” ¿Cuántos de vosotros piensa que cumple todos los pasos? ¿Cuántos de vosotros solo cumple algunos? ¿Cuántos de vosotros no cumple ninguno? 

En nuestra vida debemos proyectar para poder experimentar, luego podremos integrarlo y finalmente debemos trascenderlo. ¿Saben por qué se deben trascender toda situación que vivimos, sea un problema o algo que nos divierta? Imaginamos que tenemos ganas de estudiar una carrera, en este momento iniciamos este proceso proyectándonos haciendo esa carrera, entonces llega la experimentación tardamos el tiempo que debamos tardar en adquirir y aprobar todas las materias, y una vez concluido esto, lleva un pequeño tiempo dónde integramos en nuestro ser todo lo aprendido de la carrera, pero aquí muchas personas se olvidan del último y el paso más importante que debemos hacer que es trascenderlo ¿Por qué? Pues porque ese es el paso en que una vez se trasciende la información aprendida, jamás volverás a dar vueltas en los mismo, dejarás de estar en bucle, para que lo entiendan, superarán esa situación, sea mala o buena, lo deben hacer para seguir evolucionando en la vida.


Antes de cumplir hace unos meses los 25 años, llevaba tiempo que quería transmutar todo aquello que ya he aprendido e integrado en mi ser, para seguir avanzando en mi sendero, pero no es muy difícil hacerlo ni conseguir con quién hacerlo, para poder lograrlo debéis comunicaros con el rayo violeta que es el que se encarga de transmutar, tenéis a un montón de ángeles, el arcángel Zadquiel o el Maestro Ascendido Saint Germain, pero también hay otros emisarios de este rayo que os pueden ayudar, la mayoría de emisarios están actualmente en la superficie de Gaia en 3D para ayudar a transmutar todos los sentimientos y experiencias de la humanidad y así poder ayudar a Gaia en su proceso de Ascensión. 

Solo hace unos dos meses y medio que encontré a mi transmutadora que me ayuda a hacer este trabajo y se encuentra en una experiencia de 3D actualmente, aparte de que es una vieja amistad, me ayuda a transmutar todo aquello que siento que debo transmutar, para así liberar espacio de mi mochila y poder caminar mejor en mi sendero. ¿Cuándo es recomendable trasmutar? Para mi experiencia, ahora suelo hacerlo una vez a la semana porque estoy pasando por un año de muchos cambios y para evolucionar bien es recomendable hacerlo, pero yo siempre recomiendo que sea cuando uno lo siente en su corazón, si lo sientes, te recomiendo hablar con tú ángel, vete a dar una vuelta o en un momento que estés a solas con él (en la habitación sin nadie de 3D) y dile que necesitas trasmutar cositas y que te recomiende a alguien o algo para poder hacerlo, él ya sabrá qué debe hacer, recuerda que tú ángel muchas veces te habla telepáticamente es decir, de repente sentirás en tú corazón la respuesta, si abres y mantienes el corazón abierto, lo que tú llamas, por instinto.

Ya llevaré pronto dos meses de transmutación de forma semanalmente o cada quince días, y es muy liviano, es genial, en serio que lo digo, durante este tiempo jamás pensaba que me sentiría tan vacía de equipaje. ¿Saben cómo encontré a mi transmutadora? Después de pedirlo al cielo, y esperar unas semanas, no sabía porque, pero era invierno y hacía mucho frío y Uriel me dijo “si quieres el descanso lo podemos hacer en ese edificio de allí, le pides si puedes quedarte un ratito a desayunar y entonces seguiremos con la ruta, amor” en ese tiempo aún trabajaba repartiendo cartas a -7ºC y tenía razón, tenía mucho frío y no sabía dónde podía quedarme, no le dije que no, así que entré al lugar y una chica muy hermosa y que ya conocía de hacía tiempo pero no recordaba su nombre, le pedí “¿me puedo quedar aquí unos minutos mientras desayuno? Es que hace mucho frío” yo pensaba que diría que no, pero la sorpresa fue que sí que me dejó. 

Así que durante los días de la semana que me tocaba ese barrio que estaba lejos de casa, me quedaba allí a desayunar, Uriel y yo nos íbamos a sentar en una silla mientras que yo desayunaba conversábamos pero telepáticamente para no molestar a los demás. Poco a poco me di cuenta de que ese lugar era muy confortable y me sentía muy a gusto, a mí me cuesta estar a gusto en lugares que no conozco, pero jamás había estado allí porque es un edificio nuevo de menos de diez años, pero me sorprendió bastante, el lugar es el centro cívico de Manlleu, o sea que siempre hay muy buen ambiente tanto de señoras y señores mayores como joven y niños. 


Pero una mañana, ya había terminado de desayunar y me disponía a despedirme de ella como siempre hacía y le daba las gracias una vez más, pero Uriel me dijo “¿A dónde vas?” cuando ya había terminado de hablar con ella y me dirigía hacia la puerta Uriel me agarró del brazo y me paró en seco, en ese momento la chica tenía una visita y yo le dije “A fuera, vamos a seguir trabajando” y Uriel me dijo “No, no, no… aún es muy pronto para eso” él me empezó a arrastrar de forma cariñosa hasta la chica de nuevo mientras que yo le decía “¿Qué haces?” y él dijo “Deberías seguir conversando con ella” no entendía para qué pero él a veces se pone insistente si es importante el tema así que me dejó delante de la chica que volvía a estar solita y ella prosiguió la conversación ya iniciada que yo continué al escuchar que Uriel susurraba “Habla con ella”. Curiosamente la conversación entró de pleno en el tema de la meditación y fue toda una sorpresa que ella también estaba en ese camino, entonces después de hablar una hora con ella, me di cuenta de que ella también está haciendo Maestría y las dos estamos en el mismo punto, con la diferencia que ella es del rayo violeta y ejerce de transmutadora y yo soy del rayo verde y trabajo de fomentadora, sanadora, emisaria y cosas parecías a la terapia emocional entorno a la curación del espíritu. A pesar de que ella me dobla la edad, somos muy buenas amigas y mencanta estar con ella aunque sea un día a la semana, hablamos de muchas cosas, tanto para transmutar también informaciones de experiencias nuevas, hablamos mucho sobre los Maestros Ascendidos que también mantiene contacto al estar en la séptima fase de la Maestría que ya es común. 

Recomendación: Gracias Cristo – Hillsong en español.

HR.

HERO&Corporation.

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