Recordar de dónde vienes, es para mí una gran experiencia y
más si llega ese momento en que recuerdas una vida pasada FUERA DE GAIA. Recuerdo
perfectamente las dudas que se formularon en mi cabeza cuando hace dos años,
una tarde de primavera, que me encontraba bailando en la sala de mi casa, que
no había nadie en casa, de repente, decido sentarme un momento en el sofá, y en
ese momento recuerdo a partir de diapositivas que se emitían en un tiempo
estipulado de un minuto en mis ojos, como si fuera a morir, una vida QUE NO ERA
EN GAIA… sino que en su lugar recordé una vida que tuve en el planeta conocido
como MERCURIO.
Sinceramente no me lo esperaba, regresé con la cara
descompuesta, por un lado me sentía feliz y afortunada de seguir recordando
vidas anteriores, pero por un lado, por primera vez en mi vida (esta vida) me
sentí extraterrestre. En ese momento
me levanté y dejé que mi cabeza volara libremente, cosa que hacía mucho tiempo
que no le permitía y me decía “eres una
extraterrestre, llevo toda tú existencia intentando que nadie notase lo que
eres, y ahora, al ignorarme, por tú culpa, ahora ya sabes qué eres. ¿Y ahora
qué, eh? ¿Qué harás? Si ellos saben que lo sabes, vendrán a por ti, y te
encerrarán para experimentar contigo. ¡es que nunca me haces caso y ahora merecerás tú castigo!”. Le podía
dejar hablar libremente pero le contesté “¡No,
no me dominas, mente irracional! Así que no tienes ningún poder en mí, vete y
no vuelvas, porque mi corazón no está de acuerdo contigo, nunca lo ha estado y
ahora no vas a volver a tener ese poder en MI” podía dejarlo hablar
libremente, pero… habéis visto lo que contestaba y a ¿qué vibración estaba?
Obviamente en la del MIEDO.
Hemos hablado mucho de la vibración del MIEDO y cómo podéis
ver, eso es lo que genera cuando dejas que el corazón no esté conectado
contigo. Mi cabeza me fomentaba al miedo para que no aceptara lo que había
vivido, ese comportamiento desgraciadamente todavía se ve en la mayoría de
personas que hace más caso a lo que dice la lógica, es decir la cabeza y no
permite que el órgano que está realmente conectado con todos los cuerpos, físico,
espiritual y emocional decida la mejor opción o te aconseje de forma coherente
y correcta. Enfrentarse a eso, solo muy pocos lo intentan y lo consiguen, es
una lucha que la primera vez que te enfrentas y ganas, empiezas a equilibrar tú
lucha interior.
Al escuchar mi cabeza decir todo eso, aunque no lo quería
sentía miedo, empecé a temerle a la vida, iba por la calle mirando a ver si
alguien había visto algo o yo qué sé, pensaba que me seguía alguien, pensaba
que alguien del gobierno quería algo de mi… pero cuando estaba pensando ya lo
más loco… escuché estas palabras “Todas
las almas que estás viendo hoy aquí, aquí y ahora, son extraterrestres. Nadie
es original, nativo de Gaia, todos provienen de las estrellas, algunos de
encarnaciones cercanas y otras de encarnaciones más lejanas. Pero aún y así,
nadie quiere hacerle daño a nadie, todos quieren seguir experimentando la
especie humana en 3D. No le temes a tú existencia, ni mucho menos a tú pasado
como alma, porque todos provenimos de las estrellas, todos somos
extraterrestres”. Estas palabras provenían del corazón, ya que me sentí
amada, en paz, conectada y feliz, en ningún momento sentía miedo, ni nada
referido a esa vibración tan densa.
Después de escuchar a mi corazón hablar y sentir que iba en
la misma dirección que él, empecé a comprender sus palabras al recordar cada
vez más vidas fuera de Gaia. De ver esa vida en MERCURIO, empecé a ver las
vidas en ÉPSILON (cinturón de Orión, planeta del medio) y mi origen ARCTURUS.
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HR.
HERO&Corporation.
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