domingo, octubre 30, 2016

No Reconocer Tus Miedos, Te Hace Cobarde De Tú Ser



“¡Tengo miedo!”- dicen los niños pequeños cuando se sienten inseguros, cuando ven algo nuevo que no saben lo que es, cuando ven un monstruo y en realidad es una persona o su propia sombra. Un niño empieza su camino reconociendo sus miedos, pero llega un momento en que nos olvidamos de lo que significa reconocer lo que sentimos, si es miedo, a lo que sea que le tengamos miedo de lo que nos está ocurriendo. En este camino llamado vida, aparte de vivir experiencias, también tenemos que reconocer los sentimientos que sentimos, aunque no sabemos cuáles son, ni porque han aparecido, tenemos que reconocerlos y los que nos perjudican de forma más negativa, en realidad no tenemos que dejarlos estar, tan solo aprender de ellos y aceptarlos.

Yo desde siempre le he temido a los cambios bruscos, y sigo teniendo miedo a eso, pero ¿acaso puedo evitar que ocurran los cambios en mi vida si una vida es un constante cambio? ¡No! ¡Yo sé que no! Pero he aprendido a vivir con ello, a aceptarlo y cuando llegan, sobre todo los que no tienen aviso, a reconocerlos y superarlos, caminando siempre hacia adelante. Tendemos a olvidar las cosas negativas porque nos hacen daño en nuestro ser, pero la verdad es que lo hacemos mal, para convivir con ello sin ningún tipo de sentimiento, es aceptarlos y saber que ese problema, ese miedo que tenía, ya no le tengo miedo porque lo he superado y eso significa, que una cosa negativa, no se ha convertido en positiva, porque eso es imposible de hacer, pero he hecho que mi propio ser reconozca que no es negativo para mí que si me ha ocurrido tal problema, tal miedo, y lo he reconocido y lo he intentado superar, en realidad he convertido en mi ser algo negativo en positivo, aceptándolo tal como es y luchando para que el día de mañana no me quedé atrapado en un círculo vicioso, como es caer una y otra vez en el mismo miedo.

En el 2015 tuve que aceptar los cambios que se me otorgó de manera forzada, le tuve miedo al abandono de pareja, y tuve que pasar por él, aprender que estar solo no es morir en vida, que estar solo es un concepto de unificación interna con tú propia trinidad sagrada. Le tuve miedo al no ser aceptado en Xauxa, y vencí, luchando de la forma que vi que era apropiado en ese momento y que ahora no me arrepiento de nada de lo que he hecho para llegar dónde estoy. Este año a mediados, estuve una temporadita sin amistades, le tuve miedo al abandono o al no caerles bien a mis amigas, y vencí, la verdad es que ya sabía que era un mal entendido que se pudo solucionar antes de los tres meses, y deambulé sin buscar un refugio simplemente aceptando que lo que me estaba ocurriendo, en parte eran por errores de ellas pero también por errores que cometí y que acepté y pude reparar. 

Y aunque le tenga miedo a los cambios, ahora me pongo a pensar como estaba hace dos años a ahora, y admiro todo lo que he conseguido, y mantengo la conciencia tranquila porque aunque me ha costado sangre, sudor y lágrimas, ahora puedo echar la vista atrás y decir “admiro todo lo que he cambiado, para estar segura de mí misma y haber aprendido más sobre mi interior que lo conocemos muy poco”. ¿Y saben porque es un elogio? Porque sientes en tú corazón que lo que te ha ocurrido y has superado, tú corazón lo recuerda animado, amoroso y con una gran sonrisa en la cara. La admiración de ese cambio efectuado que llega con el tiempo, es el resultado final de que estás haciendo bien las cosas, aunque al comienzo no era lo que te imaginabas, si has cambiado algo y no te sientes así, será porque no debiste cambiar aquello y aquí es cuando entra el personaje que menos nos gusta en esta vida, la EQUIVOCACIÓN. 


Es muy común tener miedo a equivocarnos, yo lo admito muchas veces sobre todo cuando tengo que tomar decisiones drásticas en mi vida, el sentimiento de miedo a la equivocación me ronda por la cabeza, pero una forma de ver que las cosas que decides son las correctas, es analizarlo de forma lógica, sin mostrar ningún sentimiento, dejando a un lado todo lo perjudicante que puede llegar a ser un sentimiento en una decisión drástica, y dejar que la lógica de sus razones de porque se toma esa decisión o cuál es la mejor decisión a tomar para ese problema que nos perjudica. A veces las decisiones negativas, o sea ser todas aquellas que perjudican a un tema negativo como por ejemplo, imaginamos que tenemos pareja, y resulta que llevamos un largo tiempo que las cosas no funcionan, que hay una razón pero nunca se sientan a hablar, imaginemos que llega ese momento, pero tú antes ya sabes un poco qué quieres hacer, primero hablar de ello, que quiere decir, escucharla y que te escuche, y luego tras lo que se hable decidir qué hacer, si dejarlo, si solucionarlo o qué… ahora imaginemos que la solución es dejarlo, y el chico decide romper, en ese momento tiene que mostrar sus razones “lógicas” de porque se rompe la relación, y no vale “porque alguien nunca me ha dejado ser como soy” ni mucho menos “te dejo porque si”, por mi corta experiencia en este sector, tengo que confesar que si queréis que las cosas queden claras y la otra parte no se vaya planteando “¿qué ha ocurrido para llegar a este punto?” es mejor tener claras las decisiones y decir porque, y que sea lógico y coherente, excusas sol sirven para que la otra parte intente solucionarlo y ya no se puede hacer nada, si se hace de este modo, sin marear a la otra parte, es mejor para ambas partes, porque así se llega a la aceptación de la ruptura más fácilmente.

A mí en mí última relación me marearon y todavía fue peor el remedio que la enfermedad, cuando se toman decisiones drásticas, es preferible tomarse un tiempo para analizar, de forma individual, los motivos. Y cuando ya se tiene una decisión prendida, efectuarla lo antes posible, si lo has pensado de forma correcta, el hecho de efectuarla lo antes posible no quiere decir “corre hazlo ya porque así no te arrepientes y lo haces de verdad”, si piensas así, tendrás que empezar de nuevo el proceso, si tú mayor miedo es el hecho de NO DECIR LO QUE SIENTES… las decisiones son difíciles, pero más difícil es tomar una mala decisión, que esperar a que salga la buena y efectuarla de inmediato. 

Si tomamos una mala decisión, por mí experiencia en temas serios, sea de pareja o también en el trabajo, esa decisión ha llevado unas repercusiones muy graves, incluso la más grave la de perder la ÚNICA OPORTUNIDAD de poder estar con esa persona. Cuando te enfrentes al miedo al compromiso, es duro muy duro, porque nada más saber que quieres estar con esa persona pero sabes que te costará hacerlo, si le confiesas a tú pareja o lo que sea en ese instante lo que te ocurre, si se queda junto a ti, habrás ganado un terreno difícil de ganar, eso querrá decir que la otra parte quiere seguir junto a ti a pesar de lo difícil que le resulte, avanzar en la relación. Yo siempre digo que el miedo que tenemos a algo es aparte de porque no conocemos qué ocurre o qué puede ocurrir, sino también es porque tenemos una falta de confianza en nosotros mismos (y también en las otras personas que nos acompañan) para poder mostrar realmente qué sentimos y como somos cada uno de nosotros. Lucha porque eso no sea así, nadie es perfecto, y nadie es igual a nadie, todos tenemos nuestra percepción en este mundo, y nuestra vida es diferente a los demás, quizás se parezca a otras, pero es distinta porque TÚ eres distinto. ¿Y de verdad te gusta imitar lo que hacen los demás cuando ningún animal imita a su manada? ¡Déjate llevar por tus sentimientos, y dejarás de sentir ese miedo, y llegarás más lejos! ¡Rompe con todo lo que te parezca normal y no es lo que sientes de verdad! Créeme la gente está más loca que TÚ. 

Recomendación: Bon Jovi – It’s My Life.

HR.

HERO&Corporation

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