“¡Tengo miedo!”- dicen los niños pequeños cuando se sienten
inseguros, cuando ven algo nuevo que no saben lo que es, cuando ven un monstruo
y en realidad es una persona o su propia sombra. Un niño empieza su camino
reconociendo sus miedos, pero llega un momento en que nos olvidamos de lo que
significa reconocer lo que sentimos, si es miedo, a lo que sea que le tengamos
miedo de lo que nos está ocurriendo. En este camino llamado vida, aparte de
vivir experiencias, también tenemos que reconocer los sentimientos que
sentimos, aunque no sabemos cuáles son, ni porque han aparecido, tenemos que
reconocerlos y los que nos perjudican de forma más negativa, en realidad no
tenemos que dejarlos estar, tan solo aprender de ellos y aceptarlos.
Yo desde siempre le he temido a los cambios bruscos, y sigo
teniendo miedo a eso, pero ¿acaso puedo evitar que ocurran los cambios en mi
vida si una vida es un constante cambio? ¡No! ¡Yo sé que no! Pero he aprendido
a vivir con ello, a aceptarlo y cuando llegan, sobre todo los que no tienen
aviso, a reconocerlos y superarlos, caminando siempre hacia adelante. Tendemos
a olvidar las cosas negativas porque nos hacen daño en nuestro ser, pero la
verdad es que lo hacemos mal, para convivir con ello sin ningún tipo de
sentimiento, es aceptarlos y saber que ese problema, ese miedo que tenía, ya no
le tengo miedo porque lo he superado y eso significa, que una cosa negativa, no
se ha convertido en positiva, porque eso es imposible de hacer, pero he hecho
que mi propio ser reconozca que no es negativo para mí que si me ha ocurrido
tal problema, tal miedo, y lo he reconocido y lo he intentado superar, en
realidad he convertido en mi ser algo negativo en positivo, aceptándolo tal
como es y luchando para que el día de mañana no me quedé atrapado en un círculo
vicioso, como es caer una y otra vez en el mismo miedo.
En el 2015 tuve que aceptar los cambios que se me otorgó de
manera forzada, le tuve miedo al abandono de pareja, y tuve que pasar por él,
aprender que estar solo no es morir en vida, que estar solo es un concepto de
unificación interna con tú propia trinidad sagrada. Le tuve miedo al no ser
aceptado en Xauxa, y vencí, luchando de la forma que vi que era apropiado en
ese momento y que ahora no me arrepiento de nada de lo que he hecho para llegar
dónde estoy. Este año a mediados, estuve una temporadita sin amistades, le tuve
miedo al abandono o al no caerles bien a mis amigas, y vencí, la verdad es que
ya sabía que era un mal entendido que se pudo solucionar antes de los tres
meses, y deambulé sin buscar un refugio simplemente aceptando que lo que me
estaba ocurriendo, en parte eran por errores de ellas pero también por errores
que cometí y que acepté y pude reparar.
Y aunque le tenga miedo a los cambios, ahora me pongo a
pensar como estaba hace dos años a ahora, y admiro todo lo que he conseguido, y
mantengo la conciencia tranquila porque aunque me ha costado sangre, sudor y
lágrimas, ahora puedo echar la vista atrás y decir “admiro todo lo que he
cambiado, para estar segura de mí misma y haber aprendido más sobre mi interior
que lo conocemos muy poco”. ¿Y saben porque es un elogio? Porque sientes en tú
corazón que lo que te ha ocurrido y has superado, tú corazón lo recuerda
animado, amoroso y con una gran sonrisa en la cara. La admiración de ese cambio
efectuado que llega con el tiempo, es el resultado final de que estás haciendo
bien las cosas, aunque al comienzo no era lo que te imaginabas, si has cambiado
algo y no te sientes así, será porque no debiste cambiar aquello y aquí es
cuando entra el personaje que menos nos gusta en esta vida, la EQUIVOCACIÓN.
Es muy común tener miedo a equivocarnos, yo lo admito muchas
veces sobre todo cuando tengo que tomar decisiones drásticas en mi vida, el
sentimiento de miedo a la equivocación me ronda por la cabeza, pero una forma
de ver que las cosas que decides son las correctas, es analizarlo de forma
lógica, sin mostrar ningún sentimiento, dejando a un lado todo lo perjudicante
que puede llegar a ser un sentimiento en una decisión drástica, y dejar que la
lógica de sus razones de porque se toma esa decisión o cuál es la mejor
decisión a tomar para ese problema que nos perjudica. A veces las decisiones
negativas, o sea ser todas aquellas que perjudican a un tema negativo como por
ejemplo, imaginamos que tenemos pareja, y resulta que llevamos un largo tiempo
que las cosas no funcionan, que hay una razón pero nunca se sientan a hablar,
imaginemos que llega ese momento, pero tú antes ya sabes un poco qué quieres
hacer, primero hablar de ello, que quiere decir, escucharla y que te escuche, y
luego tras lo que se hable decidir qué hacer, si dejarlo, si solucionarlo o
qué… ahora imaginemos que la solución es dejarlo, y el chico decide romper, en
ese momento tiene que mostrar sus razones “lógicas” de porque se rompe la
relación, y no vale “porque alguien nunca me ha dejado ser como soy” ni mucho
menos “te dejo porque si”, por mi corta experiencia en este sector, tengo que
confesar que si queréis que las cosas queden claras y la otra parte no se vaya
planteando “¿qué ha ocurrido para llegar a este punto?” es mejor tener claras
las decisiones y decir porque, y que sea lógico y coherente, excusas sol sirven
para que la otra parte intente solucionarlo y ya no se puede hacer nada, si se
hace de este modo, sin marear a la otra parte, es mejor para ambas partes,
porque así se llega a la aceptación de la ruptura más fácilmente.
A mí en mí última relación me marearon y todavía fue peor el
remedio que la enfermedad, cuando se toman decisiones drásticas, es preferible
tomarse un tiempo para analizar, de forma individual, los motivos. Y cuando ya
se tiene una decisión prendida, efectuarla lo antes posible, si lo has pensado
de forma correcta, el hecho de efectuarla lo antes posible no quiere decir
“corre hazlo ya porque así no te arrepientes y lo haces de verdad”, si piensas
así, tendrás que empezar de nuevo el proceso, si tú mayor miedo es el hecho de
NO DECIR LO QUE SIENTES… las decisiones son difíciles, pero más difícil es
tomar una mala decisión, que esperar a que salga la buena y efectuarla de
inmediato.
Si tomamos una mala decisión, por mí experiencia en temas
serios, sea de pareja o también en el trabajo, esa decisión ha llevado unas
repercusiones muy graves, incluso la más grave la de perder la ÚNICA
OPORTUNIDAD de poder estar con esa persona. Cuando te enfrentes al miedo al
compromiso, es duro muy duro, porque nada más saber que quieres estar con esa
persona pero sabes que te costará hacerlo, si le confiesas a tú pareja o lo que
sea en ese instante lo que te ocurre, si se queda junto a ti, habrás ganado un
terreno difícil de ganar, eso querrá decir que la otra parte quiere seguir
junto a ti a pesar de lo difícil que le resulte, avanzar en la relación. Yo
siempre digo que el miedo que tenemos a algo es aparte de porque no conocemos
qué ocurre o qué puede ocurrir, sino también es porque tenemos una falta de
confianza en nosotros mismos (y también en las otras personas que nos
acompañan) para poder mostrar realmente qué sentimos y como somos cada uno de
nosotros. Lucha porque eso no sea así, nadie es perfecto, y nadie es igual a
nadie, todos tenemos nuestra percepción en este mundo, y nuestra vida es
diferente a los demás, quizás se parezca a otras, pero es distinta porque TÚ
eres distinto. ¿Y de verdad te gusta imitar lo que hacen los demás cuando
ningún animal imita a su manada? ¡Déjate llevar por tus sentimientos, y dejarás
de sentir ese miedo, y llegarás más lejos! ¡Rompe con todo lo que te parezca
normal y no es lo que sientes de verdad! Créeme la gente está más loca que TÚ.
Recomendación: Bon Jovi – It’s My Life.
HR.
HERO&Corporation
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