Hoy queridos, me apetece confesar uno de mis miedos más
importantes y que durante este año he intentado eliminar, pero no he podido y
espero que el año que viene pueda llegar a conseguirlo. Mi mayor miedo por
suerte o por desgracia lo sufren un millón de personas en este mundo, y es el
miedo a confesar sus sentimientos cuando están delante del chico o chica que te
gusta y llevas un tiempo conociéndolo y ha llegado el momento de hacer ese gran
paso, que tanto asusta hacer.
Este año me ha pasado una sola vez, y me arrepiento
muchísimo de no haber podido controlar la situación y de haberlo dejado ir, me
puse frenética en el mes de Marzo, porque además el chico esperaba más de mí y
yo la cagué y le envié a los brazos de otra, aunque sé la verdad de su
situación, porque a él también le ocurrió, y quizás no esté todo perdido, al
menos yo no lo veo así, solo necesitaba un poco más de tiempo. Quería
confesarle todo lo que siento, pero cuando estuvo esa noche a pocos metros de
él, que me miraba y además sabía que esperaba que lo dijera, mi cuerpo de
repente se bloqueó y el saco de sentimientos se cerró automáticamente y no pude
hacer nada al respecto.
Si esa noche hubiese tenido la fuerza para ir a su lado,
llevármelo a un lugar más tranquilo para hablar y le hubiera dicho, no hubiera
sufrido las consecuencias dos meses después. Tenía con total seguridad la
verdad de sus sentimientos, porque hacía cosas que hace mucho tiempo que no las
hace #farola y me encantaban. Supongo que después de ese desastre de noche, se
pensó que lo mejor era olvidarme porque yo no haría nada al respecto, cuando
estaba intentando controlar el torbellino de sentimientos y de miedos que había
crecido en mí interior solo por esa noche, pero cada vez que intentaba
acercarme no había forma de controlar eso, queridos.
Aunque sé que nada puede olvidarse tan rápido si la historia
lleva ya más de tres años, que va emergiendo de la superficie poco a poco,
sabía que lo que pasó dos meses después no era nada lógico y él tiró de chance
fácil. Tenía la certeza de que no iba a recibir calabazas, pero él también le
ocurre el mismo miedo, es muy difícil, no sé si algunos de vosotros les pasa
pero os daré un consejo “intentad por todos los medios, conseguir lo que
queréis, y si recibís calabazas, la experiencia será horrible pero será un
chute de energía para cuando ocurra la próxima vez y en esa vez, no recibas
calabazas de nuevo” yo no las iba a recibir esa noche.
Mi gran error a parte de este, fue intentar meter en el
mismo saco a este chico y a otros chicos que eran guapos y que había conocido
pero sabía que nadie podría ocupar el primer puesto, que aún está porque a
pesar de que nos hemos distanciado un poco este pasado verano, todo se puede
solucionar. Estoy convencida de que no puse la pata hasta el fondo, estoy
convencida que te gustó ese intento, pero el miedo que te entró igual que a mí,
no me desanima sino todo lo contrario, durante los otros meses que han
trascurrido a lo largo de este año, me he dado cuenta de que tarde o temprano
vamos a poder y espero que sea pronto, yo te animo a hacerlo conmigo de la
misma forma que he podido vencer la timidez este año, yo sé que podemos
conseguirlo.
He utilizado el recurso de sexo sin compromiso como una vía
de escape y me he dado cuenta que esto no es lo que quiero, yo si lo que quiero
es enamorarme (que ya lo estoy), tengo que dejarme de tonterías y empezar a
tomar las riendas de mí cuerpo en cuanto tenga que confesarle al chico que me
gusta lo que siento por él. No es un camino fácil, pero así no huiré más de la
verdad, porque si escondes una cosa, al fin y al cabo acaba saliendo.
Recomendación: Marango
– Loco
HR.
HERO&Corporation.
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