martes, febrero 13, 2024

Siento Compasión

 

La emoción que todos andamos buscando como humanidad, no es la comprensión sino que es la compasión. Cualquiera te puede entender, pero ¿quién puede hacerlo sin celarte y sin hacerte creer que no eres merecedor de lo que te sucede? En este mundo, se cuentan con los dedos de una manito, personas que sean así, que se alegran por ti cuando pasan cosas bonitas, y cuando te pasan cosas malas, se queden a acompañarte y escucharte. ¡Me da vergüenza decirlo pero es muy cierto! Vivimos en una sociedad dónde le damos más importante a la imagen que le das a los demás, con si tienes un casoplón o si tienes un auto de lujo, para aparentar riqueza, en vez de intentar comprender a tus amigos y tener compasión por ellos, que al fin y al cabo ellos si son de verdad, moverán la luna por ti, y tú por ellos.


No tiene el mismo valor sentimental, una sonrisa de alguien que te cuenta algo gracioso y te quedas horas y horas doblado de la risa, con que te haga risa un video de Tik-Tok que ni siquiera lo ha hecho con amor, solo para ganar seguidores y visualizaciones, con algo que es fácil de conseguir (caídas, cachorros,…). No tiene el mismo valor sentimental, quedar con tu amigo a charlar de tus problemas y de los suyos, que estar a su lado en silencio mirando el celular o hablando con otra persona pero ignorando a la que tienes al lado que es con quién has quedado. ¡DESPIERTA, CHAVAL!

Imagina que cuando te vayas de casa a la calle, para ir con tus amigos, sea la última vez que veas a tú madre que te diga que te ama. Imagina que a la que vuelvas a casa, tu madre ha tenido un accidente y ha muerto o ha quedado invalida de cuello para abajo y no puede hablar más contigo porque incluso el accidente le ha afectado el habla. ¿Qué harías por ella para que volvieras a escuchar esas palabras que son tan importantes “hijo, te amo” sabiendo que nunca más podrá hablar contigo? ¿Tendrás un móvil para mandarle What’s app? ¿Tendrás mucho dinero para regalarle un Lamborghini? Cuando ella tan solo necesitará tú compañía para que le ayudes a comer y a estar con ella… ¡solo quiere eso de ti, compañía y mantener esa relación! Al fin y al cabo, es gracias a ella que estás aquí… ella calentó el bollito para que pudieras nacer, y te olvidas todos los días de esa labor tan importante, que sino fuera por eso, la humanidad no existiría.

Siento compasión por la humanidad, cada uno tiene su propio sistema emocional y recibe y gestiona como puede, pero eso no es excusa para ignorar a lo que realmente estarán allí contigo si te pasa algo el día de mañana. Yo tengo a mi madre físicamente en esta dimensión, pero no me puedo acercar a ella porque es muy tóxica, me lastima mucho, por eso mantengo ciertas distancias con ella, y ella nunca ha conocido el amor de verdad, el amor incondicional, tiene muchas traumas infantiles y está bastante herida, la niña interior está tan herida que todo que se acerca a ella le ataca casi a matar. ¿Qué siento? ¡Me siento tan mal tener que ir dejándola a ratitos porque yo quiero aprovechar el tiempo con ella y aprender cosas, consejos que ella solo me podría decir, pero no es posible! Solo es posible si me pongo a ver series que ella ve, para poder hablar de algo, porque de nada más hablamos. La respeto, la intento ayudar pero ella no quiere y no puedo hacer nada por ella, solo puedo sentir la compasión hacia ella.

Maestro Jesús dice “¿amas a tu madre? ¿amas a tu padre? ¿amas a un asesino? Cuando comprendes que todos han tenido el mismo amor pero no lo han vivido igual, comprenderás porque un asesino debes amarlo a pesar de que haya matado a alguien cercano a ti, porque su educación ha sido distinta pero es hermano tuyo igual que todos lo son contigo, la humanidad se merece ser amada por ti, si sabes hacerlo, conocerás el verdadero sentido del amor incondicional, pero sino lo intentas, la duda te va a separar de sentir el amor incondicional”.

La compasión me ayuda a no olvidarme de que no soy nadie mejor que nadie, que tanto tú, que ni conozco quién eres, no eres mejor que yo, tanto tú como yo, somos humanos viviendo una experiencia humana en las mismas condiciones ambientales. 

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viernes, febrero 09, 2024

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 188 [2T]

 

Ernesto tenía algo particular en una de sus manos, le faltaba medio dedo, concretamente el dedo anular de la mano derecha. Nunca supe qué le pasó, pero a mi me daba un poco de cosa, no se si recuerdan que el verdadero motivo por los cuales empecé a usar cojín en la cama, fue porque tenía pesadillas. Había una entidad del reino de la obscuridad que me había amenazado con cortarme los dedos de la mano si no empezaba a usar cojín a la hora de dormir. Puede parecer una tontería ahora, pero en su momento… me daban miedo las personas que tuvieran un miembro amputado, por suerte, lo superé. Aunque en ese tiempo, fue mi primer contacto con alguien que le faltaba una pequeña extremidad y me daba cosa, cuando sin querer ponía esa mano encima de la mesa y movía el dedito… ay que mal la pasaba… pero no tenía la culpa él, eran cosas mías.

Me apetecía mucho la asignatura de Teatro, especialmente porque por fin había llegado un curso que estaba esperando desde que entré a este colegio, y es que todos los de este curso haríamos la función de Pastorets versión de Josep Maria Jornet i Bonet. El director serian dos el Ernesto y Toti, a la que pasaron dos semanas, fue cuando empezó el reparto de papeles, sin hacer ningún càsting directamente se sortearon los papeles.

-        ¿Que levanten la mano quién quiere ser de los 7 pecados originales?- preguntó Ernesto al curso.

Medio curso levantó la mano, normal era un papel muy solicitado entre ellos, yo también levanté la mano. Es que entre ser el ángel Gabriel (anunciador de los pastores, que en esta versión lo hacía cantando en un micrófono delante de todo el mundo) a ser uno de los 7 pecados originales, me quedo en demonio (aunque solo puedo serlo en una obra de teatro). No hubo otra que hacer un sorteo… en el primero uno tuvo que pensar un objeto de su estuche y esconderlo en su espalda, los que lo habían adivinado (yo incluida) pasaban a la siguiente ronda del sorteo. Y en esta segunda ronda, Toti escribió un número detrás de un papel que escondió, y preguntó… quién adivinaba el número seria pecado original (yo lo acerté y conseguí un papel muy interesante) el número era el 8.

-        Laia, tú harás de envidia, ¿te parece bien?- dijo Toti.

-        Genial, gracias.- respondí ilusionada.

El papel no lo supe hasta al día siguiente, que fue cuando nos repartieron los guiones, tenía que aprenderme un párrafo y luego tenía que aprenderme una coreografía y más tarde una actuación más pero era solo acción. O sea que en total, salía a escena unas cinco o seis veces, en toda la obra que está compuesta de 10 escenas más o menos, no estaba mal. Esta fue la primera obra de teatro en que NO fui la protagonista, pero en el Tripijoc siempre lo era, me gustaba pero me gustó aún más compartir escenario con mis compis.

En esta obra, aunque todo vaya entorno a dos personajes LLUQUET i ROVELLÓ realmente no es una obra para ser el protagonista, todos los personajes, excepto algunos pastores por ser tantos, tienen su momento de gloria en escena y eso me gusta mucho. Claro está que quizás SATANÁS tenga más letra que los 7 pecados, pero está bien integrado que ninguno se haga el prota.

-        ¡Mamá, mamá… me ha tocado ser de los 7 pecados originales!- le dije a mi mamá aquel mismo mediodía en que volví a casa con el guión en mano, con muchas ganas de estudiar de inmediato.

-        ¡Qué bien, hija!- dijo mi mamá, era de las pocas veces que se alegraba de algo que hacía.

-        Voy a hacer de ENVIDIA. ¡Es gracioso, porque yo no soy envidiosa!- le dije riéndome.

-        ¿Estás segura que no lo eres?- dijo mi madre para picarme en plan irónico.

-        No, no creo… pero tu…- le dije, y se puso a reír.

Mi padre también se ilusionó mucho con la obra, tanto que él insistió en hacerme los cuernos que tenía que llevar durante la obra. ¡Ay madre…! Mi padre es un fanático del papel maché, y la gente del curso que le tocó hacer de demonio, bueno optaron mejor para comprar unos cuernos, antes de intentar hacerlos ellos mismos. Y sinceramente, suerte tuve que mi madre no me tuvo que hacer el traje, porque era todo material de compra íbamos camiseta manga larga negra, leotardos negros (todo el día así) y una capa roja que tuvieron que comprar, pero al final el Tripijoc se lanzó una manito y nos la prestó. El tridente ya lo tenía el colegio, algo que habían conservado de largos años de hacer la obra, es que en verdad no teníamos equipo de vestuario especial, por eso los padres tuvieron que colaborar un poco.

-        ¿Repasamos el texto desde arriba, Laia? – dijo Uriel en la salita.

-        ¡Dale!- respondí.

Era mi primer ensayo, y como ya habíamos repasado tres veces, dejé el guión en la mesita de la salita, Uriel se puso a un lado. Me quedé un momento con los ojos cerrados para concentrarme, y cuando los abrí, caminé hacia la puerta de la terraza.

-        De esta pequeña fortuna, si la deseas es toda tuya. Del más rico, vuelvo ciego y del más pobre de hambre es mor. Todo este dinero, es para ti.- dije entonando y ya creyéndome encima del escenario en el estreno.

-        ¡Muy bien! ¡Bravo! – Decía Uriel con aplausos.

Parecía que había nacido para este mundo de la actuación, a pesar que ya les he contado mis pequeñas aventurillas en el teatro, esta vez me lo tomé diferente, quería estar a la altura del personaje, aunque solo tenía estas frases, quería que las demás acciones saliesen a la perfección. Aunque me lo tomé muy en serio, disfruté de cada momento y parte de la función, incluso de aquellos ensayos en que ni siquiera a los demonios nos sacarían al escenario. Pero si que era mi primera vez actuando en un pequeño escenario, eso para mí ya eran palabras mayores. De actuar siempre en el patio del Tripijoc o en la sala de juegos, a un escenario de verdad aunque fuese pequeño… era un salto importante, que empecé a plantearme si quizás de mayor podría ser actriz.


Se iba acercando las navidades, y eso quería decir que la noche del estreno estaba muy cerca. Mis padres estaban interesados en venir a la función de padres, y yo estaba muy ilusionada para mostrarles que esto se me da bien. Para que saliera todo perfecto, les dije a mis padres que la función era media hora antes de lo que era en realidad, ya que siempre se retrasaban como veinte minutos, esta vez, vendrían a la hora y me verían actuar, ya que mi aparición era en la quinta escena.

La función de padres sería a las nueve de la noche, qué raro fue ir a clase a las ocho de la tarde, que ya estaba todo oscuro, pero teníamos que terminar de cambiarnos en el baño, dejar las cosas en la clase, fíjense que miraba por la ventana para ver el patio y no se veía nada, todo estaba oscuro. Me dio algo, la verdad yo y la oscuridad en ese tiempo no éramos muy amigas, es decir que siempre respetaba cada uno su lugar. Tenía un poco de miedo pasar por los pasillos oscuros, solo se iluminaba nuestra clase al final del pasillo, no quedaba otra que hacer ver que me había alistado como guardiana para vencer esos miedos tan difíciles para mí. Pero ni se imaginan, porque terminaba corriendo por el pasillo como si e persiguiera un fantasma enojado o algo así… no veía pelis de miedo a esa edad, pero había vivido cosas que las pelis de terror parece caricaturas.

Gerard fue quién me maquilló, porque no podíamos ir al baño a maquillarnos, porque solo había luz en clase, así que decidimos los demonios maquillarnos por parejas. Y luego, dejamos las cosas allí, y nos fuimos hacia la sala de actos, pero nos llevamos una sorpresa, la puerta que llevaba a las escaleras dónde se suponía que siempre teníamos que ir, estaban cerradas con llave, no sabía cómo había pasado si habíamos entrado por allí. Las puertas no estaban automatizadas, no sabíamos qué había pasado, así que decidimos ir a probar si la escalera de los profesores si estaba abierta, pero tampoco… nos habíamos quedado encerrados en el penúltimo piso. ¡Ay madre! La función empezaría en diez minutos… y los demonios tenían que salir en la segundo o tercera escena… ¡ay madre!

Pasaron diez minutos, intentando gritar a ver si alguien nos escuchaba pero nada. La desesperación fue creciendo, hasta que al final escuché detrás de mí una risa que conocía demasiado bien, me giré y con tan solo la luz que emitía nuestra clase, pude ver en las sombras a Gämael apoyado en la pared mirándome directamente a los ojos mientras me mostraba en una de sus manos un juego de llaves.

-        ¡No van a ir a ninguna parte! ¡Ustedes son míos! – dijo Gämael seguido con la risa malvada.

-        ¡Dame eso!- grité, pero como los demás gritaban de desesperación y algunos lloraban ya, nadie se percató de esto.

-        ¡Se te da horrible interpretar la maldad! Tienes un corazón demasiado blanco para este trabajo, que se hace a través del arte de ser… malo. – decía Gämael regocijándose de su poder.

Intenté ir hacia él para quitarle las llaves, pero aparecía y desaparecía por el pasillo a su antojo. Miré hacía atrás para asegurarme de que nadie me estuviera viendo, entonces miré a mi derecha dónde estaba Uriel.

-        De acuerdo. – susurró Uriel.

Volví a correr hacia Gämael, pero cuando intentó desaparecer, en mis manos tenía una bolita de energía blanca azulada, que le atravesó el pecho y le impidió saltar, de sus manos se le cayeron las llaves. Gämael gritó de dolor pero cuando me vio que me acercaba, me atacó con una llave de judo, pero me agaché agarré las llaves, le di un puñetazo con la palma de la mano en el estomago y salió unos metros hacía atrás, impulsado por la energía de mis manos, y cuando se quedó mirando, me preparé para la siguiente llave, pero él simplemente gritó de rabia y desapareció.

Abrí la puerta, nadie supo porque tenía las llaves yo, les dije que las había encontrado en la mesa del profesor, y pudimos ir a la sala de actos. Los entrenamientos para estar en la Orden de San Miguel habían servido de mucho, y me alegraba que pudiese usar de esas herramientas, antes de permitir que él se saliera con la suya. La función fue una maravilla, con un pequeño percance, y es que cuando salí y tuve que decir mis frases, las dije sin problemas mirando al público. Con la luz no veía nada, pero vi como una mano se alzaba y saludaba (eran mis padres y mi abuela, ¡que bonitos!), pero al final vi cinco arcángeles, entre ellos estaba Miguel, Raffaello, Gabriel, Saryel y Melchizedeck. En el momento que fui a recoger el billete de 50 euros falso que me habían dicho que tenía que tirar en el suelo para mis frases… los cuernos que me hizo mi padre, eran de cartón piedra (su especialidad) pero pesaban mucho, pues a la que miré abajo para recoger el billete, los cuernos literalmente se me cayeron al suelo y la gente se empezó a reír. A mi me entró una vergüenza que recogí los cuernos y volví a mi lugar, ya lo decía Freddie Mercury the show must go on

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 Recomendación: Los Cocos de Cadi - Cuarteto COAC 2024. 


miércoles, enero 31, 2024

Tengo Que Mantener El Equilibrio Emocional

 

¡Menudo mes de Enero! ¿Alguien se siente como que se haya subido a una montaña rusa cien veces y no sabe qué puñetas ha pasado? Porqué yo me siento así, y todavía estoy en shock. Se viene fuerte este 2024 emocionalmente hablando, porque yo he tenido semanas de mucha intensidad de emociones negativas, en plan víctima (algo que nunca hago), rabia que rebrotan tras situaciones que no te acaban de gustar, incluso en algunas ocasiones sentimientos de repulsión ante cosas que pueden causar ciertos traumas que no quiero tener, gracias. ¡Menudo Enero!

Ahora estamos en un momento en que toda la mierda que siempre ha escondido uno por educación, o porque le daba miedo mostrar, sale a la luz y no sabes cómo ocurre, pero sale igualmente. Según los guías, son sentimientos que se deben purgar para comprender mejor la ascensión del planeta, porque nosotros formamos parte de este proceso mundial. Lo que pretendo mostrarles hoy es el hecho que cada situación emocional que vivimos en este año, debemos encontrar como sea el equilibrio, se nos está poniendo a prueba, nuestro propio yosoy quiere estar en equilibrio y sabe lo que escondes, por eso las situaciones se complican, eso provocan que la energía que se use acabes con cansancio y sentimientos de baja estima.


Las últimas tres semanas, han sido monotemáticas, como si me hubiese ido del 2023 con tarea que no me di cuenta que tenía que hacer, respecto a una situación que ocurrió durante todo el año pasado, pero que parecía que en 2024 tenía que continuar y ahora las cosas… simplemente están algo en paz (no prometo nada porque seguro que hay algo más, pero ahora no es el momento). El universo con estas ondas energéticas que está mandando, nos bombardea de tal manera que el alma no tiene más remedio que sacar lo que ya no puede llevar, es decir el peso que para ir a quinta dimensión no puede llevarse.

Recuerda que un dios externo no decide por ti, sino el dios interno es quién marca el tempo, el universo solo bombardea con su energía para ayudarte a limpiarte energéticamente y superes de una vez por todos esos conflictos que tanto te cuestan asumir y resolver. Es decir, para llegar a la quinta dimensión, no puedes entrar con odio, pero tienes que entender qué es el odio y por eso pasas por la experiencia a través de un conflicto emocional. Por ejemplo, cuando tu pareja te pone los cachos… si odias al otro/a eso es algo que debes resolver, el amor tiene muchos matices solo debes ordenar qué matiz es la relación con tú pareja y con esa tercera persona.

El mundo que tenemos, no está lleno de materia, sino que está lleno de energía en movimiento (emociones) que se van comunicando y expresando, nosotros somos energía que le damos una función específica, y por eso la energía que tú eres y que se manifiesta en emociones, realmente es energía que has transformado tú mismo. Eres un creador de realidades, a través de la energía que eres, creas la materia y las emociones, los sentimientos son las formas de comprender tú propio espíritu, si estás haciendo las cosas que querías hacer o quizás querías hacer otra cosa y han sucedido así” – Maestro Ascendido Seraphis Bey.


Para co-crear mi propia realidad, debo comprender cada energía que recibo del universo y ver qué sentimientos siento, y con eso debo mantenerme en el equilibrio emocional, para así enfocar la energía en una cosa específica y así materializarla. ¿Difícil? No tanto. ¿Cuántas veces has dicho “es que ya lo veo, va a hacer esto y va a pasar esto” y ha acabado pasando? ¡Así ya lo estás co-creando tú mismo! Ahora, imagínate poniéndole toda la atención, puedes cambiar tú vida a tú propio deseo. ¿Te da miedo tener el control o te da miedo aceptar la responsabilidad? Si es así, no intentes co-crear, porque para cambiar las cosas, hay que aceptar la responsabilidad, no hay nadie externo que lo haya hecho por ti, lo has hecho tú mismo y ahora debes aceptar la responsabilidad.

Para crecer espiritualmente, debes aceptar tus cargos de consciencia, la luz sabe cuáles son sus responsabilidades para seguir siendo luz, y la oscuridad solo hace sin aceptar su responsabilidad y acusar externamente a otros de sus propios actos”- Arcángel Chamuel.

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Recomendación: 11h11 – Canción Cirque du soleil.

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viernes, enero 26, 2024

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 187 [2T]

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Me apresuré y le abracé por detrás, él aceptó ese abrazo colocando sus manos encima de las mías mientras le rodeaba la cintura. Sentir su dolor, me hizo sentirlo muy profundo incluso me dieron ganas de llorar, pero solo se me cayó una pequeña lágrima que disimulé secándomela rápidamente en la espalda de Gabriel.

-        Siento mucho que sufras por ello. No te mereces alguien que te haga este daño. Eres demasiado bueno, ¿sabes? Como amiga tuya que soy, acá me tienes para lo que necesites.- le dije.


Fue en ese instante cuando me di cuenta de que tenía los ojos llenos de lágrimas, se río de mi propuesta pero simplemente me quitó las manos de su cintura, se agachó y nos dimos un abrazo fuerte, de aquellos que parece que vayas a fusionarte con la piel del otro. Fue en ese momento cuando el arcángel Gabriel lloró desconsoladamente en mis hombros.

-        Hemos pasado más de 20.000 años juntos, siendo ella y yo una pareja, incluso nos hemos casado y tenemos hijos, pero… ahora las cosas son complejas, ella está en una misión dónde yo solo puedo acercarme a ella por el trabajo, no podemos intimar, igual ella también es complicado… - explicó, intentando recuperar la compostura.

-        A mi no me preguntes, porque yo no me acuerdo de nada de lo que es tener pareja, tengo diez años y medio y… me he visto con mi Chico muchas veces en otras vidas, casada y eso, pero no tengo ni idea de todo eso. – también le confesé.

-        ¿No te has enamorado todavía de alguien? – preguntó curioso Gabriel arqueando las cejas.

-        La verdad es que… si. Pero me da vergüenza.- dije.

-        ¡Dale, que estamos entre amigos! – insistió.

-        Bueno… tengo que decir que cuando estoy con el Chico, me dan ganas de besarle todo el tiempo.- dije entre risitas.

-        ¿De besarle? ¿En serio? – dijo Gabriel arqueando las cejas en señal de picardía.

Dije que si con la cabeza, pero Gabriel solo se puso a reír y yo me uní a él, mientras que seguíamos caminando.

-        Deberías esperar a besarle, antes tienen que tener permiso del consejo. – dijo Gabriel.

-        ¿Qué consejo?- pregunté.

-        El de las llamas gemelas, si aún no tienen el permiso, deberán esperar. – respondió el arcángel.

Todo el tema de reencuentro con la llama gemela va regido por el consejo, que más adelante iremos hablando de ello, solo lo quería dejar claro.

-        ¿Cuántos hijos tienes con ella?- le pregunté.

-        Seis hijos. – respondió.

-        Ay… fíjate que mi abuela todavía piensa que los ángeles no tienen sexo… si te conociera, creo que le daría un infarto si le dices que tienes además, seis hijos.- dije mientras nos pusimos a reír como dos locos.

-        Es que las religiones siempre han jugado en contra de nuestra evolución. ¿Sabes? Me alegra que en esta vida no sigas compulsivamente a la religión cristiana, como hacías. – comentó Gabriel.

Arqueé las cejas en señal de sorpresa, él se dio cuenta de lo que había dicho y decidió seguir caminando sin contestar a mis preguntas. La catarata era preciosa y bastante grande, miré arriba y me dieron ganas de ir allí y saltar, pero era demasiado alto, me quedé mirándolo fijamente con algo de miedo.

-        ¡Ni lo sueñes, Laia! ¡No te dejaré saltar! – ordenó Gabriel.

-        ¿No te da morbo?- le pregunté.

Dijo que no con la cabeza, como si no quiera hablar del tema, mientras que colocaba una toalla en la orilla del laguito que se formó de la catarata y sacó de su bolso el desayuno.

-        Eso si que es raro… un ángel con miedo a las alturas.- dije.

-        No me da miedo las alturas. Pero tampoco quiero hablar de ello. ¿Por qué me preguntas todo el tiempo sobre ella? ¿Qué interés de repente tienes no? – preguntó de malas formas.

-        ¡Epa…! ¿Y la educación, Gabriel? ¡A mi no me hables así!- dije molesta.

Él siguió preparando el desayuno poniéndolos en platitos, una delicatesen de frutas y torta fritas. Me senté a mí lado, mientras que no podía dejar de mirarle a los ojos y preguntarme ¿por qué se había enojado tanto? Empezamos a desayunar en un silencio bastante incómodo, de fondo se escuchaban los pájaros y el agua de la catarata.

-        ¿Te gusta el Chico de ojos verdes? – preguntó Gabriel, su tono seguía siendo algo grosero, le miré de malas formas.- contesta, es importante. – insistió.

-        Es mono, y tengo que conocerlo un poco más, pero…- no pude terminar, me interrumpió.

-        ¿O sea que vas a pasar de él? – dijo Gabriel tajantemente.

-        No lo sé. Cuando estoy con él, tengo ganas de besarlo, pero… no sé Gab. ¿Por qué preguntas de esta forma tan grosera? ¿Qué te pasa? – le pregunté preocupada.

-        Disculpa. – susurró intentando cambiar sus emociones, intentando volver a ser el cordial y amable y gracioso Gabriel. Cerró los ojos, respiró profundamente, me miró con sus ojos verdes directamente a los míos y prosiguió.- Solo quiero saber más de ti, hemos hablado muy poco y me gustaría aprovechar estos ratitos para conocernos mejor, ¿no? – dijo.

-        Vale.- dije.

Su mirada me provocó la risa, y él sin saber de mucho los motivos de porqué me estaba riendo, también le saqué una sonrisita aunque fuese pequeña.

-        ¿Qué piensas sobre tú llama gemela? – preguntó, estaba muy atento.

-        Es un poco raro, saber que estoy atada a alguien que apenas se deja conocer. Pero tiene su misterio que me tiene muy intrigada, el hecho de no darme el nombre, me tiene como enganchada en la historia, aunque ahora que he sabido que no estaré con él durante este curso… me ha chocado bastante. Esperaba estar en Ávalon con él y continuar dónde lo dejamos, porque a pesar de que lo he visto en el metro de regreso a casa, no ha habido mucho tiempo para hablar.- dije.

-        ¿Crees que deberías haberlo conocido más adelante? – preguntó Gabriel.

-        No, me gusta haberlo conocido con cinco años. ¿Hay tanta prisa porque él y yo estemos juntos?- dije.

-        No, para nada. Si hasta que el Consejo de llamas gemelas no dé el visto bueno, en realidad la relación amorosa no podrá empezar de verdad. – informó el arcángel.

-        ¿De verdad? ¿Tenemos que esperar que unos maestros nos digan que estamos listos?- dije.

Gabriel dijo que si con la cabeza, pero nos echamos a reír juntos.

-        ¿Por qué?- pregunté.

-        Todavía eres pequeña, y si te pregunto por tus sentimientos hacia él, seguramente que no sabrás responder, ¿verdad? – dijo Gabriel.

-        Pues si, tienes razón. Solo tengo curiosidad, pero no creo que esto sea suficiente como para intentarlo.- confesé.

-        Exacto, aún el amor no se ha expresado, aunque has confesado que ganas de besarle tienes, o sea que te gusta, aunque sea un poquito, ¿no? – dijo Gabriel.

-        Si. Creo que me gusta un poquito, pero… no sé dar besos como los mayores.- dije.

-        No te preocupes. Pasará cuando tenga que ser. – dijo Gabriel riéndose.

Le puse la mano encima de su hombro y le sonreír de forma graciosa, él respondió igual.

-        Hablando de eso… ¿Cuándo te diste tú primer beso?- le pregunté.

-        Uff… fue hace mucho, pero no recuerdo con quién. – confesó.

-        ¿No fue con tu mujer?- dije asombrada.

-        ¡Que va! La conocí en este universo, pero yo fui creado en el otro universo, en el séptimo. En ese tiempo, yo era un espíritu muy rebelde, no quería compromisos y me iba con cualquier mujer que me gustase. Estuve con más de doce antes de enamorarme de verdad, y la única que se mereció mí corazón fue ella, mi mujer. Desde entonces que no he estado con nadie más, ella me dejó y mis piernas, entraron en cuarentena. – confesó Gabriel.

-        ¿Vienes del séptimo universo?- dije asombrada de nuevo.

-        Así es. Yo vi nacer este universo, ¡qué maravilla! – respondió.

Para entender mejor como están puestos los universos paralelos dónde se habla del séptimo universo, es mejor que vayan a nuestro canal de youtube y busquen el video: EL ÁRBOL DE LA VIDA EXISTE.

Pasaron varios días, y llegó la mañana en que empezaba en la superficie QUINTO CURSO de la Primaria. Iba como todos los años, con miedo, el curso anterior fue muy bonito, y por estadística me tocaba una profesora que me declarase la guerra y lo cierto es que no tenía muchas ganas. Así que mi padre me levantó, mi madre como empezó a trabajar en el SEFED, ahora por las mañanas mi padre se encargaba de mí, y por eso me llevaba al colegio puntual y en auto (así me gusta contaminando el planeta, en ese tiempo no se hablaba tanto de reciclar o de las emisiones de CO2 de los autos).

Para sorpresa, por primera vez, me tocó un tutor por el cual le llamaremos Ernesto. Nos fuimos todos los compañeros de clase, ninguno había repetido y no había nadie nuevo, así que novedades las justas por lo que se veía. Subimos al segundo piso y nos fuimos a la puerta de la derecha y nada más pasar, ya llegamos a nuestra clase, era la primera tras la escalera, muy fácil de ir, además nos tocó la letra A. Otro cambio importante, fueron los pupitres, ya no eran sillas enganchadas a las mesas, sino que eran mesas de uno, con espacio para poner los libros en el cajón, y sillas normales, todo de color marrón claro. Eso sí, ya no estaban las filas hechas de dos en dos, sino de tres en tres, se hicieron dos bloques con tres mesas en cada fila, así que como nos dejaron ponernos como queríamos, pues en tercera fila del bloque cerca de la ventana, nos sentamos la Saida, yo en medio y el Sergi (aunque seguía en Linares como de costumbre, empezó una semana más tarde).


El Ernesto nos hacía las materias de Naturales, Gimnasia y Matemáticas. En Religión nos había tocado la Eugenia, ay madre… cuando lo dijo Ernesto pensé “ya faltaba la parte complicada del curso”… la fama de la Eugenia se expandía como la pólvora, y no tenía buenas críticas. Pero ese año teníamos una asignatura nueva, llamado Teatro y la impartiría un nuevo profesor que había llegado al centro tras sus prácticas en la escuela Rocapervera de Torelló, como tiene un nombre muy común y no quiero que confundan personajes, le llamaremos Toti (no es su apellido, es un mote que él mismo tenía de pequeño. Recuerden que no pongo apellidos para no involucrar a las personas que salen en esta serie, porque esto es 100% real de mi propia experiencia). 

Recomendación: Coma - Documental HBO.

HR.

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Cuando No Te Permiten Sacar La Sabiduría

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