domingo, enero 12, 2020

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 10


El día de reyes me desperté la primera a las ocho de la mañana, bajé al salón para continuar jugando con los juguetes que había ya desenvuelto la noche anterior, y al igual que una niña pequeña, me dejé llevar con las piezas de Lego, uno de mis favoritos. Cuando me cansé, mi padre ya se encontraba en la cocina, desayunando, yo no tenía mucha hambre y no quise, después de eso, mi padre siempre iba a buscar el periódico y aprovechaba para comprarme un croasan de chocolate, para cambiar un poco la rutina de todos los días. Mamá en ese tiempo se levantaba muy tarde, casi a la hora de comer, así que muchas veces, me tenía que ir con papá a buscar eso. 

Al volver, con el croasan encima de la mesita del salón, me puse a ver dibujos, pero como me aburrían, empecé a jugar de nuevo con los juguetes. Hasta que una bolita de luz dorada del tamaño de una bolita de ping-pong sin motivo alguno, apareció delante de mis narices, rodeándome como si fuera una luciérnaga. Me quedé fascinada, en cuanto vi que en realidad la luz solo era su exterior, dentro había una personita chiquita que jamás había visto, alcé la mano y se quedó de pie en ella, sus alas dejaron de batir y la luz desapareció. Era una bella mujer en chiquita, ¡magnifico!

-          Gracias por permitirme descansar en tu mano, soy Kiahra, ¿y tú debes ser Laia, verdad?- dijo con una amabilidad y una sonrisa hermosa, me sorprendió que supiera quién era.

-          Hola, ¿Cómo sabes mi nombre?- le pregunté.

-          Las hadas sabemos quién eres, querida. Pero al parecer, soy la primera que se presenta ante ti… ¡no importa! Venía a hacer dos cosas…- dijo mientras que caminaba de lado a lado de la palma de mi mano.- primero a presentarme, tengo entendido que pronto vas a empezar a estudiar en la escuela IÓN.- dijo con toda la seguridad del mundo.

-          Si, en tres meses dicen.- le confirmé.

-          Bien, porque yo seré tu orientadora durante los cinco años que pases en esa escuela. Me gustaría saber ¿qué quieres saber sobre IÓN?- me preguntó.

-          No sé nada de ese lugar, no me suena de nada, solo Uriel y Anasiel hablaron de él, pero no me contaron nada.- contesté.

-          ¿De verdad? ¡Eso no es propio de ellos!- dijo extrañada, prosiguió.- De acuerdo. IÓN es una escuela muy especial, dónde vas a aprender a respetar los cuatro reinos que se rigen en este planeta, y dónde vas a aprender a respetarlas y amarlas y cuidarlas como si fueran tú propia vida. Todos estos conocimientos, serán compartidas con los mejores Seres de Luz, entre guías, Maestros, Ángeles y Seraphines, te van a enseñar a recordar la naturaleza divina que se compone el universo.- sus palabras me hacían sentir con muchas ganas de poder empezar y me preguntaba miles de cosas, pero el hecho de que iba a tener tantos profesores, ya me tenían comida el corazón lleno de amor.

-          ¿Dónde se encuentra exactamente?- le pregunté.

-          En la quinta dimensión, en un reino muy especial que se llama Agartha.- Kiahra me miró como si ya supiera el lugar, pero mi cara de inocencia le fue suficiente para entender que nunca había escuchado a hablar de ese lugar.- ¿Te han explicado cómo funcionan las dimensiones o que la vida no simplemente existe en una dimensión?- se aseguró.

-          Si, eso si.- le dije.

-          ¿Entonces qué es lo que no entiendes?- preguntó.

-          Agartha, no sé qué lugar es ese.- contesté.

-          Es un mundo bajo la superficie de este planeta, dónde se encuentra la vida de 5D y entre otras cosas que ya irás averiguando a lo largo de tú vida.- dijo.

En un momento me puse a imaginar cómo sería y pensé en lo principal ¿tendría Sol? Pero Kiahra no quiso contestarme a eso, y damos por finalizado la primera roda de prensa.

-          La segunda cosa que he venido a hacer, es que los guías te hemos hecho un regalo muy especial.- dijo mientras volvió a volar y se acercó al árbol y con una mano dio como si fuera un toque al aire, y apareció una luz resplandeciente muy grande, que en cuanto cesó, debajo del árbol de navidad apareció un nuevo regalo de Reyes.- Es algo que hemos hecho para ti de nuestras manos. ¡Tómatelo como un regalo de bienvenida a Agartha! Ha sido un placer venir a verte, Laia. Pero me tendrás que disculpar, tengo que irme. Nos veremos en tú primer día de clase.- saludó con la mano en la distancia y desapareció por la chimenea que estaba apagada justo al lado del árbol de navidad.

No me pude resistir y abrí el regalo de inmediato, venía dentro de una caja de cartón un poco vieja pero aceptable, quité la caja y dentro de ella había una figura muy bonita y especial, hecha con láminas de cartón como si fuera un puzzle, dónde mostraba la cara de alguien muy especial. 

-          ¡Dary! ¡Dary! ¿Puedes venir por favor?- grité de emoción.

Uriel apareció de la nada en medio del salón, mientras que mi padre seguía en la cocina con sus carreras de coches. 

-          ¿mi amor, todo bien? ¿A qué vienen esos gritos?- dijo preocupado Uriel.

-          ¡Gracias, gracias y gracias!- le dije, me abracé a su cintura de repente, él se había arrodillado en el suelo, porque yo me encontraba de esa forma. 

-          ¿Por?- dijo pero antes de que pudiera decir nada, vio el busto egipcio que había fuera de la caja.- Ah, ya veo que te ha gustado, mi amor. ¿Sabes quién es?- me preguntó.

-          Soy yo en la vida del antiguo Egipto.- comenté con lágrimas de felicidad en los ojos.

-          Así es. ¿Te gusta?- dijo.

Solo pude confirmarlo con la cabeza, porque le abracé más fuerte, como si quisiera estrangular su cintura. Finalmente lo dejé de abrazar, y nos pusimos a observar el busto. Era hermoso, repasé cada línea discontinua de mi anterior cara y me reconocía, de mi brotaban como si fueran las ramas de un árbol en primavera recuerdos que aún conservaba.

Me encontraba en mis aposentos, frente a una pared de marfil blanco con tonos rojizos, con los brazos extendidos, mientras que dos mujeres que eran mis esclavas, me vestían de una forma diferente a lo habitual, pues era uno de los momentos más importantes para un joven como yo, el día que contraía nupcias con la mujer que amo. Me parecía que la vida empezaba ahora y no todo lo que ya había tenido que vivir, el matrimonio era algo que deseaba pero al mismo tiempo me daba mucho respeto, pero la verdad es que lo que me pesaba más en el corazón era el pueblo. Pues se casaba un futuro faraón. 



Me miré a los ojos en el busto y mis lágrimas empezaron a brotar, lágrimas de amor y de nostalgia, lágrimas que a pesar del tiempo que había pasado, seguía amando a esa mujer que en algún tiempo, fue algo mío y que a pesar de todo, sentí que nada había cambiado, aunque no tenía ni idea de dónde podría estar, ni si habría nacido, pues Hilario decía mucho, que había muchos como yo en este mundo, que habían nacido para este cambio, quizás ella se acordaría de mí. 

Noté la gigante mano de Uriel en mi hombro, me giré y lo abracé.

-          El verdadero amor es aquel que el tiempo no puede marchitar, mi amor. Seguramente que ella estará puesta en tú camino, y ese día cuando llegue, sabrás porque decidiste venir de nuevo a encarnar. – sus palabras me llegaron al corazón y seguí llorando, manteniendo el silencio.

Papá llegó al salón y se quedó parado, observando el busto. Uriel me dejó de abrazar, se suponía que no podía verlo, pero el Busto si que lo veía. Yo agarré el busto que pesaba bastante con mis manos, no quería que papá le hiciera nada.

-          ¿Qué es esto, Laia?- preguntó.

-          He abierto el regalo que quedaba.- le contesté.

-          ¿Quedaba uno? ¿Era para ti?- me preguntó como si intentase averiguar cómo habría aparecido eso allí.

-          Si, papá. Quedaba uno y era para mí, mira.- le entregué el papel de regalo, donde en una punta estaba escrito mí nombre.

El silencio que nos invadió fue la herramienta perfecta para que Uriel se acercara a mí a hablarme.

-          No te preocupes, los Reyes siempre dan sorpresas.- dijo para calmarme, la verdad es que no entendí bien la reacción de papá.

-          Sí, pero ¿Por qué no se le ve igual de ilusionado que a mí?- le susurré.

-          Porque él dejó de creer.- contestó.

Vi como papá se volvía a la cocina, pero le interrumpí para pedirle permiso para dejarlo en mi habitación y él me lo aceptó. Con la ayuda de Uriel, agarré a peso el busto y lo subimos a la habitación. Lo dejamos encima de la mesa del escritorio, mientras intentábamos pensar dónde podríamos ponerlo. 

-          ¿Por qué papá dejó de creer, Dary?- la duda me concomía el corazón.

-          Los humanos dejan de hacerlo, cuando piensan que la vida no es como la soñaban. Dejar de creer en papá Noel, en los Reyes, es solo el comienzo, hasta que al final dejan de creer en nosotros, los Seres de Luz. Piensan que somos parte de su imaginación, y no comprenden que la vida es creer en la alquimia o como se dice mucho por aquí, en la magia de vivir. – Sus palabras me llenaron de tristeza y más dudas.

-          ¿Papá creía en la magia?- dije.

-          De pequeño si, pero poco a poco se fue desconectando. – Noté la tristeza de Uriel clavada en mi corazón. Me acerqué a él para darle la mano, y él prosiguió. – Cuando vemos que un viejo amigo, hermano deja de creer y deja de vernos, es para nosotros un día muy triste. Porque aunque él haya dejado de vernos, seguimos a su lado, ayudándole, pero de una forma menos sentimental, la relación de amigos se resiste bastante, y a veces podemos verlos actuar de formas que sabemos que ellos no son así, pero seguimos allí, tanto en lo bueno como en lo malo, porque nos importan porque la amistad consiste en cuidarse del uno al otro, siempre, mi amor. ¡No lo olvides nunca! – realmente estaba como triste, así que apoyé mi cabecita en su brazo, él sonrió y nos pusimos a averiguar dónde podríamos dejar el busto.

Esa fue la primera lección sobre amistad que tuve en mí vida, quizás aquellos que hayan sido amigos míos, comprenderán que a pesar de todo, siempre he estado allí, en lo bueno y en lo malo, y que en la actualidad sigo allí, en lo bueno y en lo malo. Fiel en todos los aspectos. 

Recomendación: Keane - this is the last time

#yosoy
 
HR.

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martes, enero 07, 2020

Información De San Miguel Arcángel Para Gaia


Mis queridos hermanos,  

Yo Soy San Miguel Arcángel, y desde Orión les queremos compartir las situaciones de seguridad que estamos viviendo en todo el sector y que Gaia le está afectando para su desarrollo hacia la ascensión planetaria.

Llevamos varios meses en alerta naranja a nivel mundial, pues la guardia de luz de la Orden de San Miguel anda bastante ocupado, tras las noticias de Orión. Es por eso que a finales de Noviembre, se activó las nuevas mesuras de contención para proteger todos los planetas de nuestro sector, que se rigen por este portal tan importante. En estos tiempos tan importantes que hemos empezado a caminar, debemos más que nunca colaborar para que nuestra querida Gaia no resulte salpicada por conflictos violentos tan masivos que provoquen choques des armónicos que influyen en el camino de la evolución de sus habitantes en los cuatro reinos: Animal, Vegetal, Mineral y Humano. 

Por decreto universal, estamos en un tiempo de evolución de luz, dónde los cuatro reinos tienen que caminar hacia el mañana, y transformarse cada día, para aprender a ser Seres de Luz y entrar en la ascensión de su planeta, que vaya acorde con la vibración que emite. Este problema en los engranajes del portal de Orión, proporciona complicaciones al camino de nuestra evolución, por lo tanto, les proponemos que encuentren a los terapeutas emocionales, y así les ayudarán a mantenerse en equilibrio. No se preocupen, las escuelas del Ser de cada continente de este planeta, están aquí y ahora, ofreciendo sus servicios con nuevas oleadas de nuevos terapeutas emocionales, que tienen la experiencia necesaria para ayudarles, aquí en 3D. Si necesitan a uno, simplemente con pensarlo o decirlo al viento, es suficiente, cada escuela del ser está pendiente de vuestras peticiones y acudamos a todas y cada una de ellas lo antes posible. Todos los terapeutas se identifican con una estrella azul, si encuentran a alguien que se acerque a ustedes con dicho símbolo, proviene de una de nuestras escuelas del SER.

Desde hace varios meses, que hemos sido conscientes que la violencia se ha extendido demasiado rápido a lo largo de las ciudades, por ejemplo Barcelona, Estados Unidos, Venezuela, Chile… Las unidades de la guardia están atentas y trabajan con su vida, para conseguir que se armonicen los conflictos, la mayoría de ellos, se han presentado porque en el camino de la Ascensión, se deben limpiar ciertos patrones de conducta para dejar espacio para los nuevos patrones que permitan la evolución constante de la civilización. Pero debido al problema que estamos sujetos desde hace tiempo, los conflictos violentos se han visto forzados a acelerarse, por lo tanto, estamos procurando que ningún reino acabe afectado por dichos patrones. 

Nos hemos tenido que mostrar al universo antes de lo que dictaba el plan divino, es por eso que muchos de vosotros, ya han conocido a nuestros guardianes de luz e incluso han podido colaborar en sus armonizaciones de conflictos, les damos las gracias por colaborar, sus ayudas nos ofrecen una mejor visión de todo el conflicto en general, por eso el universo se siente agradecido y serán recompensados. Aquellos que quieran seguir colaborando, se les ofrecerá tareas de inmediato, y aquellos que no quieran colaborar de forma activa, debido a los posibles peligros que pueden estar sometidos, les pedimos que mediten y envíen pensamientos de luz y amor al portal de Orión y a las ciudades de Gaia que están siendo atacadas violentamente. 

Todo el universo está actualmente colaborando para el portal de Orión, intentando reparar la fractura ocasionada y así restablecer el orden universal. En vuestros cielos, nos van a poder ver trabajar durante las noches, si miran a principios de estos tiempos verán nuestros servicios al universo y al Portal de Orión (las tres del cinturón y las cuatro de su tiempo-espacio). 


Queremos que Gaia participe en su camino, pues es en este tiempo cuando su gran propósito empieza a verse. Cada hermano que despierta, y empieza a vencer sus conflictos internos, está ayudando a que el universo consiga sus propósitos, es en la unidad dónde cada uno de vosotros se acuesta una chispa de nosotros, dentro de la pupila de vuestros ojos, guardamos nuestras chispas de amor, armonía y sabiduría para que sus caminos sean a nuestro lado. Nuestros susurros provocan que sus corazones laten con fuerza y valentía hacia sus propósitos, el tiempo que pensaban que no iba a llegar, ya está aquí, el YOSOY está empezando y lo que ahora ven con sus ojos, se va a armonizar con lo que sueñan en sus corazones, porque el camino ya llegó. 

Será en este camino dónde sus fuerzas deberán mantener sus corazones firmes y con armonía, conseguir aquello que han venido a hacer. Nosotros, desde los cielos, nos ofrecemos para ser una gran red de contención de propósitos violentos, para que la gran red cósmica no se vea afectada en su propósito, pues la comunicación entre el Cielo y la Tierra debe volver a establecerse para su gran propósito que está llegando. 

Con mucho amor,

Yo Soy San Miguel Arcángel, cabeza de la Orden de Guardianes del Rayo Azul Cósmica. 

Recomendación: Hans Zimmer – Woad to Ruin.

HR.

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sábado, enero 04, 2020

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 9

*Les juro que cuando lo escribí no tenía ni idea que se publicaría un día antes de los Reyes Magos, eso es idea de los Seres de Luz. ¡Disfruten del capítulo de hoy!

Agarré la mano del Arcángel Uriel que se había colocado en su lugar favorito a mi izquierda, él se agachó para estar a mi altura, con él no me importaba porque realmente es muy alto. 

-          ¿Ya tienes listo los tres deseos para los Maestros?- me preguntó con especial interés.

-          Creo que si, ¿pero porque debo hacerlo?- le pregunté.

-          Los seres de luz tenemos una tradición para este día, cada uno le puede pedir tres deseos y ellos, los tres Maestros, harán todo lo posible para ayudarte a conseguir que se cumplan.- explicó Uriel.

-          ¿Y tú puedes pedir también o solo son para nosotros?- pregunté.

-          Si, todos los seres de luz también podemos.- contestó con una sonrisa super amable como siempre.

Cambiar los regalos por tres deseos, era algo que me parecía más normal, porque a veces en clase veía que se empezaban a pelearse porque a uno le habían regalado un juguete y a otro uno muy distinto y eso dividía la clase en dos, los que vienen de padres con recursos y los que no. Por eso, intentaba esconder en todo momento, lo que les pedía que me trajeran, aunque pedía juguetes también, la tradición de los deseos me parecía algo más funcional, porque como dijo Uriel, ellos te ayudarían a conseguirlo.

-          Lo único que debes saber es que cada deseo tiene una duración de un año.- dijo Uriel.

-          ¿Por qué?- pregunté.

-          Es el tiempo que se dan para ayudarte con lo que pidas, si no se ha conseguido el próximo año, siempre puedes volver a desearlo y así tener otra oportunidad.- contestó.

Eso es debido a que la responsabilidad de pedir un deseo no es dejar que el otro lo solucione todo y tú no tengas que hacer nada, es muy distinto, cuando pides un deseo es lo mismo que pedir ayuda, así que tú también tendrás que arrimar el hombro para conseguir que se cumpla, pero teniendo en cuenta el ser de luz que te acompaña en eso. Porque deberás trabajar en cooperación, algo que se me daba muy mal en el colegio. 

Cuando la cavalgata empezó, me puse realmente nerviosa, aún no se podían pedir los deseos, según la tradición de ser de luz, había que esperar en el punto de encuentro, es decir la Plaza Frà Bernadí dónde se encuentra el ayuntamiento. Allí simplemente estábamos recibiéndolos, pero aunque a mí me gustase mejor el Rey Negro (Baltasar), también saludaba a los otros dos. También esperaba el camión cargadito de caramelos, como todo niño era el camión más deseado de todos, porque antiguamente tiraban caramelos, hasta que lo prohibieron. Lo más lindo eran los caballos del final, había más de cincuenta caballos que los llevaban jinetes, la mayoría de Manlleu, porque conocía a chicas del colegio, decían que lo hacían para darles la bienvenida y acompañarlos a su destino. 

Con mis padres nos fuimos para la plaza enseguida que pasaron por delante de nosotros en aquella calle, a esperarlos de vuelta, y mientras esperábamos, nos encontramos con mi abuela Filo y su mejor amiga Pepeta, que nos habían guardado un lugar en la entrada de la Plaza. 

-          ¡Iaia!- le decía con un abrazo a mi abuela favorita.

-          ¡Hola Laia! ¿ya estás lista para los regalos de los Reyes?- me preguntó con una sonrisa hermosa.

-          ¡Si!- le dije con mucho entusiasmo.

-          Luego, cuando esto termine, iremos a mi casa a poner la bandeja en casa, ¿de acuerdo? Así sabrán dónde tendrán que poner los regalos.- dijo ella tan buena como siempre.

-          Vale.- contesté ilusionada.

En casa de mi abuela no ponían árbol de navidad, pero si el belén, y por eso teníamos que poner la bandeja, para señalizarles dónde tenían que dejar las cosas en el comedor. Ya que al día siguiente, por tradición en su casa celebrábamos con la familia Galí el día de Reyes con un almuerzo especial. 

En el momento en que apareció el camión del carbón, me empecé a sentir algo mal, aunque estaba encima de los hombros de mi padre, me agarré al hombro de Uriel, él me observó y como vio que me sentía mal, empezó a decirle al ángel de mi padre si me podía bajar, y aunque mi padre no se hable con su ángel porque no está en eso, curiosamente me bajó de sus hombros y me subí encima de una ventana, me quedé sentada y Uriel se quedó conmigo.

-          ¿Qué te ocurre mi amor?- preguntó Uriel.

-          No lo sé. Me siento mal.- le dije.

Uriel me abrazó de lado y se quedó junto a mí, mientras que seguían pasando las carrozas. No entendía que me estaba pasando, pero con el tiempo comprendí que seguramente reconocí ese camión de carbón, ya que el cabrón representa la rueda del Karma y en ese tiempo sin saberlo, estaba muy ligado a ella, tenía mucho trabajo para compensarlo, por eso a veces tenía situaciones complejas a tan corta edad, como lo de la profesora de un curso anterior.

-          Uriel, ¿Sabes algo del titi?- le pregunté mientras ya nos dirigíamos hacia el centro de la plaza.

-          Sigue fuera, ¿Por qué?- contestó.

-          Creo que ya regresó.- le dije.

Uriel arqueó las cejas en señal de sorpresa, pero no nos dijimos nada más, permanecimos en silencio durante el discurso de los reyes, y recién allí, cada uno pidió sus deseos telepáticamente mirando el cielo, en la primera estrella que hubiese y te captase la atención. Durante los fuegos artificiales, poco a poco nos fuimos a hacer ese recado en casa de la Iaia Filo, y luego teníamos que irnos a cenar en casa de mi otra abuela.

El titi Hilario había desaparecido por una semana, en casa les dijo que tenía un trabajo que hacer en la capital catalana, en Barcelona, pero la verdad es que él me contó que tenía que irse más lejos, porqué la Orden del Karma le habían pedido verle, por lo tanto yo sabía que no se encontraba en la Tierra, sino en el cinturón de Orión. Esto no es muy normal que ocurra si sigues encarnado, solo si trabajas junto con los seres de luz de forma consciente, pero si sigues tú encarnación como un humano simple, no te van a llamar, van a tener que esperar a que desencarnes para hacerlo, es decir, a que mueras. 

Para mí era la primera vez que un familiar tenía que ir de visita a la Orden, en ese momento recordaba poco de ellos, pero sabía perfectamente que es un lugar sagrado y muy importante. La verdad es que la Orden del Karma es quién gobierna el sector del Universo dónde nos encontramos, en el sector 5 (en número romanos V). 

Aunque era un día feliz, yo me sentía algo preocupada, porque mientras que estábamos casi todos en el salón haciendo bromas con la familia, notaba que faltaba Hilario, que ya había regresado pero estaba ausente en la mesa, así que empecé a buscarlo por el piso. Me dirigí al pasillo que llevaba a la cocina, al baño y a las demás habitaciones a parte de la puerta principal, y pensé que estaría en el único baño que había en todo el piso, pero no fue así, al ver que la puerta estaba entreabierta y las luces apagadas. Entonces, me dirigí hacia las habitaciones del final, ese pasillo tenía forma de “L” inversa, es decir como si estuviera en un espejo, la primera habitación a la izquierda era la suya, la puerta estaba ajustada, quería llamar, pero mis ojos se quedaron perplejos al verlo sentado en la cama, llorando. 

Su melena a lo Beatles me impedía verle con  claridad, sino fuera que en un momento giró la cabeza hacia la puerta, pensé que me había visto pero no fue así, y empezó a hablar, porque con él vi que había una chica que no había visto nunca, llevaba una melena ondulada rubia hasta media espalda y una túnica blanca hasta las rodillas, un cinturón de flores rosas y una diadema de flores igual, y atrás, a su espalda unas alas blancas hermosas. Otro ángel. Sin querer, puse la oreja.

-          No entiendo porque no han aceptado mi propuesta, ¡no me quiero ir tan pronto!- dijo Hilario indignado.

-          Seguro que ahora no lo comprendes, pero la Orden saben lo que hacen. Te recuerdo que llevas muchos años de permiso y Anael está empezando a plantearse muchas cosas sobre ti…- dijo la chica que de alguna forma intentaba consolarle, no se de qué forma, porque no entendí bien sus modales.

-          ¡Sé que debo volver! Pero no ahora, no tan pronto. La Orden saben lo que hacen… ¡claro, por eso la quieren dejar tan desprotegida! ¿No?- dijo, no sabía bien a quién se referían pero mi corazón me decía que era a mí, sin saber el motivo.

-          Sabes que no es así, Humiel. No la vamos a dejar sola, pero debes dejar que completa su camino, recuerda que no es la primera vez que haces esto. Pero parece ser que es la primera vez que te has implicado mucho más de lo que te imaginabas. ¿Por qué?- contestó la chica.

-          Supongo porque nunca me había tocado enseñar a una creadora de mundos. De todas formas, intentaré volver como sea. Para que note mi presencia y sepa que sigo con ella, guiándola. – contestó Hilario dándose esperanza.

-          La vas a poder ver desde las nubes. Es lo más cercano que estarás de ella.- comentó la chica.

-          ¡No! En cuanto sea, voy a intentar que me ordenen como arcángel.- terminó de decir.

 Me acerqué tanto a la puerta que sin querer me apoyé y la puerta se abrió. Hilario se me quedó mirando y la chica también, pensando que a lo mejor no la veía, pero al girar la cabeza para observarla a ella, supo que sí.

-          Perdón, no quería molestar…- dije con una vergüenza que no paraba de crecer en mi interior.

-          No pasa nada, querida. ¡Ven, dame un abrazo!- pidió el Titi entré y se lo di.

-          Les dejaré solos. Nos vemos, Humiel- dijo la chica, antes de que dijera nada, desapareció ante nuestras narices.

-          ¿Quién era ese Ángela?- le pregunté.

-          Una compañera de trabajo que ha venido a saludarme y hablar de unos asuntos que quería explicarte.- aunque estaba algo mejor, su cara de preocupación aún era importante, así que le dejé hablar, me sentó encima de sus rodillas.- La visita a la Orden ha sido porque debían revisar el caso de que pronto tendré que regresar a mi estado original, ¿recuerdas?- dije que si con la cabeza.- Vine en esta familia, porque yo soy el ángel guardián de tu mamá, pero como ella no es como tú, pedí un permiso a la Orden para acompañarla en su encarnación. En un principio solo sería hasta que tu mamá consiguiera su misión de vida, yo le haría recordar qué es, ya que al encarnar se olvidó por completo. Pero cuando tu mamá se casó con tu papá, la Orden me avisaron de que algo muy hermoso iba a pasar muy pronto, algo que tiene que ver con el camino que tiene este planeta y que se iniciaría gran parte contigo y más hermanos que están encarnando, como ya te dije. Pues la Orden me pidió una prorroga y me pude quedar solo hasta que tú cumplas cinco años. Ahora que lo vas a cumplir en tres meses, volví a la Orden para pedirle otra prorroga, al principio quería de cinco años más, pero la Orden solo me han aceptado tres años, con la promesa de que no podré pedir más prorrogas, cuando vayas a cumplir ocho años, yo me tendré que ir y volver a mi estado original ¿sabes qué significa eso?- me dijo de nuevo con lágrimas en sus ojos de pena que me contagió.

-          ¿Vas a morir?- le pregunté con la voz entre cortada.

-          No, los ángeles no morimos. Le llamamos, ascensión.- contestó.

Me quedé sin palabras y le abracé tan fuerte que ambos nos pusimos a llorar, no podía imaginarme que mí único tío que entendía lo que me estaba pasando al cien por cien, se iba a ir tan pronto. ¿Por qué debía hacer este camino de esta forma sin él? Me lo estuve preguntando durante varios días y meses, hasta que cumplí cinco años y él me regaló algo muy especial que sigo conservando, un regalo por el cual no puedo decir qué es, porqué los Seres de Luz no me lo permiten.

Recomendación: Maluma - No se me quita ;) 
HR.

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Cuando No Te Permiten Sacar La Sabiduría

  A veces no te das cuenta, de que hay tres atributos que las personas tienen y que son esenciales para que el fluir de la vida, haga su e...