viernes, mayo 04, 2018

De Regreso A La Ciudad De IIÓN - Parte II


A través de un túnel con cristales azules fuimos a parar a las afueras de la casa de Campo, a lo lejos a unos doscientos metros de distancia se veía una casita de campo como de un leñador en Escocia, muy acogedora, pero antes de entrar el Maestro Jesús quería enseñarme algo más así que él dijo “En esta parte de la ciudad de luz, están mis hermanos y alumnos, son pequeños Maestros que están esperando encarnar y para hacerlo tienen que aprender cómo vivir en la superficie. Por eso estamos apartados de los hermanos Encarnados, porque las enseñanzas cambian y además ellos no están de forma interna en esta parte, por consiguiente ellos siguen viviendo en las ciudades de luz, solo que gran parte del día están aquí, cuando sienten que deban aprender más, para llegar ese momento en que encarnan como Maestros en la superficie para el Plan Divino de la Ascensión Planetaria de Gaia”. Me quedé asombrada al escucharlo, de hecho tiene razón, me acuerdo que cuando estaba en la zona de Encarnados nos contaban historias sobre esta parte, dónde nunca podíamos ir, es por eso que cuando se han abierto las puertas del metro en este andén solo hemos bajado los dos y nadie ha bajado, para poder estar aquí necesitas tener un permiso, que no cualquiera puede obtenerlo, así que me sentí privilegiada poder estar allí, y le dije “Entiendo, estaré escuchando lo que me cuentes, prestaré atención a todo aquello que me enseñes y haré todo aquello que me digas que pueda hacer, Maestro” él se echó a reír y dijo “Pronto te darás cuenta de porque te he dicho esto ahora y no más tarde, solo espero que disfrutes de este viaje a mi lado, amada hermana.” Y yo le dije “¡Lo haré con gusto!”.

La cabaña del leñador solo era una entrada, la sorpresa vino después, al dejar atrás el camino de la casa, llegamos a una gran llanura llena de casetas y diferentes espacios tan hermosos y naturales, pero era gigantesco ocupaba unas doce hectáreas exactamente, eso me lo compartió Jesús, me quedé impresionada. Empezamos a caminar por un camino de piedras, al lado del valle que era muy hermoso y verde, las cabañas eran modernas, muy modernas pero convivían perfectamente con la naturaleza que los hacía realmente pintorescos e curiosos, en cada puerta en cada cabaña había pequeños Maestros tal como había dicho, eran niños de 15 o 16 años que ya eran oficialmente Maestros, llevaban sus túnicas respectivas con su rayo de colores, ¡qué hermosura! Ya que todos nos saludaban con grandes sonrisas de amor y esperanza que se respiraba en el ambiente, que era relajado también y muy confortable, me sentía como en mí casa. No podía evitar no saludarles aunque fuese levantar la mano, en plan como lo harías con una persona que está lejos de ti en ese momento y ellos devolvían el saludo de corazón, mirándote a los ojos y diciéndote “Te amamos querida y amada Flor de Lys” para nada me sentí como una extraña, ni privilegiada, solo una más, después de mucho tiempo, estaba allí.

El Sol nos daba a favor, fue en ese momento cuando vi que las cabañas resaltaban con pequeños cristales de colores y brillaban por sí solos, ¡qué hermoso! Me detuve un momento y el Maestro Jesús también lo hizo y le dije “Me habían contado maravillas de este lugar, pero lo cierto es que se quedaban cortos, es mucho más. ¡Muchas gracias, Jesús! ¡Muchísimas gracias!” le di un abrazo que él correspondió con su sonrisa pegada en mi oreja derecha y me dijo “¿Quieres conocerlos un poco?” me preguntó, alcé las cejas en señal de sorpresa y dije “Si” con asombro y felicidad. Él me ofreció su mano, me aferré a ella y seguimos caminando hasta entrar en el pabellón principal, es decir la cabaña que estaba en el centro del valle y que era el más grande de todos, por el cual ellos denominaban el pabellón de comunicación extrasensorial, es decir psíquicamente.

¿Y cuándo estarán en la superficie?” le pregunté y él contestó “Desde hace dos años terrestres que ya han empezado a encarnar, solo los que están en los niveles más superiores, que llevan eones de tiempo esperando y preparándose para su misión dentro del Plan Divino. Pero de cada cien almas que encarnan en la superficie, uno es un Maestro de aquí”. ¡Qué maravilla! “Es igual a lo que me enseñaste con once años, cuando me presentaste a mis futuros hijos ¿están aquí?” y él me miró y dijo con una sonrisa de felicidad “No, aquí no los vas a encontrar, pero ellos también están deseado empezar, solo depende de ti, si sigues por el camino que te corresponde o decidas desviarte”. Entendí porque lo decía, pero deseaba que no fuera cierto, y le dije “Voy a dejar más tiempo, para que Dios pueda indicarme si voy por el camino correcto o no, solo cuando él decida yo decidiré” me eché a reír y él solo se quedó asombrado, pero entendió mi forma de hablar y solo lo respetó. 

¿Les enseñas tú solo o hay más Maestros cómo en la Zona de Encarnado?” le pregunté y él contestó “Somos diez Maestros, cinco Ángeles y Siete Seraphines pero nuestros hermanos y alumnos nuestros, muchas veces nos dan ellos la sabiduría, nosotros solo les acompañamos en su proceso de aprendizaje”, me gustó mucho cómo lo explicaba, así debería ser en la superficie, sin forzar nada, todo siguiendo el corazón y lo que cada alma desee aprender en ese momento y a cualquier momento del día, nunca es tarde para el saber. “O sea que son 22 hermanos que imparten o más bien acompañan a… ¿cuántos, más de 5.000 Maestros?” no me cuadraban las cuentas, o las clases tenían que ser gigantes o es que la omnipresencia se hacía prioritario aquí. Y él me contestó “Solo acompañamos y orientamos, ellos ya aprenden al conectarse con la Sabiduría del Cosmos, cuando deciden meditar y ver qué pasa en la superficie, para ser observadores de cómo vivís” puse la cara de sorpresa no me lo esperaba que hubiera como pequeñas cámaras invisibles en la superficie, tendré que poner mejor el corazón en sintonía para ver cuando un Maestro de IIÓN está observándome. 

Entramos en la cabaña, me maravillé, porque por dentro era mucho más grande, llegamos a una sala llena de luz del cristal violeta, las paredes, el suelo y el techo se iluminaban por este cristal, y allí habían algunos Maestros Ascendidos, reconocí a Saint Germain enseguida y dije “¿Saint Germain?” él se giró y cuando me vio construyó una linda sonrisa en su rostro, me acerqué a él y le di un abrazo y él me dijo “Bienvenida querida Flor de Lys” no le dejé terminar y le pregunté “¿Enseñas aquí?” y él me dijo “No, hoy he venido porque me encargo de revisar las esferas de los Maestros, que las tenemos aquí” me enseñó un cristal que se podía ver al otro lado, que había otra sala gigante dónde guardaban las esferas de cada Maestro aún no encarnado, ¡qué maravilla estar allí! Y le dije “¡Oh, qué bonito! ¿Puedo acompañarte?” miré hacia atrás para mirar al Maestro Jesús, que él estaba sonriendo, escuchando nuestra conversación y dijo “Hermano, no hay problema, yo tengo que hacer un asunto, luego nos vemos, amada Flor de Lys”. Él me ofreció el brazo y me uní, para ir hacia la puerta y entrar en la sala de las esferas.

Era la primera vez que podía visitar la sala de las esferas, me hacía mucha ilusión porque hace tiempo que Saint Germain en nuestros primeros encuentros en Telos me mencionaba que algún día me enseñaría una sala de esferas. “¡Muchas gracias por darme esta oportunidad tan bonita Saint Germain!” le dije él me dio las gracias y dijo “¿recuerdas para qué sirven?” y yo le contesté “Recuerdo que cuando te nombran Maestro te dan una con el color de tú rayo y dentro hay un dibujo del Merkava, lo sé porque mi marido Atlante ya tiene el suyo, lo mostró en una fotografía en Instagram hace pocas semanas, en el viaje a Escocia que está realizando en estos momentos” y él dijo “Así es, querida. A ti te va a llegar cuando Dios te mande a llamar y vea que ya es el momento de nombrarte Maestra, pero lo conseguirás si sigues en este mismo camino, pasito a pasito”. Y yo le contesté “Solo me falta una fase más” y él dijo mientras reíamos a carcajadas limpias “Así es, solo una fase”.

Entonces Saint Germain elevó sin tocarlo una de las esferas y empezó a observarlo, yo curiosa le imité pero lo único que veía era el merkava de color violeta sin nada extraño, entonces él dijo “¿Ves allí, en esa punta de allí?” me fijé un poco hacia la punta derecha y el color violeta estaba más fuerte y él prosiguió “Se está preparando para encarnar, pero debe pasar antes una revisión” pensaba que me lo decía a mí, pero se giró y le dijo eso a un ángel que no había visto que estaba justo detrás de nosotros con un pergamino y una pluma de su ala escribiendo lo que él decía. Entonces, seguimos caminando tras colocar de nuevo la esfera en su sitio, y elevó otra esfera esta vez era de color azul, me sorprendió porque pensaba que solo se ocupaba del rayo violeta pero él dijo “Todas las esferas necesitan revisarse periódicamente, porque cada esfera revela si el maestro que aprende en este lugar, está preparado para encarnar en la superficie y hacer la misión que debe realizar de acuerdo al Plan Divino.”. 


No me pude cortar y le pregunté “¿Cada cuando se revisan exactamente?” y él contestó “Hay algunos hermanos que lo hacen todos los días, pero yo solo vengo una vez cada tres semanas”. Entonces él se giró y le dijo “Este ya está listo, llévalo a revisión” resultaba que el color azul era muy fuerte por toda la figura del Merkava y según lo que había dicho él, el maestro ya estaba preparado para encarnar. Revisamos varias esferas más, incluso había una que era de un color rosado muy flojo y él dijo “Mira ¿ves? Este todavía ni está en procesos de encarnar, aún se quedará aquí por un tiempo solo él o ella determinará cuanto tiempo estará aquí” detrás el ángel anotaba todo lo que Saint Germain le decía respecto a las esferas, ni se le escuchó decir ninguna palabra, ni tampoco telepática solo se dignaba a escuchar y anotar.

Salimos de la sala de las esferas por otra puerta, y allí nos encontramos con algunos alumnos Maestros, cuando nos vieron ellos que eran como diez Maestros adolescentes se vinieron a nuestro lado con una sonrisa de complicidad y felicidad. “Hermanos y hermanas, os presento a la Maestra Aprendiz Flor de Lys, que nos va acompañar durante el día de hoy” me presentó Saint Germain con una gran sonrisa de oreja a oreja, los Maestros Adolescentes se quedaron alucinando en un silencio lleno de asombro, hasta que escuché que una chica preciosa con el pelo rubio y enrulado “¡La Arcturiana!” me provocó la risa pero tenían razón, entonces otro chico dijo “La que defendió a los Arcturus de los Insectoides ¿cierto?” y es verdad, cuando fue la guerra antigua intenté por todos mis medios que mi querida familia Arcturiana (el planeta en sí) quedara lo menos afectado posible y así poder sobrevivir una parte de la población, y lo conseguimos con nuestro grupo, pero fue un número muy pequeño de supervivientes que con el tiempo, por gracia de Dios se ha podido reestablecer bastante pero no en su totalidad, porque pueblos y ciudades de nuestro planeta Arcturiano quedó arrasada. Me hico mucha ilusión que ellos supieran ya de mi, aunque no pude decir lo mismo de ellos, de alguna forma siempre supe que en esta zona sabían más de uno mismo que de ellos mismos, que ilusión más bonita saber que no soy una cualquiera para ellos, que tengo un pasado y que ellos lo reconocen tal como debe ser, sin juzgar, al charlar con ellos, me di cuenta de que a pesar de que tienen aspecto adolescente, realmente son más elevados y maduros de mentalidad que los adolescentes que hay en la superficie que han olvidado por completo quienes son y porque están dónde están. 

Recomendación: Diego Torres - Color esperanza.

HR.

HERO&Corporation.

jueves, mayo 03, 2018

De Regreso A La Ciudad De IIÓN - Parte I


Un miércoles se despertaba como cualquier otro, tras tener una noche de descanso, es decir sin tener visitas y poder soñar, a las siete y cuarto de la mañana el despertador sonaba, y como había descansado tan bien, me desperté media hora después, provocando así llegar mucho antes de las nueve de la mañana al trabajo, que se despertaba un día de lluvia y solo lluvia. 

A las diez y cuarto que ya había parado de llover, me preparé para salir a la calle a hacer el reparto habitual, salí de la oficina con la nariz afectada, no sé qué le pasaba a mi linda nariz pero no podía parar de quitarme el pañuelo de encima. Seguía trabajando, cuando de repente me empezó a doler la cabeza, no era muy fuerte pero molestaba, seguí trabajando como si nada, hasta que al final llegó la hora del descanso 40 minutos más tarde, y me senté en un banco del mercado municipal de Manlleu, delante de las carnes, mientras observaba la gente pasar en silencio, a mi izquierda tenía al Arcángel Uriel, curiosamente lo estaba viendo, cosa que no es muy usual verlo tanto rato seguido, mientras escuchaba que decía “esta noche ¿a dónde has ido exactamente? He notado que te ibas lejos, muy lejos, pero luego has regresado y he pensado que a lo mejor había viajado a alguna época ¿dónde has ido, mi amor?” y le dije con dificultad para poder hablar normalmente, porque me dolía más la cabeza y de vez en cuando notaba como si todo diera vueltas, pero no me alarmé, pensaba que podría ser un síntoma del mes de las mujeres (porque a veces solo ocurre) y le dije “Hoy solo he soñado, necesitaba descansar, ya me tocaba, ya me tocaba. Llevaba tres semanas sin poder tener una noche para soñar libremente, sin tener ningún viaje en el tiempo, ni visita a la 5D.”. 


Uriel quería seguir hablando sobre los últimos viajes a la 5D que se habían realizado, pero después de comerme todo el desayuno y de comprar 150 gramos de pasta recién cocida y no dejar ni rastro, le tuve que decir “Mi amor… no me encuentro nada bien. Tenemos que volver, no me veo capaz ni de levantarme, el mercado da vueltas, yo doy vueltas y mi cabeza parece que tenga atasco, me duele, me siento densa y diferente al mismo tiempo, me siento que no estoy aquí en 3D, creo que estoy cambiando de dimensión, Uriel, llévame a casa por favor.”. Uriel cuando me escuchó se acercó, me agarré a él como pude y me dijo “¿Y si terminamos estas cuatro cartas que nos quedan y te acompaño a la oficina, hablamos con tú jefa para que te dé permiso para ir a casa a tumbarte?” aunque no me parecía muy buena idea lo de acabar, acepté, así que Uriel se ofreció en todo momento, para llevarme, como si fuera un muñeco, tuvo que ayudarme a mantener el equilibrio, por lo tanto se puso detrás de mí, me agarraba de los brazos y me ayudaba a andar y a poner las cartas a sus buzones correspondientes, solo quedaban cuatro cartas que estaba muy cerca de allí, y después cuando íbamos para la oficina él me preguntó “¿Por qué te sucede esto, mi amor?” y yo le dije “Creo que un Maestro me quiere ver, urgentemente a la 5D. Porque está pasando como la otra vez, mi amor”, Uriel no dijo nada más, llegamos a la oficina y la jefa al verme tan mal me permitió ir a casa, una vez más Uriel tuvo que cuidar de mí, ¡qué santo que es! 

Llegué a mi habitación, sin encender ninguna luz y sabiendo que Uriel había entrado dentro, cerré la puerta y la oscuridad me invadió los ojos, así por divinidad lidiar el dolor de cabeza, y dije “Uriel, ¡qué voy!” me dejé caer hacia delante, como si estuviera a punto de darme una buena hostia contra el suelo, pero a la mitad del camino, o lo que me pareció a mí, noté los brazos extendidos de Uriel que me sujetaron con fuerza, me puse como un caracol y me reconforté en sus brazos, lo siguiente que recuerdo es que me puso sin cambiarme de ropa dentro del saco de dormir, el nórdico y se quedó a mi lado hasta que desaparecí a la 5D, ya que al subir las escaleras ya estaba en la 4D y cuando estaba en la habitación Uriel y yo volvíamos a estar en la misma frecuencia. Me había ido a la 5D sin la compañía del Arcángel Uriel.

Mi aura estaba brillantemente blanca, no podía ver nada de dónde iba ni de dónde venía, hasta que no cedió, no pude darme cuenta de dónde estaba. Me deslumbré al saber que estaba dentro de un claustro de un monasterio muy antiguo, como si fuera romano y de hace mucho tiempo, allí había mucho jaleo fuera del claustro, se escuchaba a muchas personas hablar como si fueran millones y millones de personas allí dentro, pero en el claustro solo habían veinte personas, sin apenas moverme reconocí en la entrada del jardín del claustro quién me había llamado con tanta urgencia, al verlo entendí porque lo hico de esta forma y no pudo esperar a llegar a la noche. El claustro estaba muy iluminado, el Sol brillaba con su máximo esplendor, me acerqué a él, no lo podía creer que después de dos semanas volvería a estar con el Maestro Jesús. 


“¡Maestro, sabía que eras tú!” le dije con una sonrisa, él que mantenía los ojos cerrados, los abrió un momento y sus ojos verdes se iluminaron al verme, él se había puesto el anunciador en la cabeza, sin decirme nada, agarró mi anunciador que colgaba dulcemente de mi hombro izquierdo y me lo colocó en medio de la cabeza, dejando el flequillo a la vista, con las puntas en ambos lados de mi pecho y me dijo “He venido aquí a rezar, ¿me acompañas?” le acepté así que él me agarró la mano izquierda y entrelazó sus dedos con los míos, ¡qué bello! Delante de nosotros vino el sacerdote del templo, extendió las manos hacia arriba y pronunció el rezo en el idioma universal, él cerró los ojos y yo también.

Al terminar, no duró demasiado a términos de 3D unos diez minutos, nos fuimos del claustro sin que el Maestro Jesús me dejase la mano y sin quitarme el anunciador de la cabeza, me dijo “A dónde vamos, tú ya has estado. ¡Les vas a dar una alegría cuando te vuelvan a ver!”, ni me imaginé dónde íbamos, pero alguien nos estaba esperando. La puerta que cruzamos daba al interior del templo, me fijé mejor y los techos parecían góticos y le dije “¿Esto es… la superficie?” y él contestó “Puede serlo pero jamás olvides que cualquier detalle cuenta”, cuando lo dijo empezamos a bajar unas escaleras muy antiguas, y cuando llegamos a bajo, la tecnología de magnetismo y elevación había llegado en las profundidades del templo, me puse a reír y le dije “¡Claro, Agartha tenía que ser!” él también se echó unas carcajadas muy bonitas mostrando así todos sus dientes blancos e impolutos. 

Subimos a las escaleras mecánicas y bajamos por el andén, hacía mucho tiempo que no agarraba el metro de Agartha, que va con sistema de magnetismo, es decir, sin ruedas, va elevado, igual que en las películas e igual que ocurre en las ciudades de Almas, como Nosso Lar (Nuestro hogar). Reconocí el andén enseguida y le miré a los ojos y le dije “¿Estamos en IIÓN?” y él dijo “Así es ¿lo recuerdas?” y yo le dije “¡Cómo olvidarlo, aquí estudiaba entre los 5 a los 10 años, en esta misma vida, aunque solo hace poquito que recordé el nombre de la ciudad de luz, yo lo recuerdo más como la casa de campo!” dije con una sonrisa de felicidad en la cara. 

El andén estaba abarrotado de gente, algunos eran almas que estaban encarnadas e iban a sus clases correspondientes, al llegar el metro otros, volvían de la superficie en la ciudad de luz IIÓN (se pronuncia Yon) para agarrar el transporte y regresar al hangar para volver a la superficie de Gaia, yo recuerdo haberlo hecho, pero era un largo camino de treinta minutos aproximadamente, el tiempo justo para volver a mi habitación y una hora después me despertaban para ir al colegio, cuando era tan chiquita, ya que en mi casa no son para nada almas despertadas (ni ahora en estos tiempos), por lo tanto no les he compartido esta experiencia. Nosotros al llegar al andén, subimos al primer metro que iba dirección la ciudad de luz Amsha (bajo los Picos de Europa). Miré de dónde venía y la ciudad de luz que había empezado la ruta era el Vaticano, le miré y me eché a reír, le señalicé y él dijo “Si, yo vengo de allí”, no me extraña. 


Quería sentarme en uno de los asientos que había al lado de las ventanas, pero el Maestro Jesús que aún me sujetaba la mano, hizo fuerza contra él para terminar más juntos, aunque no había motivo para hacerlo, no subía tanta gente como estar más cerca, comprendí que no hacía falta porque bajaríamos enseguida. Las puertas del metro se cerraron sin apenas hacer ruido, y empezó el viaje hacia el interior de la bota, es decir hacia Milán, para que os situéis un poco, aunque ese no era nuestro destino. “Había olvidado lo ligero que era viajar en magnetismo, ¿Has probado el de la superficie?” y él dijo “Pronto un ingeniero aprenderá este sistema e iréis mejor y más cómodo” y es verdad, muy pronto será, tengo fe y esperanza en ello. 

Miré las paradas apuntadas en la pantalla que había cerca del cristal que era toda la pared, la próxima parada era IIÓN – Zona No Encarnados, veníamos de la Zona de Encarnados, era el lugar dónde yo había estudiado, dónde los profesores eran los Maestros Ascendidos que ahora tengo contacto de nuevo y seguimos con los aprendizajes ahora diferente a antes, si antes era con un conjunto de hermanos de diferentes lugares de la superficie de Gaia, ahora solo es con el Maestro a solas. Enseguida el metro llegó a la siguiente parada, en estos lugares la vía no pasa por montañas y por un puente elevado cerca de lagos, ríos y el mar que rodea Agartha, es como llegar a una ciudad, solo es un túnel iluminado en cristales azules. Al llegar al andén, el Maestro Jesús empezó a caminar y yo le seguí sin dejarnos de la mano, estaba bastante alucinada ya que jamás había estado en esta parte de la casa de campo, para que os ubiquéis de Roma, habíamos ido a parar por las alturas de Pisa.

Recomendación: Lily's Theme - Harry Potter

HR.

HERO&Corporation.

sábado, abril 28, 2018

Los Emisarios Del Rayo Blanco


Mi amor, mi amor, ¡despierta, vamos! Tienes que ver esto…” decía el Arcángel Uriel, abrí los ojos y lo vi, sus ojos verdes me estaban mirando ¡qué hermosos! Nunca me cansaré de verlos, una vez que lo ves ya te atrapan. Él estaba feliz, y me dice “¡Ven rápido, antes de que sea tarde, mi amor!” ni me había fijado que estaba encima de su pecho, debido a su urgencia me incorporé y me di cuenta de que no estábamos en mi habitación, reconocí las paredes de esa sala, estaba en el sofá del piso de Posid y le dije “¿Qué hacemos en casa? ¿Dónde están Taurie y Ávalon?” era de noche, pero el arcángel Uriel me obligó a ponerme de pie y salir a la terraza agarrado de la mano de él, intentaba mirar hacia dónde él veía pero no podía ver mucho, solo se veía la gran ciudad de luz hermosa como maravillosa que es Posid, de repente Uriel me dijo “¡Mira allí arriba!” él señalizó el cielo y de allí empecé a ver como un grupo de ángeles con túnicas blancas llegaban volando era muy hermoso verlos, además de que se escuchaban repicar las trompetas celestiales, en ese momento recordé una vez en que de las esferas superiores descendían algunos Maestros en Nosso Lar (la ciudad de almas) para hablar de acontecimientos importantes, la forma que se escuchaba esa música era muy similar, por lo tanto le dije “¿Quiénes son?” y Uriel contestó “¡Son los Emisarios del Rayo Blanco que regresan de la casa de Dios a compartir las nuevas noticias del Gran Padre sobre el Plan Divino!”.

¡Maravilloso! Fue ver al Arcángel San Gabriel montado en su PEGASUS blanco que comparte con el Maestro Jesús como vehículo particular, antes de que las patas del Pegasus tocasen el suelo de la plaza de la Catedral le pregunté a Uriel “¿Podemos ir a recibirles?” y él me miró y con una sonrisa de oreja a oreja como si fuera un niño con zapatos nuevos me dijo “Mucho mejor, nos han invitado a estar en esa reunión, si tú lo quieres”. Me quedé sin palabras, no sabía qué decir y se me ocurrió “¿Yo? ¿Por qué? ¿Quién?” y Uriel con los ojos dilatados de amor dijo “Tú querido amigo Gabriel”, me puse a reír, y no me extrañaba nada y él añadió “¡Bendita qué habéis empezado desde hace pocos meses!” seguimos riéndonos como dos tontos, pero fue por poco tiempo, porque tuvimos que irnos.


Bajamos hacia la entrada por las escaleras de cristal iluminadas en un tono azulado muy bonito, llegamos pronto a pesar de la altura en la que se encuentra nuestra casa, nada más llegar, me encuentro con un ángel que iba con una túnica blanca impoluta, llevaba el pelo largo y liso hasta medio pecho y me estaba mirando, sus alas eran grandes pero no tan grandes como un arcángel así que asumí que era un ángel, sus ojos azules me observaban de forma amorosa y feliz, al mismo tiempo que me estaba sonriendo. Uriel no se había dado cuenta de lo que acababa de ver,  me agarró de la mano y seguimos caminando hacia la puerta de la reunión, que curiosamente era dónde estaba ese ángel, que seguía detenido observándome, como si no tuviera nada más que hacer, sus ojos me picaban mucho la curiosidad, no sabía quién era, pero mi corazón lo reconocía de vete a saber dónde… 

La sala ya estaba llena de ángeles del rayo blanco, que es conocido como el rayo de la comunicación que gobierna el arcángel San Gabriel. Todos los ángeles estaban de pie, haciendo un semi círculo en la gran sala de grandes paredes y altos techos, la catedral de Posid, era evidente. Uriel sin dejarme de la mano empezó a caminar junto a mi entre los ángeles, en la sala había 33 ángeles y un arcángel, que reconocí enseguida a la derecha del semicírculo, nosotros nos dirigíamos hacia allí, ya que Gabriel nos hizo una señal para quedarnos a su lado, cuando llegamos, Uriel me dejó la mano y aproveché para ponerme a la izquierda de Gabriel, que él aprovechó para poner su brazo por encima de mis hombros, y yo le pasé mis brazos por la cintura, le miré a los ojos color verde, y con una sonrisa y sin pronunciar nada le di las gracias.

Aproveché para mirar toda la sala, los ángeles estaban esperando pero no sabía a quién, entonces al otro lado del semicírculo, no lo podía creer lo que estaba viendo, alcé una mano y empecé a saludar y al otro lado una sonrisa tan conocida me cautivó, no podía creer que Ávalon estuviese también en la reunión y le dije a Uriel “¿Qué hace Ávalon en la reunión?” y él me contestó “Él es de este rayo ¿lo has olvidado, mi amor?”. ¡Ya no me acordaba, pero es cierto! Me eché a reír, ya que le dije “Claro, es que los confundo, Ávalon es del blanco y Áxel del azul, son gemelos, es normal confundirlos a veces, ya que son como dos gotas de agua” Uriel se echó a reír igualmente. 

De repente en el lugar dónde no había nadie apareció un destello de luz blanca y tras ese destello se pudo ver al Maestro Seraphis Bey, que regresaba de la ciudad de luz que hay en Egipto, resulta que Seraphis Bey es el representante de Posid al mismo tiempo que de Egipto. Se cerraron las puertas con gran fuerza cuando Seraphis Bey alzó sus manos al aire dónde en una de sus manos llevaba su bastón dorado con el nudo de Isis y dijo “Bienvenidos queridos hermanos ángeles, arcángeles y emisarios del rayo Blanco a la gran Posid. La luz blanca es la palabra de Dios que viaja con vosotros hasta su destino a través de las estrellas y demás hermanos planetas de Gaia y de Agartha, vosotros sois la voz de Dios que viaja y llega a nosotros con las nuevas noticias de la gran casa de Dios Padre.” Se hizo el silencio, mientras que Seraphis me miró y me sonrió al mismo tiempo que inclinó un poco la cabeza hacia adelante para mandarme un pequeño saludo, que yo repetí con mucho amor, entonces miró a Gabriel, que se tuvo que desenganchar de mis brazos, sin ponerle resistencia él se acercó a Seraphis, mientras que yo me abracé de la misma forma en la que estaba con Gabriel pero esta vez con Uriel. Seraphis se echó a un lado y dejó al arcángel San Gabriel hablar.


Queridos hermanos,

Nuestro Padre nos bendice en este momento con su gran amor en nuestros corazones, al compartir con nuestros hermanos y hermanas de Agartha las nuevas que están ocurriendo y ocurrirán muy pronto.

Gaia acaba de pasar el ecuador de su primera etapa para la ascensión del planeta y la alineación de sus hermanos planetas de este sistema solar, muchos de nuestros hermanos que se han encarnado están haciendo un buen trabajo, ayudando a sus hermanos dormidos a despertar y fomentar para encaminarlos de nuevo a la realización de la misión de cada uno que al mismo tiempo es una misión en comunidad, para ayudar a Gaia a ascender de forma en que no queda arrasada y pueda seguir viviendo en la nueva dimensión de luz que está emergiendo. 

Al final de esta primera etapa, un grupo de voluntarios de Agartha podrán volver a la superficie sin tener que encarnar y estar junto a nuestros hermanos para empezar a reestablecer las comunicaciones con sus hermanos de 4D y 5D. Este grupo de voluntarios deberán formarlo unos cuantos de cada rayo y serán nombrados emisarios de su rayo, su misión consistirá en enseñar la nueva Gaia como deberán actuar ante la ascensión y estarán en la superficie durante el tiempo que sea necesario, podrán seguir viviendo aquí en Agartha, pero también podrán, si lo desean, vivir en las ciudades de luz que protegen las entradas de Agartha, para estar más cerca de nuestros hermanos de la superficie. El resurgir, así se llamará, será en distintos lugares de Gaia, y solo aquellos que sientan que deberán ir a recibirlos, podrán ser los elegidos para acogeros. 

Estamos creando los puentes de amor, fe, esperanza, sabiduría y amistad, siempre con la paz en nuestro corazón para nuestros hermanos y hermanas de la superficie de Gaia.

Con amor,

Vuestro Padre Celestial.

Así terminó el mensaje Gabriel del gran Padre, me quedé pensando de una forma totalmente interesada, porque hace meses que se me rebeló que esto sucedería, el resurgir, de hecho yo siento la llamada y sé dónde debo estar en el momento que ocurra y allí estaré, no sé si acompañada de Uriel o de alguien más de la superficie, pero allí estaré. 

Que se acerquen los voluntarios del rayo blanco, por favor” ordenada Seraphis Bey. Entonces cinco aprendices de Maestro, se acercaron a Seraphis, se pusieron en línea de cara a Seraphis, yo empecé a mirarlos y me quedé sin habla de golpe y le dije a Uriel “¿Ávalon también?” y él dijo “Él fue de los primeros” contestó Uriel. “Aquí y ahora, sois los emisarios del rayo blanco en el resurgir” dijo Seraphis Bey y todos los demás se alegraron, además de que se escuchó un cántico celestial muy bonito que a mí me llenó el alma de amor y empecé a emocionarme de ilusión. Entonces Gabriel dijo “Llevad nuestras enseñanzas a nuestros hermanos y hermanas, para que lleven nuestro puente de amor en sus corazones y Nueva Gaia pueda resurgir de sus cenizas como el ave fénix” ¡Qué bonito por Dios! Y antes de terminar, un ángel se acercó a los emisarios y se los llevó de la sala, cuando el ángel me miró, me quedé atónita era el mismo ángel que había visto antes de entrar en la sala, me sonrió y prosiguió, mientras que miré a Ávalon que él no me estaba mirando y se fue de la sala, entonces nosotros los seguimos hacia a fuera de la catedral.

Uriel me agarraba de la mano, él ya quería irse para casa, pero yo le solté la mano y me fui corriendo hacia Ávalon, le llamé y él se giró mientras que detrás de mi venía Uriel, entonces le di un abrazo a mi querido y amada segundo hijo, él se alegró y yo también y me emocioné de nuevo al escuchar decirme “¡Mamá!” aún no me acostumbro a eso, pero es cierto, es mi segundo hijo de cinco que tengo actualmente con mi marido Atlante. “¡Muchas felicidades hijo, no sabes lo contenta que estoy por lo que has hecho!” le dije con lágrimas de felicidad en los ojos y él que me secaba mis mejillas con las yemas de sus dedos, me dijo “Pronto nos veremos allí arriba, juntos de nuevo. Te amo, mamá.” Él quería decirme más cosas, y yo también pero Uriel nos interrumpió y nos dijo “Mi amor, debemos volver, en nada sonará el despertador y es mejor que descanses un poco antes de empezar tú nuevo día”, no le quería decir que no, pero es que él tenía razón, así que le di un beso en la mejilla a Ávalon, me despedí y me fui con Uriel. 

Estábamos caminando apartándonos de la catedral, cuando antes de bajar los últimos escalones, Uriel me hace detener y enseguida pasa un brazo por mi hombro y el otro me levanta por la parte de las rodillas y quedo totalmente en sus brazos, él se gira para observar a Ávalon como nos estaba mirando le saludo con una mano y entonces Uriel se vuelve a girar, extiende las alas gigantes y empezamos a volar para regresar a casa. ¡Qué hermoso!

Recomendación: El gran Yo Soy – Espíritu y Verdad.

HR.

HERO&Corporation.

¿Un Demonio Siempre Ha Sido Malo?

  ¡Feliz año a todos! Dejamos atrás el año del infinito (2+0+2+4=8) y nos vamos centrando en el año de la divinidad (2+0+2+5=9). El año pa...