Ahora la cabeza me da vueltas y más vueltas como si
estuviese en una lavadora gigante de recuerdos de momentos que hemos vivido,
pero ninguno dice que hemos estado juntos, solo recuerdo las miradas en
secreto, las sonrisas misteriosas, los acercamientos que solo tú y yo sabemos,
y los diferentes intentos de poder hablarte, porque al igual que tú, también me
era muy difícil. Me has dado seguridad, una cosa que me faltaba y que gracias a
ti, me como el mundo con mayor garantía de lo que voy haciendo. Porque no es
fácil que cada fin de semana, me toque subir al escenario y bailar delante de
cien personas o más, eso depende de qué fiesta sea, y saber y ver como el
público me observa, yo que he sido tan tímida durante toda mi vida, yo que
antes para subirme a un escenario, dudaba tanto y temblaba como si fuese un
terremoto andante, y ahora subo sin ningún problema, segura de lo que hago,
segura de todo lo que siento y percibo.
Este viernes he hecho cinco meses que subo en el escenario
sin que ocurra nada que me pueda lamentar, tras la larga e intensa pausa
sentimental que me he propuesto, y que aún estoy en ello, me he divertido más
que hacer tanto el loco y al final estar preocupada por cosas que al final
lamenté hacer. Sigo siendo humana y sigo cometiendo errores, pero el mayor
error que he cometido, hoy me he dado cuenta de ello, tras nueve meses de
haberse cometido…
Saben lo que es, queridos seguidores de este blog,
imagínense que un día vais de fiesta, y tus amigos dudan entre dos locales, que
además imaginemos que estén uno al lado del otro, pero tú solo llevas dinero
para pagar la entrada de uno de los dos locales. Imaginemos también que sabes
por un par de días antes, que en uno de los dos locales (que tú no sabes cuál
de los dos) va estar junto a sus amigos el chico o chica que te gusta. Llega
esa noche, bajas del taxi con tus amigas, y antes de cruzar la calle para ir al
local que habéis escogido, os quedáis allí intentando elegir en el último
momento, sabiendo que la discoteca de la derecha es un poco más barata la
entrada, pero tiene dos pistas de baile y además tiene un lugar dónde poder
dejar los bolsos y las chaquetas, y la discoteca de la izquierda, tiene una
única pista, pero no tiene lugar para guardar las cosas. Ahora viene la
pregunta del millón, ¿En qué discoteca piensan que puede estar el chico o chica
que os gusta, porque además tienes muchas ganas de verlo y estar con él, porque
supongamos que es la primera vez que vais de fiesta? Ah por cierto, hay que
decir que no tenéis en ningún momento su número, solo su cuenta de Facebook
pero supongamos que él solo se conecta des del ordenador.
Finalmente no puedes decidir, y decides dejándote fluir,
dejando que las piernas y el corazón se coordinen para que te lleven dónde
crees que va a estar, y escoges la discoteca de la derecha, así que pagas la
entrada, entras al local, dejas las cosas en el guardarropa y luego ves a lo
largo de la noche que el chaval ¡NO ESTÁ ALLÍ! ¿Qué haces? ¡No puedes salir e
ir al otro local porque no tienes el dinero suficiente para pagar la entrada!
¡Tampoco puedes llamarlo, ni conoces a ninguno de sus amigos ni te sabes ni los
nombres para llamarlo o enviarles un mensaje para que él venga! ¿Qué puedes
hacer en esas circunstancias? Digamos que tras intentar pensar algo o hacer alguna
cosa para que puedas ponerte en contacto con el chaval, decides darte por
vencida ya que sabes que en un par de días lo volverás a ver dónde siempre se
ven, en un local de tú misma ciudad. Así que disfrutas de la noche que te
queda, bailando con tus amigas, sin hacer nada inapropiado como ligar, en
cuanto te gusta alguien y ves que va a por algo importante, para respetarlo no
cometes ningún error.
Pasan un par de días, y lo encuentras en el local dónde
siempre os veis, pero no os habláis mucho, porque ambos sois tímidos, y tú
sabes por un amigo suyo que él estuvo dónde te había dicho, en el otro local,
dónde NO FUI, pero el chaval a través de una conversación junto a uno de sus
amigos, te confiesa que durante esa noche “conoció a una chica” que evidentemente
no eres tú, pero el chaval hace una cara de insatisfacción, como si el hecho de
haberla conocido no fuese nada agradable o no quería que sucediese.
En ese momento no le das mucha importancia, porque piensas
“solo ha sido una noche de nada, que no paso absolutamente nada, solo hablaron
y nada más”, tú que no quieres mostrar celos (yo no lo soy) sigues adelante
como si nada hubiese pasado. Pasan tres meses, y de repente, te hace un
comportamiento extraño, como que no se acerca tanto a ti, y tú lo notas y
quieres explicaciones, pero no te las da, solo lo ves más tímido de lo normal,
porque hasta ese momento os habéis tratado como simples amigos o conocidos. Y
tú piensas “A lo mejor quiere hablarte de algo importante pero no es el momento
ni el lugar adecuado… debe ser algo importante para él que te involucra” y lo
dejas estar para que le des tiempo a que piense lo que tenga que decirte.
Pasan unos días y acaba diciéndote “estoy con otra chica” y
tú piensas “¿Se me ha adelantado?” cuando tú te lo has intentado currar, sin
forzar nada, simplemente fluyendo el hecho de hablarle, de intentar ser tú
misma debido a la timidez que padeces e intentas superar, porque además te das
cuenta que el chico le gusta las mujeres lanzadas. Y eres lanzada y decidida
normalmente, pero en temas del corazón como ya te han roto el corazón, vas más
con cuidado, solo por si acaso. Pero al saber eso, es normal que al comienzo no
te lo creas, que pienses “ya se está escaqueando” y le das más confianza, pasa
un mes, y el chico viene con la muchacha y tú te quedas BLANCA.
Digamos que durante los siguientes meses, no quieres saber
nada del chico, llega el verano y dejas de mantener cualquier tipo de contacto,
para no lastimarte más, y decides seguir adelante, e intentar no pensar mucho
en esa persona, y además esa persona te facilita el trabajo al no venir durante
un tiempo largo a la discoteca dónde os veías durante el fin de semana. Pero en
momentos clave del verano, os encontráis, la primera vez, en medio del
Decathlon, y ves que anda solito, y que no simplemente está comprando sino que
de alguna forma te das cuenta que él te
andaba BUSCANDO por los pasillos, como si él ya SUPIERA DE ANTEMANO de que
irías allí, esa tarde, en un lugar dónde vas una vez al año, solo para comprar
alguna cosa en especial. Llevas ya un mes sin verlo, y te sigue BUSCANDO,
entonces tú sigues con tu vida, y llegan las fiestas del pueblo un mes más
tarde, y el chico vuelve a aparecer y con la CHICA, y que esta vez, no se anda
con rodeos y te BUSCA incluso con la CHICA al lado, que te preguntas “¿Pero qué
hace este imbécil?”.
Durante esa noche de las fiestas, allá donde vayas, el chico
junto a la chica y el amigo de él, te van siguiendo, incluso cuando el grupo
realmente de jóvenes celebrando las fiestas está en otra parte… igual. Te vas a
la discoteca de siempre, y él DETRÁS, entras a pedir algo, te lo tomas en la
barra y ves el CHICO que se pone a bailar en la pista QUE NO HAY NADIE, y te
vas sin apenas probar lo que has pedido. En la puerta te paras para hablar con
un AMIGO tuyo que resulta que ya sabes que también es AMIGO DE ÉL, y a media
conversación ves que llega el CHICO que le sigue la CHICA, y se detiene para
entrar en la conversación que era de DOS PERSONAS (que normalmente no te
resulta ningún problema, pero ese momento JODE Y MUCHO). Así que decides,
volver a dentro, das una vuelta por el local, y ves que el CHICO te sigue con
la mirada, como si quisiese saber “¿Qué haces?”. Él vuelve a entrar, pero tú
decides irte y volver con la multitud de la fiesta, te vas a la PLAZA y sabes
que vuelve el camión de fiestas para la discoteca, te avanzas y te lo cruzar
que te SIGUE allá donde vayas. En ese momento que ya no puedes más se te escapa
en voz alta “¡Haz tú vida, déjame en paz!” y el CHICO te ha escuchado y sus
amigos y la chica también… que se quedan en silencio.
Pasa una semana y te enteras de que el CHICO ha estado pero
antes de que tú vinieras se ha marchado a casita. En parte te alegras y en
parte te decepciona, porque aún no sabes a qué JUEGO ESTÁ JUGANDO y tampoco
sabes ¿Por qué lo hace de este modo? Que lo declaras de forma muy TONTA, porque
si realmente quiere algo, y sabe dónde encontrarte, no se entiende qué hace con
la otra. Pero te das cuenta que está JUGANDO CONTIGO, y eso te da rabia y decides
DEJARLO AÚN MÁS DE LADO, pensando “Ya encontraré a alguien que sí valga la
pena”.
Pasan unas cuantas semanas, y no sabes nada, es como si la
tierra se lo hubiese tragado, no recibes ninguna noticia, no lo ves en el
trabajo, no lo ves en la discoteca, no lo ves en ningún lado, y es muy raro
porque siempre te lo encuentras por todos lados, y te preguntas “¿Qué está
haciendo?”. Porque esto es peor que cuando un niño está en silencio durante
tanto tiempo, no es normal, y no sabes que ha pasado hasta que lo ves.
Y digamos que han pasado nueve meses, y te enteras que la
chica con quién está es la misma chica que conoció esa primera noche del año en
el que estamos. Quién en un principio decía él que NO y ahora es que SI, sin
saber cuál es la razón que le hizo cambiar de OPINIÓN. Pero aquí es cuando te
das cuenta que realmente HAS COMETIDO UN ERROR IMPERDONABLE al NO HABER
ESCOGIDO BIEN LA DISCOTECA ESA NOCHE, porque si hubieras ACERTADO, esa chica,
NO ESTARÍA EN TÚ CAMINO.
¡Ojalá fuese una película esta historia de amor que os acabo
de contar! Pero desgraciadamente es lo que me ha sucedido desde que entramos en
el año 2016 hasta ahora, que estamos a finales de Setiembre. Esta es la
historia con el señor ORANGE, y la situación no sé cómo solucionarla, porque
aunque esta así, yo no puedo hacer nada, porque eso depende de ÉL. Ahora
simplemente sigo mi vida, sigo con la pausa, porque realmente no me interesa
nadie más excepto ya sabéis, pero claro yo lo veo de esta forma de que el señor
Orange también está en este mundo para aprender, y si la chica sigue en su
camino es porque aún tiene que aprender varias cosas de ella, yo igualmente si
tiene que ser será, aunque en mi corazón, lo siento más cerca que nunca, porque
mis sentimientos siguen allí.
La última cosa que os quiero comunicar, es que no sé si fue
un ERROR para él conocer a la chica esa noche, pero me creo su versión durante
la noche de REYES. Aunque no estaba escuchando, o me hacía la “tonta”,
realmente escuché lo que decías, al igual que tú haces cuando voy a comprar con
mi abuela al super, dónde trabajas, y te encontramos en un lugar cualquiera del
super y que estás “escuchando” aunque disimules que estés trabajando, te
conozco ORANGE, y eso ¡MENCANTA! La solución (que sí que hay) solo depende de
ti, yo NO VOY A HACER NADA, SOLO TE LO DEJO EN TUS MANOS. Si quieres que esté o
no, me lo haces saber, en cuanto lo sepas. Hasta entonces, ¡Qué tengas buena
suerte en tú trabajo de fin de grado!
Recomendación: You’re
Biutiful – James Blunt.
HR.
HERO&Corporation
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