Es muy difícil ver el mundo, cuando estás atado de pies y
manos dentro de la caverna, llamas a los cuatro costados para que alguien te
salve, pero lo cierto es que tú mismo puedes desatarte, solo hay que saber cómo.
¡Recuerda tú recuerdo más preciado! ¡Reténgalo en la mente, cuando te sientas
solo, cuando ya no sientes que alguien te puede ayudar, cuando ya no sientes
que nadie esté a tú favor! Y te preguntas ¿qué haría él o ella si estuviera
aquí? ¿Qué diría él o ella, para ayudarme a salir de esta situación? ¡Recuérdalo,
siempre, porque ese recuerdo es la sangre que riega tus venas y hace palpitar
tú corazón! ¡Es la razón de porque hoy estás aquí y así! ¡Es la única razón de
existir!
Delante de ti, está la puerta que hace mucho tiempo que
andas buscando, ha vuelto tú puerta, para llevarte al lugar que más deseas,
pero para abrir la puerta, hay que preguntarle al corazón ¿qué es lo que
quieres? Porque solo responde, según lo que palpite tú corazón. Para partir,
hay que ser libre primero de las cadenas, y solo lo conseguirás si te guías por
ese órgano que muchas veces lo olvidas que está, y si le abandonas, te pierdes
en un torbellino de sentimientos y pensamientos, negativos o positivos que no
sabes dónde está tú Norte, que no se ha movido en todo este tiempo, ni ha
cambiado la razón de porque está allí retenida, esperando a su barco
naufragado. Aunque haya naufragado en las profundidades del Océano, sabe que va
a resurgir, tarde o temprano, lo va a hacer. Aunque sea pieza por pieza, quiere
volver a unir las piezas, poco a poco, hasta que el barco vuelva a flotar y
esté curado, y a punto para seguir su viaje hacia el horizonte de su destino
más lejano.
Pero el torbellino es tan grande, que aunque te sueltes,
quizás el viento te vuelva atrapar, tendrás que luchar contra viento y marea,
para llegar a tú puerta. ¡Eres fuerte! ¡Eres una roca indestructible, parte de
la Tierra, hermana de todos los hermanos, hermanos del Sol! ¡Puedes evitar que
el viento te atrape de nuevo, si pisas con pies de plomo, con el corazón
palpitando y la cabeza en blanco! El poder más grande que tenemos es el amor,
sin él, no somos nadie, no somos ni medio cuarto de aire, absolutamente nada
sin ella. Para vences solo hay que palpitar con el corazón, ya que el amor es
lo más importante, para salvarte de todos los peligros. ¡Ven hacia tú puerta y
vuelve a sentirte en tú lugar!
Recomendación:
Another Love Tom
Odell.
HR.
HERO&Corporation
No hay comentarios:
Publicar un comentario