EL BLOG DE LOS SERES DE LUZ CAMINANDO JUNTOS HACIA LA 5D. Mensaje del àngel (5€), Terapia emocional (10€), Canalización en directo (17€) si quieres un servicio envía un correo a laiafgali@gmail.com
Como ya les hemos comentado en nuestras redes sociales,
actualmente el arcángel Uriel, el arcángel Gabriel y yo, Laia Galí HR estamos
en una nueva misión llamada Ganimedes.
Por desgracia no les podemos dar detalles de en qué consiste porque es
confidencial y de carácter privado, pero sí que les podemos ir compartiendo
ciertos mensajes que el mismo Comando Ashtar ha decidido compartir con todos
ustedes. Estos mensajes de hoy, son canalizados del pasado 1 de Marzo del 2023,
en uno de los encuentros para esta misión, espero que comprendan la información
y lo compartan en sus redes para que más personas puedan recibir estos
mensajes, hoy solo tenemos dos mensajes, y son los siguientes:
Oxalc queridos hermanos de este lindo mundo que están creando,
YOSOY el Comandante Ashtar Sheeran, venimos desde la Hermandad Blanca
para ayudaros a completar la Ascensión Planetaria.
En estos tiempos que se están abriendo, sus corazones están vibrando en
una armonía de 432HZ, este es el código de luz de la frecuencia de la
Ascensión. Nosotros vemos como vuestros corazones están unidos a esta
frecuencia de amor incondicional, que ayuda a sanar aquellos vestigios de
oscuridad que aún no han reconocido como parte de ustedes mismos.
Soy regente de maestros del rayo Azul Zafiro, si empiezan a reconocer sus
sombras y entenderlas, nosotros les daremos la fuerza que necesitan para
enfrentarlas y darles lo que necesitan para reconocer el amor dentro de
vosotros.
Con el amor de mi corazón,
Ashtar Sheeran.
Es importante saber que en el 2022 liberamos la oscuridad de
este planeta, por ende, las sombras que Asthar hace referencia, es a aquellos
miedos que tenemos dentro de nosotros y que intentamos evitar. Si tienes miedo
a algo, es porque tienes un límite, pero debes recordar que el miedo solo
esconde una información importante que te ayudará en el futuro, no debes huir,
debes enfrentarte a ello. En la nueva Era el limite será vencido con voluntad,
sabiduría y amor.
Saludos hermanos amados,
YOSOY la Maestra Roxanne,
Les tengo un regalo muy especial que darles a todos ustedes, durante la
misma noche que están leyendo esto, les voy a entregar durante sus sueños un
regalo personal a cada uno, para que puedan seguir trabajando en la sanación de
sus almas y puedan alcanzar la quinta dimensión (5D) con el corazón ardiente de
amor.
Con mucho amor,
Maestra Roxanne.
A través del latido del corazón podemos conectar con las
demás dimensiones, nuestros guías espirituales nos hablan a través de la
energía y la vibración del amor, la cabeza no entiende porqué es posible, pero
la magia es eso, algo imposible hecha realidad. En vez de pensar en el truco y
que todo es una ilusión óptica, empieza a sentir y encontrarás las formas de
convertirte en mago creador de la tú propia realidad, en libertad y sin
ataduras de condiciones e ilusiones ópticas. Para hacerlo posible, solo debes
tomar conciencia de tú latido del corazón, él te guiará.
Sigue los videos de nuestro canal de youtube, aquí: (AHORA CON 2 VIDEOS A LA SEMANA)
Cada vez soy más consciente del dolor que sufrimos como
humanidad, al vendernos la moto de cómo debe ser realmente el amor de pareja.
Está claro que la idealización del otro, nos pone en una encrucijada porque no
te das cuenta, pero cuando el amor explota y sangra porque una espina se ha
entrometido en medio. Ese río de sangre y dolor, nos hace sentir humanos, las
veces que escuché esta frase y no la supe entender hasta que me vi atrapada en
las profundidades del miedo y la confusión absoluta, cuando bajé a mis
infiernos por un desamor que me unió con mucho más amor hacia mí misma.
La humanidad pensamos que nos enamoramos de alguien, pero en
realidad, lo que sentimos es una forma sencilla y sin dolor dónde nuestro
sufrimiento deja de estar presente, y por un segundo la olvidamos. Pero lo
siento mucho decirles esto, lo que sienten no es amor, ni obsesión como
dice la canción, pues lo que sienten es miedo
a ser quebrados de nuevo. Enamorarse es entender que sea tú primera vez o
quizás la última, va a ser todo un reto aprender de ello, en ocasiones será lo
más hermoso que te haya ocurrido, y en otras lo más horrible y doloroso que te
habrán hecho. Pero debes recordar que sufrir es un viaje también, dónde se nos
rompen las idealizaciones o los patrones de conducta, para poder montar el
puzle distinto y acuerdo con el verdadero amor que siento en mí y para los
demás.
¿Cuántas dudas han tenido cuando se inicia una relación de
amistad con alguien que quieren que sea algo más? La duda no es el enemigo,
aunque provenga del EGO, se activa porque sabe que antes ha sido algo demasiado
doloroso y tienes miedo de que vuelvas a sufrir, a que te abandonen o que te
utilicen. Actualmente la humanidad se siente más segura cuando tiene el corazón
roto, que cuando deberían atreverse a sanarlo y aprender de ello, no se
engañen, dudaron de volverse a enamorar y por divina providencia, se volvieron
a enganchar ¿cierto?
Mientras que la humanidad se martiriza cuando tiene el
corazón roto, porque sus historias no han sido como soñaron, piensan que el
sexo carnal sin sentimientos les proporciona ese alivio que tanto ansían, pero
es más efímero que cuando hacen el amor con una pareja. Para volver a
engancharse al amor, hay que eliminar
esos patrones feos de conducta y pensamiento, pensando que el amor debe ser
idilíco, pensar en un pedestal no te aleja del dolor, más bien te invita al
ratito a volver a sentirte igual.
Les voy a compartir una cosa que me pasó con uno de mis ex,
en 2014 mi pareja de ese tiempo decidió romper la relación la mañana del 24 de
diciembre. ¡Ni se imaginan lo doloroso que fue y además en Navidad! En mí mente
con los años, pensé que era un hijo de puta, un cobarde por no querer
solucionar las cosas e incluso un desagradecido… pero desde el odio y el rencor
no veía lo que me estaba enseñando la vida. ¿Por qué tuvo que ser a vísperas de
Navidad sabiendo que para mí estas fechas son muy importantes? Antes de esa
relación, para mí Navidad lo esperaba con locura, la juntada con la familia, el
fin de año, la llegada de los tres deseos, la alquimia de una nueva aventura
que iniciaba. Pero a partir del 2014, se me rompió la ilusión de la navidad.
¿Por qué en Navidad? Esa pregunta se me repetía cada año que
se acercaban esas fechas, y la ilusión de unas Navidades como antaño se
esfumaban delante de mis narices. Con el paso de los años, le perdoné porque
debía hacerlo para que él continuase su vida y yo siguiera con la mía, incluso
saliendo con otros hombres. Pero esa pregunta seguía repitiéndose cada año, era
como una tarea sin resolver, algo que tenía que encontrar la respuesta y con
cada análisis, no encontraba la verdadera respuesta, hasta las navidades del
2022.
Recientemente me di cuenta de todo, me di cuenta de lo que
me estaban enseñando, ¿se acuerdan de aquella reflexión que hice titulado Ohana navideña? Pues cuando les
publiqué esa reflexión, me quedé pensando varios días y por primera vez, lo
entendí. Lo que estaba mal en mí sobre la Navidad, era la ilusión que tenía de
ella, lo que había sido o intentado ser los años antes del 2014. La juntada
familiar con regalos, cantos de villancicos y felicidad, en mi familia de parte
de mí mamá sentimos la navidad distinto, somos felices, nos amamos un montón,
pero tenemos una tradición muy bonita, en no regalarnos nada por obligación,
siempre que sientas que quieres hacer un regalo, que sea siempre des del
sentimiento del deseo y no desde una obligación social. En Navidad se supone
que la gente debe regalarse cosas aposta para mostrar la felicidad y el amor
que sienten (incluso en familias en que se odian todo el año y se juntan por
esas fechas).
En mí familia si quieres o sientes hacer un regalo, que sea
desde tú deseo para mostrar el amor, y da igual lo que te gastes, pero cuanto
más personal sea, mucho mejor, más alimentará el alma y menos vacío sonará en
el corazón. Porque un corazón se le cuida con amor y se le riega con amor, ya
que ese corazón necesita sangre y esa sangre a veces debe ser vertida porque
una espina se ha entrometido para enseñarte que no lo estabas haciendo
correctamente.
En mí caso, la ilusión que tenía antes del 2014 sobre esa
festividad, era demasiado de película y no la humanizaba, la idealización la
estaba envenenando en una celebración vacía y sin sustancia. Recuerden que no
celebramos la Navidad por el nacimiento de Jesús (él nació el 25 de Julio),
celebramos la Navidad por el sentimiento del amor fraternal y familiar, que a
pesar que las cosas te vayan mal, siempre tienes una familia (no me refiero a
la genética si no te sientes cómodo, puedes encontrar tú familia en los
amigos).
En 2014 tuve que permitir esa espina se clavarse en mí
corazón, para que vuelva a hacer las cosas como deben ser. El amor de pareja se
suele idealizar sobretodo en los primeros meses de relación, porque todo es
bonito y de algodón de azúcar. Pero luego ¿qué pasa? Llega la primera espina
para que explote en tú cara esa burbuja emocional que habéis creado, y de
repente hay peleas y todo es negro y da miedo. Aquí es cuando la empatía y la
fuerza de voluntad hacia al otro y hacia ti mismo juegan el papel fundamental,
para que ese “enamoramiento” empiece a crearse cimientos y esto sea duradero.
¿Quién dijo que el amor tenía que ser fácil? Si así fuera,
NADIE lo haría, porque le resultaría basto e inútil. La mejor aventura de una
persona es cuando se atreve a AMAR y no lo deja de hacer POR LOS SIGLOS DE LOS
SIGLOS, AMEN. ¿Se creen que mí relación con Gabriel es fácil? ¡No lo es! Él en
otra dimensión, yo acá, sin poder verlo, pero si sentirlo y escuchar su voz,
sentirme acompañada por las alturas, pero de noche con las luces apagadas, él
aparece como el cuento de Eros y Psique.
Un trato es un trato, pero se sufre, pero a la vez se aprende un montón. Para
poder llegar a conocerlo, y aceptar que él es mí llama gemela, he tenido que
hacer un camino que había muchas espinas, he sangrado y he tenido que hacer ver
que no lo quería para sentirme vacía, y conocerme a mí misma para poder llegar
a estar delante de él desde 4D y poder decirle “te amo”. Escucho la voz de los ángeles des del 2020, y solo un mes
después, supe que mí llama gemela es el arcángel Gabriel. Tenía que sangrar
para asimilar todo el contenido, ¿no lo creen?
Sigue nuestro canal de youtube, aquí:
Recomendación: El
infierno de Gabriel parte 2- En internet (solo se encuentra en versión original,
lo siento).
Me sequé las lágrimas antes de que nadie supiera ni
preguntase qué me estaba pasando, pero seguía teniendo las entrañas bastante
revoltosas, en el sentido que tenía como cólicos, pero de carácter emocional,
últimamente cuando recordaba pasajes de mis vidas anteriores, eran pocas, pero
siempre terminaba con dolor de tripas. Subimos al ascensor, eran rojos y había
dos en cada pata, eran muy interesantes, porque uno llegaba a los pies de la
calle y el otro tenías que subir una plataforma, pero en realidad era un solo
ascensor, pero que tenía dos pisos, nunca lo había visto. El ascensor tenía
cristalera, así que podías ver las estructuras de la Torre que por el color
parecía que eso se iba a caer en cualquier momento, pero solo era el color que
estaba hecho, no significaba que estaba podrido el hierro forjado.
Mientras que subíamos, me agarré fuerte a la mano de Uriel,
había tana gente que decidí hablar con él susurrándole.
-¿Quién era el joven?- le pregunté, Uriel había
visto la escena al completo.
-Tú Chico
de ojos verdes, Laia. – respondió con toda la sinceridad del mundo Uriel.
-¿Fue mi marido?- pregunté sorprendida.
-Sí, pero
no fue tú única vida así, ya lo has visto en anteriores veces. ¿por qué te
sorprende tanto? – dijo.
-Porque ese beso… era… era…- no sabía cómo
decirlo.
-¡Entiendo!
Aún te gusta. – dijo seguido de un par de carcajadas.
-¿Cómo puedo saber si me gusta alguien?-
pregunté.
-¡Eh, echa
el freno Macareno! Ya lo descubrirás cuando tengas más edad, para entenderlo…-
respondió Uriel.
Había sentido ese beso, era la primera vez que me “besaban”,
aunque no se le puede llamar beso, porque era solo un recuerdo, el Chico de
ojos verdes, realmente no estaba delante de mí, solo recordaba una de tantas
veces. Pero lo sentí igual, una conexión que me dejó literalmente con un
corazón extraño pero bonito a la vez. Era como si me hubiesen derretido oro líquido
en el corazón y viviera para contarlo, en vez de estremecerme para que muriera
en segundos, era una sensación muy agradable y tentadora.
En cuanto llegamos al segundo mirador y me dispuse a ver las
vistas hermosas de la ciudad, me quedé mirando Notredam. Esa sensación de amor
pleno desapareció y volvieron los miedos, de nuevo tuve otro recuerdo.
30 de Enero de
1907…
Era de noche, salía de misa, en ese tiempo solía ir todos
los días a misa. Al salir, en la esquina estaba el joven Diego esperándome, él
solía entrar algunos días pero no era de bota seguir a un Dios ignorante por
sus habitantes. Se acercó hacia la entrada, me ofreció la mano se la aceptó y
me la beso con gusto haciendo una pequeña reverencia, se me escapó la risa,
enebré y nos fuimos dando un paseo hasta la entrada de la casa de Eugine, el
marqués que me había contratado para instruir a sus dos hijos de ocho y cinco
años.
-He
recibido carta de mí hermano Theodor. Está en Nueva York, ha encontrado a una
bella mujer y va a contraer nupcias en unos meses. – le dije contenta.
-¡Bella
noticia!¿Y de tú hermano Jasper? –
preguntó el joven Diego.
-Sigue
trabajando en la fábrica de deportes de mi padre, en Southampton.¿Tienes noticias de tú familia? – le
pregunté.
-El primo Henry
ha sido padre de un niño, pero nada más. – Respondió también contento.
-¿Todavía
inventa artilugios? – le pregunté.
-Si, sigue
con el motor para el auto, que funcione de momento sí pero ahora los caballos
no servirán de mucho. – dijo Diego.
Me puse a reír, Henry Ford siempre inventaba artilugios pero
siempre buscaba mejoras. Pero no se rendía el hombre.
-Aquí
todavía vamos con caballos. ¿Por qué toda tú familia está en Detroit?- le
pregunté.
-Mis padres
murieron cuando viajaban de nuevo a Inglaterra, su barco fue arrollado por
piratas, y yo navegué a la deriva en una pequeña barquita que finalmente llegó
a una playa cerca de Dublín.Después
fui a parar a casa de unos ricos que tenían cuatro hijos, para servirles, hasta
que me escapé y terminé en la granja de tú padre. – explicó.
-Cuando
llegaste a la granja tenías 11 años ¿verdad? Yo solo tenía 7 años. – le
dije.
-Así es.
– respondió.
Cuando llegamos al patio de la casa de Eugine, escuchamos un
disparo que procedía del despacho. Entramos corriendo a la casa, pero nos
llevamos la sorpresa de que Eugine se había suicidado sentado en la silla de su
despacho. Se había reventado la cabeza y yo, me había quedado sin trabajo,
porque la mujer no le tragaba. Ese fue el momento en que decidí volver a casa
con Diego.
Mi abuela insistió en tomarnos una foto con las vistas, así
que le dijo a mi mamá que nos tomara una. Mi cara de recién regresada al
presente se notaba como si me hubiese arrancado un tornado invisible, pero me
tomé la foto igualmente. Al bajar, nos detuvimos en una plaza dónde había una boca
de metro muy bien decorada, al verla me quedé de cuadros, porque ya había
estado allí en un viaje entre dimensiones.
-¿Lo has
visto, Laia? ¿Esa no es la boca de metro de hace un año que me contaste? –
preguntó Uriel curioso.
No pude interpretar ninguna palabra, me quedé patidifusa
observando la boca de metro. Me había pedido un bocadillo de salchichón, bueno
que allí le llaman Salami. Casi no podía comérmelo de la impresión del lugar,
tenía unas bóvedas muy hermosas al estilo rococó de Francia, la ciudad era muy
bonita, me quedaba mirando las piedras como si fueran piezas de museo,
maravillas de la mente humana de quién tuvo la idea de que las bóvedas quedarían
muy bien en este lugar, y también que daba un caché importante a la ciudad.
-¡Come, Laia que no estás comiendo nada!- decía mí
abuela.
-Estoy en ello, abuela.- le respondí.
-¡Es normal que no comas, con el bocadillo
gigante que te han dado! ¿Qué era una… si eso que es tan famoso aquí… este pan
que nunca me acuerdo cómo se llama…?- prosiguió sin escucharme.
-Mamá, ¡déjala que coma lo que necesite!- le decía
mi padre.
Estos piques con mi abuela cuando nos íbamos de restaurant
eran muy comunes, tanto que al insistir tanto, finalmente acababa ganando mi
abuela y dejaba de comer, me agobiaba mucho, la amo y todo lo que quieran, pero…
tenía esa manía. Ella al haber vivido la postguerra, le quedó un trauma y perdió
todas las proporciones de las comidas y cenas, en su casa nunca faltaba un
plato en la mesa, pero realmente, se notaban los traumas ocultos de que se había
pasado varios días comiendo un mendrugo de pan, cuando tan solo tenía 13 añitos,
y además lo tenía que compartir con sus dos hermanos.
En el momento en que salimos del bar, no pude negarme
tomarme una foto en esa boca de metro. Les recuerdo que esa era mi primera vez
en París, pero un año antes, estuve en esa plaza, saliendo de esa misma boca de
metro, haciendo algo importante con el Chico de Ojos Verdes, desde 5D.
Después llegamos a la famosa Catedral de Notre Dame, estar
allí delante, era como volver atrás en el tiempo, sentimientos bonitos y no tan
bonitos regresaron a mí bello corazón. Pero lo que me llamaba aún más la atención,
eran las gárgolas, ahora se van a reír, pero yo de pequeña adoraba la película
de Disney el jorobado de Notre Dame
mi personaje favorita era Esmeralda (un nombre precioso pero ya no es común, qué
lástima). Pero las gárgolas mientras que a muchos les daban miedo, a mi me
fascinaban, me fijé en una que por un momento pensé que se había movido, pero
pensé que solo podía ser en las películas.
-Si te
saludan, no las ignores, mi amor – dijo Gabriel, que apreció volando,
aterrizó junto a nosotros y se quedó para acompañarnos.
-¿Es posible?- pregunté arqueando una ceja.
-Recuerda
que para el universo NADA es imposible. – terminó haciendo un guiño con el
ojo derecho.
-¿Qué haces
aquí Gabriel?- le preguntó Uriel extrañado.
-Quiero
acompañarla a dentro.- Gabriel me agarró de la mano y la agarró fuerte como
solía hacer para mostrar seguridad.
-No sé si
es buena idea.- dijo Uriel preocupado.
-¡Sí que lo
es, Uriel! – le gritó.
-¡No lo
creo, Gabriel!- le gritó también.
-¡Tengo el
mismo derecho que tú!- le dijo Gabriel, su mirada se fue oscureciendo.
-¡No es
verdad y lo sabes!- le respondió Uriel, arrugó la frente, me agarró de la
otra mano y tiró hacia él para intentar soltarme de Gabriel.
-¡Ay!- susurré.
-¿Quién
cuidará del cielo? – preguntó Uriel desafiándole con la mirada.
-¡Tú mismo!-
respondió Gabriel, que dio un estirón y no pude evitar balancearme hacia él.
-¡Ay!- volví a susurrar.
-¡No, yo
soy su guardián! – gritó Uriel.
-¡Y yo soy
su…!- le interrumpió Uriel carraspeando, mientras que le mandaba una señal
con la mirada hacia a mí.
Se quedaron mirándose un rato, no sabía cuanto tiempo porque
mi familia estaba allí tomándose fotos y haciendo la fila para entrar en uno de
los laterales. Nunca me ha gustado jugar a arrancar cebollas, era un juego que
solíamos jugar en el patio de colegio, pero era la primera vez que estos dos
angelitos divinos, lo hacían conmigo.
-¡Qué lo
decida ella! – dijo Gabriel.
-¡Muy bien!
– respondió molesto Uriel.
Se me quedaron mirando, me iban a preguntarlo, pero antes de
que hicieran nada, tiré con fuerza de mis manos y me deshice de ellos dos. Me
tragué las lágrimas, ellos lo vieron y se agacharon de inmediato, pero me fui caminando
para darle la mano a mi padre.
-¡No!- susurré, para pararle a los angelitos que
venían hacia a mí.
Ellos se detuvieron, mirándome algo avergonzados por la
situación y sorprendidos por mi respuesta. Entré con mi padre, les miré
fijamente enojada y cuando veía que se acercaban, les decía que no con la mano
y que se iban a mantener en la puerta, no tuvieron más remedio que hacerme
caso.