domingo, enero 24, 2021

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 67

 

No recordaba nada de lo que me mostraban de la historia de Orión, concretamente de una gran guerra que tuvo lugar hace unos pocos centenares de años. Le llamaban la guerra de Orión, que por lo visto destrozó más de un millar de planetas de tal magnitud que la vida terminaba para siempre, solo unos pocos se pudieron refugiar y en estos tiempos siguen en procedimiento de volver a poblarse.


En ese momento me hubiese gustado estar al lado de Uriel, en estos casos él sabría mejor qué hacer, puesto que empecé a encontrarme algo mal y supe que me venía un recuerdo de vida anterior, que sin saber porque, no me parecía un buen lugar para algo así, pero mi cuerpo cuanta más resistencia ponía peor me sentía, hasta que me rendí…

Subía las escaleras corriendo, como si mi vida corriese peligro, subía a una especie de mirador, una vez arribar me encontraba con un compañero que iba vestido igual que yo, me miré y llevaba el uniforme de guardián de la orden de San Miguel Arcángel. Detrás escuché pasos, me giré y vi a una especie de mantis religiosa gigante que me perseguía y apuntaba con una espada, pero en mis manos ni a mí alrededor teníamos ninguna arma para defendernos. Algo me decía que ese ser era peligroso y que venía a matarnos.

-        ¿Qué hacemos? ¡Están aquí!- dije con la respiración ajetreada.

-        Usa tus armas de ser de luz.- informó, parecía que estaba preparado él para lo que estaba a punto de suceder.

Entonces le vi a él, mi compañero que de sus manos emergió una gran espada de luz y en la otra mano un escudo, dónde se disponía a defender con uñas y con dientes lo que se suponía que estábamos aguardando. Antes de que me diese cuenta, él se adelantó a la mantis para atacarle, le empuñó la espada de luz en el brazo que le quemó parte del brazo. Me escondí detrás de él, pero no tenía el control del cuerpo, automáticamente y sin saber cómo lo conseguí, de la mano derecha emergió una espada de luz con un tono verde azulado y en la otra un escudo muy parecido al de mi compañero. Sin pensármelo mucho, ayudé a mi compañero a defender el fuerte con mi vida, si era preciso.

Mientras que mi cuerpo luchaba contra ese ser que me provocaba tanto miedo, miré alrededor, algo que había aprendido con la proyección astral, era a ampliar la visión y ver más allá. Me di cuenta de dónde estaba, aunque no me acordaba del nombre, estaba metida en una guerra, veía edificios muy antiguos y hermosos derrumbarse por ataques y bombardeos por láser que provocaban el caos por doquier. Me giré un segundo y de repente me empezó a doler el lado derecho de la barriga, me tumbé hacia al lado, miré la barriga y vi que estaba sangrando, alguien me había clavado una espada por la espalda y me había atravesado.

Rápidamente perdí el equilibrio y caí en el suelo, encharcada en sangre, lo último que vi fue como el compañero mataba de un espadazo a la mantis y venía hacia a mí, me agarraba, pero lo único que pude escuchar fueron “te amo, te amo, no permitiré perderte otra vez, te amo, vayas dónde vayas, mi alma es tuya y la tuya es mía, recuérdalo, mi amor, te seguiré en los confines del tiempo-espacio, te amo” entonces morí.

Al volver al presente en ese momento, las lágrimas brotaban por mis mejillas a sus anchas. Algo me decía en el interior de que aquel ser que había visto y me había confesado semejantes palabras tan hermosas, en realidad era el Chico de Ojos Verdes, que a pesar de las vidas, siempre me lo encontraba, igual que dichas palabras, su alma está encadenada a la mía y la mía a la suya.

Tras la reunión nos mandaron a una sala al lado para comer algo, se había alargado más de lo esperado y como era la última vez de Mintaka, se había preparado un festín. Me quedé observando distintas estanterías dónde había trofeos y ornamentos de guardianes y salvadores muy importantes en el universo, en la segunda estantería habían fotografías de promociones importantes de guardianes y unidades que se habían merecido ser venerados para toda la eternidad. Mis ojos se quedaron fijos al ver una de las fotografías uno de los chicos, era el mismo que había recordado hacía pocos minutos. ¡No lo podía creer! Puesto que abrazada a él, estaba yo, me reconocí aunque tenía un aspecto algo diferente, era mayor, como unos treinta años, la piel era más clara que la que tengo ahora, el pelo largo y rubio con unos ojos verdes preciosos, pero era yo, la corazonada que tenía, no me estaba fallando.

Uriel se encontraba a mi lado, al igual que Amour.

-        ¿Alguien recuerda quién este ser de aquí?- pregunté.

-        Si claro que si…- Amour dijo un nombre pero no lo voy a compartir, porque el corazón me decía muy claramente de que realmente era el chico de ojos verdes.

-        Era tú fiel compañero de vidas y muy buen guardián, por cierto. – aclaró Uriel con una copa de agua en la mano.

-        ¿Dónde está él ahora? ¿Ha venido?- dije mientras lo buscaba con la mirada.

-        No, tras la noche en que ganamos la guerra de Orión, él decidió no ser más guardián y desertó. – informó Amour.

-        ¿Cómo?- pregunté.

-        Tras la muerte de su mujer en combate, decidió abandonar toda la orden de San Miguel Arcángel y no volvió más a ejercer. – informó Amour.

Miré a Uriel con ojos vidriosos, él mandó a Amour a buscar algo para picar, mientras que me quedé a solas con Uriel, automáticamente me lancé a darle un abrazo y llorar.

-        ¿Es el Chico de ojos verdes, verdad?- le susurré en la oreja.

-        Así es, mi amor. – dijo Uriel aceptando mí abrazo.

¿Sería este el motivo de porque siempre nos enojamos cuando le cuento mis experiencias en los entrenamientos regresando de IÓN? La palabra “mujer” que había dicho Amour, me decía que la relación con el Chico había sido por muchas vidas, la verdadera razón de regresar por tantos años a revivir y a reencontrarnos. Me puse feliz, por lo menos, los sentimientos son puros y eso me puso muy feliz, tanto que a la que sonó la primera canción, me puse a bailar con Uriel y Amour.


La última fiesta que se celebró en Mintaka fue un éxito, pensar que estaban a punto de aniquilar este planeta, se me giraba el estómago, pero saber que lo había salvado, era porque en el fondo sabía qué era este lugar, sin recordarlos previamente en este tiempo.

Me fui relacionando también con viejos amigos que seguían viviendo en la constelación de Orión, quizás hacía demasiados milenios que no sabía nada de ellos, pero me alegraba saber de qué seguían bien, viviendo todavía en esas vidas. Al parecer tras la guerra de Orión, se restableció el orden y el cinturón de Orión tomaba el control de nuevo de todo el sector del universo dónde nos encontramos. El tribunal del Karma seguía compensando las vidas que entraban en la eternidad, es decir, almas que habían dejado atrás una vida y ahora les esperaba la eternidad una vez más.

El 90% de los causantes de la guerra, ya habían sido enviados a sus sentencias por toda la eternidad, para tenerlos seguros en un lugar y así restablecer la paz universal. Muchos de los compañeros habían decidido seguir con sus vidas, regresando a sus planetas de origen, otros habían probado reencarnar en planetas como el nuestro, experimentar y contribuir con el planeta y el propósito del universo en ellos.

Me quedé sentada en un pequeño sofá junto a mi ex compañera de la orden de San Miguel, que se llamaba Batara hablando de diferentes temas, hasta que sacamos la política de Orión.

-        Ahora uno de tus hermanos de cuando vivías en el cinturón, se ha embarcado en una nave y se ha ido a vivir a uno de los extremos de la constelación para presentarse como representante de especies y entrar así en la comunidad universal, ¿qué te parece? – dijo Batara.

-        Disculpa, pero refréscame toda esta información, mi actual encarnación aún me nubla la parte de vidas anteriores…- le dije amablemente, tenía curiosidad.

-        La comunidad universal es el lugar más especial del universo, es dónde todas las civilizaciones del universo se encuentran y se unen en normas y leyes para que todos los planetas aceptemos nuestras diferencias y seamos vecinos pacíficos. Es todo un honor entrar a trabajar allí, y tú hermano pequeño es uno de ellos, me siento feliz por ti. – dijo Batara.

-        Y yo, aunque no me acuerde de él. – comenté con una sonrisa de complicidad.

-        Debe ser duro no recordarlo todo, ¿no? – arrugó la frente Batara.

-        Vivir en la Tierra es complicado. Ser humano es complicado.- le confesé.

Ella quiso que le contara y así lo hice, al parecer había estado durante los siglos XVI y XVIII vigilando o mejor dicho observando nuestra historia humana, desde las alturas del firmamento. Le sorprendió las innovaciones humanas que habían ocurrido desde esa época.

-        ¿Ya lo has visto a él? – dijo mientras le seguía contando, quería saber del Chico.

-        Si.- le dije se me presentó una sonrisita en la carita.

-        Vuestra historia está en boca de todo el universo, ¿sabes? No hay día que no se sepa de ustedes dos. Aunque no hago mucho caso de los rumores que rondan de ti, y de él, tenía ganas de volver a verte al saber que venías a la reunión. La pena es que él no haya podido venir, al final…- dijo con una sonrisa rota.

-        ¿Cómo? ¿El Chico tenía que venir también?- pregunté.

-        Si, claro que si. Él es el presidente del Concilio, pero hace eones que no viene… ¿sabes por qué? – dijo Batara algo inquieta.

Me quedé en silencio, haciéndole creer que tampoco tenía el motivo, pero la memoria me lo había hecho ver hacía tan poco tiempo, que aún no estaba segura de si era por ese recuerdo o por otro motivo.

-        Explícame más, ¿por qué es el presidente?- le pregunté.

-        Me sorprende que aún no lo recuerdes, pero ustedes formaron parte de la creación de este Concilio y a él le eligieron presidente. – dijo Batara.


Puse los ojos como dos naranjas. ¡Madre mía! Por desgracia me tuve que despedir de ella y volver hacia la nave, era el momento de volver a la Tierra y seguir con la vida como si todo esto fuese un sueño demasiado bonito para ser todo imaginación. De camino de vuelta, me quedé en la cafetería sentada en una mesa alta con Janice tal y como habíamos prometido, tomando un rico chocolate caliente.

-        Cuéntame, ¿qué haces en la Tierra normalmente? – me preguntó Janice.

-        Básicamente estoy estudiando, en dos colegios muy distintos, uno en la superficie llamado Escuela Elemental y el otro en Agartha en IÓN zona encarnada.- le dije y le comenté varias cosas de esta doble vida y del trabajo que daba tener que “actuar” delante de mis padres, esperando el momento para decirles la verdad de todo.

-        Mi hija también decidió encarnar hace poquito tiempo, y también está estudiando en IÓN… quizás la conozcas, se llama Rita ahora, sus nuevos padres le han puesto este nombre… con lo bonita que era su nombre cuando vivía aquí conmigo…- comentó.

¡No lo podía creer Rita era su hija! Poco a poco el puzzle de mis vidas anteriores cobraba un sentido diferente al que pensaba al principio, muchas de las amistades que tenía en IÓN, resultaban ser viejas personas muy importantes en vidas anteriores y trabajos que realice hace eones. La amistad con Rita no había empezado en esta vida, puesto que según Janice, me explicó que ya éramos íntimas en algunas misiones en la tripulación. De alguna forma, la vida nos estaba volviendo a unir, aunque desconozco dónde realmente vive en la superficie Rita, la amistad siempre perdurará en el tiempo-espacio.

Recomendación: Alfred Garcia - Los Espabilados.

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viernes, enero 22, 2021

Reconfigurando Mi YO

 El EGO ese peligro que tenemos dominante en nuestra mente constantemente sino activamos el SOY, pero hay algunas personas que se piensan que para llegar al SOY (el corazón) hay que eliminar por completo al YO, lo siento mucho pero no, para llegar a la armonía y la coherencia del SER, son necesarios ambos para formar la gran sabiduría del SER que es el YOSOY.

La única forma para que ambos puedan trabajar juntas, es la manera de entender qué hacen cada una, solo así comprenderás que la parte del YO complementa al SOY y que ambas son necesarias para este nuevo tiempo que empezamos hace un mes atrás. Así que vamos a recordar un poco, ¿qué cosas hacen cada una?

El YO: Se encarga de la parte física del cuerpo, principalmente se encuentra en la mente, y es aquella vocecita que siempre tiene miedo de cualquier cosa que en realidad no haya conocido ni experimentado. Es aquella que cuando tu quieres ir más allá en tú vida, imaginamos que hacer hablarle al chico o chica que te gusta, pero tienes miedo de que no sienta lo mismo, tienes miedo de que no te valores como eres y te haga daño, tienes miedo de que no se entiendan o peor, que ya esté ocupado o ocupada. Ese miedo, normalmente la gestiona el YO, aquel que pocas ganas tiene de salirse del patrón que ya conoce y que para él mismo quiere seguir cometiendo las mismas cosas porque solo conoce eso y cualquier cosa que no conozca o le ofrezca novedad, es malo.

Ahora fíjate alrededor tuyo, y pregúntate ¿Cuántas personas a tú alrededor que conozcas tiene esta actitud normalmente que nunca se sale de su propia rutina que al mismo tiempo no le gusta pero no se atreve a hacer algo nuevo? Las personas que estén así, su YO domina todo el cuerpo tanto físico, como emocional y espiritual (o al menos lo intenta haciéndote creer que quién habla del espíritu es un saca cuartos, un estafador y un psicólogo una persona que es chismosa y necesita cotilleos para endulzorar su vida un ratito). Pero en el fin, es que está dominado por su YO, el EGO y en estos casos el universo les tiene que sacar mucho de sus rutinas para que se den cuenta del daño que se están auto causando, por el simple miedo que si dejan de hacer eso, no van a ser nada.


Pero el YO también tiene propiedades importantes para la nueva configuración del sistema humano, básicamente si se junta a trabajar con el corazón, él puede aportar mucha sabiduría física hacia el plan divino de su propio espíritu.

Básicamente debemos reconfigurar el YO porque por ejemplo, cuando alguien que nos importa nos ha traicionado, la memoria de la traición, si dejásemos que el EGO actuase por sí mismo, lo único que conseguiríamos sería apartarnos de la persona e ignorar el problema porque el pasado es mejor no removerlo. Pero con la nueva afiliación con el corazón, le recuerda que las personas a veces fallas a los demás, porque también están aprendiendo y que dar segundas oportunidades es saber comprender hasta qué punto puedes compartir y hasta cuando no, porque al igual que tú, también estás aprendiendo a vivir y a caminar con consciencia en este camino. Dar esta segunda oportunidad, aunque no sea de la misma forma como empezó, aceptando la amistad y la compañía, lo que estás consiguiendo es solucionar el problema, puesto que seguramente que la otra persona aún tiene mucho que aportar en tú vida, y si la ignoras, solo causas que lleguen otras personas que intenten mostrarte más de ti, y al ver que se repite todo… vuelvas a desaparecer e intentar olvidarlo. Pero NO, la mejor forma de superar un problema es enfrentándose a él directamente, tardes el tiempo que necesites.

El SOY: Está regido principalmente por el corazón, y como ya hemos comentado anteriormente en otras reflexiones, es el único órgano físico que existe en los tres cuerpos, espiritual, emocional y físico, por ende se comunica con ellos.

Cuando el SOY entra en comunicación por primera vez con el YO, empieza lo que el EGO ha estado evitando por tantos años, y es el hecho de que tiene que aceptar que él no tiene el control absoluto de la vida, y que le tiene que devolver esa parte del control al SOY para que ambos trabajen juntos. ¡Ojalá fuese tan comprensivo el YO y aceptase sin rechistar! Pero siempre cuando uno tiene el poder absoluto de algo que te importa, ¿cesas sin más? ¡Claro que no! Más bien haces lo contrario, te aferras a ello y entras en conflicto con aquella parte que te quieren quitar. Por eso la primera crisis que se tiene después de un despertar espiritual es el conflicto YO vs SOY.

La simbiosis que deben ser, al principio y por unos meses quizás años, depende del tiempo en que la persona haya permitido que el EGO dominase por completo su vida, puede durar más tiempo o no. Pues al principio parece que nada salga como es debido, la primera cosa que otros notan de ti, es que te contradices más que de costumbre, y eso es porque el YO dicta una emoción hacia un problema y el SOY intenta controlarte para que no hagas una tontería. Entras en bi-partidismo del control y la cosa no funciona bien, por eso quizás de repente dices “adoro las patatas fritas, y al minuto dices ay no, no las soporto”. Cuando uno es gobernado por dos partidos, el del corazón y el de la mente, uno entra en guerra consigo mismo y se le llama polarización del SER.

Al igual que ambos son y forman parte de una misma célula, ambas se van a un extremo como si quisieran dividir la célula y tener cada uno su espacio, pero solo dura meses o un par de años. Son momentos difíciles para uno mismo, porque aquí es cuando se pierde todo el control emocional de uno mismo y por cualquier pequeño conflicto que tenga, sea una tontería, puede entrar uno en cólera y hacer una locura. Como por ejemplo, imaginen que discuten con la pareja sobre si hay que cambiar al sofá porque ya no va acorde con la casa, y el otro se opone a ese gasto tonto porque hay más cosas que ocupar el dinero a comprar un sofá nuevo. Entonces tú sientes ese rechazo como si la muerte te viniera a visitar, y haces una tontería que puede ser, romper el sofá en dos o quitarte la vida pensando que a nadie le importas y si te vas le dejarás de ser una carga a alguien. Por eso, en este estado, vas doblemente vigilado por dos o tres ángeles y el doble de maestros todo el rato, para evitar quitarte la vida por una tontería, ni por nada.


La paz de esta guerra interna llega, cuando el YO se da cuenta de que si el cuerpo muere, él también, por eso empieza a escuchar las negociaciones del SOY, empieza a entrar en razón y a darle ciertas responsabilidades que mientras observa qué hace, va confiando en que él tiene razón y entrar en simbiosis es más efectivo que destrozar el campo de batalla (tú cuerpo). Al YO le cuesta, porque suele ser arisco con las cosas nuevas, pero al ver los resultados de que vuelves a tener un camino y que quizás sea totalmente opuesto al que estabas antes de la crisis existencial, empiezas a ver la luz al final del túnel y la polaridad empieza a convertirse en armonía para ser coherencia del SER.

Aquí es cuando tras meses de armonía, llegas a la paz y vuelves a sonreír. Internamente las cosas se están poniendo en su nuevo lugar, pero al mismo tiempo tú ángel de la guardia sabe que te estás alineando para la siguiente etapa que llega a tú vida, la primera comunicación con un Ser de Luz.

No te preocupes, porque no tienes que aprender a cambiar de dimensión o hacer viaje astral para poder estar con ellos, puesto que ellos también están entre nosotros aquí en la 3D y te van a empezar a visitar personas especiales, que sin conocerlas de nada, te llenarán el corazón de luz, de amor incondicional y vas a empezar a preguntarte ¿por qué siento esto cuando estoy con ellos o ellos simplemente están en el mismo espacio que yo? Verás que en sus ojos, algo es diferente, no son personas humanas simples, en su mirada hay mucha profundidad, puede que sea un Ser de Luz como un ángel o un Maestro empiece a rondarte, o puede que sea un emisario de los Seres de Luz que te vea de una forma en que él o ella sabe que vas a ser su nuevo alumno, para la nueva etapa que se te presenta ante tus narices, la terapia emocional para ordenar tus emociones en coherencia.

Durante este tiempo, ellos te enseñaran de mil formas distintas todos los secretos del universo y todas tus habilidades que tienes desconectadas y debes volver a activar, de tal forma que tú vida como la conocías antes, desaparece y se abre ante ti, la magia de aquellos que no son capaces de verla ante sus ojos egoístas. Para que ellos sepan que estás listo para trabajar con ellos, al final de toda esta práctica de nuevas habilidades, tendrás que hacer un examen a nivel práctico en 3D por el cual dependerá si estás listo para que te den tú primera misión de verdad.


A partir de aquí, si superas este examen, ya eres oficialmente un trabajador de la luz y todo lo que resuene en tu vida a partir de ahora, será solo y exclusivamente para el universo y tú universo interior. Solo entonces podrás decir ¡estoy listo para trabajar en la ERA de ACUARIO!

Recomendación: Hallelujah de Shrek – Mauro Costa.

HR.

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domingo, enero 17, 2021

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 66

 

Nada es imposible, así lo decía el Titi cuando algo impactante e imposible se presentaba ante sus narices y yo acaté su mantra sin darme cuenta casi, pero con mucha razón. La humanidad todavía estaba lejos de todo esto, pero tampoco eso significa que no lleguen nunca a hacerlo. Aunque solo tenía seis años de vida, sabía que tenían razón los Seres de Luz, ya me había dado cuenta de que en muchos aspectos los humanos no acababan de entenderme.

Mientras seguíamos esperando a llegar a Mintaka o por lo menos acercarnos, Uriel y yo nos fuimos a la cafetería, curiosamente tenía hambre. Bajamos las escaleras de caracol, para volver al pasillo central circular, a la segunda puerta a nuestra derecha, entramos y llegamos a una cafetería bastante grande, dónde pudimos ver el resto de la tripulación que había a bordo, unas treinta Seres de Luz, entre ellos dos ángeles.

Nos sentamos en la barra, nos atendió un maestro que estaba limpiando varios vasos con un trapo.

-        ¡Hola Uriel! ¿Cómo te va todo? – dijo el camarero mientras que chocaban sus manos fuertemente y yo me quedaba observándoles sin entender nada.

-        ¡Hola Malk! ¿Bien y tú?- contestó Uriel con una sonrisa muy agradable.

El camarero habló largo y tendidamente con Uriel, intentaba comprender su conversación, pero me desconecté en el momento en que hablaron de hijos. A pesar de que era algo inusual hablar de que los ángeles también se pueden casar y tener hijos, humanamente se piensa que los ángeles no tienen vida propia y siguen solteros toda la eternidad… ¡qué pereza! No me imagino no poder estar con el Chico de Ojos Verdes simplemente porque religiosamente se diga que los Seres de Luz no tienen vida propia, por no tener libre albedrío… efectivamente, la humanidad debe cambiar y mucho…


Agarré mi zumo de frutas que normalmente me tomaba en 5D, como la conversación seguía en auge, decidí caminar por la cafetería, mientras que observa a los miembros de la tripulación. Todavía era nuevo para mí estar allí, pero me sentía muy tranquila y muy normal, como si realmente llevaba demasiada experiencia estando allí.

En una mesa que estaba vacía y cerca de un ventanal que se podía ver perfectamente la noche estrellada y las estrellas del espacio exterior, me quedé allí esperando y disfrutando de las vistas. Hasta que un ángel que no era Uriel, me interrumpió.

-        ¿Echabas de menos estar aquí arriba? – dijo, el ángel llevaba la túnica de color azul, sus alas eran grandiosas blancas con las puntas plateadas.

-        No lo sé, pero creo que si…- dije para ser amable.

-        A ti siempre te han gustado los viajes estelares, querida. – dijo con una sonrisa de complicidad.

-        Disculpa pero… ¿quién eres?- le pregunté.

-        Yo soy el Arcángel San Miguel y es un placer volverte a ver guardiana – dijo me ofreció la mano y la acepté.

¡Mierda era mi jefe y no le había reconocido!

-        ¡Saludos!- dije me puse firme para saludarle golpeándome con el puño derecho el corazón.

-        Descansa, no estamos en ningún acto oficial, querida. Puedes relajarte. – dijo entre pequeñas risas.

-        Lo siento, me he puesto algo nerviosa… Es la primera vez que te veo…- le dije.

-        Descuida. Pero me puedes llamar Mic, así me llaman los amigos - informó.

Técnicamente ya era guardiana, pero como ya les dije, tenía que seguir entrenando porque era demasiado chiquita para entrar de nuevo en una unidad.

-        Me alegro que vayas a volver a la unidad cuando cumplas la edad mínima, querida – dijo admirando mis actos.

-        ¿Por qué lo sabes?- la curiosidad me pica demasiado, lo sé…

-        Tus hazañas son noticias en el universo y corren como el viento, querida. Eres especial, muy especial. Aunque no lo entiendas ahora, todo lo que haces, da vueltas por el universo y en cualquier rincón saben de ti. Mientras que tú ves puntos sin conexión, en realidad todos saben de ti y pronto tú sabrás de ellos… a su tiempo, claro. – explicó de tal forma que me dio vergüenza pero también no entendía nada.

-        No entiendo, ¿por qué ocurre esto?- pregunté.

-        Pronto lo sabrás, querida… - me miró a los ojos y se puso a reír.

Entonces empezamos a charlar un ratito de otras cosas, mientras que el viaje se hacía cada vez más corto.

-        ¿Así que el arcángel más importante del planeta Tierra se encuentra en realidad escondido dentro de una nave de la Hermandad Blanca?- pregunté intrigada por saber la respuesta.

-        No me escondo, solo estoy de paso por aquí. – dijo riéndose de mis palabras. – Curiosamente vamos a la misma dirección – concluyó.

-        Mintaka.- dije.

-        Orión, yo me bajo antes que tú. Dios quiere que recoja unos documentos del planeta Tierra y se los entregue personalmente – dijo.

Se me cambió la voz y la compostura cuando escuché la palabra Dios, él lo iba a ver directamente. Quería preguntarle más cosas, pero Uriel nos interrumpió y me tuve que ir con él, porque ya estábamos llegando, así que nos fuimos a la puerta de salida a esperar.

-        Dary, ¿Dios se mueve por el universo también?- le pregunté.

-        No lo suele hacer, todas sus visitas van a su casa. – contestó Uriel.

-        Ok. – contesté y cambié de tema.


A pesar que la idea de Dios que mi abuela tenía en el aspecto religioso, no tenía nada que ver con lo que yo había vivido durante esa boda. ¿Por qué andan tan equivocados los humanos con el concepto Dios? Según la clase de religión del colegio, Jesús llegó para salvar el mundo y pasó por una especie de… crucifixión. Esa idea me daba miedo, por eso las religiones nunca me gustaron en esta encarnación, la humanidad siempre busca un salvador y cuando Dios les concede la petición, lo matan clavado a una cruz de madera y lo torturan hasta debilitarlo, pero ¿qué clase de FE es esta?

-        Dary, ¿por qué los humanos tienen miedo de nosotros de los que vemos el reino de Dios y colaboramos? – mis preguntas eran demasiado profundas para una persona, pero un ángel era como tener la gran enciclopedia universal sobre el funcionamiento del universo en el que vivimos.

-        No entiendo tu pregunta, amor – contestó frunciendo el ceño un segundo.

-        A Jesús lo mataron, y venía a enseñarles la vida universal. Dios les manda el mejor de sus maestros y la humanidad lo mata por hablar de Dios. ¡Eso está mal! Si tenían miedo de él, entiendo porque los ángeles están ocultos a ellos, y nosotros que estamos colaborando… ¿qué pasará? ¿tendrán miedo también o nos tacharán de locos como a Aros?- dije.

-        Interesante pregunta, mi amor. El hecho de colaborar ya te pone en riesgo ante el resto de la humanidad que siguen viviendo sus vidas, pensando que lo que hacen es importante para la sociedad en el cual nunca están felices. ¿Crees que tienen miedo? – me preguntó.

-        Si, cuando veo a un compañero que termina encerrado en un psiquiátrico, me pregunto ¿por qué nos tratan así? Dicen que estamos locos, pero solo es la Divinidad lo que los demás dicen Fe. ¡No lo entiendo y es muy injusto!- dije algo molesta.- ¿A mí también me va a pasar lo mismo que a Aros? ¿Soy carne de psiquiátrico?- dije arrugando la frente cruzando los brazos delante del pecho.

-        Lo evitaremos en todo momento, mi amor. Pero el riesgo que tienes al haber aceptado todo esto, verás las recompensas con el tiempo, en el momento que se acerqué tú misión y propósito de vida. Allí si que deberás ser valiente. – informó Uriel.

-         ¿Qué va a pasar entonces?- pregunté.

-        Te van a dar el permiso para mostrarte tal y como eres, van a saber de ti y van a saber todo esto. Muchos colaboradores saldrán a la luz y entonces el gran trabajo tan solo empezará a hacerse. ¿Sabes en qué categoría te pusieron? – dijo Uriel sus ojos mostraban más divertimiento que pavor, era extraño pero intrigante.

-        No.- dije.

-        Como pilar de conciencia. Tendrás que enseñar a la humanidad a ser una sociedad consciente de luz. – dijo.

Uriel contó también que este trabajo lo había elegido antes de encarnar, por eso tanto misterio para saber la misión y el propósito, puesto que el trabajo no tiene nada que ver con esas dos cosas, solo es algo que según los ángeles “prepara lo inevitable”.

La sala de reuniones de Mintaka era muy hermosa, una cúpula de cristal hecha con triángulos de hierro, dónde a fuera se veía naturaleza divina y muy hermosa. Dentro de esa sala había unos 1.000 seres de luz en total, cada uno tenía asignado un asiento, en ese momento me sentí algo sola porque Uriel tenía que sentarse en otro lugar, pero solo iban a ser por pocas horas. A pesar del lugar que era hermoso, me gustó mucho ver a los seres de luz, la gran mayoría no eran de la misma civilización (no solemos decir “especie” porque es despectivo igual que “extraterrestre”), pero todos se llevaban muy bien y por respeto todos hablaban el mismo idioma, uno llamado Arcturiano, que curiosamente entendía perfectamente.

-        ¿Es tú primera vez aquí? – preguntó un chico joven con el cabello rubio con rulos, los ojos eran azules y era bastante alto a pesar de que estaba sentado a mi derecha, vestía un mono azul.

-        Si, ¿y tú? – pregunté.

-        Vengo por quinta vez en los últimos dos eones. Soy Arcturiano, ¿y tú? – me ofreció la mano y se la acepté con una sonrisa que él mismo copió con educación.

-        La Tierra.- dije.

-        Oh, de Gaia… ¡Muy interesante! Me llamo Amour.- se presentó.

-        Mi nombre es Laia. Un placer.- dije con educación.

Me quedé mirándole directamente a los ojos mientras arrugué la frente.

-        Que nombre tan interesante, ¿qué significa?- le pregunté curiosa de mí.

-        Significa <la batalla del amor>- él sonrió y le respondí igual.

-        ¡Qué bonito!- se me escapó.- quiero decir, interesante…- dije para arreglarlo.

No pudo responder, porque nos interrumpieron. Un ser muy alto con el pelo largo pelirrojo y con los ojos algo más grandes que de costumbres violetas, como el director de IÓN, Saint Germain. Nos mandaron a callar a todos los que estábamos reunidos en esa sala, para dar comienzo la reunión.

-        Queridos hermanos, bienvenidos a lo que va a ser la última reunión en Mintaka de nuestro Concilio. Pues al terminar la reunión, Mintaka no va a permitir visitantes por los próximos tiempos y hasta que los hostiles dejen de amenazarnos con destruir nuestro legado. – dijo el Ser, puso a todos en vigilia, puesto que nadie se lo esperaba.

Recomendación: I don't know your name - Andrea.

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