Ser bueno ya no está de moda, gritarle y faltarle el respeto a tú hermano o padre, está bien, porque ha estado bien por mucho tiempo. Estamos en un tiempo dónde el cambio no surge cambiando de presidente político, sino que es un cambio silencioso para cada uno. Puedes vivir en una trinchera emocional, pero eres tú ante un mundo socialmente hostil, porque el miedo que sienten les hace creer que no deben hablar bien de los demás, porque la envidia te aleja de quién eres en verdad. Una persona empática que a pesar de que dentro de ti, lamentas gritas y faltarle el respeto a los tuyos, la gente ve tú cara y la hostilidad llama a tú puerta, porque no eres capaz de admitir el miedo que tienes a aquello que ves ajeno a ti.
¿Quién es el malo? La educación que has tenido, en el tiempo en el que has vivido, quizás era distinto al que se vive ahora, quizás después de tantas guerras, crisis y plan-demias, ya no sabes cómo deberías sentirte y compartir tus sentimientos. Te sientes solo ante tanta hostilidad, porque te da miedo mostrarte vulnerable, transparente, humano, porque los demás serán malos contigo. ¿Y tú corazón qué? ¿No merece sentirse seguro incluso cuando abandonas tú zona de confort? Eres tú que enfocas el mundo de manera hostil, eres tú quién tiene miedo a ser tú mismo, miedo al qué dirán y miedo a simplemente ser feliz.
Lo puedes negar tanto como desees, pero al fin y al cabo llegará ese momento, en que te darás cuenta de que digo la verdad. ¿Sabes porqué te veo así? Porque si cada vez que me pasa algo bonito en mí vida, no eres capaz de alegrarte por mí, sé que el miedo que sientes te hace sentir sola, vacía, sin vida. ¿Soy yo la culpable de conseguir mis sueños hacerlos realidad? Yo soy responsable del proceso que tengo que pasar para conseguirlo, y de todos los sentimientos que voy a sentir durante ese camino, pero no soy la culpable de tus males, nunca lo he sido, nunca lo soy y nunca lo seré, porque no forman parte de mí responsabilidad emocional (o afectiva).
Si comparto mis logros contigo, no es para hacerte sentir mal, ni menos importante a mí lado, sino porque siento que eres importante para mí, alguien que me acompaña en las buenas y en las malas, que siempre quiere lo mejor para ti, pero eso no es excusa para intentar quitarme la ilusión o la voz de celebrar lo que he conseguido con el sudor de mí frente.
Me he sentido sola, en muchas ocasiones, pero cuando alguien me acompaña, allí sigo, teniendo esperanza de que alguien sí que se alegrará por mí cuando me suceden cosas buenas (incluso cuando no los entienda). Yo haré lo mismo por ti, en cuanto te suceda, eso prometí hacerlo el primer día en que acepte tú amistad, tú compañía o lo que somos en realidad. ¿Tus gritos sociales me van alejar de ti? En principio tengo empatía y comprendo desde dónde lo dices, pero si persisten y me afectan emocionalmente, me tendré que obligar a dejarte ir.
Si haces eso, me alejaré tanto que no verás ni escucharás mis susurros, pero yo escucharé los tuyos, porque a pesar de que no podamos estar uno al lado del otro, yo seguiré ahí, preocupándome por tú estado emocional. Quizás haya vivido tanto tiempo en la quinta dimensión, que vivir en la cuarta, me haya tenido que dar muchos golpes que ya debería haber perdido cualquier esperanza, van a ser treinta dos vueltas ya por aquí, y aún no me he cansado de tener fe y esperanza.
¿Llegará el día en que los pierda y caiga en la desesperación? Una vez caí, pero volví. Sentí ese desasosiego de intentar aferrarme a algo que me diese vida, pero siempre se me escapaba de entre las manos, porque miraba a fuera y no a dentro, dónde realmente estoy. La sangre de mis venas, corre sin saber qué hay más allá de llegar al corazón, siempre hace el mismo camino, pero eso me mantiene con vida. Puedo caer tantas veces como necesite mí alma, para terminar comprendiendo todo lo sucedido e intentar sanar mis falencias, para ser una versión de mí mejorada cada día.
Cuando tú me exiges o me gritas, no cedo, pero te observo, empatizo contigo, pero no te hago caso, porque no soy tú esclavo, ni trabajo para ti. Somos personas, y ambas merecemos construir el mundo con respeto. Y si tú trabajases para mí, jamás te faltaría al respeto, intentaría motivarte cada día para sentirte pleno solo así realizarías más trabajo si crees y sientes que haces o tienes una razón de SER para hacer ese tipo de trabajo, que no si has perdido dicha razón, y no sabes qué haces aquí. Valórate, y lo entenderás.
Somos la RED, somos UNO, somos HUMANOS.
Sigue nuestros videos en youtube! Nos ayudas a llegar a 2k, aquí:
HR.
HERO&Corporation.
No hay comentarios:
Publicar un comentario