Anasiel me escuchó con ambas orejas atentas, parecía que el
origen era el recuerdo, algo había quedado y esperaba conservarlo…
-
Todo esto lo vas a olvidar, solo por un tiempo…-
dijo a mí me dejó totalmente sorprendida, miré hacia arriba y en ese momento
escuché el ruido de una cámara, miré y era mi padre que ni sabía que estaba
allí, haciéndome fotitos.- Tranquila, él no me puede ver…- comentó Anasiel.
-
¿Por qué?- pregunté.
-
¿Qué miras hija?- decía mi padre… intentando
captar la atención para hacer otra foto, le ignoré.
-
¿Por qué debo olvidarlo, esa soy yo?- le volví a
preguntar.
-
Claro que fuiste todos ellos, pero para que todo
salga como debe ser, tendrás que olvidar y reaprenderlo todo de nuevo.-
contestó.
No lo entendí, pero si lo decía era porque debía ser de este
modo y solo podía seguir sus indicaciones. Mi padre se olvidó de mi, al ver un
pájaro cerca del auto y le intentó hacer una foto, pero se le escapó y en su
lugar Anasiel le dijo algo al gato y el gato se fue con mi padre… que solo le
empezó a hacer fotos, intentando gastar el carrete (¡qué tiempos aquellos!
Cuando las fotos estaban contadas, un carrete de 24 fotos era el máximo para
unas vacaciones, eso impedía que mi padre tuviese rienda suelta a su profesión
frustrada como paparazzi, ahora me tengo que tragar mil fotos de cualquier
cosa).
Anasiel se aparecía bajo ese árbol cada mañana casi a la
misma hora todos los días que estábamos allí veraneando, aproximadamente unas
dos semanitas a mediados de Agosto. Cada día que pasaba, me contaba más sobre
el gran cambio que sufriría al cumplir 4 años, él estaba autorizado a contarme
los inicios de este camino y con eso conllevaba a explicarme la 5D
concretamente, me contó qué era Agartha.
-
La vida no solo existe en esta tercera
dimensión, sino que dónde nos encontramos, hay hasta nueve dimensiones, dónde
existe vida y más allá.- explicó mi atención era plena, sus historias me
llenaban mucho la curiosidad, me sentaba en su regazo y quería escucharle todo
el día, quizás la historia era un poco para “adultos” pero a mí me iba como
anillo al dedo, siempre vieron en mi la maduración que no se podía apreciar
físicamente pero si mentalmente, incluso los profesores en clase lo veían…-
cada planeta que ves en las películas, existe vida, hay mucha vida allí a fuera
– señalizó el cielo azulado de ese día- de muchos colores, aspectos y
civilizaciones, lo que ocurre es que la humanidad todavía no acepta esto pero
pronto empezarán a hacerlo.- dijo con un amor gigante.- ¿De dónde crees que
vienen los ángeles y los guías en realidad?- me preguntó.
-
Uriel me contó que los guías vienen de la 4D, y
los ángeles… de algo que le llaman Dios- contesté.
Anasiel volvió a reírse y yo le seguí.
-
¿Qué es para ti Dios en realidad?- me preguntó.
Me lo quedé mirando sin poder contestar, porque no tenía
nada para contestar.
-
Ya comprendo.- comentó.
Del bolso que siempre dejaba a un lado, agarró una pequeña
Bola de cristal, me la mostró yo me quedé fascinada, nunca había visto ninguna.
-
¿Y el Universo?- me preguntó.
-
Es el lugar dónde existimos.- le contesté.
-
Algo así, querida.- comentó.- imagina que esta
esfera es en realidad todo el universo, dónde dentro existe todo tipo de vida
que puedes llegar a imaginar, y entre ellos, tú y yo- dijo.- y fuera de esta
esfera no existiera NADA.- marcó una pausa por si me venía alguna pregunta como
vio que no, prosiguió.- toda esta esfera se llama MATRIZ y en ella todo es
posible, como la vida, los errores y el amor. En ella nos sujetamos, porque
dentro de ella, se puede decir que existimos, porque el universo es un lugar
creado por creadores. ¿quién crees que son aquellos creadores?- me preguntó.
-
¿Dios?- le dije.
Anasiel de nuevo volvió a reírse de la situación.
-
Los creadores no es solo una sola persona, sino
aquellos que sujetan una imagen con tan solo pensarlo, porque toda creación
parte de un SUEÑO.- contestó.
-
Entonces, ¿Por qué dicen Dios? O ¿Qué es Dios?-
le pregunté.
-
La humanidad durante eones ha creído que todo lo
que les pasa es porque “alguien” que no es humano, ha querido guiarlos así…
pero lo cierto es que una persona cuando cree que alguien le dice qué debe
hacer, es porque ha olvidado algo muy importante.- dijo.
-
¿El qué?- dije curiosa.
-
Que ellos también son creadores de este universo.-
contestó.
Me impresionó bastante su lección, la iaia siempre ha sido
muy creyente, de misa todos los domingos, y hablaba de Dios bastante, y Anasiel
clavaba todo lo que la iaia decía, la diferencia era que la iaia había olvidado
quién era y Anasiel era un creador. ¡Increíble!
-
La palabra Dios, se le da cuando uno no reconoce
que también ES UN CREADOR. Pero en este universo tenemos una persona que
“gobierna” toda esta creación y se le llama DIOS, porque es un trabajo,
¿entiendes?- dijo.
Por lo que dice, lo aclaro por si acaso, es que las
religiones han intentado tergiversar la palabra de DIOS separando el humano de
su misión de CREADOR, ya que todos gozamos de esta particularidad, por eso los
artistas están siempre en contacto con el universo y alguien que tenga un
trabajo en una empresa cualquiera haciendo cuentas o cualquier cosa, pierde su
“humanidad” al dejar de ser un creador constante una fuente divina él mismo. Y
el DIOS que tergiversan en las religiones, en realidad sería como el
“presidente” del partido Universal Creador, o sea solo un título no un nombre
ni una persona que hace todo a su antojo, tiene sus reglas esto.
Con cada lección de Anasiel, un gran mundo se despertaba
ante mis narices, ya no era Laia Galí Garcia, una niña que podía ver ángeles y
guías, que iba al colegio a aprender a leer y a escribir, sino que la vida es
mucho más y tan grande que a pesar de que me sentía a veces tan chiquita, poco
a poco me sentía una creadora más de este universo. ¡Wow! ¿Cuántos niños de
casi 4 años habrán podido estar al contacto con esta información tan divina? Me
sentía a veces privilegiada, pero enseguida me daba cuenta de que formaba parte
de un TODO así que tan privilegiada no era.
Llegó setiembre y volví al colegio esta vez me tocaba
P4 en la clase C, junto a una profesora
que no encajamos demasiado bien des del principio, lo curioso es que se llamaba
igual que mi madre Vicky (diminutivo de Victoria). Con el inicio de este curso,
llegaron siete compañeros nuevos, uno de ellos me llamó mucho la atención, se
llamaba Xevi, aunque no encajé con él casi nunca, siempre estábamos peleándonos
todo el rato, y a veces sin motivo, me llamó la atención igual. Cuando Uriel
proponía jugar a los puntos de vista, me quedaba horas y horas observándolo, me
fascinaba su punto de vista de su realidad, él jamás supo porque le miraba
tanto, pero fue el primero que se me quedaba mirando al mismo tiempo que yo y
me decía “¿Qué me miras tanto?” y yo
por vergüenza y respeto, miraba por otro lado, pero luego volvía a observarle.
No, no me atraía, solo me asombraba su historia, con el
tiempo Uriel se dio cuenta y un día en clase empezamos a hablar de él.
-
¿Qué te pasa con él?- me preguntó Uriel.
-
No lo sé, pero es como si sintiera su dolor ¿Por
qué?- le dije.
-
Cuenta- dijo curioso Uriel.
-
Cada vez que lo observo, siento acá – en mi
corazón señalé- como sufre, está muy triste, porque no entiende el conflicto
que tiene en casa, siendo el pequeño de cuatro casi cinco hermanos, y sus
padres separados en varias ocasiones… él sufre, y mucho…- dije.
Uriel se quedó mudo, y me abrazó por encima de mis hombros,
no sabía porque pero parecía feliz.
-
¿Qué pasa?- le dije.
-
Nada. Estoy contento porque empiezas a
empatizar- comentó yo me lo quedé mirando sin entenderlo.- que empiezas a
ponerte en la piel del otro, eso te va a servir mucho en el futuro, ya lo
verás…- dijo mientras sacaba el pergamino para anotarlo.
Todos los avances que hacía Uriel tenía que anotarlos en el
pergamino, parecía que querían tener todo anotado para saber cómo iba mi
evolución, ver a un arcángel escribiendo en pergaminos antiguos, con tintero y
pluma es algo que siempre, incluso al día de hoy, me resulta gracioso y muy
interesante. Pero Uriel es el Arcángel de la escritura, y tiene por costumbre
escribir en pergamino, y usar bolígrafos o lapiceras como que no le va, y
además no le gusta, así que es como volver al pasado cuando lo veo haciendo eso
incluso en la biblioteca cuando vamos a estudiar.
Una de las compañeras nuevas que conocí en ese curso
enseguida jugábamos en el patio, pero por motivos que desconocía después de
clase no quedaba con ella, por eso la consideré una amiga del colegio pero no
fuera de él. Hasta que un día tras las vacaciones de navidad, ella no regresó y
no supe nada de ella… de nuevo, otro que se le había tragado la Tierra y sin
previo aviso, de nuevo sola ante esa clase extraña… pero divertida, los chicos
empezaban a hacer de las suyas, que al menos te hacían pasar lindos ratitos de
risas, como Nil y Aleix… una unión fantástica de amistad (entre ellos dos
hablo) yo empezaba a admirar su tipo de amistad, que yo quería tener y no había
forma…
La cultura musulmana siempre la tuve mucho a la vista, ya
desde P3 habían venido varios compañeros ya nacidos en Vic, pero buenos chicos
y amigos de colegio, aunque en el patio no se veía que fuesen amigos… cada uno
en el patio hacía lo que deseaba… yo con Uriel, siempre.
Pero P4 recuerdo que fue un curso muy difícil para mí,
porque la profesora no parecía que colaborase mucho, fue la primera vez que
alguien tenía en contra sin haber hecho nada. La Vicky me puteó tanto como le
vino en gana durante todo el curso, provocando así que mi problema al hablar,
que no mejoraba mucho, fuese fruto de desprecio e intolerancia hacia ese curso.
Que la propia profesora incitar al odio a mis compañeros para que me incitaran
al odio a mí, ya era el colmo… yo solo seguía lo que decía, aprendíamos a
escribir el abecedario en catalán, ya era calladita de por si, por eso
intentaba molestar lo menos posible, pero eso no parecía funcionar para ella,
intenté comprenderla, pero sentía en mi corazón un sentimiento que me dolía
mucho a mí, tanto, que me hacía llorar.
-
Dime, ¿qué es lo que sientes de ella?- me decía
entre los brazos de Uriel, casi al borde de la inundación por llorar tanto.
-
Es como si alguien muy importante, se hubiese
ido para siempre y tuviera fuego en su garganta.- es decir, sentía que le
habían abandonado de pequeña su padre y sentía odio por ello.
Ni idea si era cierto o no, pero ese sentimiento era muy
fuerte, Uriel al final decidió ser como de escudo mientras que Vicky intentara
hacer algo conmigo. No funcionó mucho, pero… ya no lloraba tanto, seguramente
que ya no notaba tan fuerte su dolor, nunca se lo compartí.
Recomendación: Rosalía - A Palé.
HR.
HERO&Corporation.
No hay comentarios:
Publicar un comentario