Al llegar al segundo piso, he visto que la puerta de la
terraza estaba abierta, así que me entran ganas de salir. Con la sorpresa de
que el suelo estaba lleno de heno y al salir, me encuentro don dos Maestros
tumbados en el suelo, una aparentaba una mujer con los ojos azules y una gran
melena rubia perfecta hasta los hombros con rulos, llevaba consigo en una de
las manos una ancla de hierro, me miraba con amor, yo la reconocía pero no
sabía el nombre, pero la reconocía como el Ancla que he recibido durante tanto
tiempo, allí estaba la Maestra que me ha ido reconduciendo durante este año y
un mes. El otro Maestro era completamente distinto, era del rayo verde y
aparentaba mi edad, los ojos eran verdes y una piel fina y muy bonita, que
estaba sentado al otro lado de la terraza, como si me dejasen paso a mí. Se les
veía muy felices de verme, esos ojos verdes los he reconocidos enseguida, era
el Maestro Robert que hace unas semanas se me presentó en una caminata que hice
acompañada de Uriel. Robert es un Maestro que acaba de empezar por aquel que
dice, aún no es muy famoso, está con Hilaríon pero tiene un cargo más pequeño
de momento.
Quería saludarlo, pero él me ha agarrado del brazo izquierdo
y ha tirado de mí para terminar encima de su regazo, es muy divertido, me ha
protegido con sus largos brazos y grandes manos, que hemos terminado abrazados.
Entonces, me ha hecho la señal del silencio y ha empezado a hablar conmigo de
forma telepática diciendo “No digas nada,
que es la hora de la meditación. Ven, mira qué está sucediendo…”. Sin
levantarme, me fijo que la persiana de la ventana de mi habitación está
ligeramente abierta, me fijo bien qué sucede y me quedo totalmente atónita al
ver sentado en la posición del loto encima de la silla del escritorio al
Maestro El Morya que estaba meditando cantando algo que no he llegado a
entender. Pero él no era el único allí, encima de mí cama estaban dos Maestros
más en la misma posición y de cara a la ventana haciendo lo mismo y en el
suelo, sentado en la alfombra otro Maestro igual. ¡Increíble!
Me separo de la ventana un momento para ver la cara de
Robert, yo alucinaba, sin decir nada él me dice telepáticamente “Siempre estamos contigo, nunca lo olvides,
querida hermana”. Sin decir nada más, lo he vuelto a abrazar, entonces es
cuando escucho los pasos de otro Maestro que estaba al final de la terraza, al
girarse le miro a los ojos violeta y me quedo totalmente hipnotizada, él al
verme así, se ha detenido, me ha sonreído y me ha dicho “Bienvenida mi querida Flor de Lys, soy el Maestro Elohim del sexto
Rayo, y he venido aquí para que hablemos un rato”. Elohim me ofrece su
mano, el Maestro Robert me ayuda a levantarme y enseguida doy un paso adelante
y le doy mi mano, que él me la sujeta con cariño, es muy bello, tiene los ojos
violeta, y una melena rubia ondulada preciosa que le llega hasta los hombros,
también aparenta casi mi edad, por la gran divinidad ¡qué bello!
El Sol brillaba pero no de forma como lo hace siempre, sino
que lo hacía con cariño, era distinto, sentías su calor y su amor pero no te
quemaba, Elohim se ha sentado en el suelo y me ofrece sentarme en su regazo que
acepto de inmediato, se está tan bien en el regazo de los Maestros, parecen
grandes hermanos mayores que solo ves de vez en cuando.
Mensaje del Maestro
Elohim sexto rayo…
Mi querida hermana
Flor de Lys,
El tiempo es paciente
contigo cada día que abres el corazón, a la nueva consciencia de este
despertar. Con cada acción que haces de amor y con cada palabra de amor que le
ofreces al Padre, el cambio de consciencia se hace más efectivo cuando
compartes tus vivencias con tus hermanas y hermanos. El despertar es la primera
pieza de este rompecabezas, y tú, mí bien amada Flor de Lys, el tiempo ha ido a
tú favor y por gracia divina y por devoción, estás ayudando que el cambio de
consciencia sea una realidad en vuestro mundo.
Te preguntas en muchas
ocasiones de porque te ha tocado ser el “faro” para el despertar, para
fomentarlo, y en lo cierto es que lo decidiste en su momento antes de tener
esta encarnación. Los demás hermanos y hermanas, necesitan de este faro para
iluminarles al camino del despertar y favorecer el cambio de consciencia en el
momento apropiado. Ellos te necesitan para que tú les guíes hacia nosotros,
hacia el cambio de dimensión, que será en breve.
Tú deberás ser quién
cruce primero este cambio, en su momento, lo harás, y volverás a estar con
nosotros no como ahora, sino para quedarte con nosotros. Una parte de tú misión
ya está llegando a su fin, en muy poco tiempo los faros de todo el mundo, que
son como tú, dejarán de serlo, porque todos adquirirán esa cualidad que marca
los faros como tú, será entonces que una pequeña parte de tú misión habrá
concluido, pero aún tendrás y tienes un largo camino que recorrer, pero a
partir de ese instante, será mejor que ahora, porque estamos contigo pero
entonces estaremos contigo, siempre y tú podrás glorificar nuestra presencia
siempre.
Ten fe a nuestros
corazones, siempre estamos contigo, como puedes presenciar ahora, siempre te
ayudamos en lo que nos pides, porque somos hermanos y hermanas, porque somos
tus hermanos y hermanas que queremos lo mejor para ti y para el planeta y la
humanidad. Llámame cada vez que me necesites y allí vendré a ayudarte,
aconsejarte y a estar contigo, incluso cuando no me puedas ver en tú dimensión,
pero jamás olvides que muy pronto podrás volvernos a ver tal como ves a tus
hermanos y hermanas de tercera dimensión.
Yo soy el Maestro
Elohim, del sexto rayo el de la Tranquilidad.
Tras el mensaje,
llega El Morya de mi habitación que quiere dejar también un mensaje para todos
vosotros…
Querida y bien hallada
Flor de Lys,
En tus vidas anteriores
has mostrado la valentía como virtud en tú fe a la hora de caminar en tú
camino, en esta encarnación has llegado a un punto que has solucionado más de
la mayoría de todas tus karmas álmicos que has ido arrastrando a lo largo de
tus reencarnaciones hasta la actual. Dónde has vencido el miedo y ahora la
limitación que produce tal atroz sentimiento, ya no te impide caminar hacia
adelante siempre con el corazón bien abierto así sabes exactamente dónde debes
y qué debes hacer cuando llegas a un nuevo lugar.
Tu muestra de fe al
amor incondicional y tú enfrentamiento al pavor y al terror, te hecho crecer tú
alma hasta llegar al punto de la evolución, aunque aún te faltan recursos para
lograr nuestra forma de existir y nuestra inmortalidad, cada día estas más y
más cerca de conseguirlo y muy pronto serás como nosotros. Reconoces en ti la
luz del Ser de Luz que eres y eso te hace evolucionar hacia nosotros con mayor
rapidez y sensatez, ya que no simplemente evolucionas por ti, sin embargo
evolucionas y ayudas a los demás a conseguir que lo hagan también si su
finalidad es evolucionar.
La valentía que
muestras al no tenerle miedo al miedo, muestras así qué camino es cual debes
hacer para llegar al cambio de consciencia y de dimensión. Nosotros, los
Maestros estamos muy felices de que gracias a tus ayudas, la humanidad está
empezando a reconocer aún más su divinidad, te agradecemos de corazón tú gran
colaboración, tal y como ha dicho mi hermano Elohim, eres un faro pero en
efecto eres un faro que ilumina como si fueran dos en uno mismo. Tú luz irradia
tanta potencia, que incluso los otros faros, saben que tú eres más, aunque vais
todos en la misma dirección, cuando aceptaste volver a encarnar, lo hiciste
porque creías de corazón que podrías lograr el cambio de consciencia y en
efecto lo estás consiguiendo, cada vez hay más y más hermanos que despiertan y
siguen tú luz.
Nosotros podemos ver
que cuando despiertan a tú lado, la oscuridad no se digna a aparecer, la
oscuridad te teme, mi querida Flor de Lys. Eres más que un faro, eres la
cascada de luz que necesitan todas aquellas almas que están muy atrapadas en
sus mundos incompletos, pero cuando apareces, les cambias la vida por completo.
Aunque sea poner una pequeña pieza en el rompecabezas de sus vidas que es la primera
que encaja en mucho tiempo, solo con eso, ya han despertado. Si sigues así,
podremos vivir esta plenitud de regreso a casa, en el momento adecuado. Muchas
gracias de corazón, nuestra querida hermana.
Yo soy El Maestro El
Morya, del rayo Azul Divinidad de Dios.
Al terminar de
decirme esto, abracé a los dos maestros y ya de pie, no sé como pero me
despierto de golpe en la cama, miro el reloj y faltaban dos horas para ir a
trabajar y media hora para que sonase el despertador, pero tras lo que he
recibido, no he podido dormir más, del amor que sentía y sigo sintiendo al
traspasar estas palabras al papel.
Recomendación: Carros
de Fuego (para el momento de los mensajes); Himno de Lemuria (para cuando
aparecen los Maestros); El Gran Yo Soy (Para cuando empieza la historia).
HR.
HERO&Corporation.