¡Increíble! Hace menos de una hora que he tenido uno de los
regalos más especiales que jamás podría haber tenido, aún me cuesta poder
hablar, pero haré un esfuerzo para compartirlo con todos vosotros ya que el
Arcángel Uriel quiere que así sea, que mi testimonio vaya hacia vuestros
corazones, para mostraros así entonces que no debéis temer a los Seres de Luz.
Anoche antes de irme a la cama, vi la película Nativity (2013) dónde narra toda la
historia que le ocurrió a la virgen María, desde antes del alumbramiento del
Arcángel San Gabriel hasta el momento del nacimiento de Jesús en el pesebre de
Belén, dónde los pastores y los tres reyes magos le entregaron sus ofrendas. Hacía
dos años que no la veía, de hecho cuando la vi por primera vez nada de lo que
está ocurriendo ahora y desde que se me apareció el Maestro Jesús el año
pasado, aún no había ocurrido, aún quedaba mucho tiempo para eso, pero algo ya
me llamaba la atención. Esta vez ha sido ver la película con otros ojos y con
un corazón despertado, la historia es la misma, no ha cambiado eso es evidente,
pero los mensajes que tiene sí que han llegado al corazón, y al terminarla, no
me pude resistir a ponerme a rezar pidiendo en mis oraciones que jamás vuelva a
mantener el corazón apagado, que siempre tenga amor para seguir avanzando,
después de bendecir a la virgen María, a su hijo y a Dios, también a todos los
Maestros y todos los Ángeles, también a la Tierra, al reino animal, mineral,
vegetal y humano. En ese momento, sinceramente, mi corazón ardía de AMOR por la
luz hermosa.
Al cabo de una hora he ido a dormir. El sueño era
aparentemente normal, cuando de repente y ya hacia el final del sueño, me
traslado sin motivo aparente en ese momento en medio del desierto para ver una
puesta de Sol super hermoso, parecía que estuviese en África (y nunca he estado
allí, no he salido de Europa en mis viajes), pero ese Sol era realmente
hermoso, un gran Sol que poco a poco iba marchándose, era tan hermoso que me he
quedado atónita ante ello, sin pronunciar palabra alguna, escuchando el
silencio viendo esa imagen impactante, era una puesta de Sol que jamás había
visto en esta vida ni en vidas anteriores que recuerde.
Viendo ese Sol de repente abro un poco los ojos y veo un
rayo blanco en la habitación pero vuelvo a cerrar los ojos y sigo en esa puesta
de Sol, al cabo de un momento vuelvo a entreabrir los ojos y veo un rayo verde,
y una vez más veo el rayo violeta. Pero me mantengo con los ojos cerrados,
viendo esa puesta de Sol, cuando de repente escucho una voz masculina pero no
muy grave que empezaba a cantar “shakto… shakto…” como si se tratara de ángeles
cantando pero solo era uno que no podía ver en la puesta de Sol. Al mismo
tiempo que sentía que me iba despertando al notar como “alguien” me acariciaba
el abdomen, lo notaba físicamente.
Finalmente abro los ojos y quedo maravillada al ver un Ser
de Luz porque brillaba en luz y mi corazón ardía de amor, de la misma forma con
la presencia de Hilaríon y que Anasiel, el Ser de Luz estaba sentado en la
mitad de la cama, y con la mano derecha me iba acariciando el abdomen mientras
seguía cantando esas palabras que no entendía. Pero en vez de gritar, porque
sabía que no lo tenía que hacer, me he puesto a observarle porque quién sabía
cuánto tiempo duraría eso, así que el Ser de Luz tiene el pelo castaño con
rulos que le llega más allá de los hombros, no parecía demasiado alto en ese
momento, era robusto y en plena forma, aunque llevaba una túnica de lino blanca
que le llegaba hasta los pies, detrás a su espalda se veía una de las dos alas,
pero solo un trozo, al ver eso dentro de mí corazón ha saltado y ha pronunciado
un nombre “URIEL”. La cara no la podía ver, ya que me encontraba a oscuras y
eran las diez de la mañana, solo hacía cinco horas que me había ido a dormir.
Al pronunciar su nombre dentro de mi corazón, sus ojos
castaños se han fijado a los míos, y nos hemos quedado así en silencio hasta
que le he dicho “Te veo”, entonces Uriel ha sonreído lo he visto, sus dientes
blancos perfectos, no quería que acabara eso, pero dos segundos después ha
desaparecido y yo he encendido la luz pequeña, y allí seguía él solo en esencia
pero no lo podía ver, seguía notando las caricias, ya no lo escuchaba cantar ni
tampoco lo podía ver físicamente, pero mi corazón se ha emocionado ¡increíble! Enseguida
le he dado las gracias y le he dicho “Bendito eres mi querido arcángel Uriel”,
entonces he notado como empezaba a acariciarme la cabeza en muestra como
respuesta de mis palabras.
¡Ojalá se hubiese mantenido más tiempo, pero al principio
estas cosas son así! Son pedacitos de lo que está por venir, eso mantiene mi
esperanza de que algún día veré a los Seres de Luz eternamente, como ya ocurre
en personas de este mundo que llevan más tiempo en este mundo que yo, ya que la
mayoría ronda entre los 60 años y los 30 años, al parecer soy de las más jóvenes,
con tan solo 24 años y teniendo estas experiencias maravillosas, ya que todo lo
que os hablo de los Maestros, Ángeles… son en base a mi experiencia y en base a
lo que voy aprendiendo poco a poco.
Como no podía dormir más, me he levantado he desayunado poco
porque estoy en una semana en la que me toca ayunar, la segunda del año que en
realidad son cuatro a lo largo del año, pero para nada son semanas juntas, la
primera fue en Febrero de este año. Entonces, he comprendido lo que estaba
cantando Uriel, las palabras que os he dicho equivalen en el punto en que dice
la canción recomendada de hoy “Santo, santo”, me estaba cantando esta canción
para calmarme ¡que hermoso!
Los ángeles siempre están con nosotros, a lo mejor no lo
creemos porque no lo vemos, pero ¿y si os digo que para creer hay que creer no
con los ojos físicos sino con los ojos del corazón? La Fe consiste en eso, en
confiar en algo que sabes que no vas a poder ver, si no abres tú corazón.
Espero que todas las experiencias que comparto con todos vosotros, os sirva de
lección para que entendáis las palabras de los Seres de Luz, que han venido y
están para AYUDARNOS.
Bendito sea el fruto del amor incondicional,
Bendito sea el amor hacia los hermanos,
Bendito sea el amor hacia los padres,
Que te dieron la vida y aquí estás,
Bendito sea el fruto de todo el amor,
Que alimenta el universo y a la Tierra,
Con el amor de Dios, de Cristo y de la Virgen María,
Amén.
Recomendación: El
Gran Yo Soy – Espíritu y Verdad.
HR.
HERO&Corporation.
No hay comentarios:
Publicar un comentario