Todos jugamos la vida como queremos, pero a veces tenemos
que admitir que nos pueden marcar goles que intentábamos evitar, pero al fin y
al cabo han ocurrido, ¿y porque esconderlo? ¡Hay que aceptar lo duro que ha
sido evitarlo, y que se ha jugado hasta que yo he perdido! La apuesta de este
gol, era arriesgarlo todo y si perdía tendría que abandonar esta parte del
juego, y quién ha perdido he sido yo y ahora, he dejado entrar en el terreno de
juego un nuevo candidato, que nunca ha jugado, pero tiene igual de ganas que
los otros dos que he enviado al banquillo, uno para siempre y el otro, quién
sabe…
A penas hace unas publicaciones atrás dije que la Estrella
que protege nuestro corazón raramente se equivoca, pues aquí tenéis ese momento
extraño en que la estrella también se equivoca y admite sus errores de
inmediato. Esta vez no bastaba con marcarme el gol sino que tuve que pasar por
el ridículo, admitir la derrota ha sido duro, un mes y medio lleno de preguntas
sin respuesta, miradas que significaban mucho más que no podía entender en su
momento, conversaciones ajenas que han ayudado y otras que lo han empeorado,
incluso llegar hasta tal punto en que ya la mirada, el corazón y la esencia compartían
ese hilo que apenas quería hacerle caso, ¡Admito que me cuesta perder, pero no
tengo mal perder! Pero un buen y fiel amigo mío que lo quiero muchísimo, me
dijo en su día “A veces va bien tener más de un AS en la manga, por si acaso”. Un
consejo que ahora mismo acato a la perfección, como nada estaba seguro, pues
siempre pueden entrar más jugadores a jugar en esta cancha, digo yo…
Cuando te equivocas lo mejor que puedes hacer es admitirlo y
una vez hayas hecho esto, los demás pasos vienen solos con el tiempo. La
injusticia a veces se ve recompensada pero esta vez que sea el destino quién lo
decida porque yo sigo mi camino hacia adelante, mi corazón me habla, el
universo está charlatán últimamente y después de varias semanas reflexionando,
sigo adelante con mi camino, pero no con quién pensaba que estaba en este
camino hasta ahora. Hay que mirar para el frente y seguir caminando, a mí nadie
me detiene, ¿qué me he equivocado? ¡No importa, ya habrá algún momento para que
pueda conseguir lo que busco sin saber lo que busco y esa vez no será ningún
error!
Todo viene por una razón se queda por una razón y se va por
una razón, no le puedes obligar a la razón que se quede cuando ya se la ha
terminado todos los billetes, porque no podrá volver, hasta que no vuelva a
comprar un nuevo abono, si es que para esa razón tiene una segunda oportunidad.
Y si no lo tiene, hay mil millones de estrellas en el universo, alguna te
pertenecerá en algún momento, ¡no te desanimes! La paciencia no es mi gran fruto,
pero la perseverancia me envuelve todo el alma, y sé que cuando una razón es
buena, y a veces hay ciertos momentos que no son los adecuados, como por
ejemplo tener consciencia del tiempo que pasa entre el flechazo y cuando le das
la chance a alguien que te importa, quizás habrá pasado un par de años entre
una cosa y otra, y te habrá visto en algunas ocasiones que no eran las
correctas, y el chico se ha quedado esperando y esperando y esperando… esa es
la razón por lo cual su próximo billete tendrá validez con el tiempo o quién
sabe.
Durante mi vida me habré equivocado muchas veces, pero sé cuándo
una razón es buena, pero ahora mi billete no tiene validez, y no me importa,
tampoco esperaré, solo sigo mi camino, yo me enamoro de almas no de tiempos
ilimitados. Sigue remando tu vida porque algún día llegarás dónde tú ni
siquiera sabes dónde quieres llegar, pero sigue remando, no te quedes atrás o
los rápidos te engullirán, sigue remando o todo lo que ves y lo que tienes
desaparecerá, sigue remando direcciona tú barco y encuentra un muelle pero
nunca dejes de remar, porque solo se te permite parar una vez y es cuando te
visita el barquero Caronte a pedirte las dos monedas para llevarte al
inframundo. No pares de remar, el camino es largo pero para nada aburrido,
gritarás, llorarás, te sentirás invencible, a veces querrás parar, pero no
debes dejarte engañar, haz como yo ¡Enamórate de la vida hermosa! Porque en
este barco que empezaste a navegar cuando recién salías del huevo, tiene muchas
aventuras para mostrarte y deberás aprender de ellas todo lo que la vida te
muestre.
Yo ayer la vida me mostró que no siempre salen las cosas
como uno piensa, eso quiere decir que aunque te lo curres meses y meses,
siempre llega ese rápido que no lo habías visto llegar y te martiriza tu
estabilidad. Es injusto, ¡lo sé! Pero no dejo de remar, sino es ahora quizás
sea en otro momento, si él me vio así, ahora me debe tocar a mí, ¿no? Pero durante
este tiempo he podido ver la conexión que hay, así que me voy tranquila a probar
por otro río mientras que el suyo sea igual de aventurero que el mío, ya nos
encontraremos al final de esta separación de ríos, a ver qué tal irá todo lo
que ahora no tenemos, o pienses que la única conexión es lo único que nos
queda. Pero te veo después de este pequeño viaje, algún día pasará, no lo digo
yo, sino los de allí arriba, el querido y amado universo que está charlatán y
nadie le puede hacer callar la boca, y tú ya lo sabes.
Recomendación:
Infinity – Heart of
Eternity.
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HERO&Corporation.
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