lunes, septiembre 12, 2022

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 155 [2T]

 

Bilbo estaba contento, porque íbamos a uno de sus lugares favoritos aunque la hora en la que íbamos había demasiada gente, así que solo pasaríamos por allá y nos iríamos por el paseo a caminar. Había quedado con el Chela en frente del ayuntamiento que estaba en la plaza Frà Bernadí mientras que bajaba por las escaleras de la plaza de Dalt Vila empezaron los nervios y un poco la incertidumbre, había esperado tanto tiempo que no me lo podía creer, parecía cómo si realmente todavía no hubiese llegado ese día tan importante para mí.

La plaza Fra Bernadí era realmente interesante, en medio había un lago y debajo de las bóvedas casi pareciera que estuvieses de viaje en el tiempo, por lo menos unos 200 años o así. Delante de la puerta del ayuntamiento había un chico castaños, con los ojos color cafés y una sonrisa brillante, vestía con una chaqueta de cuero y tejanos, me acerqué a él, pensaba que podría ser él, pero antes de que llegase él ya me vio y se puso a caminar hacia a mí.

-        ¡Hola Laia! Soy Pablo, te voy a estar enseñado durante los próximos tres meses cómo trabajamos las guardias en la unidad, déjame que te de la bienvenida a la unidad.- dijo levantando la mano derecha, manteniendo todo el tiempo la distancia de un metro.

-        ¡Hola, gracias!- dije contenta pero algo tímida.- disculpa pero ¿cuántos años tienes?- le dije.

-        Cumplo 16 en un mes.- respondió enseguida.

-        Genial.- dije como cortesía.

-        Em… ¿vamos?- preguntó señanlizando hacia al final de la plaza.

-        Sí, claro.- dije.

Empezamos a caminar, pero él se quedó mirando al Bilbo.

-        ¿Y ese perro?- preguntó Pablo.

-        Oh, se llama Bilbo, es mi perrito. Es la única excusa que tengo ahora para poder salir de casa… ¿es un problema?- dije.

-        No, no tranquila. Entiendo que para ti es más complicado salir… ¿tienes 9 años verdad?- preguntó amablemente.

-        Aún no, en dos meses.- dije.

-        De acuerdo. ¡Vamos!- dijo.

Pablo me enseñó lo importante que era mantener el equilibrio de la vegetación del paseo del río Ter. Presté con mucha atención, cómo él me iba diciendo lo que se suponía que tendríamos que hacer.

-       


Por el momento te encargarás de que todos los árboles mantengan el equilibrio energético. Los demás de la unidad, nos vamos cambiando los caminos, cada día hacemos un camino diferente, tenemos mucho que hacer en realidad. Porque energéticamente las personas necesitan nuestra ayuda constantemente, aunque no sepan quienes somos y no vamos de uniforme como la policía, los demás necesitan sentirse protegidos y estables energéticamente. Porque si no fuese así, el equilibrio sería horrible y después ¿cómo podrían hacer cosas las personas a lo largo del día?- explicó Pablo.

-        Entiendo, me encargaré del mantenimiento energético. No hay problema.- respondí aceptando responsabilidades como una adulta con cuerpo de niña.

-        Hasta Abril, te estaré acompañando yo. Luego pasarás una prueba con nuestro capitán y él decidirá si puedes encargarte solita de esto.- dijo Pablo.

-        ¿Más pruebas?- pregunté.

-        Es para asegurarnos de que cumples con lo requerido. Pero este trabajo es muy independiente, solo en casos excepcionales tendrás compañía, el resto harás el trabajo solita.- respondió.

Entonces miré hacia mi izquierda dónde estaba Uriel, tenía la manía de mirar allí, normalmente cuando lo hago sé que con quién me acompaña no puede verlo, pero Pablo miró a Uriel.

-        Pero tú ángel de la guardia cuenta como compañía, no tendrás ningún problema en eso, ¿verdad Uriel?- dijo Pablo al mirar a Uriel.

-        Claro. Yo la estaré acompañando. – respondió Uriel.

Nunca me había pasado en la superficie de 3D era algo extraño, normalmente hablar con tú ángel guardián es algo bastante privado, pero me gustó que él también lo viera, estaba claro que era mi primer trabajo con una visión muy abierta al futuro y al universo.

El papel de Uriel en esto era básicamente recopilar los datos y ser testigo de que estábamos realizando el trabajo, por eso enseguida que nos pusimos a andar por el paseo del río, él sacó un pergamino y su pluma para empezar a tomar apuntes. Empezamos reconociendo el terreno, es decir, caminábamos desde el embarcador hasta el puente del tren, sintiendo la energía de los árboles, era increíble porque cuando haces esto, es cómo si tú energía de la gran manzana, es decir el aura pero ampliada, se conecta con el aura de los árboles y puedes incluso escuchar sus historias o lo que comentan sobre la gente que pasea por allí, pensando las personas que nadie les escucha, pero los árboles sí que escuchan y quieren ayudarte por eso comparten una parte de su energía contigo, porque con esa pequeña aportación, una persona pueda solucionar sus problemas.

-        ¿Alguna vez alguien te ha preguntado porque cuando uno sale a caminar acaba teniendo buenas ideas o las ideas más claras que si se queda en casa dándole vueltas?- me preguntó Pablo.

-        La verdad es que no lo entiendo porque sucede.- respondí ignorante de mí.

-        Porque los árboles te ayudan a que encuentres la solución a los problemas. Cuando comparten una parte de su energía contigo, tú les das una parte de tú energía que ya no necesitas, y es cuando de repente, te viene una idea muy buena que la acabas llevando a cabo.- respondió sin dejar de fascinarse por los grandes árboles.

-        ¡Los árboles son mágicos!- dije fascinada también admirando cada árbol.

-        ¡Son lo más!- dijo Pablo.

Mientras que íbamos hacia el pabellón, delante del monumento Victoria escuché cómo alguien me saludaba, pero en ese momento estábamos los tres a solas, me detuve a mirar quién me estaba saludando pero no vi a nadie.

-        ¿Qué pasa?- preguntó Pablo.

-        No, nada… juraría que había escuchado a alguien… no sé… una voz de hombre desconocida que me estaba saludando… seguro que me lo imaginé…- dije mientras volvía a caminar.

-        ¡No, espera!- exigió Pablo, me mostró una mano y yo simplemente me detuve.- ¿dónde lo has escuchado?- me preguntó.

-        Aquí… en este monumento.- dije.

Pablo regresó hasta el monumento, me fui a su lado, nos quedamos en silencio, pero nadie decía nada.

-        Saludale tú, a lo mejor solo te contestará a ti.- dijo Pablo.

-        ¿Hola?- dije, no esperaba respuesta.

-        ¡Hola!- escuché.

-        ¿Lo has oído?- le dije a Pablo.

-        Si… viene de aquí.- dijo mientras se iba a la baranda.

Le seguí, quién nos estaba hablando era un árbol que estaba a la orilla del río, en un lugar no abierto al público, pero que se podía escuchar sin problemas.

-        ¿Quién eres?- le pregunté.

-        Mi nombre es Raiku, es un honor poder verte, Laia. Entre las hadas no hablan más que de ti… - respondió el árbol.

-        ¿Las hadas?- repetí retóricamente.

Entonces vino una hada dónde estábamos se quedó delante de nuestras narices, se detuvo un poco el movimiento que suelen hacer es relativamente muy rápido, se sostenía en el aire gracias a las alas de luz que tenían en la espalda.

-        Es un placer conocerte, Laia. Mi nombre es Otaku, soy la guardiana de este reino elemental y Raiku es el gran guardián de nuestro hogar. – dijo la hada.

-        ¡Wow! No llevas ni media hora y ya el reino de las Hadas ya te hablan. ¡No lo había visto nunca! Ni a mí lo han hecho todavía… y llevó como tú trabajando en esto.- dijo Pablo flipando.

-        Gracias Otaku.- dije con una sonrisa de cortesía.

Algo me temía que esa presentación de las hadas provenía por culpa de mí origen espiritual, que aún lo tenía muy confuso en mi mente, pero demasiado claro en mí corazón.


Ese primer día de trabajo fue tan hermoso que esperaba con muchas ansias que llegase el siguiente día, que fue también mágico. Tal como Pablo había dicho, siempre estaría por el río, aunque por primera vez tuve que hacer el papeleo de todo lo que había hecho durante mis horas de guardia. Para ello, tenía que viajar a 5D una hora antes de lo habitual para hacer el informe.

-        Toma Gabriel, estos son mis apuntes que he recopilado durante su primera guardia, tienes que ayudarla a completar sus primeros informes, y luego la acompañas hasta el metro, ya que tiene que ir a clase. ¿De acuerdo? – le decía Uriel a Gabriel a las once de la noche, mientras que yo ya me metía en la cama ese día, mi madre no entendía nada. Nunca me había ido tan pronto a la cama.

Gabriel aceptó el pergamino y se puso a leerlo, arrugó la frente.

-        Uriel ¿tú aprendiste a escribir o esto es una psicofonía? ¡No se entiende nada!- se quejaba Gabriel, a mí me hizo gracia.

-        Es mi letra, no queda otra.- respondió Uriel, cuando ya estaba en la puerta para irse.

-        Para la próxima piensa que los “inteligentes” tenemos que leer tus informes, ¿vale?- dijo Gabriel en plan broma, volví a reír.

Uriel arrugó la frente y los ojos y luego se despidió. Me volví a quedarme a solas en mi habitación con el arcángel Gabriel, dejó el pergamino encima del escritorio y se sentó a los pies de mí cama sin dejar de mirarme.

-        ¿Cómo te ha ido?- preguntó Gabriel.

Simplemente sonreí y empecé a explicarle el día, mientras que me tumbaba en la cama mirando al techo ilusionada por lo bonito que había sido todo, pero Gabriel lo notaba que estaba un poco incómodo.

-        Tumbate conmigo.- le dije.

-        Vale.- respondió Gabriel.

Sin pisarme las piernas, se colocó en el lado de la pared, se tapó conmigo con el edredón y colocó su cabecita hermosa en el almohadón. Yo miraba al techo, pero de reojo pude ver que me miraba todo el tiempo con una media sonrisa, escuchando con atención lo que le estaba diciendo. 

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viernes, septiembre 09, 2022

El Porvenir De La Vida

 

Los traumas brotan como si no tuvieran nada más interesante que hacer… cuando pienso que ya he superado uno, detrás en vez de venir la paz, llega otro trauma más que tengo que poner conciencia. A veces, en situaciones así, me maldigo a mí misma por ser tan inconsciente en el pasado, en otras vidas dónde me olvidé por completo de dónde es mí origen divino. Pero me compensa cuando pienso en el gran regalo que hay detrás de todo esto, la oportunidad de ascender y de plasmar en esta dimensión a nuestros hermanos Seres de Luz.

Ser parte de esta magia, me hace sentir más viva que nunca, aunque las dudas no cesan así como así, cuando tengo que seguir esperando resultados del universo, simplemente mientras que sigo con mis quehaceres, mantengo la fe y la confianza en el universo, porque sé por experiencia propia que NUNCA me han fallado. El universo está hecho de otra pasta muy diferente a los humanos, por eso NO FALLAN a nadie. Lo que nos cuesta es entender que las cosas llegan cuando tienen que llegar, la humanidad no le gusta ni esperar ni mucho menos tener que seguir trabajando como si nada. Cuando a un humano le ocurre algo, quiere entender enseguida una explicación para poderse establecer en su propia línea temporal, solo necesitan una sola explicación que sea lo considerablemente razonable, para no perder la cabeza, que es en verdad lo que más miedo temen.

La humanidad sabe cuál es el resultado final si pierdes la cabeza, ahora ni hace falta que te encierren acaso que seas un peligro para la sociedad, pero una visita al psiquiatra te la llevas. Yo solo he estado una sola vez al psiquiatra y les juro que jamás tuve tanto miedo como esa visita, el antes, el durante y el después… El sistema sanitario cambia tanto como le dé, que una vez cuando buscaba una cita para ir al psicólogo, la doctora me dijo que primero tenía que pasar una revisión con la psiquiatra. Literalmente ME CAGUÉ. He estado en muchos psicólogos en toda mi vida (tampoco tantos, solo cinco en 29 años que tengo actualmente, en momentos en que pareciera que mi mundo cambiase demasiado), pero en el psiquiatra NUNCA.

Tengo que reconocer que el problema que me sucedía, fue porque en el trabajo de la ORDEN DE SAN MIGUEL la cagué tanto que me mandaron a terapia y me apartaron del caso en el que me encontraba infiltrada. ¡A tomar por saco 3 meses de misión infiltrada a la basura por una trampa del propio INSECTOIDE! Pensaba que era más estúpido, pero ¿a quién quería engañar si estábamos intentando atrapar al causante principal de la GUERRA DE ORIÓN? Que por cierto, sigue en busca y captura.

Si intentase explicarle esto sin olvidarme de ningún detalle al psiquiatra, lo único que vería ahora sería una ventana con rejas en algún hospital en medio de la nada, drogada hasta las cejas a merced de unos doctores que harían experimentos bajo el consentimiento de la corte. No tuve más remedio que suavizarle la historia, para no terminar mal, y cuando pasé la visita ella me recagó con el diagnostico que ya lo compartí muchas veces… ¡inocente de mí! Porque me dijo que yo “tendía a sobredimensionar la realidad en la que vivía simplemente por intentar encajar y llamar la atención”. ¡Nunca quiero llamar la atención! Mi privacidad es SAGRADA y prefiero estar sola que acompañada de personas que no saben dar buenos consejos en equilibrio o sin pensar en ellos mismos y en nadie más… ¿se han preguntado porque mis amistades siempre son mayores que yo? Por eso, porque la gente de mi generación, anda muy mal emocionalmente ni se percatan de lo que es tener emociones… la mayoría son egoístas pensando que sus carreras y sus vidas son más importantes que ayudarse entre todos y hacerla juntos. Sinceramente, tanto egoísmo me hace retirarme de ellos, aunque les podría dar una lección, el universo sabe que no es el momento, pero ya llegará.

No necesito a una persona que me de consejos que me hagan dar más vueltas a la rotonda de la vida sin encontrar ninguna salida. Porque si yo te pido consejo, es porque ando perdida en algún tema y si no tienes ni puta idea… mejor me lo dices y yo me busco a alguien que si, ¿saben qué hacen para no sentirse solas? Me mienten. Yo nunca les miento, pero ellos a mí sí, y a veces con cosas que debería ser delito. Ni se imaginan las veces que me han mentido con un embarazo… hubo una chica en 2015 que conocí que me dijo que estaba embarazada de su novio de su momento, yo le apoyé en todo, pero ella me mintió todo el tiempo… me pedía que no se lo dijera a nadie, y la respeté hasta que fuera el momento, pero es que pasaban los meses… y tampoco decía nada, de hecho ni tenía barriga de embarazada… hasta que pasaron nueve meses y diez meses y no había bebé por ningún lado. Pensé que lo había perdido, pero lo cierto es que me enteré que NUNCA estuvo embarazada (ni lo perdió porque ni lo estaba y seguía mintiéndome). Me sentí como el culo, esta chica tenía dos o tres años menos que yo, por un momento pensé que tendría sus motivos, pero con algo tan gordo, era imposible mantener una amistad.

Me han llegado a hacer tantas putadas en mi infancia y la adolescencia en el colegio, que quizás por eso que ahora tengo esta madurez emocional y esta conexión tan especial con los ángeles, que además trabaje con ellos en el lado dónde me convierto en Maestra y no en Alumno. Pero la he pasado tan mal, que a veces me siento muy desplazada socialmente… miren, durante estas fiestas en Manlleu me di cuenta de una cosa, veo a las personas con las que compartí clase ahora, y aunque sean seguidores de mí contenido y que en algunas ocasiones aparezcan en Xauxa para colaborar en la energía del puente a sus formas… no me siento parte de ellos, a su lado me siento una completa extraña que además está fuera de lugar.

Cuando veo en sus redes que quedan y hacen sus comidas de grupo de clase y a mí, ni se inmutan en invitarme… me doy cuenta de cual es mí papel aquí. Si cuando estábamos en clase no me querían, ahora tampoco, entonces me pregunto ¿Por qué siguen mí contenido entonces o vienen a Xauxa si no les importo? No lo digo para dar pena esto, ¿eh? Solo por si lo están leyendo y sepan que aparte de parecer extraña y de otro “planeta”, estoy aquí como humana, viviendo experiencias como ellos, no muerdo pero tampoco tolero a los mentirosos e idiotas que se hagan los cancheros conmigo ¿saben? Aquí me debería aplicarme la norma “más vale estar solo que MAL acompañado”. Pero si ustedes me pusieron en el papel de GUÍA, se estan perdiendo a una persona importante en sus vidas… si tanto me dicen que de mayores quieren ser como yo… NI SE APLICAN NADA… está claro que habla el alcohol y la verdad duele ¿saben? ¡TENGO SENTIMIENTOS!


No es nada fácil vivir, viendo, escuchando y trabajando del lado de los ángeles, ayudando a 38.000 personas al día con cualquier cosa que compartimos, por los cuales directamente cada día ayudamos a 200 cara a cara. No es fácil, tener visiones, viajar en el tiempo, recordar vidas pasadas, tener que renunciar a tú carrera profesional de artista para convertirme en terapeuta emocional y cuidadora de este mundo hermoso. No es fácil que mis obligaciones en este tiempo sean, cuidar y escuchar al planeta, ver que puedo parar la lluvia, sentir una tormenta eléctrica en mí corazón y verla en el cielo plasmarse. No es fácil vivir sabiendo que si pasas por un bosque los árboles te hablan, se te aparece algún duende, hada o incluso los dragones protectores. No es fácil, tener que enfrentarse a asesinos, vecinos de las estrellas hostiles, subirte a una nave del Comando Ashtar y viajar a Orión para hablar de leyes con el Consejo del Karma y el Dharma (se llama Horacio el jefe). No es fácil, arreglar la genética de las familias heridas y rotas en viejas batallas y guerras del pasado para ser mejores versiones de sí mismas cada día.

Nada de esto es fácil, incluso curar a personas con cáncer con tan solo hablar de sus emociones, y ver algunos que mueren por no haberlo intentado. Tengo una vida muy diferente, no pago hipoteca, ni luz, agua, gas, sigo viviendo con mis padres, pero con tan solo 29 años de edad he salvado al mundo más de cinco veces, el universo solo una vez y a muchas personas más de 10.000 por lo mínimo. ¡Quizás no he ido a la universidad todavía y siga en Bachillerato a ratitos! Pero… mis prioridades son estas, cuidadora de mundos. Y yo les pregunto… ¿era necesario HACERME LAS PUTADAS QUE ME HICIERON EN EL PASADO? ¡Quiero sanarlo y no puedo si ustedes no están por la labor! 

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lunes, septiembre 05, 2022

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 154 [2T]

 

“La magia existe” es lo que me repetí en mí cabeza, porque volver a ver al Titi tan radiante sabiendo que hacía tres días estaba postrado en una cama, conectado a una mascarilla de oxígeno, tosía todo el tiempo y además casi no tenía voz, se le caía el pelo a mechones y sus brazos que siempre habían estado super musculosos de levantar las piezas de madera de la empresa de carpintería que él mismo había creado junto a sus hermanos, estaban tan hechos polvo... ¡Estaba tan radiante que no se le reconocía que había estado tan mal! Quizás había interpretado el papel más importante de su vida, que realmente se merecía un Oscar, porque realmente parecía otra persona pero era él mismo todo el tiempo.

Seguía pensando que la forma en cómo había permitido que sus hermanos sufrieran su pérdida, era la más horrible que podría haber escogido. Le respeté en el último momento, pero justo aquí, en esa playa tan bonita, pensé que ellos también tenían el mismo derecho de estar igual que yo. La diferencia, era tan abismal que a simple vista no se podía ni ver, el único requerimiento para poder estar allí en esa playa, era pensar que la muerte humana, solo es un paso más hacia la eternidad y no el final de todo. Algo que mí familia les costaría tres riñones reconocer que una persona puede tener vida eterna después de morir, y que además los vuelves a ver una vez ya están muertos, si transmutas la vieja creencia cristiana dónde las almas que mueren se reencuentran con Dios una vez que llegan al otro lado.

Ese paso, por primera vez reconocí que mí familia no estaba preparada para algo así, pero de alguna forma yo había nacido muy diferente ya que los ángeles me estaban permitiendo compartirlo, porque sabían que algún día, podría contarles tanto a ustedes, como a mí familia, cuando todo llegase a su debido momento. En la actualidad mí familia siguen pensando que morir es el final, pero algunos ya han tenido sus primeras experiencias con sus ángeles guardianes y son experiencias que les gustaría volver a repetir.

El Titi flotó con sus alas paradas en el aire hacia dónde me encontraba y después ligeramente rebajó su altura hasta remojarse los pies en la orilla justo delante de mí. No podía evitar mirarle a los ojos marrones que le brillaban como si se los hubiese untado con miel, ¡eran monísimos! Él me sonrió y colocó sus manos encima de mis hombros, parpadeó lentamente como un gatito cuando se siente a gusto con alguien.

-        Me alegro de verte, Laia. – pronunció, su voz parecía que estuviese soñando automáticamente me puso los pelos de punta, pero no me sentía aterrada, más bien todo lo contrario, la curiosidad era tan grande que quería saber más.

-        Titi… estás… ¡radiante!- le dije.

-        Siéntate afortunada que estés hoy aquí, en mi ascensión. Tengo que decirte algo importante que debes saber, pero antes me debes prometer una cosa, ¿vale? – me preguntó.

Dije que si con la cabeza, me faltaban las palabras. Él se acercó a mi oreja derecha para susurrarme.

-        Cuida de tus tíos, especialmente de Rafalé. Estaré un tiempo fuera, pero te prometo que volveré, y cuando lo haga, me podrás ver. – susurró el Titi y luego se separó de mí oreja, me sonrió esperando una respuesta.

-        Sí, cuidaré de ellos.- le respondí.

-        Sé que mi ida no te gusta, pero ha llegado el momento para que empieces a crear tú camino en esta nueva vida que elegiste venir. Tus misiones de vida te esperan, pero aquellos que falsos se pronuncien, te intentarán hacerte perder la razón. Recuerda quién eres, y lo demás simplemente estará conectado. – dijo el Arcángel Humiel.


Entonces el cielo se abrió con una luz muy intensa que cegaba al principio, las nubes eran blancas y entre ellas se veían ángeles que se escondían. Humiel se alejó de mí, miró a los demás ángeles que siguieron cantando en Arcturiano mientras que empezaron a hacer ritmos con las manos, tal y cómo Gabriel me había dicho, copié lo que hacían, aunque el cántico no lo podía reproducir. Humiel simplemente alzó sus manos hacia el cielo y sin dejar de mirarnos, y con las alas en reposo, empezó a alzarse, primero lentamente y después más rápido hacia las nubes de esa luz blanca anaranjada divina. Se me escaparon un par de lágrimas, ¡era tan bonito!

En cuanto llegó Humiel dentro de esas nubes, simplemente desaparecieron en un segundo y las estrellas volvieron a brillar como si nada hubiese ocurrido. Los ángeles se quedaron en silencio, hasta que uno gritó de alegría y los demás se pusieron muy felices y empezaron a saltar, me uní a ellos, entonces brindamos con un jugo de frutas y lo último que recuerdo fue estar con Gabriel con los pies en la orilla, hablando un ratito más.

Al día siguiente me desperté con una sonrisa de oreja a oreja, me fui al colegio muy diferente, incluso me quedé a almorzar en el colegio. A las cinco me tocaba estar con mi abuela, y a la noche al llegar a casa, me encontré con una cajita encima de la mesita de la salita.

-        Laia, hemos empezado a desvalijar la habitación de tu tío y nos hemos encontrado esta cajita con una carta que va a tú nombre.- dijo mi madre, me dio la carta y me puse a leerla.

La carta decía “cuida de ella tal y como te prometí que hiciera hace 12.000 años, ahora vuelve a tú familia. Ha sido todo un honor ser el guardián de tal obsequio sagrado. ¡Que Horus nos bendiga a todos! Atentamente, el Titi”.

Me puse tan contenta que agarré la cajita y la abrí, era el catalejo de Horus que me había cuidado por tantos milenios. Volvía a mis manos y como es un objeto muy importante, le tuve que meter en un lugar especial en mí propia habitación que no diré dónde está.

Empezaron a pasar las semanas, el colegio parecía que todo era normal, el Bullying cada vez tenía más protagonismo, me quedaba sin recreo casi todas las semanas y mientras que los demás disfrutaban en el patio, yo me encontraba en el comedor charlando con la hermana Juana. Una anciana mujer muy dulce, de pelo canoso corto, llevaba unas gafas de pasta negras, siempre iba con una Rebequita roja debajo una batita verde, como si todavía estuviese ejerciendo de maestra titulada en la Universidad Autónoma de Barcelona, pero lo cierto es que se jubiló a partir del curso 1997-1998, cuando yo estaba en P4.

En ese colegio todavía quedaban seis hermanas, y eran las siguientes: La hermana Montserrat, que era la más anciana y la que impartió clase a mi madre hacía mucho tiempo, era un amor de hermana, muy simpática, atenta y amorosa; la hermana Patrocinio, que ya les conté como era, de las que menos que te quisieras encontrar; la hermana Sofía, una anciana que ya no vivía en el colegio pero que cada tarde venía y siempre me regalaba caramelitos de naranja, muy bonita y con grandes ganas de escuchar a los más pequeños; la hermana Juana, es la que les he explicado recién; la hermana Assumpta, era la directora del centro y finalmente la hermana Inmaculada, ella impartía a niños con problemas cognitivos en ese tiempo.

-        En este colegio cuando vine a trabajar aquí, éramos hasta 16 hermanas, pero los tiempos cambian y ahora solo quedamos seis, aunque solo vivamos tres todavía en el centro, las otras viven en sus casas, incluso la hermana Sofía llegó a casarse y tuvo dos hijos, pero después agarró los hábitos y se quedó con nosotras.- me explicaba la hermana Juana.

-        ¿Qué requisitos había para ser hermana del colegio?- le pregunté curiosa de mí.

-        Tenías que ser monja, Joaquina de Vedruna era monja de clausura en un comienzo, luego se cambió de congregación y empezó a ayudar a los niños que no tenían educación, por eso fundó el colegio de hermanas, para ayudar a los niños a tener una vida mejor, bajo las reglas de la religión cristiana, que Dios en su gloria misericordia nos ha propiciado.- respondía tras santiguarse.

A pesar de ser monja, ella me dijo que había estudiado Química en la universidad autónoma de Barcelona.

-        ¿Cómo es la relación con Dios?- le pregunté.

-        Hay un Dios que nos cuida todo el tiempo, pero yo siento que hay mucho más que no conocemos, yo soy una mujer de ciencias, la química es mi gran pasión. Creo que entendiendo a la Química puedo entender a Dios, cómo nos ayuda y cómo nos ha creado.- explicó.


Las demás monjas se aferraban a la Biblia y no había quién las sacase de allí, pero ella era diferente, hablaba por primera vez de la metafísica (es lo mismo que hablan los ángeles, la unión entre Ciencia y Fe). Me dejó muy abrumada pero encantada de hablar con ella en esos ratitos de penitencia, más bien, deseaba estar así simplemente para entablar una conversación de este tipo con ella.

-        Yo tengo Fe en Dios, pero también tengo preguntas que debo resolver en mí camino. ¿Sabes lo que decía un gran filósofo llamado Sócrates?- yo decía que no con la cabeza y ella proseguía.- decía que un alumno aprende cuando empieza a cuestionarse él mismo el origen de la vida y encuentra él mismo las respuestas. Con eso quería decir que, el papel del maestro es solo un guía y no una verdad absoluta o mejor dicho una sola forma de hacer algo, cuando existen tantas formas de hacer muchas cosas, ¿comprendes?- dijo la hermana Juana.

-        Claro, puedes aprender matemáticas sumando dos más dos, o puedes aprenderlas haciendo algún encargo como por ejemplo, ir a comprar.- respondí.

-        ¡Exacto! – dijo con alegría.

-        Me siento igual que tú, pero en mi caso, es como si tuviera una conexión y mucha Fe con los Ángeles.- le dije.

-        ¡Oh, siéntate afortunada porque no todo el mundo conserva esta conexión!- expresó ella tan bonita y hermosa que parecía un ángel en esta dimensión.

-        Si, eso comentan algunos ángeles.- reí y ella también se puso a reír.

Finalmente llegó el día de mi Santo, ese día fue el primero que estaba esperando por tanto tiempo, fue el día en que regresé después de 76 vidas a ser parte oficial de la unidad 23 de la Orden de San Miguel.

Estaba realmente nerviosa, porque eso significaba que a partir de ese momento todas las personas, animales, plantas y minerales que vivían en Manlleu, estarían bajo mi protección, creo que en ese tiempo Manlleu tenía 18.000 habitantes. Fue algo muy importante, de hecho para cualquiera que regresa a este trabajo es muy importante, me había pasado solo 1.500 años fuera de la unidad, la última vez que estuve me habían dicho que tenía mucho que ver con una guerra que pasó en nuestra galaxia que en ese instante no recordaba que hablaba del fin de la guerra de Orión.

Me levanté de la cama, me preparé para ir al colegio, fui a la escuela con un entusiasmo bastante extraño sabiendo que la Laura sacaría alguna excusa para intentar bajarme esas expectativas que tenía, me quedé a comer en el colegio y luego a las cinco me fui a mi casa. Mi abuela estaba de viaje por Holanda durante esa semana, así que me tocaba estar en casa, los días que no tenía que ir al Tripijoc.

-        Mamá, ¿puedo salir a pasear al Bilbo por el parque del Ter?- le pregunté.

-        Claro, vigila al cruzar la calle, ¿de acuerdo?- respondió.

-        Si mamá a las siete regreso.- le respondí ya en la puerta.

Cerré la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, porque tenía que irme al parque del río a encontrarme con un chela (un compañero de trabajo, así nos llamamos) de la unidad 23 de la orden de San Miguel Arcángel. Mí primer día de trabajo, estaba tan solo empezando, a partir de ese momento oficialmente era una guardiana activa para proteger este mundo y para lo que le venía encima.

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El Espejo De Mí Vida - Capítulo 205 [3T]

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