viernes, agosto 13, 2021

El Espejo De Mí Vida - Capítulos 99 y 100 [Fin 1ª Temporada]

 Capítulo 99:

El Titi empezó a toser bastante cuando llegamos a la cuarta planta, yo en cambio me sentía algo cansada pero me gustó subir tantas escaleras. Al llegar, vi al Alfonsito, Rafalé y por sorpresa estaba mi tito Juan y mi tita Trini que habían venido des del Prat de Llobregat en tren. Después de saludarnos, nos fuimos hacia uno de los cuatro pasillos, casi llegar al final nos fuimos a la izquierda, llamamos a la puerta y entramos. En la habitación estaba mi abuela en la cama con el oxígeno durmiendo, tenía otra compañera de habitación, quién le acompañaba era mi tita Julia a su lado estaba el Padre de Aros, a los pies vi mi prima Laura.

Nada más entrar, me sentí mal energéticamente hablando, había una densidad y un olor tan horrible que mi cuerpo me pedía salir de allí. Pero mi mamá me agarraba de la mano y tenía que darle un besito a mi abuela en la frente sin despertarla. De fondo se escuchaba el pulsímetro como le estaban monitoreando el corazón, era algo bajo menos de 70 pulsaciones por minuto en reposo.

-        Titi…- dije con muy pocas fuerzas.

Pero no me escuchó, fui para agarrarle de la camisa blanca de manga larga que llevaba, pero me esquivó sin querer, ni me vio. Le di un beso a mi abuela, me alzaron para hacerlo porque llevaba las barandillas puestas y además estaba atada en la cama. Los hermanos se pusieron a charlar, intentando no despertarla, pero el chiste de mal gusto que dijo el padre de Aros, la despertó y además me dio tanto coraje que le miré directamente a la cara, sabiendo que nunca le hacía eso porque me daba cosa mirarle directo. Su mirada y la mía se cruzaron con fuego, como si un universo estuviese en guerra, luego miré la puerta y le miré a él.

-        Me voy al pasillo.- dijo descaradamente el padre de Aros.

Le seguí con la mirada y mi padre me vio que lo miraba.

-        Mejor vete…- susurré.

Su energía de demonio, ambientaba la habitación provocándome ese mareo tan fuerte que sentía, cuando se fue al pasillo, esos síntomas empezaron a cesar. Desde hacía un tiempo que me había dado cuenta de que podía sentir las emociones de los demás sin tener la necesidad de preguntarle nadie cómo se siente, por eso sentía que todos estaban muy densos por la presencia del padre de Aros.

-        ¿Qué hago para ayudarles, Dary?- dije telepáticamente.

-        Piensa en tú corazón e igual que una radio emana tu frecuencia a la habitación.- dijo Uriel susurrándome en la oreja.

Había aprendido a hacer eso en IÓN, pero no me salía muy bien, siempre había como un obstáculo que me impedía hacerlo. Así que me concentré bien en el latido de mí corazón, miré a los demás familiares y me concentré en intentar visualizar el latido del corazón de los demás. Poco a poco con mis ojos vi como des del pecho salían unas cuerdecitas que se unían con mi corazón. Era el latido de ellos, que estaba curiosamente muy alterado, en cuanto se unió al mío, sentí esa alteración dentro de mí.

-        Ahora relájate y observa, mi amor. – dijo Uriel, también observaba eso.

Empecé a pensar en momentos graciosos todos juntos como familia, en aquellos en que empiezan a contar historias graciosas y finalmente nos descojonamos todos de la risa sin motivo. También pensé en un abrazo de la familia, en las muestras de cariño que nos hacen felices en nuestras reuniones, y finalmente pensé en lo unidos que estamos como familia y lo divertidos que somos cuando nos juntamos.

El latido fue cesando y la vibración del miedo desapareció por completo y empezó la buena onda.

-        Mamá, pronto regresarás a casa y podrás seguir disfrutando de tus canales de televisión favoritos, al mismo tiempo que revientas el plástico de burbujas con las yemas de tus dedos.- decía el tito Juan.

Entonces mi tita Trini empezó a decir algo gracioso y lo que sentía dentro de mí en el latido del corazón, simplemente se materializó de tal forma que me dejó muy sorprendida. En cuanto vi que ya no tenía que unirme más al corazón como piña que somos, simplemente desconecté los puntos y la buena onda se quedó entre nosotros. El Titi me miró y me guiñó el ojo, comprendí que esa era su forma de darme las gracias, por primera vez me había funcionado, supongo que a veces cuando estas en una situación real, la concentración aumenta cuando sabes que de ti dependen la vida de muchos.

Me acerqué a la abuela Victoria, le agarré de la manito y ella me miró aunque llevaba la mascarilla de oxígeno, pude ver a través de ella su sonrisa de feliz. Ella en ese tiempo se pensaba que tenía cinco años, pero siempre me había reconocido, porque se quitó la mascarilla un momento.

-        ¡Laia!- gritó la abuela Victoria.

Mi madre se quedó parada, hacía tiempo que no se acordaba de los nombres de sus hijos ni de sus nietos, así que se acercó a ella, le tocó el brazo y la abuela la miró y le dijo su nombre, mi madre se emocionó.

-        ¡Hey, se acuerda de nuestros nombres!- se emocionó mi mamá mientras lo decía en alto.

-        ¡Mamá! ¿Quién soy?- le dijo la tita Trini.

-        ¡Trini!- dijo la abuela.

-        ¿Y yo?- dijo la tita Julia.

-        ¡Julia!- contestó.

Dijo todos los nombres, incluso preguntó por sus nietos, se acordaba de todo. En medicina lo nombran momento de lucidez de la enfermedad, pero en la jerga de los trabajadores de luz, lo llamamos conexión con su esencia.

Pero en el momento que dejé de darle la mano, volvió a ser una niña de cinco años, que no sabía ni que estaba en el hospital. Mi madre lloró y tuvo que irse al pasillo. Le volví a dar la mano a mi abuela y regresó. El Titi me vio y sonrió aunque se encontraba al otro lado de la cama.

-        Mamá, te queremos mucho y te cuidamos con todo nuestro corazón. Pero tú vida ha agarrado otro rumbo ahora mismo, de todas formas, te amamos igual.- le susurró el Titi en la oreja.

-        Y yo a vosotros, hijos míos.- contestó la abuela.

El Titi me hizo un gesto y dejé de agarrarle la manito, para que mi abuela siguiera su trascurso de la enfermedad. Ella había elegido pasar por esto, estaba escrito en su karma y lo único que podíamos hacer era cuidarla hasta el fin de sus días en esta encarnación. Duele mucho cuando ves que no puedes hacer nada más por alguien que está enfermo, sabiendo que con la sabiduría que se me había ofrecido, el universo entero ante mis ojos, no podía hacer nada porque mi abuela había elegido morir así. Perdiendo sus recuerdos, perdiendo su identidad para volver a ser NADA, igual que el universo VACÍO, igual que la dimensión cero, ser NADA para ser TODO en un mismo tiempo-espacio.

Me fui al pasillo a buscar a mi madre, pero ella entró de nuevo a la habitación, entonces me quedé solita en el pasillo, en la entrada antes del hall, vi al padre de Aros que caminaba como siempre arriba y abajo delante de los ascensores. Miré que nadie de la habitación me estuviese vigilando, y me fui con Uriel a hablar con el padre de Aros. Cuando llegué, él se detuvo mirándome yo le miré a los ojos, los tenía completamente negros.

-        ¿Para quién trabajas?- le pregunté.

-        Anda que eres educada, ¿y los modales?- dijo el padre de Aros.

-        ¿Para quién trabajas?- le exigí.

-        Ya lo sabes.- contestó con un tono de chulería.

-        ¿Gämael?- dije.

-        Si.- contestó firmemente.

Se me congeló el corazón.

-        Necesito que me hagas un favor.- le dije.

-        ¿Le pides al diablo un favor? ¿A cambio de qué, de tú alma?- arqueó las cejas en señal de sorpresa pero terminó riéndose a carcajada limpia.

-        A cambio de que si quieres seguir vivo, no me toques lo que puedes arrepentirte.- le dije.

-        ¡Ei… los modales niña!- gritó.

-        ¡Los pierdo cada vez que tu jefe intenta matar a uno de los míos!- le grité.

El padre de Aros suspiró e intentó calmarse.

-        ¿Qué quieres?- me preguntó arrugando la frente, como si le molestase mi presencia.

Me giré a la izquierda, cuando Uriel me entregó una carta la agarré y se la ofrecí.

-        Entrégale esta carta a Gämael, va en mi nombre.- le dije.


El Padre de Aros miró la carta blanca con toques verdes azulados en las puntas y me miró a mí, en un silencio sepulcral aceptó la carta y se la guardó en su saco que solía llevar siempre a su lado. Antes de que dijera nada más, me regresé a la habitación con la familia. Pero antes de pasar por la puerta, me encontré con un ángel que nunca había visto, llevaba una túnica azul marino, con un anunciador en azul clarito, tenía el pelo liso hasta los hombros color negro, pero sus alas eran grandes igual que las de Uriel pero en tono café. Me paré ante él, pensando que era un Egregor, lo que llamamos un ángel negro o un ángel de la oscuridad, pero el corazón me decía todo lo contrario, que ese ángel era de la luz, solo que sus alas eran diferentes.

-        ¡Hola hermano! ¿Cómo estás?- le dijo Uriel al ángel.

-        ¡Bien Uriel! ¿Y tú?- contestó el ángel, su voz me relajaba bastante por eso arrugué la frente y me puse en guardia, quizás me estaba como intentando hipnotizar para luego tantearme o cualquier cosa, porque los Egregors usan el poder de la persuasión para que termines haciendo cosas que no debes hacer.

-        Bien. ¿Tienes algo que ver con Victoria? – le preguntó Uriel.

-        Sí, estoy con ella esta semana. Pero no se avecinan buenas noticias, Uriel. – respondió el ángel.

-        ¿Quién eres?- dije con tono desagradable, Uriel me dio un golpecito suave en el hombro, le miré pero no relajé ningún musculo de mi cara.

-        Discúlpala… no sabe que eres Azrael, mi amor, él es mi hermano. No le juzgues por el color de las alas, él es de los nuestros. – dijo Uriel amablemente.

En cuanto escuché el nombre, me relajé por completo, recordaba su nombre en las conversaciones sobre ¿qué hay más allá de la vida? Su nombre se escuchaba mucho, me sentí una idiota por juzgarle, nunca lo hacía con nadie y esa era mi primera vez.

-        Lo… siento mucho… pensaba que era… ¡ay… no quería ofenderte!...- dije vergonzosa.

-        No te disculpes, no eres la primera ni serás la última que termine confundiéndome con un Egregor. Mis alas siempre me delatan, pero Dios quiso que tuviera las alas de este color, a honor a mi trabajo. La muerte en vistas humanas es algo triste y horrible, pero a nuestros ojos es la forma en que un Ser transforma la materia que él es, para convertirse en luz eterna, espíritu y volver al universo a su forma original. – respondió Azrael.

-        Si, los humanos tienden a dramatizar cuando ven que alguien “desaparece” para siempre de sus vidas, pero solo viajan a otros planos de consciencia, de los miles que hay, pero el resto se olvidó de que existen. – comenté.

Nos pusimos a reír los tres por mi comentario sarcástico.

-        ¿Qué haces con mi abuela?- le pregunté a Azrael.

-        La estoy acompañando, ella se está preparando para morir. – dijo Azrael sin dejar de mirarme a los ojos, los suyos eran azules cristalino.

 

Capitulo 100:

No pude reaccionar a eso, me quedé totalmente paralizada, ya era oficial, le quedaba poco tiempo de vida. Los médicos no sabían a cierta ciencia cuanto tiempo, porque la enfermedad había avanzado mucho, pero como ya llevaba más de diez años enferma, podían ser meses o incluso dos años más, pero la visita de Azrael daba por sentada de que quizás no serían ni dos días.

-        ¿Cuándo va ocurrir?- le pregunté algo seria, afectada en el fondo.

-        Eso no depende de mí, sino de ella. Esta noche le haré la primera pregunta, y si dentro de dos días contesta NO en esta pregunta, volveré en unas semanas y le volveré a hacerle la misma pregunta por tres días. – respondió Azrael.

-        ¿Qué pregunta?- dije.

-        Solo debe responder a esta “¿Quieres dejar la encarnación actual?”- dijo Azrael.


No pude quedarme a charlar con él, porque mi padre me mandó a entrar de nuevo a la habitación, al final nos quedamos un rato y nos fuimos para casa, mi madre se quedó la noche con la abuela. Las dos noches siguientes, intentaba entrar en el viaje astral pero me preocupaba que sonase el teléfono a la madrugada para decirnos de que la abuela hubiese fallecido. Cuando me levanté al cuarto día, me dio miedo bajar a la salita, era sábado, pero al final entré en ganas y bajé, por suerte no recibimos ninguna llamada y la abuela ya le habían dado el alta y se encontraba de nuevo en su casa.

A la semana siguiente, cumplí siete años de vida. ¡Qué rápido había llegado el 23 de Marzo! Como tenía que ir a la escuela, decidimos celebrarlo el domingo con mi abuela Filomena, mi tiet Josep y la noche anterior junto a mis tíos de parte de mi mamá (los que vivían en Manlleu). Fue un día bonito para mí, intenté aprovechar al máximo ese día, a la noche el Titi se quedó a cenar en casa, mientras que esperábamos a que mi madre preparase la cena, el Titi y yo estábamos sentados en las escaleras que llevaban al segundo piso, jugando con una moneda de 20 duros (aquella que tenía un agujero en el medio, que parecía un donut de metal en pequeño).

-        ¿Sabes cómo funciona el equilibrio y el destino en el universo?- preguntó el Titi.

-        No.- dije.

-        Es fácil, mira….- dijo mientras me mostraba los 20 duros en sus manos y luego lo hacía girar encima de las escaleras.- si una moneda gira aunque sea plana y redonda a la vez, se mantiene en equilibrio y si en algún momento pierde su eje, su destino cambia.- una de las monedas tras dar varias vueltas terminó cayendo por uno de los lados quedándose plana.

Empecé a observar las demás monedas que seguían girando formando una esfera multidimensional en todos los tiempos y espacios posibles e imposibles.

-        ¿Te has fijado que los planetas son esféricos?- preguntó.

-        Si. Igual que la moneda que gira.- contesté.

-        Así es, mientras que el planeta gire, mantendrá su destino fijo y su eje en equilibrio. Durante el día y durante la noche, a través de los días del año, hasta completar su vuelta alrededor del Sol, y sus trece vueltas que la Luna girará alrededor de nuestro planeta. Manteniendo en un mismo espacio, a todos los seres que por la ley de magnetismo seguirán viviendo en ella. Hasta que la Tierra pierde su destino, y todas las vueltas que da en sí misma durante un año, dejen de darle vida, dividiendo el eje en dualidad.- dijo el Titi.

Me pareció una explicación muy buena sobre la vida que los seres humanos estamos destinados a vivir a nivel biológico.

-        Cada persona es un planeta en él mismo, por lo tanto tiene un eje y un destino fijado, que va variando según la toma de decisiones que vaya realizando. Hasta que llega un día en que debe morir y aceptar que ha aprendido todo lo que podía hacer en la vida en la que está a punto de dejar, y emprender su nuevo viaje en otra dimensión.- dijo el Titi.

Le miré a los ojos, se había emocionado un poco, me quedé mirándole intentando no llorar tampoco.

-        Mi querida Laia, mi ascensión está muy cerca y pronto dejaremos de vernos así. ¿Recuerdas lo que dijo el Consejo del Karma?- me preguntó.

-        Si, en cuanto tenga ocho años, tú te vas a ir.- le dije.

-        Este es mi último año contigo en este plano. Ya me han dicho cómo voy a irme, sé que no te va a gustar pero, es la única forma para que los demás miembros de la familia no sufran tanto. Solo a ti te contaré la verdad, deberás guardar mi secreto hasta que sea el momento adecuado para que lo puedas contar, ¿de acuerdo?- me preguntó, tenía miedo nunca lo había visto así.

-        De acuerdo. Te lo prometo.- dije sabiendo la responsabilidad que conllevaba dicha promesa en mí corazón.

El Titi me susurró lo que le pasaría, y tenía razón no me iba a gustar.

-        Este es mi destino, Laia. Pero quiero prometerte una cosa…- dijo.

-        ¿El qué?- dije.

-        Volveré.- dijo.

Nos miramos a los ojos y nos dimos un abrazo muy fuerte, entonces vino mi madre.

-        ¿Pasa algo? ¿Por qué están tristes?- dijo mi madre.

-        ¡Nada, nada… estábamos jugando a girar las monedas y nos hemos emocionado! ¡Ella ha ganado!- dijo el Titi.

-        ¿Tanta lágrima por un par de monedas? ¡Nunca entenderé vuestros juegos!- dijo arrugando la frente.

-        Es fácil, es girar una moneda, sabiendo que cuanto caiga significa que alguien cercano que ames está contigo.- respondió el Titi me guiñó el ojo y yo sonreí.

-        Ok… ¡a cenar!- dijo mi madre.

Cuando se quedaba a cenar en casa el Titi, que solía ser cinco días por semana, mi madre le cedía el lugar al Titi y así él se sentaba a mí derecha. En la mesa de la cocina, yo solía comer en la punta, a mi izquierda estaba mi padre, y mi derecha el Titi a su lado mi madre. Ahora más que nunca quería pasar más tiempo con él, aprender todo lo que él me tenía que enseñar antes de que volviera a su lugar de origen. Al terminar de cenar, nos fuimos a la salita a jugar a las cartas del UNO, seguíamos a solas, porque mi tio Rafalé y Alfonsito vinieron a hacer el chupito del postre, en casa no somos de tomar postre.

-        Una vez te vayas, ¿a dónde vas a ir?- le pregunté.

-        Volveré a mi antiguo trabajo, toco el arpa en el coro de ángeles de la 7D. Pedí un tiempo en el trabajo, para venir a cuidar de tú mamá y de ti. – dijo el Titi mientras ponía una carta azul con el número siete en el montón.

No fue casualidad, de donde yo vengo sé que no existe, el universo está sincronizado con nosotros y nosotros a él. La casualidad es una excusa humana para eludir de la responsabilidad que conlleva hacerse cargo de que hay un universo que cuida de ti.

-        ¿No eres un arcángel?- pregunté.

-        No, solo soy un ángel. Pero voy a solicitar una audiencia con Jacob y con Dios para que se replanteen y me nombren arcángel, solo así seré más libre en mis obligaciones y no tendré que volver al coro.- comentó.

-        ¿Cuánto vas a tardar en conseguirlo?- pregunté.

-        El tiempo en la casa de Dios va muy diferente, quizás allí pasen unas horas en cambio aquí pasan más de diez años, así que ¡no lo sé!- respondió, puso una carta verde con el número nueve.

Dios estaba escuchándonos en ese momento, la 9D es dónde él se encuentra. Solo esperaba que tuviese compasión con el Titi y consiguiera rápido sus deseos.

-        ¿Quién estará con mamá hasta tú regreso?- le pregunté.

-        No te preocupes por eso, ella estará protegida por otro arcángel.- respondió mostró una sonrisa yo le respondí igual.

-        Te voy a extrañar mucho, ¿sabes? Eres el único con quién puedo hablar tranquilamente de todo lo que me pasa y que además está viviendo en 3D. Tengo a Uriel, pero él sigue en su 5D, del todo no es lo mismo, tú ya sabes.- le confesé.

-        Sí, lo entiendo. Pero si regreso, estaré en la misma vibración que Uriel ¿recuerdas?- dijo el Titi.

Dije que si con la cabeza. Luego vinieron Rafalé y Alfonsito a jugar con nosotros cuando le gané la partida al Titi.

-        ¡Ah, pero si sabes hablar en español!- dijo Rafalé.

En realidad con la familia ya saben que no hablaba español porque los guías me aconsejaron que no lo hiciese, pero me pillaron.

-        Vamos a hacer una cosa, jugamos los cuatro con una condición.- dijo Rafalé.

-        ¿Qué?- dije.

-        Que hables en español durante la partida con nosotros.- contestó Rafalé.

Miré al Titi, no sabía que decir, por derecho no podía hablarles pero tenía que hacerlo, ya me sentía demasiado mal no poder hablarles en su idioma, pero eso era demasiado.

-        Acepta mi amor. – dijo Uriel se encontraba detrás de mí, me asustó su presencia, los demás excepto el Titi no lo podían ver.

Vi como el Titi le guiñaba un ojo a Uriel, así que no tuve más remedio.

-        De acuerdo.- dije.

Cuando me dieron las cartas empecé a sudar, el corazón me iba a mil por hora y deseaba que durase poco la partida.

-        Otra cosa, cuando tiramos la carta decimos el color, ¿de acuerdo?- dijo Rafalé.

-        Ok.- dije algo nervioso.

El Titi empezó el juego, luego le tocó a Rafalé, después a mí, saqué una carta y dije el color, me había salido bien, después le tocó a Alfonsito, mientras que charlaban yo estaba cada vez más nerviosa. Mi problema no era el español, lo entendía y lo sabía hablar perfectamente, lo que me pasaba era el acento, yo no hablo el mismo acento que ellos. Mi familia de parte de mi mamá son de origen andaluces y hablan en andaluz aunque vivan en Cataluña su andaluz se conserva bastante bien, como si fuesen de Málaga, aunque su origen son de Jaén. Y mi acento, a pesar de ser catalana y hablar en catalán casi todo el día (descartando el sayónico y el arcturiano que se hablan en Agartha), mi acento sin motivo alguno es el Argentino.



No tengo familiares en Argentina y creo que ninguno ha visitado nunca el país, pero yo soy la única en mi familia tanto Galí como Garcia que hablo un Argentino como si me hubiese mudado de Argentina a Cataluña. En ese tiempo, no había visto nunca ninguna telenovela argentina, ni colombiana, ni mucho menos mejicana, no sabía dónde estaba Argentina, pero aún y así, hablo en Argentino.

Se podría decir que la únicas dos razones que le encontré a esto son las siguientes:

1.     En Agartha a excepción de Telos, Posid, Desierto de Rah y Erks se habla argentino, como ya saben solía pasearme muchas noches por la tierra hueca, es posible que se me pegase el acento hablando en Agartha en español.

2.     La misión en la que me encuentro viviendo desde que nací, la razón por el cual decidí volver a nacer, fue para que Argentina consiga su nuevo destino que en la era de Acuario será muy importante. Si hace 12.000 años lo fue Egipto, en esta nueva era el país más importante como reflejo de Egipto será y es Argentina. Sé desde que tenía cinco años que mi futuro está allí. Algo muy importante y mundialmente va a suceder allí y yo formaré parte de ello.

FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA  [Volveremos el 3 de Septiembre]

Recomendación: Divaldo - Película en Youtube.

HR.

HERO&Corporation.


lunes, agosto 09, 2021

Las Cosas Claras

 

Un consejo, intenten cuando les pase algo no quedarse simplemente en su punto de vista, porque para entender lo que les sucede, uno debe ver todo el conflicto y para eso debe emprender un viaje y cambiar su punto de vista. Pasar por todos ellos, que ya les garantizo que lo que ustedes en verdad ven, es solo un 0,1% de lo que es en realidad el conflicto que están aprendiendo en estos momentos. Así que para entenderlo, hay que convertirse en aquel 100% y solo se puede hacer de una manera, ponerse en la piel del otro y sentir el problema desde su punto de vista.

Me acabo de dar cuenta de una cosa muy importante, entre los años 2018 y 2019 estuve conociendo a una persona importante en mi vida, pero en realidad esa persona ya lo conocía de youtube des del año 2012, pero nunca tuve la chance de conocerlo en persona hasta Julio del 2018 en un taller que impartió y me apunté.

Desde siempre que lo había encontrado en youtube, sentía que tenía que conocerlo en persona sí o sí, pero mi cuerpo no estaba preparado para ello hasta mucho más tarde. Cuando ocurrió, fue una experiencia muy bonita que me llevaré siempre en el corazón, durante mucho tiempo pensé que sentía cosas por esa persona, pero la verdad ahora, tras el viaje que he hecho a los distintos puntos de vista del conflicto, me he dado cuenta que en realidad lo que sentía ganas de estar a su lado, era porque su ángel de la guardia que curiosamente se llama Gabriel, me estaba llamando.


O sea que todas las veces que sentía que tenía que ir a ver a esta persona, en realidad era solo mi espíritu que quería visitar a su ángel de la guardia. ¿Qué gracia tiene Flor de Lys, no? Pero tengo que reconocer que al conocer a esta persona cara a cara, me ayudó muchísimo a trabajar internamente conmigo misma, en superar traumas, reconocer vidas y reaprender cosas que ahora forman parte de mí trabajo, como por ejemplo ponerme a meditar en medio de una plaza con gente, sin que me de vergüenza y lo haga porque siento que lo tengo que hacer, porque me comprometí y forma parte de una misión en la que prometí cumplir a rajatabla.  

Sé que suena como si en realidad usase a alguien, no es así, yo iba a ciegas, solo un impulso energético que ofrecía mi yo superior sin saber si era la persona o qué, al final siempre llega la respuesta o las respuestas. Desde hace muy poco tiempo (en septiembre hará 1 año) que sé que el arcángel San Gabriel tiene mucho que ver con mi Señor Ojos Verdes. Si han leído el Espejo de Mí vida, les digo en un capítulo que su ángel de la guardia es Gabriel. Pero en este caso, me equivoqué de protegido, pero no se preocupen ahora ya sé quién es. Solo es cuestión de tiempo, que se sincronicen un par de astros y todo fluirá.

Les voy a diferenciar dos términos que últimamente se han presentado en mí día a día:

SOULMATE Se traduce como “compañero de alma” quiere decir que puede que te encuentres con alguien que te acabes enamorando, pero todo lo que suceda entre ustedes, se quedará solo en esta vida, no tendrá una continuación en la próxima. O sea, pueden casarse, tener hijos o simplemente ser una pareja y que dure lo que tenga que durar, meses, semanas, años… pero una vez se termina la relación, en la próxima si se encuentran, serán simples amigos sin nada más. Por eso se pueden tener más de uno en una vida (no a la vez claro está), pero para aprender más sobre tú alma espiritual.

LLAMA GEMELA → Se traduce MAL diciendo que es tu “Alma Gemela” en realidad es algo mayor que eso, estamos hablando del padre y madre de las Almas Gemelas, con la que aunque pasen mil vidas, en la que estás te lo vas a encontrar y te vas a enamorar de él o ella como si fuese la primera vez. Aunque no recuerdes nada, va a pasar de todas formas, tendrá otro nombre, otra vida y otra familia, incluso otro trabajo al que hacía en la vida anterior, pero en esencia tú espíritu y el suyo, se reconocerán como el mismo, solo que con más experiencia. Cuando encuentras a tu llama gemela, todo lo que pensabas saber de cómo era el AMOR no es nada en comparación con lo que es este amor que va creciendo vida tras vida.

Un día ya les dije que el hecho de reencarnar no es que las vidas pasadas resten, sino todo lo contrario, lo que aprendiste en otras vidas, en esta lo traes como don por así decirlo, o sea que suman. En la búsqueda de aquel AMOR de pareja INCONDICIONAL pasa lo mismo, por ejemplo mi Señor Ojos Verdes es mi Llama Gemela, pero mi ex del 2014 solo fue un Soulmate.

Conocí a mi Señor Ojos Verdes por primera vez, en una vida fuera de este universo, cuando este universo no era ni un esbozo en la mente de nuestro Dios actual. Él y yo procedemos del universo número siete (el que engloba a los demás seis universos) se lo tienen que imaginar como una célula zigoto (la membrana del zigoto es el universo nº7 y las células de dentro los seis restantes). Desde entonces, nos hemos ido encontrando en las vidas que hemos tenido, pero solo hace 86 vidas (unos 150.000 años aproximadamente) que empezamos a “salir como pareja” cuando vivíamos en la constelación Cruz del Sur.

Como es de esperar, mi primera vida siendo la pareja de mi Señor Ojos Verdes, fue complejo, tenía muchas inseguridades, miedos y no sabía muy bien cómo iba la cosa, para él era igual, aunque tenía algo de experiencia porque siempre él ha sido mayor que yo (aunque salimos de la fuente divina de la manito, a la hora de encarnar siempre ha ido él primero y luego años más tarde yo, una diferencia entre 6 años mayor o 3 años menor que yo). Pues él en Cruz del Sur antes de que yo decidiera encarnar en esa vida, tuvo soulmates pero cuando nací, siempre él me dice “En cuanto te vi nacer, mi corazón dejó de latir por mí y empezó a latir por ti, y así me enamoré de ti “.

¿Saben lo que pasó después de la Cruz del Sur? La cosa fue creciendo, y como ya era oficial, pues universalmente estamos casados por el Consejo de la Llamas Gemelas, empezamos por los tramos pequeños, es decir por el de una pareja, luego nos casamos cuando ya estuvimos preparados (eso fue la primera vida en este planeta hace 78 vidas en Atlántida) y con el tiempo hemos ido pasando los tramos, llegaron los hijos y bueno… hasta ahora.

La situación de ahora es esta…

Sé quién es y sé dónde se encuentra, pero como ya les dije que tuvo que ascender para protegerse de Gämael que los amenazó en el año 2001 tras el asesinato de su padre, sigue viviendo en 5D y baja cuando le dan permiso para hacerlo (que estuviera el año pasado en Alcossebre fue una bendición de Dios, pues según el Consejo no debería haber pasado así, suerte que para Dios nada es un error).


Actualmente tenemos 8 hijos viviendo en 5D, por los cuales 3 ya han decidido vivir en 3D pero renunciando a sus antiguas vidas y rencarnaron (ahora tienen otros padres, nombres y lugar de residencia, entre Italia y Andalucía). Pero en esta encarnación queremos formalizar nuestra unión por tercera vez en el universo (siempre lo hacemos cuando vivimos una vida de consciencia activa) y el Consejo de la Llamas Gemelas nos dio fecha para dicha unión (en el año 2022) pero para que así sea, tiene que tener permiso para volver a vivir en 3D, pues las amenazas de Gämael ya no son un problema y para ello se está reuniendo con el Consejo de Orión, con Dios y con la Confederación Galáctica para que le den apoyo (la cosa no apunta a ser fácil, ya debería estar en 3D desde Junio y sigue en 5D pero viviendo en mi ciudad).

Entiendo que a la mayoría de ustedes les parezca ciencia ficción todo esto, pero me confieso, me estoy cansando de tener mi vida de pareja con él en 5D y en 3D sea tan complicado. Si no fuese por el trabajo que estoy realizando aquí, pensaría en adelantar mi ascensión y continuar allí en 5D, pero el trabajo que debemos hacer aquí, empezará muy pronto, por ende, mi fecha de ascensión no se mueve.

Ni se imaginan lo que es estar con él en 3D… es saber que estás tú solita en la calle, pero sentir que te acompaña él, pero no lo puedes ver, ni le puedes tocar, pero si que puedes charlar con él y escuchar su voz directamente (la clariaudiencia se me despertó hace un año y eso ayuda un poco), pero me muero de ganas de dar un paseo con él en la misma dimensión, agarrarlo de la manito, darle un beso si me apetece, abrazarlo y simplemente ser una pareja en 3D sin que el resto del mundo me vea como una loca hablándole al aire, mientras que los demás no ven absolutamente nada a mi lado, yo siento que él está allí, en plan “fantasma” pero está.

Esta es mi situación actual de pareja, cuando me preguntan si tengo novio o algo, digo que si, pero según quién si no está abierto a la consciencia, es difícil contarle la verdad sin tener que mentir. Yo nunca miento, pero esta historia es demasiada compleja en esta vida… Gämael nos jodió, porque no tenía que pasar su ascensión a esa edad, habíamos pactado ascender juntos. Eso si, en cuanto llega el viaje dimensional, todos estos problemas desaparecen, pero cuando vuelvo a 3D y enciendo la luz de la habitación al empezar el día, los problemas regresan, un día, y al otro, y al otro… parece fantasía pero no lo es.

Les comparto esto, porque con tan solo empatizar con nuestro problema ya nos están ayudando. El Consejo de la Llamas Gemelas necesita a veces un aviso y la mejor forma de hacerlo es a través de la empatía, con esta energía lo que están haciendo es enviarla al Consejo y ellos quizás al verlo intenten ayudarnos a avanzar en el proceso de mi Señor Ojos Verdes de volver a 3D hasta que sea mi ascensión. Así que les doy las gracias, si pueden compartir esto, sería genial.

Sigue nuestro canal de youtube, te dejamos el último video:


 

Recomendación: Twin Flames Frequency – Youtube Binaural.

HR.

HERO&Corporation.

sábado, agosto 07, 2021

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 98

 

Las primeras semanas fueron duras, ir a IÓN y en el camino no encontrarlo, me sentaba con el grupito pero sabía que me faltaba algo importante para mí, por otra parte, mi abuela Victoria seguía sin mejorar en su estado de salud. Me pasaba muchas tardes con ella, cuando mi otra abuela seguía viajando por el mundo, cumpliendo sus sueños. En casa todo seguía igual, y el colegio también. Pasó mi santo y me puse triste, pues hacía dos años que había encontrado al Chico y él no estaba conmigo, pero tenía que disimular. En el colegio como en la clase no tenía a nadie más que tuviese mi nombre, llegué a clase sin decirles que era mi santo. Todo parecía como siempre, hasta que de repente a mitad de la tercera clase antes del patio, me levanté y me fui con la Carmen.

-        ¿Necesitas algo, Laia?- me dijo super amable como ella siempre ha sido.

-        Solo quería decirle algo.- le dije.

-        Claro.- contestó interesada en lo que le decía.

-        Hoy es mi santo.- le dije con una sonrisa.

-        ¡Oh qué bueno!- dijo la Carmen, se levantó y llamó a la clase y dijo – ¡Feliciten a su compañera Laia, que hoy es su Santo!- dijo contenta.

-        ¡Felicitaciones!- dijeron los compañeros.

-        ¡Gracias!- eso me animó bastante, aunque no fuese idea mía, fue de Uriel, madre mía lo que hace para levantarme el ánimo en según qué momentos.

Pero funcionó.

A finales de Febrero, me encontraba sentada en la mesa de casa de la abuela Victoria y escuchaba a mis tíos hablar con mis padres, me aburría un poco el tema, así que me puse al lado de mi abuela, que la habían puesto en un extremo de la larga mesa ovalada, me abracé a ella, me miró y me dio su mano y nada más hacer eso, pude ver lo que estaba recordando…


El pueblo de Guarromán en la provincia de Jaén (Andalucía, España) a principios de los años treinta era muy hermoso. Esta vez, sus recuerdos era estar cerca de un pozo que había a un extremo del pueblo, ella iba allí todas las tardes cuando el sol ya no picaba tan fuerte, para verse con sus amigas. Tenía dos, Puri de nueve años y Josefina de cuatro años ambas eran hermanas, de una mujer que había sido viuda en la dictadura de Primo de Rivera, luego se volvió a casar y en ese tiempo estaba embarazada de lo que pensaban que sería un niño.

-        ¿Has visto a Hilario? Ha preguntado por ti Vitorina.- decía Puri.

-        ¿Jugamos?- dijo mi abuela ignorando la cuestión.

-        Hilario volverá.- dijo Puri.

-        No me gusta. Me da… miedo.- dijo mi abuela.

-        ¿Por qué si es guapísimo?- decía Puri.

Mi abuela se encogió de hombros y empezó a jugar con un palo que encontró a sus pies, luego empezaron a jugar al pilla-pilla. Hasta que un grupo de cinco niños de distintas edades, vinieron al pozo, entre ellos estaba Hilario que miraba a mi abuela con unos ojos raros como de psicópata.

-        ¿Podemos jugar con vosotras?- preguntaba Hilario que era el cabecilla del grupo de los varones.

-        No, ya nos íbamos.- decía Puri, agarro de la mano a mi abuela y a Josefina para empezar a caminar, pero Hilario les interceptó el paso.

-        ¡Yo decido si se van o no!- gritó.

Mi abuela intentaba no mirarle a los ojos a Hilario, realmente le daba miedo. Puri se volvió a poner en medio, pero un amigo de Hilario le empujó para caerse encima del barro que había alrededor del pozo, al verse así, empezó a llorar. El grupo de varones empezaron a salir corriendo.

Cuando volví a mi presente, le miré a los ojos a mi abuela, le volví a abrazar y le di un besito. Mi madre me vio y me vitoreó. Me tuve que ir con ella, pero quería hablarle a mi abuela, de todos modos en su mirada ya decía muchas cosas buenas. Comunicarme así con ella, era único y secreto, me hacía verme diferente pero al mismo tiempo vulnerable. Intentaba disimular bastante cuando me comunicaba de estas formas con ella, para que nadie más que no entendiese lo que pasaba, pudiera meterse a preguntar. Mi madre siempre me ha intentado echar a la cara de que no tuve el valor de conocer bien a mi abuela Victoria, pero nunca le he dicho que ella tenía razón, pues aquí tienen la prueba, ¿cómo querían que le contase a mi madre esta forma de comunicarme con mi abuela?

Un día en clase de gimnasia, me quedé recluida en el banquillo porque a mi madre se le olvidó ponerme el chándal, eso quería decir que tenía un punto negativo por incumplimiento de uniforme en clase de gimnasia. Así que me dispuse a observar a mis compañeros como hacían la carrera de obstáculos en el gimnasio, algo que a mí se me daba muy bien, sobre todo las volteretas. Uriel se sentó a mi izquierda a darme conversación, pero no le escuchaba, me quedé prendida observando a la Cristina.

-        ¿Me estás escuchando, mi amor? – me preguntó Uriel todo pasando sus manos por delante de mis ojos, regresé a la realidad mirándole con cara de idiota.

-        ¿Qué pasa?- le dije.

-        Eso me pregunto yo, ¿qué mirabas con tanta fijación? – dijo Uriel al mismo tiempo que miró hacia dónde miraba y se quedó sonriendo.- Ah, ya sé… ¡la estabas mirando, eh! Ay, es que empiezas tan joven, mi amor…- decía Uriel con una sonrisita de adolescente eufórico.

-        ¿Qué dices? ¡No te entiendo!- dije arrugando la frente.

-        Llevas semanas que no le quitas el ojo a la Cristina. Creo que es evidente, ¿no? – dijo Uriel, sus ojos brillaban de lo feliz que parecía.

Me lo quedé mirando intentando comprender sus palabras, pero no hubo forma.

-        Ella te gusta. Es normal, es tan guapa. – de repente y sin saber porque me vino una vergüenza, aunque sabía que nadie podía verle, empecé a dejar de mirarle y miraba al resto de la gente.- ¿Sabes que todos los humanos nacéis bisexuales hasta que estáis preparados para decidir por qué lado decantarse?- dijo Uriel.

-        ¿Bisexual? ¿Yo?... No… no lo creo.- dije.

-        No te lo tomes a lo personal, mi amor. Es algo biológico a estas edades. Espera a que tengas quince y luego sabrás si eres lesbiana o no. – informó Uriel de forma tan natural que no le entendí demasiado bien.

He nacido en el corazón de una familia abierta a las expresiones del amor, no me importaba saber si era lesbiana o no, pero dentro de mí corazón me decía que no, pero que Uriel tenía razón, sentía cosas por la Cristina. La chica más guapa de la clase y con la que parecía ser la chica diez, es decir, buena, carismática, rubia, perfecta, amable, ayudaba a las personas, siempre con una sonrisa de buena y resaltaba en sus ojos azules su bondad en ella. Era perfecta. Por eso sentía cosas, con el tiempo me di cuenta qué clases de cosas y me gustaba sentirlo.

En realidad la Cristina nunca fue mala conmigo, pero las situaciones ambientales hacían que ella, al igual que el resto de la clase, se comportase de tal forma que me dejaban de lado. Deseaba en mí interior entrar en el grupo de amigas de la Cristina, era la misma que el de la Júlia, pero nunca pude serlo. Siempre era la rarita y por ende no tenía billete para entrar en ese grupo… los perfectos. A mí la Júlia cada día me caía peor, aunque mi corazón me impedía sentir esas sensaciones horribles hacia ella, y también mi trabajo como trabajadora de luz también me lo impedía, pedía cada día al universo no verla más en clase. Pensaba que si ella se iba, la situación sería diferente.

-        ¿Por qué me miras?- escuché.

Mis pensamientos me hicieron evadirme tanto que no me di cuenta de que miraba a alguien bastante fijo, enseguida me dio vergüenza de nuevo y giré la cabeza. Guillem no quería que me quedase mirándole, ni a nadie de la clase, esa pregunta era muy frecuente en clase, pero no quería decirles qué pasaba por mí cabeza, a veces me ponía a pensar en mis cosas y sin querer me quedaba mirando a alguien sin motivo… intentaba disimularlo pero con el paso de los años, eso fue aumentando y me daba mucha vergüenza pedir perdón. Entonces, escuché a Guillem que se reía de mí junto a Nil y Aleix… así pasaban los tiempos libres en clase, cuando el profesor nos dejaba haciendo alguna tarea o no llegaba a clase.

El tiempo siguió pasando, llegó Marzo y casi a mi cumpleaños, nos tuvimos que ir después del colegio al hospital general de Vic, porque habían ingresado a la abuela Victoria. Su estado de salud emporaba tanto, que ya se estaba olvidando de cómo era caminar, se hacía encima y además ya dejaba casi de hablar, el médico dijo que mentalmente tenía la edad de tres años, su deterioro había avanzado muy rápido en sus últimos tres meses y que posiblemente no llegase al verano. En cualquier momento se le pararía el corazón, porque el tumor estaba tan grande que invadía ya la zona motora, por ende era el final de la vida de ella. Una abuela que no había podido conocer sin la enfermedad.


Papá agarró el tiquet del parquing y se lo dio a mi madre que estaba de copiloto, la barrera se alzó y mi papá pisó el acelerador. Estacionó el auto cerca de la puerta de entrada por la zona de visitas, por lo que me habían dicho, la abuela se había pasado la noche en urgencias, pero ya estaba en planta. Bajé del auto, me agarré a la mano de mi madre y cruzamos la calle, delante fumando se encontraba el Titi, cuando lo vi me fui corriendo hacia él, le abracé y me agarró en alto, siempre lo hacía.

Entramos a la recepción del Hospital, el Titi ya sabía la habitación, así que nos dirigimos hacia la derecha al fondo para agarrar el ascensor, el Titi les dijo a mis padres que estaba en la cuarta planta, pero como había tanta gente, decidió subir a pie, yo pedí permiso a mis padres para ir con él, y me fui con él.

-        ¿Qué le ha pasado a la abuela?- le pregunté sabía que él me diría la verdad.

-        Ha tenido un pequeño infarto de corazón, pero se ha recuperado. – informó el Titi.

Al llegar a la primera planta, empecé a caminar para seguir subiendo, pero la mano del Titi me frenó.

-        Sabes… - dijo mientras que caminábamos por el hall de la planta, rodeamos los ascensores del personal sanitario y me llevó delante de una puerta de color verde que tenía un cristal redondo a la altura de la vista de un adulto, señalizó la puerta con una sonrisa y dijo – detrás de esta puerta, tú llegaste al mundo hace casi siete años.- dijo contento.

Nunca había vuelto a ese hospital hasta entonces, me sentí rara porque la última vez que había visto esa puerta, lloraba o intentaba llorar, porque tenía minutos de vida y tenía problemas para respirar, y se me llevaban por uno de esos ascensores hasta urgencias, para agarrar la ambulancia hacia el Hospital San Juan De Dios de Barcelona. Tuve algunos recuerdos muy pequeños, aunque no tenía bien la vista por ser una recién nacida, recordé ese lugar.

-        Te di la mano por primera vez aquí. – dijo el Titi.

Lo recordaba. Me emocioné.

-        Fue la primera vez que supiste porque estaba en este mundo, ¿verdad?- le pregunté.

-        Así es. Al tocarte, te reconocí. – dijo el Titi contento.

Le di un abrazo, y luego volvimos a las escaleras. 

PD. La próxima semana será el fin de la temporada con DOBLE capítulo, entonces haremos dos semanas de vacaciones y volveremos con la emisión de la segunda temporada el próximo  3 de septiembre del 2021. Aún y así, la semana del 23 de Agosto, volveremos con las reflexiones para la activación de la KUNDALINI de la tercera fase de la misión del YOSOY.

Recomendación: Timeless - Seríe de Netflix.

HR.

HERO&Corporation.

¿Un Demonio Siempre Ha Sido Malo?

  ¡Feliz año a todos! Dejamos atrás el año del infinito (2+0+2+4=8) y nos vamos centrando en el año de la divinidad (2+0+2+5=9). El año pa...