jueves, mayo 11, 2023

Sacando El Peso Extra

 

Estos nuevos procesos de ascensión me están matando, sinceramente les digo, porque empecé a tener síntomas fuertes de dolor durante el Agosto del año pasado, y que todavía en ciertos momentos aún tengo. El año pasado, mientras que empezaba el mes de Agosto y me estaba preparando para recibir las fiestas de Manlleu (fueron unos 10 días muy intensos con muchas actividades y también puestas a punto a nivel energético para la activación de la primera Kundalini mensajera por la RED PLANETARIA, así que se pueden imaginar a qué niveles tenía el cortisol durante esos días, que para quienes se lo pregunten, el cortisol también se le conoce como la hormona del estrés). Durante esos días, empezó a dolerme muy fuerte el hombro derecho, de tal forma que casi no podía alzar el brazo, me sentía como si alguien durante la noche me hubiese dado un golpe tan fuerte en el hombro que no podía hacer casi nada, por ejemplo, no podía agarrar un vaso del estante de arriba de la cocina con la derecha y lo tenía que agarrar con la izquierda.

En un principio me asusté un poco, porque no sabía qué había pasado y porqué me dolía tanto. Podía ser un síntoma físico de los viajes dimensionales, pero tuve un entreno esa noche completamente normal, sin ningún problema alguno, así que pensé que quizás era algo emocional. Revisé la biodescodificación y decía los hombros es el lugar dónde agarramos las responsabilidades que nos comprometemos, si en algún momento te duelen, es porque quizás agarraste más responsabilidades de las que deberías. Lo revisé, pero tampoco me pareció que lo hubiese hecho, porque hace tres meses que la guerra de Armonía había terminado y todo regresó a su normalidad, aunque debo confesar que se estaba hablando sobre el Conflicto de los Demonios que después tuvimos que trabajar muy fuerte durante dos meses y medio. Pero no me parecía algo “extra” porque proteger a este mundo forma parte de mis aptitudes como guardiana de la orden de San Miguel Arcángel, no era nada añadido, así no podía ser por eso.

Cuando se acercó Navidad, el hombro dejó de dolerme, el Maestro Hilaríon me receptó que tomase yogur de limón mientras me doliese, eso milagrosamente me quitaba bastante el dolor, en vez de tomar pastillas que no hacían nada, el yogur me ayudaba y era un alivio, uno al día durante cuatro meses casi, nunca había tomado tanto yogur en mis treinta años de vida que tengo actualmente. Entonces, cuando llegó Febrero, empezó a dolerme la mitad de la espalda y eso era más jodido porque no podía estar ni de pie, ni sentada ni tumbada, solo si caminaba se me pasaba el dolor, aunque no era tan fuerte como el hombro, era muy molesto, porque el 80% de mi trabajo la paso de pie. Volví a lo de los yogures, pero esta vez no hubo tanta suerte y tomar pastillas tampoco hacía absolutamente nada, entonces Hilaríon me recomendó que durmiese por un tiempo con un almohadón más, uno que me tendría que poner por la altura de las rodillas, para no arquear tanto la espalda al dormir bocarriba. Eso funcionaba, pero al principio era incómodo, porque me obligaba a dormir la mayor parte de la noche bocarriba cuando me siento más cómoda durmiendo de lado (también para dejarle espacio a Gabriel, que hace mucho tiempo que dormimos juntos todas las noches).


La familia de parte de mi mamá, siempre han sufrido de la espalda, pero no quería admitir que fuese algo genético, tenía esperanza de que no fuese así, que había de pasar algo más que no fuese su dolor inicial en el físico. Y empecé a hacerme preguntas, ¿Por qué mi familia tiene problemas de espalda? ¿Cuál es el origen emocional de ese dolor? ¿Por qué siento yo eso con tan solo 30 años? Demasiado joven para tener estos problemas, pero tengo un tío que incluso con 25 años ya no podía levantar peso, y mi madre tiene la espalda ladeada por levantar mucho peso cuando era joven. O sea que genéticamente mi familia anda mal en eso, y parecía que me había llegado a mí, no estaba dispuesta a dejarlo marchar como si nada, así que mi familia siempre ha sido así, ¡qué le vamos a hacer! Así han sido ellos por tantas generaciones, pero si llegó a mí, o porque lo agarré en sus genes, fue porque sabía ir más allá y encontrar una solución más sostenible, porque sino... se lo pasaría a mis hijos y ellos a los suyos y así durante muchas más generaciones que no queremos que sufran de esto. Porque mi tío está operado de la L4 y aún así no se le quedó demasiado bien.

Las respuestas a esas preguntas llegaron, más rápido de lo que pensaba y efectivamente el origen no era simplemente una malformación de algún hueso o tendón o incluso músculo, sino que era emocional. Volví a revisar la biodescodificación, más centrada en la parte de la espalda y no en los hombros, y decía lo siguiente si sientes dolor en esa zona, seguramente sea porque te sientes culpable de muchos actos que te arrepientes ahora de haber actuado de una forma en vez de otra. Había cambiado mucho su significado ¿no lo creen? Ya no estábamos hablando de responsabilidades, sino de dolor de culpa, y me pregunté ¿de qué me siento culpable? Empecé a recordar ciertos momentos en mí vida que había olvidado que me sentía culpable de lo que había acabando pasando, pero uno de ellos me dejó descolocada, me vino a la menta la Júlia, la compañera de clase que tenía en la Primaria…

Cuando estábamos en P5 en el recreo la Julia compartió una critica de uno de nuestros compañeros de clase que no me gustó, y en vez de decirle que no estaba de acuerdo en que eso que hacía era lo correcto, decidí levantarme e irme de su lado sin decirle nada, para no interrumpirle en su proceso de aprendizaje, pensando que las chicas de clase se quedarían con ella, pero al final decidieron seguirme a mí y la dejaron sola. Eso le afectó tanto, que al año siguiente, puso en contra a toda la clase y fue así como empezó el Bullying con seis años de edad. ¡Ojalá hubiera tenido agallas y le hubiese dicho lo que pensaba en vez de dejarla allí sola pensando que no era apta para mí! Quizás el Bullying no hubiese empezado allí (más tarde seguro pero no con seis años).

Me sentía culpable por la carga que pasó después, sus envidias, y el hecho de que la clase tenía mucho miedo a ella y le hacían caso porque algo les había amenazado. Si hubiese sido más franca con ella, quizás todo sería distinto, quizás hubiese tenido más amigos en ese tiempo. Es curioso porque con toda la clase ya me he perdonado de ello, excepto con ella, que cada vez que el universo nos ha dado una chance, ella huye, como que no se siente preparada aún y no le voy a forzar a hacerlo, yo por lo menos no, el universo quizás un poco si. Hablar de ello en el Espejo de mí vida me ayuda a superar todos los traumas que tengo respecto a mis experiencias en el colegio, también es verdad que una vez lo escribo, me siento más liviana, sano y me saco literalmente un peso extra de encima. El arcángel Uriel me sugirió que hablase de estos temas más con él, porque él me ayuda a ver el enfoque distinto y así conseguir entenderlo todo y sanar definitivamente. Como ya se habrán dado cuenta, Uriel es muy especial para mí, así que confié en él y nos fuimos a pasear mientras le contaba todo lo que sentía al respecto, en uno de esos días en que nos perdemos por la naturaleza por unas cuantas horas y luego regreso a casa mucho mejor. Es un buen terapeuta.

Desde Febrero que hago esto, profundizo mucho en mis miedos, sentimientos de culpa, etc… ahora que estamos en Mercurio Retrogrado hasta el 17 de Mayo, tengo incluso pesadillas que me muestran literalmente mis miedos más profundos, ¿saben qué hago? Me despierto sino lo puedo evitar, pero en vez de intentar no pensar en ello, decido escribirlos en cartas de Word para analizarlo detalladamente y acabo comprendiendo dónde no le estoy poniendo AMOR, ¿y saben qué ocurre? Dos cosas muy bonitas, por un lado, dejo de tener esas pesadillas porque ya les puse amor, y por el otro, me deja de doler la espalda y puedo descansar mejor. Dentro de ocho días hará un mes que ya no duermo con el almohadón extra, tampoco me duele cuando estoy ni de pie, ni cuando estoy sentada, aunque a veces durante la noche me despierto un momento que me duele, pero me he dado cuenta hoy que cuando me pasa, es porque estoy teniendo un momento de la noche en que debo superar un miedo o prestar atención a lo que me está mostrando mi Espíritu. Sacar a relucir tus miedos más oscuros, no es fácil, hay que ser muy valiente, pero luego te sientes como un caballero de antes cuando tenía que conseguir a la damisela batiéndose en duelo contra él mismo. 

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Recomendación: Eternals – Disney +.

HR.

HERO&Corporation. 


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