sábado, diciembre 03, 2022

Ohana Navideña

 

Desde que era una niña adoraba celebrar la Navidad, no es de mis fiestas favoritas, pero me gustaba mucho juntarme con mis tíos y pasar dos días maravillosos junto a ellos. Los regalos realmente pasaban a un segundo plano, porque la familia de mi madre tienen un corazón muy noble y sincero, son increíblemente fabulosos, porque allá dónde van, derrochan amor. Me gusta pasar las Navidades con ellos, porque aunque no hayan regalos de por medio, se siente el espíritu de la familia, que al fin y al cabo es una de las cualidades de la Navidad, el día de estar con los tuyos y sentirte parte de la Ohana.

Pero la nochebuena de hace ocho años, algo en mi cambió por completo. Para mi la Navidad es reunirse con los tuyos y los regalos solo los hacemos si lo sientes en el corazón, puesto que con tan solo estar con ellos ya es una bendición de Dios. Hace tiempo que supe que hay familias que van a misa, otras cantan villancicos y otras ven las estrellas juntos, hay tradiciones muy queridas en mi familia, pero la única que veo que realmente simboliza el espíritu de la Navidad, son los abrazos y las risas. En mí familia no cantamos villancicos, pero comemos marisco, contamos historias chistosas que nos hayan pasado y nos echamos unas risas, recordando el pasado, agradeciendo lo que somos aquí y ahora y desear que el próximo año nos podamos volver a ver así de felices.


Mi espíritu navideño no es para nada material, me da igual si una navidad no hay turrones, marisco, regalos o que no tengamos el belén puesto. Para mí lo importante es reunirme con mi Ohana, soy parte de ella desde que decidí nacer, y los amo con todo mi corazón. Hace ocho años, pensaba que celebraría las mejores navidades de mi vida, porque a diferencia de otros años, tenía pareja desde hacía casi cinco meses. Todo estaba preparado, para que pudiera celebrarlo con mi Ohana pero a la vez con mi pareja, cuando de repente a la mañana del 24 de diciembre, mi pareja decidió dejarme.

Pasé las navidades más horribles de toda mi existencia, me reuní con la Ohana, que siempre está allí en las buenas y en las malas, pero algo en mí estaba roto. No era igual, y perdí la ilusión de celebrar cosas con personas que te importan. Por mucho tiempo, estuve tan lastimada que culpaba a mi expareja de que hubiese perdido la ilusión de volver a tener una navidad como antes. Pero la verdad es que me estaba anclando en la percepción de victima y no entendía lo que estaba pasando realmente conmigo misma. Por eso empecé a tener miedo a la Navidad, a sentirme triste y sin ganas de estar con los míos, y fingir que estaba con ellos, pero en verdad, solo quería estar en medio de la calle a -8ºC esperado a que el calendario saltase directamente a 27 de diciembre.

La Navidad no es ser inocente como un niño, porque un niño no está ilusionado porque venga papá Noel o los reyes Magos y te dejen regalos, sino que lo que realmente hace que los niños sigan creyendo en estas festividades, es porque lo que sienten es REAL. Sienten que la magia de la Navidad existe, la Ohana contigo, alegría, felicidad, al igual que los Reyes Magos, este es el espíritu que tienen los niños de estas fechas tan señaladas.

Pasa lo mismo con creer a los ángeles, cuando me preguntan si creo en ellos, yo siempre respondo “yo no creo, yo siento a los ángeles, sé que están aquí, junto a mí, cuidándome y trabajamos juntos. No necesito alguien que me diga si debo o no creer en ello, yo sé lo que siento y ellos simplemente me acompañan”. No necesito que me regalen cosas para estar con los ángeles, o que vengan personas y me digan si soy religiosa o si todavía soy demasiado ingenua y no he vivido lo suficiente. Los ángeles son reales, al igual que el espíritu de la Navidad, que aunque el Maestro Jesús realmente nació el 25 de Julio y no en Diciembre, celebramos el espíritu de la Navidad.

La ilusión se rompe más fácil que un sentimiento puro, esta sociedad no sé qué le pasa que últimamente solo veo que las personas odian que las otras personas tengan ganas de sentir diferente, es decir que hay personas que se dedican a joder las ilusiones y creencias de los demás, simplemente porque a ellos les pasó y sienten el deber de hacerlo. ¿De verdad que le dirás a un niño que Papá Noel no existe? ¡Si a ti te dolió el corazón y las Navidades no fueron lo mismo, qué haces romperle la ilusión! El niño es libre de sentir su espíritu navideño, al igual de que respetamos a las personas por sus culturas o formas de vestir o como se sientan si hombres, mujeres o binarios… ¿Por qué nos empeñamos a arruinar la felicidad de los demás por puro egoísmo? ¡TE RECUERDO QUE ERES HUMANO IGUAL QUE TÚ VECINO DE ENFRENTE y eso quiere decir que ambos necesitan, respirar, comer, latir el corazón y sentir libremente! REALMENTE NO ERES TAN DIFERENTE COMO PIENSAS por sentirte superior al otro.

Llevaré siempre el recuerdo que me rompieron el espíritu navideño ese 24 de diciembre de hace ocho años, pero ¿voy a permitirme a mí misma perder mi verdadero significado de la Navidad porque la relación se rompió? Encontrar el amor en la otra persona es algo verdaderamente difícil, no es complicado, eso depende mucho de tú punto de vista, y cuando empecé con él podía pasar que no durase, porque digamos que empezó un poco raro, pero aprendí todo lo que tenía que aprender y cuando hablo de ello, no lo digo con dolor ni resentimiento, lo digo con respeto y admiración porque gracias a esa relación, yo misma empecé el camino a conocerme a mí misma, ya que me di cuenta de que no sabía quién era. Por eso siempre le daré las gracias a mí ex por todo lo que pasó, fue un infierno, si, pero ahora sé lo que no quiero y sé quién soy. 

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