miércoles, septiembre 21, 2022

El Espejo De Mí Vida - Capítulo 156 [2T]

 

El peso de mis parpados venció mis ganas de seguir despierta demasiado rápido, pero estaba cansada por mí primer día en la unidad 23, sin querer me quedé frita apoyando mi cabeza en el pecho del arcángel Gabriel, notaba como me acariciaba lentamente la cabeza. Todavía no estaba dormida, pero Gabriel empezó a susurrar cosas que mis orejas captaron perfectamente…

-        Espero que pase lo que pase, nunca reniegues de mí presencia, si lo deseas, seguiré siendo tú guía, pero si por cualquier cosa no entiendes qué ocurre, solo recuerda que yo siempre estaré contigo, no tengo planeado irme y dejarte sola. – me dio un beso cálido en la frente y luego en la mejilla.- recuerda que mis besos, es el sello de mi promesa. – terminó de decir.

El corazón se me aceleró pero caí redonda por el sueño. Al día siguiente me levanté mucho antes de que mis padres vinieran a despertarme, Gabriel seguía dentro de la cama, dormía plácidamente ni se había percatado que me había despertado. Es muy curioso ver un arcángel dormir, según las religiones no descansan nunca, pero también siguen diciendo que no tienen cuerpo físico los ángeles, pero como pueden ver con mi testimonio, si que tienen cuerpo y pueden dormir. ¿No les ha pasado alguna vez que sienten que hay alguien en la cama pero cuando encienden la luz no hay nadie? Suele ocurrir con los ángeles, sobre todo si en realidad no tienen ninguna maldad, simplemente te cuidan porque ese es su deber, cuidarte y protegerte. La mayoría de los ángeles son muy cariñosos, y les gusta dormir abrazados con sus protegidos si se dejan. Todo depende de la confianza que tengan en ellos y en ustedes mismos.


Mientras que los días pareciesen ir para atrás y muy lentos, intentaba ponerme en positivo, porque la ascensión del Titi me hacía literalmente pararme en un rincón y llorar, pero la promesa me costaba mucho cumplirlas, porque mi madre estaba muy mal, empezó a no comer con regularidad y se dio a la bebida con demasiado gusto, empezó a fumar aún más y los libros, los dejó totalmente abandonados. Mientras que antes en una semana era capaz de leerse los pilares de la Tierra y todavía le quedaba un hueco para leerse algún libro de Harry Potter. Ahora, no podía leer ni una línea del libro que dejó a medias y que además era de la biblioteca de Gracia de Manlleu.

Estaba muy preocupada por ella, mi padre tuvo que sostenerla bastante, porque dejó de tener ganas de hacer cualquier cosa, miraba la televisión horas y horas pero no parecía que tuviese interés en ella, solo era para acompañarle… solía encerrarse en su cuarto mucho tiempo, supuse que no quería llorar delante de mis narices. Pero no era la única que estaba mal, mis tíos Rafalé y Alfonsito, también estaban muy mal, la empresa estaba yendo hacia la ruina, profidema estaba casi en la ruina, hacía poco tiempo que se habían trasladado a la nueva nave que estaba delante del punto limpio.

La empresa tenía que mantenerse a flote, porque el Titi había invertido todos sus ahorros para que saliera, y Rafalé y Alfonsito no tenían energía para seguir adelante, todo les recordaba a su hermano y estaban muy depresivos. Habían contratado a un empleado fuera de la familia, que según lo que me contaron hace poco, solía llevar las riendas de la empresa porque la depresión de los tres hermanos era demasiado como para sostener una empresa condenada a la ruina.

Mi madre ya no me enviaba a casa de la abuela Vitorina, algunas pocas veces que tuvimos que ir, la imagen era muy deprimente, eran las tres de la tarde y los dos hermanos que se habían quedado con la casa seguían en la cama, en pijama, durmiendo como si el día todavía no hubiese empezado para ellos, solo salían para ir al baño y comer algo… pero no salían de sus habitaciones en ningún momento. Hasta que cerca de mí cumpleaños, decidieron irse del piso y se compraron otro más en el centro, en este caso se compraron un dúplex. Para dejar el piso que habían vendido, se tuvo que repintar entero de blanco como estaban todas las habitaciones. Para hacerlo más rápido, nos vinieron a ayudar los amigos de la familia el Santi, Toni y José viejos amiguitos que eran los hijos de la dueña del bar la Llesca y eran la familia de la Paula, la niña que tenía un año menos que yo y decidió cambiar de escuela, de Gracia al Carmen para estar conmigo.

Sabía que huir no era la solución, pero mis tíos no entendían la verdad, tampoco tenía permiso para aconsejarles de que lo mejor era quedarse y enfrentarse a ello, pero resultaba que según el consejo de Gabriel, no estaban dispuestos a escucharme, así que no quedaba más remedio que acompañarles y ayudarles en el cambio. Antes de mudarse al nuevo departamento, dejar el antiguo piso prolijo costó bastante, porque la abuela Vitorina hacía como 30 años que no se cambiaba de casa pero al mismo tiempo la hipoteca ya se había terminado de pagar. En ese tiempo no entendía bien la ley de la hipoteca, un día le dije a mi abuela Filo que me lo contase, pero ella tampoco me podía explicar mucho, solo me dijo que cada mes tenían que pagar un dinero para ir comprando de a poquito el departamento y luego sería todo suyo, mi abuela Filo ya lo había pagado todo su casa gigante, pero lo normal es quedarse la casa como herencia y luego los hijos no tienen el gasto de la casa, solo los otros gastos que a lo largo del mes es más barato.

-        ¿Por qué se van de este piso?- le pregunté a Rafalé.

-        Nos recuerda demasiado a todo lo malo que hemos pasado aquí, por eso no nos gusta y nos vamos.- respondió.

-        Pero ¿y si lo superan?- les pregunté.

Me miró mientras mojaba el rodillo con la pintura blanca y dijo que no con la cabeza y luego se río cambiando de tema. Así que me fui a la habitación del Titi, seguía intacto no habían movido ni su ropa… de hecho su energía seguía muy presente allí, su almohada aún conservaba su perfume.

-        Lo estoy intentando para que no se vayan, pero parece que no están de acuerdo y como me ven como una niña pequeña, ni caso me están haciendo. Espero que no me culpes… yo no quiero que se vayan de aquí… no quiero despedirme de esta habitación, Titi… es como si todavía estuvieras aquí.- dije al aire.

Rafalé entró en el cuarto y sin decirme nada, abrió el armario con unas bolsas de basura y colocó la ropa en las bolsas sin pensárselo mucho. Me fui de allí, era demasiado doloroso para seguir allí, mi madre finalmente me envió a casa de mi otra abuela y allí me quedé, de hecho no volví a pisar ese departamento nunca más… no me pude despedir en condiciones.

Al día siguiente, era sábado y me desperté rápidamente porque teníamos que ir al nuevo departamento, en pleno centro, un día que hacía bastante calor pero la primavera aún le quedaban un par de días para llegar oficialmente. Nos quedamos en la puerta a esperar a los demás, con mi madre fuimos caminando, ahora estaban a tan solo seis calles de distancia y no estarían tan lejos. La sorpresa que me llevé fue, que nadie me había avisado de que los primos y los tíos del Prat de Llobregat, nos ayudarían en la mudanza, no era muy consciente de que esa sería la primera vez que participaba en una mudanza de mi familia. Siempre las había visto en las películas, dónde siempre acababan comiendo pizza y eso me hacía especial ilusión.

Mi pizza favorita en ese tiempo era la Barbacoa, la que no me gustaba era la de jamón y queso, demasiado seca y la de cuatro quesos horrible. Pero para poder comer, antes era necesario trabajar, así que nos organizamos, a mi me tocó esperar en el nuevo departamento y organizar a los que llevaban cajas mostrarles el camino, porque la escalera era doble, por ende me tocaba dirigir a la familia a la nueva casa sin que se perdieran por el camino. En realidad fue una buena experiencia, después de tres meses pude ver a mi madre y mis dos tíos Rafalé y Alfonsito volver a reír y eso me puso feliz.

Cuando se acercaba la hora de comer, los mayores se pusieron a preguntarse ¿qué comeríamos? Pero aunque algunos de los primos como el Noel y Juanito nos pusimos a favor de la pizza, ganó el equipo que quería pollo al Ast. Por suerte o por desgracia, en Manlleu tenemos muchas tiendas dónde venden pollo al Ast, así que según dónde te encuentres puedes ir a cualquier tienda. La pasamos tan bien, que cuando todo el trabajo se terminó y debía despedirme de la familia, casi lloraba, porque sabía que mis tíos y mi madre regresarían en su letargo sufrimiento en silencio. Por las noches, me costaba mucho agarrar la vibración correcta, me preocupaba mucho mí mamá, porque de repente empezó a irse a la cama a las tres de la mañana, se quedaba el resto de la noche en el sofá viendo la televisión, películas y más películas, hasta la hora de la teletienda, las caras de los ángeles me preocupaban el doble, sabían que andaban muy mal, pero yo no podía hacer nada más que acompañarles e intentar que pasasen un tiempo bonito.

Fue entonces, cuando se me ocurrió el hecho de hacer una celebración de mí cumpleaños algo especial, para mí también era mí primer cumpleaños sin el Titi, quería volver a reunir a mis tíos de Manlleu y celebrarlo, lo quería hacer junto con mi abuela Filo y el tiet Josep, pero mi madre se negó y decidimos hacer dos celebraciones separadas casi el mismo día, uno para almorzar y el otro para cenar.

Cumplí 9 años, con un objetivo importante, no ponerme triste, el Titi estaría allí aunque fuese en la distancia, miré un momento el cielo, suspiré profundamente y me puse a sonreír.

-        Él estará allí.- susurré.

-        Si lo deseas, lo haremos posible. – dijo Uriel.


Dije que si con la cabeza y simplemente ayudé en casa. La fiesta fue maravilloso, con mucha alegría, como era siempre el Tiet Josep me regaló una bolsita de Chuches con 9€ en monedas de un euro, se había convertido en una tradición. No era consciente de ello pero me había puesto como objetivo alegrarles y eso era demasiada responsabilidad para mis hombros. La niñez aunque mis padres siempre habían querido que fuese una simple niña de nueve años que no se deba de preocupar por nada, realmente no era culpa de ellos, sino de la vida que elegí antes de nacer, cuidar de tata gente tiene sus riesgos, ser Agartiana tiene sus riesgos en este tiempo-espacio, si solo dejan entrar a quién realmente entendería su existencia, ya te da como seguro de que hay mucha responsabilidad y secretismo detrás, pero seguía soñando con el día de poder explicarles todo al mundo aunque fuese en un tiempo aún no determinado en el año 2002.

El tiempo siguió su curso, ya en Abril las cosas cambiaron bastantes, por ejemplo, un día en clase cuando regresábamos del patio, nos encontramos con la sorpresa de que teníamos una nueva compañera de clase, su nombre era Saida. La sentaron en la tercera fila del bloque dos, estaba un poco lejos de mí sitio en ese momento, pero los compañeros se quedaron en blanco al verla, la Cristina se acercó para presentarse, pero la chica no dijo nada, se la quedó mirando pero no hacía nada…

-        ¿Por qué no hablas? ¿Cómo te llamas?- exigía ya algo cabreada.

Pero no respondía, me levanté y me fui hacia allí, pero me quedé en un lugar seguro, tenía que observarla si no respondía porque no quería y le daba miedo o si era porque no lo entendía. La Saida, supe su nombre porque la profesora lo dijo en cuanto llegó, estaba con el cuerpo muy tenso, incluso le temblaban los codos, su mirada era realmente miedosa y miraba alrededor encontrando a alguien que pudiera ayudarla, pero no lo encontraba.

-        ¿Qué le pasa, Dary?- susurré.

-        No habla ni catalán ni español. – respondió Uriel.

-        De acuerdo. ¿Qué idioma habla?- le pregunté.

-        Es musulmana, si le quieres hablar ten cuidado, hazlo despacio porque está asustada. – me aconsejó Uriel.

-        Ok, gracias.- dije y me acerqué a ella.

Recomendación: El caçador d'ocells - película.

HR.

HERO&Corporation. 

 

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