Hacemos demasiadas cosas que nos ahogan, tenemos como norma
no parar nunca a respirar, ya que si lo haces, el mundo te puede engullir, pero
en estos conceptos estamos muy equivocados. Si un fuego lo ahogas se apaga la
llama, si un pájaro salvaje lo encierras en una jaula, se muere, si atrapas
entre tus manos una mariposa y no la dejas salir, se muere. Necesitamos
respirar y sentirnos libres para sentirnos bien con nosotros mismos, si tú
estás bien, los otros también lo estarán. Solo hay que respetar ese espacio que
la humanidad y la sociedad nos quieren robar, ese espacio o momento que
nosotros lo gastamos como queremos, como sentimos y como nosotros mismos
deseamos que sea.
Somos como animales que necesitan hacen sus cosas sin la supervisión
de nadie, ser nosotros mismos, pero siempre nos atacan nuestros “enemigos” en
este caso sería el tiempo o alguien en concreto. Que lo mantiene en cautiverio
durante siglos para su diversión, si cuando respetas tus momentos, te sientes
mejor y puedes seguir adelante. Céntrate en tus momentos, en cuanto los
necesites, y tomate unos minutos para ti, para tu disfrute. Este tiempo sirve
para centrarte en ti mismo, en cuidar tú alma que a veces puede quedar tocada,
sino la cuidas como deberías, y para que siempre irradie su fuerza blanca, solo
hay que preguntarse ¿Qué es lo que me atormenta? Encuentra las respuestas, y
luego comprenderás qué tienes que hacer para solucionar el problema, quizás si
lo hablas, lo piensas o lo sientes, te servirá para encontrar la solución.
Una forma de conectarte bien con tus raíces, es usando la
meditación, esos diez minutos los puedes gastar meditando, para relajar y
purificar tus pensamientos, tú alma también necesita alimentarse, pero no come
los nutrientes que necesita el cuerpo, el alma se alimenta de amor, paz,
armonía y luz. Meditando le dices a tú alma que puede activar sus chacras para
alimentarse, regularse y conservarse en un estado óptimo que siempre deberíamos
estar así, como si realmente nuestras preocupaciones, no pesasen tanto como
pesan, y así encontraríamos el estado de paz mucho antes de lo que creemos. Es
bueno empezar con diez minutos y a mesura que vayas avanzando, fluyas más
tiempo, hasta que al final consigues tus minutos óptimos. ¡Amate a ti mismo,
cuida de tú alma, y el estado de paz llegará enseguida, con el tiempo, según
qué alma, ya que eso varía si tienes el alma quebrada o no!
Recomendación:
Jennifer Lopez –
Feel the light.
HR.
HERO&Corporation
No hay comentarios:
Publicar un comentario