Tras salir de la ciudad del Vaticano, me encontraba
acompañada por un lado del Arcángel Uriel (que me había acompañado durante todo
el día como pasa siempre) y por otro lado nos acompañó el Maestro Feder, que
nos reencontramos dentro de la Basílica de San Pietro del Vaticano. ¡Fue muy
hermosa su compañía por los rincones de Roma, mientras que contaba historias
que no están en los libros de historia! Las conversaciones tendían a ser
cualquier cosa, pero muy graciosas, os tenéis que imaginar a una persona de 3D
hablando al aire junto a dos personas de 4D, de los cuales una vive en 5D pero
había rebajado su vibración para estar lo más cerca posible a mí. ¡Qué bonito!
La tarde se presentaba bastante gris y llovía de vez en
cuando, pero eso no le quitaba la hermosura que quedaban las fachadas de las
iglesias, y todas las estructuras arquitectónicas de la bella Roma, creo que
bajo los efectos de la lluvia quedan perfectamente tallas tal y como se
pensaron en el momento en que se diseñaron, porque la luz, y el color sale
mejor ante la cámara, y yo no entiendo de fotografía pero el Maestro Feder a
veces dice “Cuando yo encarné por última
vez, la fotografía tan solo era un hecho que algunos podían permitirse” supongo
que ver ahora que nos vamos acercando a la tecnología cristalina dónde los
Maestros hacen sus trabajos, la fotografía debe ser un efecto prehistórico de
lo que está por llegar.
Al llegar a la Piazza Navona, mis ojos cambiaron de forma de
ver el mundo, normalmente vemos sin ver nada, es decir, que vamos por la calle
sin prestar atención de por dónde pasamos, por eso muchas personas están
pendiente del celular, se ponen auriculares o simplemente piensan que se les
hace muy duro ir de casa al trabajo y de trabajo a casa cada día. Antes de
ponernos a ver las esculturas que hay en ese lugar, Feder me detuvo y dijo “Aquel que mira a través de la mirada, no es
capaz de ver y aquel que mira a través del corazón, es capaz de ver y
enamorarse” entonces empezamos a caminar mirando cada estatua y
sinceramente, entendí sus palabras, porque en vez de mirarlo simplemente, me
dispuse a mirarlo con el corazón y de repente, se me caían las lágrimas de lo
bello que era todo lo que estaba observando. ¡Wow!
Aprovechando que estábamos allí, Feder nos llevó a la que él
determina la mejor heladería de Roma que está en esta plaza, además de tener
uno de los helados más buenos del mundo (sino habéis probado la Gelateria de
Manlleu, no habéis probado el mejor helado del mundo, el segundo Can Crespi y
el tercero esta heladería), mientras que nos sentábamos en un banco de piedra
mojado, empecé a cambiar el punto de vista de todos y cada uno de mis
problemas. ¡Fue maravilloso! Feder preguntó “¡Cuéntame! ¿Cuál es tú mayor miedo ahora mismo?” me pilló
desprevenida la pregunta, así que tuve que pensar un poco, pero lo único que me
venía a la mente curiosamente era el Marido Atlante, le miré a los ojos y le
dije “Desde que me reencontré con mi
marido, he entendido que los recuerdos son ciertos, también de que allí en
Girona se inició algo que de momento no sé exactamente qué pero… mi mayor miedo
ahora mismo es dejar de tener o de estar en la vibración correcta y perderlo
otra vez. Creo que después de tantos años esperando el reencuentro, si las
cosas no hubieran sido como fueron, quizás nada de esto estaría ocurriéndome
pero, si al final todo este embrollo finalmente solo fuera un embrollo más y me
quedase igual como me quedé y me he quedado siempre desde que me separé de él
hace 12.000 años, no creo que sea capaz de volver a soportarlo, Feder”.
Uriel añadió “¿Es
posible que eso sea debido a todo lo ocurrido con Orange, que no soportarías de
nuevo un trato igual que ese?” y yo le contesté “Orange sé que en el fondo no me ha tratado mal, solo que él tampoco
tenía muy claro que debía ocurrir en esta encarnación, pero algo de razón
tienes, Uriel. Aposté todo lo que tenía en mi corazón, para que la relación con
Orange se formulase correctamente y al final ¿qué quedó? Solo yo y él fuera de
esto, porque él lo quiso así”. Feder nos escuchaba con mucha atención,
esperó a que terminásemos para decir él “¿Qué
crees que siente él en este momento?” mis ojos se abrieron por la sorpresa
de la pregunta y le dije “Yo creo que mi
marido sabe que venir a Roma es importante para mi…” pero Feder me
interrumpió y dijo “Me refiero a Orange,
¿qué crees que siente ahora sabiendo que tú apostaste a por todas y él no se
vio?” no podía contestar enseguida, me puse triste y el tema no era un tema
demasiado agradable.
Entonces Feder siguió “Fijate
bien en lo que ocurrió, primero te llamó, no entendiste nada, luego te volvió a
llamar y no pudiste agarrar el teléfono a tiempo, entonces él se marchó… y
cuando pudo comunicarse pensó en ti, aunque no fuera él mismo, tuviste noticias
de él. Luego te enojaste porque reapareció en Cuba en tus últimos días de
misión, aunque no parecía el mismo, era el que tú has conocido, le reconociste,
habló contigo de muchas cosas, procuró por ti y de Alberto, incluso procuró que
fueras en un taxi decente al hotel y procuró por tú salud cuando te enfermaste.
Lo que no sabes, es todo lo que él hizo por ti, para que te reencontrarás con
quién realmente tú corazón pertenece… el mismo día, unas horas más tarde,
apareció en Manlleu y habló con GAB, luego mantuvo una pequeña charla con otro
hermano tuyo a través de chat de Facebook, tres días más tarde, regresó a La
Habana y procuró que el avión que agarrabas de vuelta fuera puntual, en Madrid
fue quién habló con el capitán para que todo fuera bien para llegar a
Barcelona, y cuando te equivocaste de salida, él te puso a esa argentina para
que pudieras salir por la puerta que tocaba… Y dos días más tarde, se presentó
en Teruel y habló con tú marido y le dijo , y cuando te perdiste él junto a los arcángeles
que te estaban ayudando a encontrar el camino, llegaste a la hora que tenías
que llegar tarde tal y como le dijo Orange a tu marido un día antes ” me
quedé de piedra y empecé a llorar silenciosamente, cambiando por completo la
mirada que tenía hacia él… me sentía mal por haberlo tratado mal por mi ego, no
podía decir nada, las palabras se me habían quedado atrapadas en mi garganta y
no querían salir, solo salían en forma de lágrimas.
Efectivamente estaba mirando la historia sin los ojos del
corazón, quizás por miedo al que a mí me supuso un fracaso y una decepción muy
grande, dónde me ilusioné de nuevo por alguien que solo me correspondía para
ayudarme a reencontrarme con mi marido. El silencio se hizo entre nosotros,
mientras que yo me aferraba al brazo de Uriel, él se sentó a mi derecha y acabé
abrazada a su cintura mientras que él me intentaba arropar y Feder seguía
hablando, finalmente le dije “¿Puedes
explicarme una cosa, Feder, porqué me enamoré de él sino me correspondía?”.
Feder contestó “Ay querida Flor de Lys,
hiciste bien en enamorarte de él, y lo seguirás estando, pero el tipo de
enamoramiento que sientes no es equivalente al de pareja amorosa, es
equivalente al de ser de luz como sois. Es decir, que sientes exactamente lo
mismo que sientes con Uriel, ni nada más ni nada menos. A veces el amor de 5D y
4D es tan profundo que en 3D al no estar acostumbrados, confundís los
sentimientos”.
El Maestro Feder una vez más dio en el clavo, por lo tanto,
me volví a confundir, no sabéis lo tarada que me sentí en ese momento, cuando
mis sentimientos de rabia y algo parecido a la repugnancia que sentí al verlo
de nuevo en las fiestas de Cantabars i en el concierto del día siguiente, me
revolvían el estómago, resultaba que me estaba equivocando una vez más,
confundiendo lo que realmente es. La tristeza me visitó la cara, cuando Feder
dijo “Pero no te tienes que poner así,
¡estás aprendiendo a estar con nosotros, es normal confundirse! Es fácil
herirse y herir a los demás, pero también perdonarse y perdonar es un trabajo
que tendrás que practicar para sanarte y sanar a otros, mi querida”.
A veces no te das cuenta de que estás herida, de que hieres
a los demás y que la cicatriz queda allí, oculta a tus ojos pero tú corazón
intenta lidiar con ese peso, que quizás cuando tengas que ser fuerte y
apechugar la situación, cosas del pasado aparecen que a tu consciencia no sabes
porque vuelven a aparecer, pero vuelven, y luego te das cuenta de que no
sanaste y entonces, el trabajo sigue quedando pendiente, porque para
evolucionar, para trascender, hay que saber perdonar y perdonarse. Entonces le
dije “La última vez que pedí perdón ante
Dios, semanas después empezaron los viajes a 5D y 4D. Y aunque parece una tarea
que nadie quiere meterse a hacerla, realmente una vez lo haces, te quedas en
paz de nuevo y todo se ve de otro color, quizás tendría que retomarlo, cuando
sienta que deba hacerlo” y Feder contestó “La primera piedra es reconocer, la segunda aceptar y la tercera
perdonar”.
Tras esa charla, aprovechamos para hablar de otro tema,
cosas que debo sanar, reflexionando con Feder y con Uriel, parece que los
problemas que a veces me sobre pasan, tengan otra forma y no sean tan miedosos
como parecen a simple vista, ya que el tema que surgió fue el robo de mi celular
(móvil) en el viaje a Cuba. Resulta que existe una conexión con todo lo que me
sucede y con la reaparición de Orange tras su ascensión. Esa conversación se
concluyó dando tres vueltas y media alrededor de la plaza Navona de Roma, y
cuando fueron las 6pm nos fuimos a continuar la visita de la ciudad, visitando,
el Panteón, como había tanta cola, solo lo vimos por fuera, y en Plaza España
nos quedamos en las escaleras seguir hablando, ahora hablábamos del Marido Atlante,
de cositas que han pasado tras el reencuentro, que ya os contaré en otro
momento… Nos quedamos sentados en las escaleras, mientras que veíamos como el
Sol se iba a descansar, y después vi en Instagram que el marido atlante había
puesto una nueva fotografía que me impactó muchísimo, porque el tema que
hablaba con Feder y Uriel era sobre el embarazo, mi trabajo como terapeuta
emocional, que también hago seguimientos en embarazadas, resultó que el marido
atlante también estaba hablando de lo mismo a 10.000km de distancia
(Argentina). Aunque parezca “casualidad” en realidad nos sucede mucho más de lo
que se pueden llegar a imaginar, supongo que es la conexión tan fuerte que
tenemos entre él y yo, es una historia de amor que dura más de 30.000 años de
vida, así que es normal que ocurren estas cosas, yo ya lo veo como normal.
Entonces Feder y Uriel preguntaron “¿No te apetece ir a la Plaza del populo?” yo pensaba que estaba muy
lejos de allí y dije “Nos alejaremos
mucho, si queremos cenar aquí” y ellos sonrieron y Uriel me ofreció su mano
y dijo “Pues damos un paseo” le
acepté la mano y bajando las escaleras, nos fuimos hacia la derecha, todo
recto, mientras que seguíamos hablando de nuestras cosas, pero la sorpresa fue
llegar a la plaza del populo. Me quedé con los ojos abiertos, al ver todas las
estatuas que había, allí se ve representada la fundación de Roma, ¡qué bonito!
Estaba haciendo fotografías cuando de repente, Feder me llamó, me giré y vi que
en sus manos llevaba dos rosas una blanca y otra roja, me quedé sin palabras
mientras que él dijo “Hace tres semanas,
el marido atlante vino a Roma, y aparte de que vino por descansar y también
porque tenía que ver a alguien, como somos amigos, me habló de que él sabía que
vendrías hoy aquí y por eso, estas flores son su símbolo para ofrecerte lo que
él siente por ti” me entregó las rosas y yo las acepté sin poder decir ni
una palabra, me quedé totalmente atónita y muy agradecida y lo mejor de todo
muy amorosa que él se acordase de que venía, porque se lo dije cuando nos
reencontramos.
Y Feder prosiguió: “Y
me dijo que te dijera que a pesar de la distancia que os separa en estos
momentos y por estos cuatro meses, quiere que sepas que te ama con toda su alma
y su corazón y que hará todo lo posible para que cuando termine este tiempo,
vuelvan a encontrarse, si es que tú también quieres” y yo dije que si con
la cabeza, no me salían las palabras, mi corazón latía tan fuerte que parecía
que me iba a morir ¡qué bonito! Entonces Feder se sacó un brazalete del
bolsillo y me lo puso en la muñeca derecha junto al brazalete de la alianza de
nuestro matrimonio y dijo “Acepta este
brazalete, como fruto de su amor. Este brazalete en la india simboliza el amor
eterno que no muere, que a pesar que pasen vidas y vidas, siempre existe”.
Solo pude decir gracias y darle un abrazo a Feder, luego a Uriel que él no
sabía nada, y luego le mandé un beso en el aire al marido atlante, sabía que lo
recibiría.
Cuando regresamos a Plaza España para ir a cenar, ya que
allí se cena una hora antes que en España, a las 9pm, miré un momento el Instagram
y curiosamente el marido atlante había puesto hacía pocos minutos, una foto
nueva, ¿saben qué era? Un ramo de flores que decía “te echo de menos, corazón” en otro idioma.
PD. Perdonad si tardamos un poco en publicar, nos estamos adaptando al nuevo curso escolar, en unos días, volveremos a la normalidad.
Recomendación: Aquella
Cruz – Hillsong en Español.
HR.
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