Lo primero que surge cuando existes en este universo es el espíritu, la fuente divina es la creación
del espíritu la verdad del SER, y
dentro de ella surge el equilibrio entre Sol
y Luna, es decir que igual que una vela, en proporciones iguales es luz y
sombra, reconociendo su iluminación al mismo tiempo reconoce sus sombras, y a
pesar de que acaba de empezar su vida, es decir que acaba de nacer, sabe esta
ley del equilibrio que va a ir
experimentando a través de su compañero el alma,
que jugando con las emociones, irá
caminando entre luz y oscuridad, entre alegría
y tristeza formando así su libro universal, que irá completando mediante su
tercer compañero, el cuerpo físico
que será su vehículo para poder experimentar
todas las emociones entre luz y oscuridad completando así su libro universal
(akasha) dentro de la ley del equilibrio.
Durante la era de Piscis que estamos dejando atrás y
permitiendo así la entrada de la era de Acuario, a nivel social, nos han
enseñado que cualquier tipo de relación empieza con el físico y que poco a poco
vas pasando barreras, hasta llegar (si llegas) al nivel espiritual. Está claro
que toda la desconexión con la vibración de la consciencia nos ha marcado mucho
y eso se puede ver perfectamente en cómo nos relacionamos día a día entre
nosotros mismos. ¿Cuántas veces has juzgado a alguien por su forma de vestir? ¿Cuántas
veces te has acercado a alguien por su atractivo físico? ¿Cuántas veces te has
preocupado si tu forma de vestir fuese un problema para poder encajar en las
relaciones sociales? Como podemos ver, la era de Piscis es una era dónde el
primer aspecto que se ofrece es ser algo
que no eres por miedo a no encajar, ser aquella ovejita que sigue el rebaño
a ciegas sin ver que delante del camino le espera un muro dónde inevitablemente
se va a estancar, y aquella ovejita que decide irse por su cuenta, está loca y
no se merece encajar en ese rebaño que inevitablemente le rechazan, juzgándole
de loco irreversible, y la sociedad por miedo lo encierran en un lugar, tomando
una meditación, que se supone que “lo cura” para que vuelva al rebaño y vuelva
a estar ciego de nuevo.
¿Cuántos de ustedes piensa que el físico es más del 50% de
cualquier tipo de relación? Entiendo que para conocer a alguien, hay que
quedar, hablar mucho y usar el refrán el
roce hace el cariño, pero ¿Cuántos de ustedes deciden irse cuando al mes no
han tenido muchas muestras de cariño hacia la otra persona sea en cualquier
relación? Es decir, si conocen a un chico o una chica, y al principio hablan
mucho, y quedan para tomar algo, para ir de fiesta, para ir a cenar, caminar,
de excursión… pero al mes, hacen valoración y al darse cuenta de que lo máximo
que obtuvieron fueron abrazos y alguna caricia, ya piensan que a lo mejor
aquella persona no piensa igual, y empiezan a distanciarse o a desilusionarse.
Y yo me pregunto ¿Por qué piensan que las relaciones íntimas tienen que llegar
primero al sexo para poder pasar la próxima barrera? ¿Es que no les gusta
charlar, pasear, los abrazos, las caricias, las sonrisas, las confidencias que
el otro va dando poco a poco, confiando para que más adelante vayan surgiendo
más cosas?
Saben, las relaciones que tenemos aquí, es una versión muy
terrenal de las relaciones que forjamos en el universo, cuando decidimos
encarnar en otros planetas. ¿se imaginan que dentro de 150 años, vuelvan a
encarnar en otro planeta y resulta que la pareja que habían tenido en una
experiencia aquí en Gaia resulta que encarna en el mismo planeta dónde se
encuentran, creen que la relación que mantuvieron en Gaia, en este nuevo
planeta no será la misma? Hubo un tiempo que pensé que las relaciones “humanas”
solo surgían en una encarnación y si la cosa funcionaba, solo duraba una
encarnación, pero por motivos personales que me han ocurrido, me he dado cuenta
que cada relación que empezamos, estamos forjando una unión que no es
simplemente una unión física o emocional, sino que también es a nivel
espiritual, dónde cualquier tipo de relación que empiezan, deben darse cuenta
de que si mueren y vuelven a encarnar, te vuelves a reencontrar, y la relación
continua como si aquel tiempo separados por dos vidas, no hubiese sido que tan
solo minutos o segundos en este universo por el cual decidimos existir.
Si en el universo lo primero que existe es el espíritu, hay
que entender que la forma de relacionarnos que ahora en la era de Acuario se
están dando, es que va al revés, ahora el termino físico es tan solo el
resultado entre la unión espiritual que tenemos con esa persona, junto a la
relación emocional que compartimos con esa persona, y que el físico en realidad
sirve para volver a poner en práctica la relación que compartimos, y así
aprender más sobre esa relación en sí.
A mí personalmente, esta forma de relacionarse me parece mucho más plena que pensar que la primera vez que
conozco a alguien tenga que pasar por el sexo, cuando a lo mejor, el tipo de
relación que iba a ser, con esa persona, quizás era de amigo, hermano o
desconocido en sí, y que al pensar así, es cuando uno mete la pata hasta el
fondo.
Sinceramente, esta es la primera encarnación en que no estoy
nada de acuerdo con el sexo por el sexo, para mi llegar a eso, tiene otro
significado mucho más profundo, ya que hacer
el amor me acuerdo que en la encarnación que tuve en la Cruz del Sur (la
casa de dios) le llamaban que es la
danza de la vida. Y así como yo lo siento muy profundo en mi interior, el
hecho de hacer el amor, no sirve simplemente para la unión física, es una unión
completa de los tres cuerpos, a nivel espiritual, álmico y físico, dónde se une
todo para poder crear una vida (o simplemente sentir la unión entre luz, sonido
y forma y también entre ritmo, armonía y vibración). Y llegar a eso, uno se
siente pleno y por lo tanto la vibración
que se escucha en tú interior se llama YOSOY.
YOSOY la luz de
mi espíritu y la sombra de mi Ser. YOSOY el sonido de mi Ser, que resuena en mí. YOSOY la forma que completa mi Ser. YOSOY el ritmo que marca mí corazón. YOSOY la armonía que se compone mí corazón. YOSOY la vibración de mi corazón, unido con mí Ser se compone mi gran YOSOY.
En cuanto vibras así, el YOSOY empieza a emanar recuerdos de
vidas anteriores, y es cuando el universo te regalan momentos muy hermosos (que
a veces duelen, pero valen la pena pasar por ellos) dónde te reencuentras con
padres, hermanos, primos, tíos y parejas que tuviste en vidas anteriores, y
notas como la relación a pesar del tiempo y la distancia que han sido obligados
a vivir, la relación sigue intacta, como si se hubiese dado al botón de pausa y
de repente al cabo de años, se vuelve a dar al play. Todo depende de si la otra
persona está más consciente o no a la era de Acuario, que a lo mejor, recuperas
la relación de la misma forma en que la dejaste o quizás simplemente para ti
necesitabas saber que esa persona está bien y que debes esperar o aceptar que
quizás será en otra ocasión o en otra vida.
Si tomamos consciencia de todas las relaciones que mantenemos
en nuestra vida, comprenderemos estos conceptos universales, que hoy aquí
comparto con ustedes, y que es cierto, que la gran mayoría de nuestras
relaciones que perduran por el paso de las encarnaciones, sean porque tengamos
lazos kármicos que debemos compensar para crear así lazos de Dharma (que es
cuando la relación es libre y no existe carencia, porque eres YOSOY y el otro
reconoce la libertad del YOSOY un ser completo que comparte sus vivencias
contigo, aceptando la libertad de ambos sin ser esclavos del tiempo ni el
espacio).
Las relaciones del YOSOY te das cuenta de que mantienes unas
relaciones tan profundas, que comprendes que no eres NADA (vacío) pero al mismo
tiempo eres el TODO (plenitud), y en ningún momento te sientes insatisfecho, ni
tampoco idealizas al otro, porque el otro lo ves en igualdad de condiciones, y
te das cuenta de que es tú espejo que vibra desde lo más profundo de tú
espíritu, de tú alma y de tú cuerpo con el único órgano que se comunica entre
estos tres cuerpos y es el corazón. Que no te de miedo, salir del rebaño, ¿Por
qué no se quita la venda y observa que el camino donde va vaya acorde con su
corazón y no con el miedo a encajar?
Recomendación: Soñé
una vida – Los miserables (musical de Madrid).
HR.
HERO&Corporation.
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