Vas caminando inocentemente por el camino de la vida y de
repente sin venir a cuento recibes un ataque de piedras aéreas que te quieren
abatir, que van con el objetivo de lastimarte para demostrar lo fuerte que eres
y si sabes resistir a ese ataque. Y yo me pregunto ¿para qué tenemos que
demostrarlo si simplemente ya lo reflejamos? Desde mi punto de vista y desde mi experiencia
que ha pasado recién, no me ha hecho nada de gracia percibir ese ataque sin
venir a cuento de nada hacia mí persona.
Queridos señores pensantes de esta Tierra, de esta vida tan
hermosa, ¿Por qué tenemos la costumbre de derrotar a quién nos acompaña y más a
quién nos ataca? ¿Con qué fin empiezan a atacar cuando en realidad no debería
ocurrir? ¡Sobre todo si la otra persona NO HA HECHO NADA para merecerse ese
trato! Yo como persona humana y racional que soy, me he tenido que encontrar
con este ataque durante estas fiestas de Navidad, cuando se supone que la gente
está más apacible porque son fiestas de estar bien con la gente y no marcarse
una guerra inútil que lo único que provoca es aguantar a la persona que está
totalmente equivocada al atacar así como así a la gente sin ningún motivo
aparente. Esto empezó a pasar, un par de días antes de Navidad, pero no le di
importancia en su momento, pero en Reyes ya fue la ¡HOSTIA! En total fueron
seis personas que me faltaron al respeto sin que yo hubiese hecho absolutamente
nada, y solo cinco fueron causa por el exceso de alcohol, la primera no sé a
qué vino, porque fue por mensaje de Facebook al insultarme con una persona que
jamás mantuve conversación con ella, porque no la conozco de nada, ni siquiera
viene mucho a Xauxa, pero me faltó al respeto, no tan fuerte como los demás
pero eso ocurrió y lo siento mucho, sé que debería callarme pero mi interior NO
ESTÁ BIEN SINÓ DENUNCIO ESTO POR AQUÍ.
A primera vista el problema que veo (y no me refiero al
tomar alcohol simplemente), es una mala gestión interna de las emociones del
alma de cada persona. Entiendo que suena a rollo esotérico que nadie quiere
seguir leyendo, a mí me da igual, pero el problema aunque lo ignores, lo tienes
(si eres uno de los que me insultó durante estas fiestas, claro). No me refiero
a todas las emociones en general sino a una en concreto, después de
reflexionarlo personalmente, he llegado a la conclusión que el problema que
tienes es que no sabes gestionar bien la emoción de la envidia, en realidad si
la gestionases bien no debería existir la envidia, sino que aprenderías a
controlarla y la cambiarías por el respeto, que es la emoción y el valor que
interfieres cada vez que sientes envidia, lo pienses, lo hagas o lo que sea,
por pequeño que sea el error, lo causas en la otra persona aunque no le importe
o no lo pueda llegar a escuchar, pero el problema sigue allí.
Como veo que no entiendes qué significa la emoción envidia,
te la explicaré porque causa te provoca esta emoción y porque te cuesta tanto
controlarla o gestionarla para que no lastimes a más personas sin venir a
cuento de nada (porque si lo haces con intención, después deja de leer este
blog porque personas malas no son bienvenidas aquí y vuelve después de cinco
vidas hasta que aprendas de esa experiencia).
“La envidia me concome por dentro” – “La envidia es tan mala
que destroza almas y caminos” – “Me siento inútil sino uso eso contra mí, me
siento indefensa sino lo uso para defenderme” – “Tengo miedo y por eso muestro
la envidia a las personas, destrozando sus almas porque tengo un problema
personal y no sé qué hacer” – “La envidia reconforta mi orgullo, pero me hace
sentir la mala de la película”.
Entiendo que el hecho de que provoques a los demás con
envidia, con la intención de hacerles daño, es debido al miedo, a conflictos
con tú vida, por ejemplo quién te ataca de esta forma en algo en el trabajo, debe
ser porque esa persona está viendo que su vida se está estancado y no sabe cómo
salirse de esta, y piensa que atacando al “enemigo” se hará más fuerte, cuando
quién se ahogará en su envidia será la causante de ese ataque. Si pasa con el
ocio o la vida social, atacando a la más social quizás te haga me social de lo
que eres, ¡pues no señor, no es así! Si quieres ser alguien que la gente quiera
estar contigo, aquí ya hace tiempo que dejó de funcionar la ley del más fuerte,
ahora estamos en la etapa de comprensión, que quiere decir que debes respetar a
las personas por igual, si realmente quieres a alguien que esté contigo, rompe
la cascara de huevo que te envuelve que forma ese personaje egocéntrico, envidioso
e irrespetuoso, solo tienes que mostrar tú verdadera personalidad. Es decir ser
tú, y no alguien que te haga cambiar porque no defraudar a la otra persona, quiérete
más y muestra tú verdadera identidad y así tendrás a todo el mundo contigo.
Mí truco es este, me muestro tal y como soy, ser
transparente y dejar que la personalidad salga a su voluntad, ¡estoy un poco
crazy! Pero a mí me da igual, ¿Por qué se piensan que subo al escenario en
Xauxa? A mí no me importa el qué dice la gente, pero si me insultan “a la cara”
sí que me importa, porque eso es una falta de RESPETO muy grande. Quizás parezca
prepotente y que voy de sobrada en todo, pero quién realmente se para a hablar
conmigo, puede comprobar que es todo lo contrario. Me pasé demasiado tiempo con
miedo al qué dirán y hace dos años que me importa muy poco lo que digan de mí
la gente, por eso bailo, porque quiero hacerlo y me encanta, además si estoy
siempre en el escenario es porque cuando hay tanta gente en la pista y no hay
sitio para mí y veo que nadie sube al escenario, pues yo subo, sé que estoy en
boca y en los ojos de todos, pero ya lo he dicho, quién quiera conocerme verá quién
soy quién piense que soy lo que se refleja, que no lo intento, pero bueno no le
puedes gustar a todo el mundo.
Es cierto que desde que la GENTE me llama Gogó, que sepan
que yo no recibo ninguna recompensa de ningún tipo ni económica ni nada si
bailo en Xauxa, queridos. Si que empecé a ver que la gente empezaba a llamarme
Gogó y como me gustó el término pues lo usé para llamar a la gente para que
venga los fines de semana a divertirse, digo que trabajo allí, pero soy
consciente que no trabajo, solo voy porque me encanta el lugar y como veo que a
la gente les gusta las fiestas que se montan, gracias a que yo siempre soy la
que “inaugura” el baile de cada noche del fin de semana. Haber esto no es por
sentirme la reina del baile ni del local ni de la noche, si hay buena música y
tengo ganas de bailar, ¡BAILO! ¿Por qué no debería hacerlo si lo ansia hacer? También
es verdad que a partir de eso (desde Abril del 2016) he visto que la
popularidad ha subido muchísimo, pero muchísimo, queridos, yo que soy de irme
solita a los lugares y de no ser muy sociable porque me cuesta bastante
relacionarme, es un problemita que tengo desde siempre, pues al ver esto…
¡aluciné la primera vez que me topé con esos grados de popularidad! Eso de que
llega la noche y PETARLO simplemente porque bailo muy bien, eso me cambió
totalmente la perspectiva que tenía de mi vida social y más del tiempo de ocio,
de tener problemas de integridad a ser la reina de la fiesta, madre mía,
incluso ahora sigo alucinando pero mantengo los pies en la tierra SIEMPRE.
Así que esto espero que les haga reflexionar sobre mí, que
no soy una persona que a lo mejor os hace ver que soy distinta a lo que
realmente soy. Mucha gente me admira por tener los cojones bien puestos, por
subir al escenario completamente solo y ponerme a bailar delante de cien
personas y estar allí casi toda la noche. Adoro cuando la gente se quiere tomar
una foto conmigo, gente que ni conozco que quiera tomarse una foto conmigo como
si fuera una famosa, y lo cierto es que no lo soy, de hecho soy una persona
normal, que tiene su vida y que además se quiere dedicar y lo está haciendo en
el mundo audiovisual como guionista, directora de cine, escritora y entre lo
que se pueda más de este mundo tan hermoso. Que debe ser cómico tener que ser
Gogó no preocuparme por la fama que tengo (es fama buena, porque no hago nada,
por ejemplo si yo quisiese aceptaría lo de los rollos de una noche, pero lo
cierto es que no quiero y por eso las rechazo todas. Quien quiera conocerme
pues muy bien, pero quién me propone una noche loca, ¡pues adiós muy buenas!) y
resulta que el hecho de ser guionista ya me da fama por algunas ciudades del
Mundo como España, en Madrid, Barcelona, Dinamarca, Londres, Argentina, El
Salvador, República Dominicana, Cuba y entre muchos más, incluso estas
reflexiones y mis guiones llegan a San Francisco y a Texas. Pero la fama no me
lo tengo creído, soy una persona que hace su vida y se divierte con ella de
buenas formas. Reflexionen, queridos y nos vemos en el siguiente.
Recomendación: Leo
Urrutia – Quiéreteme.
HR.
HERO&Corporation.
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